MAS QUE COCHES - COCHE - SKODA OCTAVIA - MOTOR - ECOLOGIA A TODO GAS, fotos.
El gas que se emplea en los vehículos es GNC, gas natural (metano) como el que usamos en casa, se comprime para poder ser almacenado en unos depósitos especiales dentro del coche. Son los denominados 'bifuel', vehículos que mantienen el motor de gasolina con ligeras modificaciones,.
Opel se unió al mercado tan tímido como emergente de los vehículos particulares propulsados por gas natural -hasta entonces casi exclusivo en España para vehículos comerciales y autobuses urbanos-, un experimento que algunos criticaron como "de cara a la galería",.
Nadie podía imaginar lo que se gestaba con el estreno de la primera entrega en 2001: una franquicia que ha pasado de la velocidad a la acción pura y dura.
Hace unas semanas, la primera entrega de la saga 'A Todos Gas' fue la protagonista de nuestra sección de noticias, y es que, aunque parece que ha pasado una eternidad (y en cierto modo ya ha llovido bastante desde 2001), el pasado 22 de junio se reestrenó en Estados Unidos la película original, .
El nuevo plan Movalt subvenciona con hasta 5.500 euros la compra de coches eléctricos o híbridos, y hasta 2.600 para los de gas natural. REDACCIÓN MOTOR Lunes, 11 diciembre 2017, 18:29. El Gobierno lanza un nuevo plan de ayudas, llamado MOVALT -movilidad alternativa- más amplio en cuanto a tipología,.
El Instituto de Investigación de Materiales comparó las emisiones tóxicas producidas por vehículos propulsados con gasolina, diesel y gas. ... Cambio climático: ¿mal irreversible? Lea las opiniones de los usuarios de DW-WORLD acerca de este tema que nos concierne a todos.
Los aparcamientos intermodales, más conocidos por todos como aparcamientos disuasorios, son grandes espacios habilitados cerca de un transporte público para intentar que los .... La marca alemana Opel ha decidido eliminar motores de la gama del Mokka X, que ya se vende.
TITULO: EN PRIMER PLANO - A FONDO - REVISTA XL SEMANAL PORTADA ENTREVISTA - EL FIN DE LA NOCHE,.
EL FIN DE LA NOCHE,.
El mundo se queda sin noche: la contaminación lumínica crece sin freno
La luz artificial que emana de las ciudades no solo nos
impide disfrutar de las estrellas, sino que además afecta a nuestra
salud, a las plantas, a los animales nocturnos y a los microorganismos
y, sin embargo, no para de crecer: la noche es cada vez más luminosa.
Así lo advierte hoy un estudio publicado en Science Advances y liderado por Christopher Kyba, del Centro de Estudios Geológicos (GFZ) de Potsdam, y en el que ha colaborado Alejandro Sánchez de Miguel, del Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA), quien alerta de las consecuencias de no planificar bien el uso de la tecnología LED.
El trabajo, basado en los datos recogidos por el satélite VIIRS (Radiómetro de Imágenes por Infrarrojos Visibles), analiza cómo ha evolucionado la contaminación lumínica entre 2012 y 2016 y advierte que mayor eficiencia energética no equivale a menor consumo.
Según el estudio, la contaminación lumínica crece un 2,2 por ciento anual, y cada año que pasa el planeta es más brillante en extensión e intensidad.
El estudio recuerda que desde hace unos años, la tecnología LED está sustituyendo a las tradicionales bombillas de sodio en prácticamente todos los lugares (municipios, empresas, hogares...)
"Las LED han supuesto una revolución tecnológica con aspectos positivos como varios tipos de color, intensidad regulable o capacidad de poner el foco en un punto concreto pero su eficacia depende mucho de cómo se usen", advierte Sánchez de Miguel en declaraciones a Efe.
De hecho, las LED son más eficientes que las bombillas de bajo consumo que se usan en las casas pero no más que las lámparas de sodio que se usan para iluminar carreteras y calles.
Sin embargo, la mayor parte de los países está cambiando las bombillas convencionales por sistemas LED, lo que ha causado un "efecto rebote", porque "se están sustituyendo unas por otras sin estudiar previamente cuál es la iluminación correcta para cada sitio", denuncia.
