miércoles, 3 de diciembre de 2014

DESAYUNO-- CENA-- MIERCOLES--EXPIACIÓN EN EL CALDERÓN,./ Anna Freud,./ MIERCOLES CINE, LA PROPOSICIÓN,.

TÍTULO: DESAYUNO-- CENA-- MIERCOLES--EXPIACIÓN EN EL CALDERÓN,.

Deportivistas y atléticos, este domingo en el Calderón. :: E.R.- El domingo fui al Vicente Calderón. Soy del Madrid, pero mi mujer es del Atleti y me convenció de que el mejor equipo será el Real, pero es ...fotos,.

Fui al fútbol buscando espectáculo y me encontré con un asesinato,.

El domingo fui al Vicente Calderón. Soy del Madrid, pero mi mujer es del Atleti y me convenció de que el mejor equipo será el Real, pero es más divertido acudir al Manzanares que al Bernabéu. Así que allá nos fuimos desde Atocha, cruzando El Rastro y bajando por la Puerta de Toledo. El ambiente era el propio de los partidos de fútbol matinales: muchas familias con niños y mucha gente con tiempo curioseando por los alrededores del estadio.
Al comenzar la Cuesta de Pontones, donde aparcan los autobuses de las peñas y de los equipos visitantes, en la cafetería Bergonte, se veían banderas blanquiazules: decenas de aficionados deportivistas desayunaban en silencio. Me llamó la atención su tristeza. En Galicia se dice que mientras Santiago estudia y Vigo trabaja, A Coruña se divierte. Fui a varios encuentros a Riazor la temporada en que quedaron campeones de liga y el tono festivo lo dominaba todo. El mismo tono que mantienen hoy las peñas del Dépor, aun en puestos de descenso. ¿A qué venía entonces aquel desayuno silencioso, más propio de un amanecer de tanatorio que de una mañana de partido?
Seguí descendiendo hacia el estadio y el ambiente era el normal antes de un encuentro. Me saludaron unos extremeños, que bromearon con mi fijación con los equipos pupas: «¿No tiene bastante con el Cacereño que también sigue al Atlético?». Repliqué con el argumento de que Simeone le ha quitado el mal fario al Atlético como Marcos se lo va a quitar al Cacereño. Y me fui a la grada.
Me tocaron unos asientos muy cutres: tenían hierba y agua de lluvia. Sí, estaban rotos por el medio y en el hueco crecía un matojo de forraje. Menos mal que había comprado una almohadilla porque la 'butaca' era mitad charco, mitad pradera. En fin, peros de tiquismiquis, de señorito madridista.
El caso es que empezó el partido y por la grada se corrió un rumor que a esa hora ya era noticia. Esa mañana, en las inmediaciones del Manzanares, un grupo de aficionados ultras del Frente Atlético se habían enfrentado a un grupo de aficionados ultras de los Riazor Blues, reforzados por radicales rayistas. A resultas de la pelea, un aficionado coruñés había muerto tras ser golpeado en la cabeza y ser arrojado al río.
Tomando café por la calle Sombrerete, el camarero le había pronosticado a una niña, vestida de Atlético como su papá, que se lo iba a pasar muy bien en el estadio. Pero el partido, que iba a ser una fiesta, se estaba convirtiendo en un funeral. La afición atlética, siempre bullanguera y divertida, callaba más que animaba. Hasta los goles se jaleaban sin ganas. En un par de ocasiones, los cánticos del Frente Atlético fueron silenciados con silbidos y cada diez minutos, como un aldabonazo, 500 aficionados deportivistas, recluidos en la esquina más alta de un fondo, entonaban un sonsonete tan fúnebre como injusto: «Asesinos, asesinos». Acusación que era tímidamente silbada en la grada: evidentemente, allí no había ningún asesino, pero todos éramos conscientes de haber colaborado al desenlace fatal de esa mañana.
Vivir el fútbol como si nos fuera la vida en ello acaba pasando factura. Lo curioso es que la afición atlética no se caracteriza por su violencia. Ni tan siquiera verbal. Escucho mucho más insultos abracadabrantes cualquier mañana en el Príncipe Felipe que los que escuché en el Calderón. Quizás fuera el sentido de la culpa, no lo sé, pero me pareció una afición muy educada y nada despreciativa, criada con el 'qué manera de perder', como si tantos años de infortunios hubieran moldeado un imaginario lleno de resignación, comprensión y relativismo.
Todo eso acabó marcando el partido del asesinato con un silencio reflexivo, como si la masa se preguntara en silencio: ¿Cómo hemos llegado hasta aquí? Mi mujer nunca había visto un partido de fútbol en directo. Le impresionó la experiencia. Iba preparada para asistir a un espectáculo y acabó participando en una ceremonia de expiacion colectiva. Dice que no vuelve.

