Luis García 'El Niño de Leganés', el que fuera banderillero
de la cuadrilla de Julián López 'El Juli', salió ayer a hombros de la
plaza de toros de Badajoz llevado por sus propios compañeros, tras una
tarde en la que grandes figuras del toreo le rindieron un sentido
homenaje.
El matador retirado Juan Antonio Ruiz 'Espartaco', el
propio Julián López 'El Juli', organizador del evento, Antonio Ferrera,
José María Manzanares, Miguel Ángel Perera, Alejandro Talavante y el
novillero Ginés Marín fueron las figuras que pisaron la arena del coso
pacense ante un público entregado.
El paseíllo se hizo encabezado por 'El Niño de Leganés' en
traje de calle y, una vez finalizado el mismo, saludó al público
asistente con un capote de brega en las manos.
Juan Antonio Ruiz 'Espartaco' lanceó con soltura al primer
novillo de la tarde, recreándose con la muleta aprovechando la claridad
del astado y disfrutando de su propio toreo, ante los aplausos de un
público entusiasmado.
El segundo de la tarde fue para Antonio Ferrera,
unánimemente ovacionado en banderilla, ante un novillo acosón y áspero
además de complicado, que le buscaba la femoral.
Estuvo sosegado, no obstante, en el último tercio en el que
la pereza del animal le generó un derrote que fue volteado sin
consecuencias aparentes. El torero una vez más se entregó y entusiasmó
al público que lo aplaudió a rabiar.
Julián López 'El Juli' brindó a 'El Niño de Leganés' el
novillo que le cupo en suerte, al que metió en la muleta con suavidad y
torería aprendida.
Por el pitón izquierdo el astado protestaba echándole la
cara arriba e incomodando al maestro haciéndole perder paso, lo que no
fue óbice para que cuajara una faena machacona y aderezada de mandos y
toreríos.
Talavante, el más ovacionado
También brindó su novillo al homenajeado José María
Manzanares, que apechó con un astado colorado y gachito de pitones,
además de berreón, con movilidad y acosón, al que el maestro tuvo de
armar con torería y tesón hasta con lucimiento provocando unánimes
aplausos, pero mató mal.
Miguel Ángel Perera templó muy bien con el capote, haciendo
su personal estilo ante un novillo que se le castigó poco en vara, y
llegó a la muleta con recorrido corto y bronco, desluciendo la buena
voluntad del torero que, no obstante, insistió sin conseguir la
transmisión que mereció su labor.
Alejandro Talavante, pinturero y torero, mostró una vez más
su creatividad tanto con el capote como con la muleta con la que
realizó una importantísima faena de abundantes trinchatos torerísimos y
naturales de cartel de toro ante el clamor del público que le dedicó la
ovación más sonora de la tarde, cortando los máximos trofeos.
Ginés Marín brindó su faena a Luis, enfrentándose a un
novillo sin fijeza al que logró meter en la muleta mostrando su quietud y
la naturalidad de su toreo, pero mató mal y todo quedó en una fuerte
ovación.
Se da la circunstancia que la carrera del joven Marín es
dirigida, precisamente, por el propio 'Niño de Leganés', que, tras
apartarse definitivamente de los ruedos, se inició en el campo del
apoderamiento junto a una de las más firmes promesas de la novillería
actual y reciente triunfador de la Feria de Olivenza.
El calvario de 'El Niño de Leganés' empezó tras la
gravísima cornada de dos trayectorias que sufrió en el muslo derecho el
pasado 21 de marzo de 2013 en la Real Maestranza de Sevilla, que le
produjo lesiones irreversibles que le han imposibilitado volver a los
ruedos.
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