De hecho, en la mayoría de países -incluida España- esta sustitución de luces se está haciendo "a golpe de subvención" y sin planificar qué tipo de luz o cuánta es necesaria: "en muchos lugares se han cambiado una bombilla de sodio por tres o cuatro LED, por lo que al final el gasto y la contaminación son mayores".
Según el estudio, entre 2012 y 2016, la luz nocturna ha crecido al mismo ritmo que el Producto Interior Bruto (PIB) de los países desarrollados y mucho más rápidamente en los países en desarrollo de América del Sur, África y Asia.
En ese periodo, el brillo nocturno sólo descendió en unos pocos países del mundo, la mayoría, como Yemen o Siria, por estar en guerra, y se mantuvo estable en Italia, Holanda, España y Estados Unidos, que ya se encontraban entre los más iluminados del planeta.
Pero incluso mantenerse estable o rebajar la luz emitida -como es el caso de Madrid o Milán- no significa que la contaminación sea menor, sino que "el satélite no ha siso capaz de detectarlo", detalla el científico del IAA.
De hecho, al comparar los datos VIIRS con las fotografías tomadas desde la Estación Espacial Internacional (ISS), los científicos han visto que el satélite ha registrado reducciones lumínicas en ciudades que emiten el mismo brillo o incluso están más iluminadas.
El motivo es que el sensor del satélite no "ve" la luz a longitudes de onda inferiores a 500 nanómetros (nm), es decir, la luz azul, de modo que si las ciudades reemplazan las lámparas de color naranja con luces LED por debajo de los 500 nm, el satélite detecta menos radiación aunque el brillo real haya aumentado.
Pero para el líder del estudio, Christopher Kyba, "aún hay esperanza", ya que municipios como el de Los Realejos (Tenerife), que emite un tercio menos de luz que antes del estudio, o el eficiente alumbrado de las carreteras de Bélgica o el de grandes ciudades como Tucson, en Arizona, "son ejemplos de que las lámparas LED bien diseñadas pueden disminuir la contaminación lumínica de manera notable", agrega.
TITULO: EL BLOC DEL CARTERO - LA CARTA DE LA SEMANA - LA CARIDAD DE MAÑARA,.
fotos - LA CARIDAD DE MAÑARA,.
Miguel Mañara Vicentelo de Leca (Sevilla, 3 de marzo de 1627 – ibídem, 9 de mayo de 1679) fue el gran impulsor de la Santa Caridad de Sevilla.
Su padre, Tomás Mañara Leca y Colona, nació en Calvi, perteneciente a la Señoría de Génova, hacia 1574 en el seno de una familia noble aunque venida a menos. Don Tomás había conseguido labrar una sólida fortuna dedicándose al comercio con América, en cuyas tierras pasó la etapa de juventud. Una vez de regreso en Sevilla ocupó destacados cargos y se convirtió en un hombre público ocupando altas magistraturas en la ciudad. Su madre, Jerónima Anfriano Vicentelo, también de familia oriunda de Córcega, nació en Sevilla hacia 1590. Sus padres contrajeron matrimonio a finales de 1611 o principios de 1612 en la sevillana parroquia de San Bartolomé. Vivieron en las collaciones de Santa María la Blanca y Santa Cruz. En 1616 pasaron a vivir a la de San Nicolás y en 1623 compraron la casa palacio de la calle Levíes, en San Bartolomé, donde nació Miguel Mañara y que llegaría a ser la mansión de la familia una vez encumbrada económica y socialmente. Esta casa ha sido propiedad de la Hermandad de la Santa Caridad hasta hace algunos años, siendo actualmente propiedad de la Junta de Andalucía.
Desde muy niño recibió una educación propia del estado de caballero, pues su progenitor había logrado para él el hábito de caballero de la Orden de Calatrava, cuando contaba ocho años, siendo investido tras cumplir los diez. Debido al fallecimiento de sus dos hermanos varones mayores se vio con trece años como heredero del importante patrimonio que llevaba aparejado el mayorazgo conseguido por su padre en 1633. Estos años transcurrieron entre la educación que se debía inculcar a un miembro de la baja nobleza y la desgracia de contemplar el cerco de la muerte en su propia familia.
Los historiadores que se han aproximado al personaje insisten en que Mañara creció en un ambiente de fe, señalando que en la casa paterna se contaba con un oratorio y con capellán y que sus padres tenían contacto con miembros del clero, especialmente de la Compañía de Jesús. Su madre, Doña Jerónima, tenía dos hermanas que habían profesado en el convento de Santa Clara.