TÍTULO: Anna Freud-foto,.

Anna Freud
Sigmund en Anna.jpg
Sigmund y Anna Freud en 1913.
Nombre completo Anna Freud Bernays
Nacimiento 3 de diciembre de 1895
Bandera de Austria Viena, Austria
Fallecimiento 9 de octubre de 1982, 86 años
Bandera del Reino Unido Londres, Reino Unido
Nacionalidad Austriaca
Campo Psicoanálisis
Padres Martha Bernays
Sigmund Freud
Anna Freud (3 de diciembre de 1895, Viena - 9 de octubre de 1982, Londres) fue una psicoanalista austríaca de origen judío. Hija de Sigmund Freud, Anna centró su investigación en la psicología infantil.1

Biografía

Primeros años

Anna fue la sexta y última hija del matrimonio de Sigmund Freud y Martha Bernays. Su madre estaba agotada física y mentalmente, lo que motivó que fuera confiada inmediatamente a los cuidados de la institutriz católica Josefine Cihlarz,2 una joven con la que mantuvo un vínculo privilegiado. Años más tarde, en una correspondencia a Eitingon, Anna se refirió a Josefine como «la relación más antigua y más genuina de mi niñez» y su vínculo con ella inspiraría sus posteriores conceptos de «madre psicológica» y los contenidos del artículo Perder y ser perdido.
Mantuvo una relación distante con su madre y sentimientos de gran ambivalencia con su hermana Sophie, la preferida de Martha y la más bonita de las hijas mujeres, condición que Anna trató de compensar con su desarrollo intelectual.
Anna fue apodada por su padre como Annerl y éste recuerda su nacimiento como el inicio de un bienestar económico debido al aumento de su trabajo clínico. También la apodó «Demonio negro», por su carácter aventurero y díscolo dentro del medio familiar y de amigos, no comportándose así en público, donde fue reconocida como reservada y tímida. Uno de sus pasatiempos predilectos era el tejido, que, según recuerdan algunos de sus pacientes, también practicaba mientras atendía. En cuanto a su apariencia, adoptó como vestimenta el Dirndl, tradicional de su país, un ropaje largo y suelto que ocultaba su figura.
Fotografía de Melanie Klein, Anna Freud y Ernest Jones.
En 1912, al finalizar los estudios secundarios en el Lyceum, fue enviada a Merano para descansar y recuperar la pérdida de peso, en vísperas del casamiento de Sophie, al que no asistió por sugerencia de su padre. Esta exclusión formó parte de los malestares y amarguras que ya venía sufriendo. Pasaba períodos de gran fatiga y hablaba de ello como "eso" que la hacía cansarse y "sentirse tonta". De esta manera, definía su recurrencia a las ensoñaciones diurnas e historias fantasiosas, cuestiones éstas que tratará en el trabajo Relación entre fantasías de flagelación y sueño diurno, con el que ingresara a la Sociedad Psicoanalítica de Viena en 1922.
En Anna primaban las identificaciones masculinas, no obstante lo cual tuvo varios pretendientes; sin embargo, todos fueron rechazados, unos por ella y otros por su padre, siendo Ernest Jones el más famoso de ellos. A los dieciocho años quedó como única hija en su hogar, acompañando a su padre, que ya tenía sesenta y cinco años y penaba por el alejamiento de sus hijos.
Ingresó al Profesorado de Educación Elemental, y ejerció la docencia hasta caer enferma de tuberculosis, tras lo cual abandonó la docencia en 1920.

