sábado, 26 de abril de 2014

DIRECTO, DEBATE, Tres mujeres de altos vuelos,./ PROTAGONISTAS,CINE, NO SE ACEPTAN DEVOLUCIONES,.


  1. Silvia Figuerola, comandante de Kamov, el mayor helicóptero contra incendios, forma parte del 3% de mujeres piloto que hay en España.-foto
     
    • Han llegado a los más alto en un sector, la aviación, eminentemente masculino. Pero su despegue ha sido todo un éxito.
    Más que nadar a contracorriente, vuelan en contra del viento en un mundo, el de la aeronáutica, pilotado por hombres. Elena Mayoral es la directora del Aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas. La primera en sus más de 80 años de historia. Silvia Figuerola, comandante de Kamov, el mayor helicóptero contra incendios, forma parte del 3% de mujeres piloto que hay en España. Pilar Albiac es vicepresidenta ejecutiva y jefe de Operaciones y Transformación de Airbus Defense and Space, donde fabrican aviones, satélites, misiles y alta tecnología aeronáutica y espacial. Con sus historias se construye el cambio.
    La primera Jornada Internacional Mujer y Aeronáutica ha reunido a estas y otras pioneras, cuyo ejemplo empieza a hacer mella en las estadísticas. El límite está en el aire...
    Silvia Figuerola. El límite es el miedo, esa es la mayor barrera que tenemos los seres humanos. Pero también es cierto que la vocación es fundamental. Para ir a por todas, lo importante es que aquello a lo que te dedicas te apasione. A partir de ahí, las dificultades vienen para todos, no solo para las mujeres. Por suerte, en mi profesión somos muchos a los que nos encanta lo que hacemos.
    Pilar Albiac. Que te guste lo que haces es una regla general, pero la aeronáutica despierta auténtica pasión. Y en las chicas también. Yo lo veo a diario en mi trabajo: soy como los ojeadores deportivos, voy detectando talentos.
    Elena Mayoral. Es fundamental, además, el apoyo de tu familia. Mis hermanos también han hecho una carrera técnica y nunca he apreciado diferencias. Si no hubiera tenido ese respaldo, igual me dedicaría a otra...
    Silvia. En casa, cuando dije que quería ser piloto se lo tomaron mal. Pero antes domaba caballos y tampoco estaban de acuerdo. Mi familia tiene empresas y cuando te ha costado sacar adelante tus negocios, deseas que tus hijos continúen. No se opusieron, pero tampoco me aplaudieron. Ahora lo entienden y les gusta verme feliz.
    Pilar. Es que, en muchos casos, abrimos camino. La presencia femenina en ciertos puestos y profesiones es un territorio sin explorar. Cuando llegué al comité ejecutivo, me decían: “Me perdonarás, pero no he tenido nunca una compañera a este nivel. Se hace extraño, nos tendremos que acostumbrar sobre la marcha”. También soy miembro de la Asociación de Mujeres en la Aviación que fundó Boeing en Estados Unidos y el problema es el mismo: son empresas de hombres y las mujeres somos excepción.
    Silvia. Sí, pero eso tiene una ventaja: la sorpresa. La que se llevan cuando haces bien el trabajo y se quedan pasmados, porque al principio te dicen: “Buah, una mujer. ¿Esta me va a dar a mí el curso? ¿Y va a ser mi compañera?”. Pero cuando lo haces bien y además se divierten y disfrutan, la sorpresa es tan grande que la situación se revierte. Lo que al principio era negatividad se vuelve reconocimiento, agradecimiento y satisfacción.
    Pilar. Cuando llegué en 1991 a Estados Unidos para dirigir una fábrica de automóviles, cruzar el pasillo en mi primer día de trabajo fue impactante. Todos los operarios e ingenieros se acercaron a mirarme como si fuera un bicho raro. Yo lo tenía todo equivocado: la nacionalidad, el sexo, la formación... Estoy segura de que nadie apostaba por mí. El primer paso es lograr que te acepten.
    Silvia. Yo también he tenido esa sensación de extraterrestre. Cuando llegué a Chile, donde trabajo en invierno, no querían mujeres. Allí hay un conflicto armado con el pueblo Mapuche y nos dispararon alguna vez. Mi jefe decía que era un trabajo que podía ser peligroso, pero me puse seria y le dije: “A mí me pagan como a mis compañeros, así que debo asumir los mismos riesgos”. En Chile, era la primera mujer piloto y, cuando aterrizábamos, los compañeros de otras brigadas querían hacerse fotos, había medios de comunicación...
    Elena. Yo, sin embargo, nunca me he sentido extraña. Siempre he sido bien acogida y bien tratada. Si alguna vez he recibido algún comentario impertinente, creo que el que lo hizo se lo dirigiría igualmente a un hombre. Es un tema de educación. Es cierto que en ocasiones necesitas poner a alguien en su sitio porque cuestiona tu autoridad, pero creo se la cuestionarían igual a un hombre.