Análisis de Anna con su padre

Dos años antes, en 1918, había comenzado a analizarse con su propio padre, análisis que se mantuvo hasta 1922 con una frecuencia de seis sesiones semanales. Freud centró este análisis en las fantasías y ensueños de flagelación como inhibidores del trabajo intelectual.
Junto a S. Bernfeld, militante sionista y socialista, Anna apoyó la creación del Asilo e Instituto Baumgarten, para niños judíos huérfanos de guerra. Allí se formó un grupo dedicado a estudiar los problemas de aprendizaje y de psicología del niño, en el que participaron también Willie Hoffer y August Aichhorn. Este último ya tenía experiencia con niños y adolescentes y dejó en Anna huellas de su influencia.
En 1920, la familia Freud sufre la muerte de Sophie, víctima de una epidemia. Anna sobrelleva la pérdida de su gran rival, amada y envidiada, dedicándose al igual que su padre a un intenso trabajo, afianzándose su consagración al psicoanálisis. Recibió de Freud su reconocimiento cuando éste le otorgó uno de los anillos de oro grabado que poseían los miembros del Comité de los Siete Anillos, grupo que frecuentaba ya desde los catorce años, cuando se le permitía asistir en silencio a las reuniones de los miércoles.

Recorrido institucional

Placa conmemorativa de Anna Freud en la Casa Museo Freud en Londres.
Se inicia en 1920 cuando asiste como invitada al primer congreso internacional de posguerra en La Haya. Dos años más tarde, a los veintisiete, ingresa en la Sociedad Psicoanalítica de Viena como psicoanalista de niños, pues la clínica con adultos era "vedada" a los profanos. En 1921 había conocido a Lou Andreas Salomé, psicoanalista de origen ruso que ocupa el lugar de "buena madre" y "madre analista", encontrando en ella una imagen femenina y maternal y una valiosa ayuda para la elaboración del citado trabajo sobre las fantasías de flagelación.
En 1923, ya declarada la enfermedad de Freud con su primera operación, decide no instalarse en Berlín y quedarse a su lado. Asiste a las recorridas por el Servicio de Psiquiatría del Centro Hospitalario Universitario de Viena, de Wagner Jauregg, conociendo allí a Heinz Hartmann. Esta experiencia hizo que retomara su análisis con Freud, siendo consciente de las dificultades que implicaba el "manejo de la transferencia". En el otoño de 1925, ya finalizado el análisis con su padre, crea con Max Eitingon un vínculo cuasi-analítico que finaliza en 1930, debido a las resistencias de Anna a profundizar sobre la relación de fuerte apego a su padre. En esta época, Anna estaba inmersa en los conflictos de rivalidad con su madre por el cuidado de la salud de Freud.
Entre sus primeros pacientes se cuentan los hijos de Dorothy Burlingham, a quien la ligaría una relación profunda y compleja por el resto de su vida. Fue su compañera de viaje y de vida, y ejerció con los hijos de ella sus inclinaciones maternales. A pesar de las apariencias, no hay acuerdo entre sus biógrafos acerca del carácter homosexual activo de esta relación, pero Anna se disgustaba frente a los rumores que la señalaban como lesbiana.
En 1924 ocupa el lugar de Otto Rank en el comité, y en 1925 es designada secretaria del Instituto psicoanalítico de Viena. Allí, impulsó la formación del Kinderseminar, un seminario de investigación sobre psicoanálisis aplicado a la pedagogía y destinado no sólo a psicoanalistas sino también a educadores y trabajadores sociales. En colaboración con otros profesionales del instituto, fueron creados algunos centros de reeducación, jardines de infantes, y la primera escuela para niños que fuera guiada conforme a los principios psicoanalíticos, dirigida por Eva Rosenfeld. Fueron, asimismo, consultados por el municipio de Viena para la orientación de niños con dificultades.
Colaboró en la "Zeitschrift fur Psychoanalitische Pedagogie", publicación dirigida por W.Hoffer, y en 1927 ocupa el cargo de secretaria de la Asociación Psicoanalítica Internacional (IPA).
La única antecesora de Anna en Viena en la práctica del análisis infantil fue Hermine von Hug-Helmuth, maestra jubilada que poseía un doctorado en Filosofía. Pero en realidad su verdadera competidora habría de ser Melanie Klein. El simposio de Londres en 1927, patrocinado por Ernest Jones, es una fiel y clara exposición de las diferencias teóricas y técnicas que prevalecían entre ambas.
Sigmund Freud fue un encarnado defensor de las posiciones adoptadas por Anna, y un detractor de las opiniones de Klein, quien en cambio sí recibió el apoyo de Karl Abraham en primer lugar, y luego el de Ernest Jones.
Mientras Sigmund Freud, en 1934, terminaba su primer borrador de Moisés y la religión monoteísta, Anna iniciaba El Yo y los mecanismos de defensa, regalándole la primera edición a Freud al cumplir éste los ochenta años en 1936.
Un año más tarde se inaugura en Viena la guardería Jackson, patrocinada por la estadounidense Edith Jackson, analizada de Freud. Este proyecto, dirigido por Anna, estaba destinado a niños menores de dos años, con el objetivo de informarse acerca de las primeras etapas de la vida a través de la observación directa. Los niños debían pertenecer a familias indigentes.
En 1933 había sido promulgada la ley antisemita, lo que dio origen al éxodo de psicoanalistas alemanes y austríacos, pero es recién en 1938 que la familia Freud decide partir de Viena, tras la invasión de las tropas de Hitler. Jones y Marie Bonaparte, junto a Dorothy Burlingham, organizaron la salida de la familia Freud hacia Inglaterra. Su casa ya había sido allanada en dos oportunidades, y Ana y Martín habían sido llevados por la Gestapo para ser interrogados. Ya en Londres, Anna se ocupó con exclusividad del cuidado de la salud de su padre, quien luchaba contra el cáncer.
Al morir éste, Anna enfrenta el duelo trabajando arduamente; organiza entre 1940 y 1942 varias residencias para niños evacuados y refugiados, siendo la guardería Hampstead, que funcionaba en la Hampstead clinic de Londres, la más destacada.
El clima de la Sociedad Británica de Psicoanálisis se enrareció con la llegada de los analistas vieneses. Jones, fundador de la misma y protector de Melanie Klein, se hallaba tironeado por ambas partes, resolviendo tal contradicción con su retiro. Tras la muerte del padre del psicoanálisis, se estableció la lucha por definir cuál de las dos corrientes sería proclamada su heredera.
Anna fue miembro del Consejo Ejecutivo de la IPA en la década de 1950, pero su mayor interés se manifestó en la década de los 60 en torno a la capacitación para el psicoanálisis infantil.
A partir de 1963, empezó a delegar la dirección de la Hampstead Clinic. Estaba preparando su vejez, siempre junto a Dorothy, con quien realizó numerosos viajes. Su principal preocupación se centraba en el futuro de la clínica, y si bien delegaba funciones, nunca lo hacía totalmente.
En 1971 se realiza el Congreso Internacional en Viena, donde se inaugura el museo en el viejo departamento de Bergasse 19. Anna ya tenía setenta y cinco años, y mantenía la esperanza de que en esa oportunidad la IPA aprobara y reconociera oficialmente la formación de los psicoanalistas de niños en la Hampstead Clinic. Pero Leo Rangell, entonces presidente, deseaba un congreso en paz y mocionó para que tal debate se pospusiera para el próximo congreso, y para que la Hampstead clinic fuera aceptada como grupo de estudio. La Sociedad británica de Psicoanálisis temía que la clínica de Anna se convirtiera en una sociedad paralela. Anna presentó entonces su renuncia a la IPA y a Rangell, quien le ofreció el cargo de presidenta honoraria. A partir de 1976, Anna delegó la dirección de la clínica.
Dictó clases en la Facultad de Derecho de Yale, y mantuvo con sus alumnos una relación libre y placentera. Esta experiencia fue recogida en tres volúmenes sobre el niño y el derecho, en coautoría con Goldstein y Solnit.
En 1975 su salud se vio afectada, sin poder llegarse a un diagnóstico preciso. Fue tratada por una anemia, y requirió internaciones periódicas. Durante este tiempo se dedicó a la refutación y desacreditación de teóricos posfreudianos y biógrafos no autorizados, con la ayuda de K. Eissler. También recibió los doctorados honorarios que le confirieron las universidades de Viena, Columbia, Harvard y Franckfort.