    Silvia. Es cierto. Ellos también sufren a personas déspotas y desagradables que son así con todos: conmigo por ser mujer, con mi compañero por ser rubio y con el otro por tener hijos... Los comentarios y los malos gestos te los tomas con humor y sigues adelante, sin rendirte.
    Pilar. Pero además hay otro ingrediente. El 95% de las mujeres en este sector son profesionales de mucha valía, pero, lamentablemente, también las hay ¡que utilizan el hecho de ser mujer para progresar! He visto algún caso de falsa denuncia por acoso a un compañero inocente para escalar posiciones. Yo quiero ayudar a las mujeres, pero siempre en base a los factores adecuados: competencia, esfuerzo y resultados.
    Silvia. Por eso estoy contra las cuotas. Poner a una persona, hombre o mujer, en un puesto por cumplir un porcentaje, sin que tenga las cualidades óptimas, puede ser peligroso.
    Pilar. El sistema de cuotas puede desembocar en una discriminación negativa que es tan nociva como la otra. Promocionar a la persona equivocada puede dar argumentos que se vuelven en contra de la mujer. Para mí, las herramientas para que haya más presencia femenina son fomentar la cantera, que haya más en niveles inferiores para tirar de ellas desde arriba, y los programas de mentores que las guíen en su carrera.
    Elena. Se trata de trabajar con los mejores. Tengo la suerte de que en Aena los planes de igualdad se cumplen: casi un 50% de directivas somos mujeres.
    Pilar. Exhibir emociones no se acepta bien en el entorno empresarial. Si quieres llorar, te escondes en un cuartito al salir de la sala de juntas. Cuando hayas demostrado que puedes trabajar como ellos, tomar decisiones y mejorar resultados, puedes empezar a mostrar características más femeninas.
    Elena. Cuando empecé a trabajar, no sabía muy bien cómo comportarme... Hasta que te das cuenta de que tienes que seguir tu estilo. Pero sí creo que hay una forma de liderazgo diferente, por eso es bueno que los equipos estén integrados por hombres y mujeres, porque tienes dos visiones y te enriqueces.
    Pilar. Mi estilo ha sido siempre distinto al de ellos. Nosotras solemos tener más sensibilidad, somos más humildes, tendemos a promover el espíritu de equipo y a valorar la opinión de todos.
    Elena. En mi terreno, España va por delante de Europa. El aeropuerto de Barcelona también lo dirige una mujer y son los únicos entre los más importantes de Europa. Alcanzar este nivel supone una satisfacción, pero también la responsabilidad de demostrar por qué estás ahí y reportar el mayor beneficio para tu empresa. Y eso exige dedicación absoluta. PILAR. Sí, cobramos menos que las funerarias, que están de servicio siempre.
    Elena. Es una opción personal. Entiendo que un pasajero le da igual que sean las 11 de la noche, quiere que todo funcione, así que los que trabajamos tenemos que estar involucrados. Eso engancha.
    Silvia. Pero tiene su precio. Es difícil llevar una relación de pareja si viajas y pasas largas temporadas fuera de casa.
    Pilar. Me gusta esa frase que dice: “Detrás de un gran hombre hay una gran mujer y detrás de una gran mujer, generalmente un gran divorcio”. Que la mujer saque a la familia adelante es difícil de digerir para muchos hombres.
    Elena. El precio es alto: la total disponibilidad. Si aceptas, te comprometes 24 horas los 365 días del año. Como ellos.
    Pilar. Va con el puesto. Pero también es verdad que es dar y tomar. Cuando viene mi hija, que vive fuera, aviso que no estaré disponible. Y eso es sagrado.
    Silvia. Ese es uno de los motivos por los que yo, de momento, no tengo hijos. Por la culpa que sentiría. Pero es una situación que sufren también los padres. Aunque, tal vez, las mujeres cargamos con el estereotipo de ser responsables de los hijos. Pero es un problema más emocional que de dificultades profesionales.
    Pilar. Durante parte de mi vida, mi gran incógnita ha sido si mis hijos tendrían algo que reprocharme. La primera vez que hice las maletas para salir de España, mi hijo tenía 10 años y la niña 18 meses, y no hemos parado. Cada traslado suponía dejar a sus amigos, aprender un idioma, adaptarse... A veces, les veía sufrir tanto que me preguntaba: “¿Estaré haciendo lo adecuado?”. Pero la respuesta llegó cuando mi hija, con 17 años, me dijo que en el colegio me ponía como modelo. ¡Y yo que pensaba que me odiaba! Los dos dicen que no cambiarían esas experiencias. Tienen horizontes más amplios, saben que no hay una única forma de hacer las cosas. Y eso les ha hecho personas más valiosas.