Fallecimiento

Su compañera de siempre, Dorothy, falleció en 1979 a los ochenta y ocho años, hecho que la deprimió sensiblemente. Al año siguiente, y al igual que su padre, encontró compañía en una perrita de raza china, a la que llamó Jo-Fi, el mismo nombre que Dorothy puso a un perro que le regaló a Freud.
Alice Colonna, una ex-analizada de Anna, y Manna Friedman fueron quienes la acompañaron durante sus últimos tiempos. En 1982 padeció un ataque cerebral que afectó su motricidad y habla, no así su lucidez mental. Un año antes, había asistido por última vez a un simposio de la clínica, presentando un trabajo sobre patogénesis. A partir del ataque su estado físico era realmente penoso, y sólo podía ser paseada en silla de ruedas.
Murió mientras dormía en la madrugada del 9 de octubre de 1982. Su cuerpo fue incinerado en el crematorio de Golders Green,3 donde también reposan las cenizas de sus padres.4

Anna Freud y Sigmund Freud

Resulta oportuno citar algunas interesantes definiciones acerca del papel que Anna Freud desempeñó en la historia del psicoanálisis.
La primera de ellas parte de su padre, Sigmund Freud, al llamarla Anna Antígona. Cabe recordar que Antígona, en la obra de Sófocles, es la hija de Edipo, a quien guía, tras su ceguera, errante por Grecia hasta su muerte.
Ernest Jones, quien mantuvo una relación ambivalente con Anna, se unía a ella en lo político institucional pero se le oponía en lo teórico: "tiene usted el don de escribir ordenadamente y sin forzar la organización del material. Me gustaría hacer la reseña del libro", escribe Jones refiriéndose a la publicación de El Yo y los mecanismos de defensa. Y en relación al mismo, a manera de crítica, lamenta que (...) interrumpa su viaje investigador hacia las profundidades donde hubiera deseado mayor iluminación.
Phyllis Grosskurt, en su libro Melanie Klein, ilustra el desempeño de Anna así: Anna Freud era una expositora de las ideas de su padre, pero sólo de aquellas que podían examinarse en lugares claramente iluminados y bien aireados.
Por último, Elizabeth Young-Bruehl, en su biografía de Anna Freud, dice: (...) era la madre del psicoanálisis, y a ella pasó la responsabilidad de preservar su espíritu, de velar por su futuro (...) celosa del psicoanálisis, llegó a ser no sólo la sucesora de su padre por derecho propio, con sus contribuciones teóricas y clínicas de exacto sentido científico, sino también una mujer cuya vida fue por entero dedicada a la teoría psicoanalítica.

La proposiciónTÍTULO: MIERCOLES CINE, LA PROPOSICIÓN,.
Reparto
Sandra Bullock, Ryan Reynolds, Malin Akerman, Craig T. Nelson, Mary Steenburgen, Betty White, Denis O'Hare, Oscar Nuñez, Aasif Mandvi, Michael Nouri, Gregg Edelman,.
 
 Margaret (Sandra Bullock), una famosa e influyente editora de Nueva York, debido a un problema con su visado, está a punto de ser deportada a Canadá, su país natal. Para evitarlo, la astuta ejecutiva declara que está comprometida con su joven ayudante Andrew (Ryan Reynolds), al que durante años ha sometido a todo tipo de humillaciones. Andrew está dispuesto a participar en la farsa, pero imponiendo algunas condiciones. Así, ambos viajan a Alaska para que Margaret conozca a la peculiar familia de él, mientras que un agente de inmigración sigue los pasos de la pareja, sospechando que la prepotente ejecutiva prepara un enlace de convenicencia.

martes, 2 de diciembre de 2014

COPA REY-- FUTBOL- REAL MADRID-5- CORNELLA-0-,./ COPA REY--FUTBOL--HUESCA-0-BARCELONA-4- / Sergio Ramos: "Ancelotti se ha ganado al madridismo"

TÍTULO: COPA REY-- FUTBOL- REAL MADRID-5- CORNELLA-0-,.
Real Madrid-Cornellá

Hasta Jesé tendrá su oportunidad

Minutos para todos en Copa

Resultado Final,.-foto.

- REAL MADRID-5- CORNELLA-0-,

 Ancelotti da la noche libre a los menos habituales frente al Cornellá. Ha llegado la hora de Illarra, Khedira y Medrán. También tendrá un momento Jesé, de vuelta tras 8 meses. 20 h en MARCA.com, Radio MARCA y GolT/C+Liga., etc,.


TÍTULO:  COPA REY--FUTBOL--HUESCA-0-BARCELONA-4-,.

Resultado Final,.-foto.

Messi y RonaldinhoHUESCA-0-BARCELONA-4-,.

Luis Enrique aseguró en rueda de prensa que no va a cambiar su estilo como entrenador: "Sigo fiel a mis principios. Soy positivo y me gusta lo que estoy viendo", es mañana miercoles por la sexta a las 22:00,etc.
Ronaldinho recuerda su etapa en el Barcelona

"Pedimos a Rijkaard que subiera a Messi al primer equipo"


Ronaldinho ha asegurado en una entrevista a El Enganche que fueron los jugadores quienes pidieron a Frank Rijkaard que subiera a Lionel Messi del filial al primer equipo.

TÍTULO:  Sergio Ramos: "Ancelotti se ha ganado al madridismo",.

Sergio Ramos, defensa del Real Madrid, volvió a ensalzar este miércoles a su técnico, el italiano Carlo Ancelotti, al que deseó que siga muchos años al frente del conjunto blanco.-foto,.
"El Real Madrid está capitaneado por un entrenador que ha sido futbolista, que maneja un vestuario a la perfección, que entiende desde el primer jugador hasta el último", dijo Ramos en el transcurso de la presentación de la campaña social "Juega Seguro" de la Fundación MAPFRE, Ripoll y De Prado Sport Clinic y la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias, y que es respaldada por la FIFA a través de su programa de salud 11+.
Esta persigue la descarga de la aplicación CPR11 para saber cómo actuar ante una emergencia cardiaca ocurrida en un terreno de juego.
Ramos, quien aseguró que todos se alegran de que "a parte ser buen entrenador sea buena persona", destacó que "se ha ganado al madridismo, se ha ganado a toda la plantilla".
"Obviamente tiene el respeto de todos nosotros. Ojalá esté mucho tiempo con nosotros. No sólo nos trajo la Décima el año anterior sino que el proyecto de futuro que tiene y que encamina el Real Madrid tiene muy buena pinta. Esperemos que esta buena racha que estamos atravesando dure mucho tiempo, sobre todo capitaneada por él", añadió Ramos, quien recordó que ya ha tenido muchas veces palabras positivas para el técnico italiano y que lo sigue diciendo porque lo piensa y no porque quiera quedar bien.
El zaguero andaluz se congratuló de la reaparición exitosa de Jesé Rodríguez. "Es un futbolista único con una proyección tremenda. Me alegra verlo feliz de nuevo, de verlo en un campo de fútbol y hacerlo a la manera a la que estábamos acostumbrados a verlo. Ha sufrido una lesión muy importante y ha sufrido mucho en silencio", dijo.
"Para mí a nivel personal una alegría muy grande y felicitarlo por haberlo hecho esa manera, ganando como hizo el equipo y contribuyendo con un gol. Tiene un un futuro muy prometedor por delante y al equipo nos viene muy bien un futbolista como él", añadió.
José Antonio Camacho, exseleccionador nacional y extécnico del Real Madrid, recordó que él también sufrió una lesión muy grave en su etapa de jugador blanco y se felicitó del regreso del canario, en su opinión "lo más importante" de la eliminatoria contra el Cornellá.
Camacho recalcó la importancia de la campaña social presentada hoy y recordó que él, cuando dirigía al Benfica luso estuvo presente hace una década en el campo cuando falleció el húngaro Miklos Fehér, "y nadie sabía qué hacer, es importante que se sepa".
Ramos recordó la figura del sevillista Antonio Puerta, fallecido en agosto de 2007 un día después de sufrir varios paros cardiacos en un partido contra el Getafe, y Rubén de la Red, que tuvo que retirarse prematuramente por problemas de corazón, indicó que "ante una situación como ésta, saber reaccionar puede salvar vidas".