    Pilar Albiac
    Es vicepresidenta ejecutiva y jefe de operaciones y transformción de Airbus Defense and Space. Está divorciada y es madre de dos hijos.
    -Me gusta... pintar con acuarelas y el piano.
    -Los fines de semana están reservados para… reencontrarme conmigo misma.
    -Lo mejor para desconectar... cambiar de horizontes.
    -A mi vida le falta… tranquilidad y sosiego.
    -Tengo debilidad por… las personas.
    -Mis puntos fuertes son... perseverancia y honestidad.
    -No tolero... la mentira y la desidia.
    -Me siento orgullosa de... mis hijos.

    Elena Mayoral 
    Directora del aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas. Está casada y no tiene hijos.
    -Me gusta... el arte y la historia.
    -Los fines de semana están reservados para... mi familia, aunque todos los que trabajamos en un aeropuerto sabemos que la disposición es de 24 horas al día los 365 días del año.
    -Lo mejor para desconectar... una novela policíaca o una exposición.
    -A mi vida le falta... siempre he tenido más de lo que necesitaba.
    -Tengo debilidad por... mis sobrinos.
    -No tolero a las personas que... no trabajan con humildad, sea cual sea su responsabilidad.
    -Mis puntos fuertes son... en el desempeño de mi profesión, la constancia y la lealtad.
    -Estoy orgullosa de... haber demostrado que cualquier meta se puede conseguir con paciencia, decisión, firmeza y trabajo.

    Silvia Figuerola 
    Es piloto de Kamov, helicóptero contra incendios. Con pareja, no tiene hijos.
    -Me gusta... leer, disfrutar de la naturaleza, el teatro, la música, pasar tiempo con mis amigos (cuando puedo) y los animales.
    -Los fines de semana están reservados para... los que me quedan libres, por las guardias, para lo que surja y me apetezca.
    -Lo mejor para desconectar... salir a pasear con mi manada de cuatro perros a pasear por el bosque.
    -A mi vida le falta... un proyecto en el que creer. TENGO DEBILIDAD POR… los animales.
    -Mi punto fuerte es... el trabajo en equipo.
    -No tolero a... las personas desagradables con los demás y llevo muy mal las injusticias.
    -Me siento orgullosa de... todas las personas que me han ayudado a ser como soy.

    TÍTULO: PROTAGONISTAS, CINE, NO SE ACEPTAN DEVOLUCIONES,.

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    Reparto
    Eugenio Derbez, Loreto Peralta, Jessica Lindsey, Daniel Raymont, Alessandra Rosaldo, Hugo Stiglitz, Sammy Pérez, Arcelia Ramírez, Agustín Bernal, Karla Souza, Margarita Wynne, Arap Bethke, Roger Cudney, Ari Brickman, Jeannine Derbez, Jesús Ochoa, Franklin Ruehl, Julian Sedgwick, Laura Krystine, Jake Koenig, Richie Mestre, Melissa Temme, Sebastian Mitre, Ivan Salazar, Magda Brueggeman,.
     
     Valentín, un tipo mujeriego, soltero y egoísta, de repente, tiene que hacerse cargo de una hija a la que no conocía, fruto de una aventura ocasional. Decidido a devolverle la niña a su madre, emprende un viaje con ella a Los Ángeles, pero la convivencia con la niña acaba transformándolo en lo más íntimo.

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