DESAYUNO--CENA--MARTES, UN HOMBRE SIN COMPLEJOS,./ MARTES CINE, SURCOS,/ REVISTA FOTOGRAMA, CINE--SI QUIERO,.

TÍTULO: DESAYUNO--CENA--MARTES, UN HOMBRE SIN COMPLEJOS,.

Vicente Paniagua abrió en Plasencia La Pitarra del Gordo. :: hoyEl último adiós a Vicente Paniagua, gran defensor del vino de pitarra,.fotos,.

Lo conocí en su bar de la plaza mayor de Plasencia, La Pitarra del Gordo. Charlamos tranquilamente durante un par de horas y debimos de caernos bien porque durante años nos escribimos mensajes y también nos llamábamos para comentar lo que nos entretenía. Y había una llamada suya que no faltaba: era la que seguía a cualquier comentario positivo que se hiciera sobre el vino de pitarra. Les hablo del placentino Vicente Paniagua Gil, que falleció a los 70 años, hace hoy justamente una semana.
Los padres de Vicente eran de Ahigal. A su padre, la metralla de una bomba le arrancó un riñón durante la guerra en Madrid y se vino a vivir a Plasencia, donde fue guardia municipal y conserje de la plaza de abastos durante 40 años. Vicente empezó a trabajar en 1962 en Sederías Numancia, una tienda de confección, hasta que puso comercio propio en la Puerta del Sol placentina. Pero le pilló una crisis exclusivamente extremeña. La crisis de los pantanos.
«Me cogió de lleno y no fui capaz de levantar cabeza. Con los pantanos, había trabajo para todos, pero se acabaron y llegó el boom de irse a Alemania. Me lo planteé también. Tenía para elegir: o poner un bar o irme a Alemania. Y bueno, me dio por poner un bar», me contaba mientras tomábamos café en La Pitarra, local heredero de su primer bar: La Ría, en la calle del Sol, que inauguró en 1969.
Después se trasladó a la calle Pantalón, la popular calle placentina de los vinos, donde abrió su primera Pitarra, basada en servir vino y jamón.
«Yo veía entrar por la puerta a cinco personas, ponía cinco vasos de vino y mi mujer preparaba cinco tapas de jamón. Si querían otra cosa, yo les aclaraba que aquí no había cerveza ni otra cosa, nada más que vino y jamón». Y le fue de maravilla. A aquel bar ya lo llamó La Pitarra del Gordo. Porque Vicente, en efecto, era gordo. Y sin complejos.
«Mire, a mí me pasa una cosa, yo sé que soy gordo, no puedo negarlo, es absurdo esconderlo. La gente cuchichea, yo me doy cuenta, lo oigo. No hombre, no, esto hay que quitarlo, el bar se va a llamar La Pitarra del Gordo. Del Gordo, que la gente diga el gordo y es la única forma de que no vuelvan a decirlo en plan despectivo. Luché contra la familia porque ninguno quería. Quizás es de las pocas veces que se ha hecho lo que yo dije», contaba con ironía.
Sin complejos y con entusiasmo, Vicente llegó a tener cinco 'pitarras': cuatro en Plasencia y una en Salamanca.
Sobre el vino extremeño más singular, tenía su propia opinión y no la escondía: «El vino de pitarra hay que tomarlo del año, que es cuando más graduación tiene y cuando más se puede paladear. Los vinos de Ribera del Guadiana ni los conozco, ni los tomo, ni me gustan. Como el pitarra, no perdiendo la madre, no hay nada igual». Vicente lo traía de Santa Cruz de Paniagua, de Ahigal, de Cilleros.
Vicente echaba de menos la época de los pantanos. «Antes, los de Plasencia íbamos a Cáceres a presumir porque éramos más que Cáceres. Los viajantes de Medicina hacían cuartel general en Plasencia porque Plasencia era más divertida que Cáceres. Le hablo de la época de los pantanos. Había mucha mano de obra y los fines de semana venían todos aquí a gastar dinero. Los martes, día de mercadillo, no se cerraba. Plasencia era una gran capital, pero al acabarse los pantanos, la gente se fue», recordaba cuando le podía la nostalgia.
Ahora, quien se ha ido es él, un hombre sencillo que confesaba que no le gustaba pasear, que no tenía estrés, que entretenía las tardes de domingo jugando al mus y que la felicidad estaba donde estuviera su señora, Soledad, «un nombre muy bonito».
En su chalé había un pasillo largo lleno de fotografías suyas desde que tenía 18 años. Cuando se paraba a mirarlas, le daban ganas de llorar. Ahora, le lloraremos nosotros como se llora siempre que se marcha un personaje.

TÍTULO:  MARTES CINE, SURCOS,.

SurcosReparto
Luis Peña, María Asquerino, Francisco Arenzana, Marisa De Leza, Félix Dafauce, Francisco Bernal, Félix Briones, José Prada, Rafael Calvo Revilla, Montserrat Carulla, Chano Conde, Ramón Elías, Casimiro Hurtado, Pilar Sirvent, Marujita Díaz,.
 
 En los años 40, finalizado el conflicto de la Guerra Civil Española, una familia abandona el campo y emigra a Madrid con la esperanza de mejorar sus condiciones de vida. Sin embargo, la vida en la ciudad es cruel y está llena de desengaños y penalidades. Manuel, el padre, encuentra trabajo en una fundición, pero no puede soportar el ritmo de trabajo. Pepe, el hijo mayor, se dedica a turbios asuntos relacionados con el estraperlo. Manolo, el hijo menor, encuentra trabajo como chico de los recados, y Tonia, la hermana, empieza a trabajar como asistenta. 
 
TÍTULO:  REVISTA FOTOGRAMA, CINE--SI QUIERO,.
 
Reparto
Cayetana Guillén Cuervo, Joseba Apaolaza, Marta Belaustegui, Verónica Moral, Isidoro Fernández, Juan Luis Galiardo, José Ramón Sordiz, Mikel Garmendia, Idelfonso Tamayo,.
 
 Jon (Joseba Apaolaza) va a casarse con Cristina (Verónica Moral), hija de D. Jaime (Juan Luis Galiardo), director del banco en el que trabaja Jon. Por casualidad, el día antes de su boda, Jon se encuentra con Carmen (Marta Belaustegui), su antigua novia, que ha vuelto a San Sebastián después de haber estado trabajando en África para la organización no gubernamental Médicos sin Fronteras. Este encuentro va a marcar el futuro inmediato de Jon aunque él no lo sepa, pues al día siguiente, de manera inconsciente, durante la boda, cuando el cura le pregunta si quiere a Cristina, dice que no. Esta palabra cambia radicalmente su vida: lo despiden del banco, le bloquean su cuenta y, además, se ve implicado de manera fortuita en el robo de las sacas del dinero del banco que, casualmente, ese día contienen más de cien millones de pesetas. A partir de ese momento habrá chantajes, intentos de asesinato, dinero que pasa de mano en mano, padres de familia que solucionan sus problemas económicos, parejas que vuelven a unirse y, en definitiva, un enredo de primera.