Refiere el padre Cárdenas que no acudió a estudiar a lugar alguno, y que no aprendió latín, aunque su formación era sólida. No obstante, lo común en familias como la de Mañara era contar con preceptores o profesores en la propia casa.
Así lo advierte hoy un estudio publicado en Science Advances y liderado por Christopher Kyba, del Centro de Estudios Geológicos (GFZ) de Potsdam, y en el que ha colaborado Alejandro Sánchez de Miguel, del Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA), quien alerta de las consecuencias de no planificar bien el uso de la tecnología LED.
El trabajo, basado en los datos recogidos por el satélite VIIRS (Radiómetro de Imágenes por Infrarrojos Visibles), analiza cómo ha evolucionado la contaminación lumínica entre 2012 y 2016 y advierte que mayor eficiencia energética no equivale a menor consumo.
Según el estudio, la contaminación lumínica crece un 2,2 por ciento anual, y cada año que pasa el planeta es más brillante en extensión e intensidad.
El estudio recuerda que desde hace unos años, la tecnología LED está sustituyendo a las tradicionales bombillas de sodio en prácticamente todos los lugares (municipios, empresas, hogares...)
"Las LED han supuesto una revolución tecnológica con aspectos positivos como varios tipos de color, intensidad regulable o capacidad de poner el foco en un punto concreto pero su eficacia depende mucho de cómo se usen", advierte Sánchez de Miguel en declaraciones a Efe.
De hecho, las LED son más eficientes que las bombillas de bajo consumo que se usan en las casas pero no más que las lámparas de sodio que se usan para iluminar carreteras y calles.
Sin embargo, la mayor parte de los países está cambiando las bombillas convencionales por sistemas LED, lo que ha causado un "efecto rebote", porque "se están sustituyendo unas por otras sin estudiar previamente cuál es la iluminación correcta para cada sitio", denuncia.
De hecho, en la mayoría de países -incluida España- esta sustitución de luces se está haciendo "a golpe de subvención" y sin planificar qué tipo de luz o cuánta es necesaria: "en muchos lugares se han cambiado una bombilla de sodio por tres o cuatro LED, por lo que al final el gasto y la contaminación son mayores".
Según el estudio, entre 2012 y 2016, la luz nocturna ha crecido al mismo ritmo que el Producto Interior Bruto (PIB) de los países desarrollados y mucho más rápidamente en los países en desarrollo de América del Sur, África y Asia.
En ese periodo, el brillo nocturno sólo descendió en unos pocos países del mundo, la mayoría, como Yemen o Siria, por estar en guerra, y se mantuvo estable en Italia, Holanda, España y Estados Unidos, que ya se encontraban entre los más iluminados del planeta.
Pero incluso mantenerse estable o rebajar la luz emitida -como es el caso de Madrid o Milán- no significa que la contaminación sea menor, sino que "el satélite no ha siso capaz de detectarlo", detalla el científico del IAA.
De hecho, al comparar los datos VIIRS con las fotografías tomadas desde la Estación Espacial Internacional (ISS), los científicos han visto que el satélite ha registrado reducciones lumínicas en ciudades que emiten el mismo brillo o incluso están más iluminadas.
El motivo es que el sensor del satélite no "ve" la luz a longitudes de onda inferiores a 500 nanómetros (nm), es decir, la luz azul, de modo que si las ciudades reemplazan las lámparas de color naranja con luces LED por debajo de los 500 nm, el satélite detecta menos radiación aunque el brillo real haya aumentado.
Pero para el líder del estudio, Christopher Kyba, "aún hay esperanza", ya que municipios como el de Los Realejos (Tenerife), que emite un tercio menos de luz que antes del estudio, o el eficiente alumbrado de las carreteras de Bélgica o el de grandes ciudades como Tucson, en Arizona, "son ejemplos de que las lámparas LED bien diseñadas pueden disminuir la contaminación lumínica de manera notable", agrega.
TITULO: EL BLOC DEL CARTERO - LA CARTA DE LA SEMANA - LA CARIDAD DE MAÑARA,.
fotos - LA CARIDAD DE MAÑARA,.
Miguel Mañara,.
Origen familiar
Nació Miguel Mañara en Sevilla, el 3 de marzo de 1627, hijo de una destacada familia, constituida por oriundos de Córcega.Su padre, Tomás Mañara Leca y Colona, nació en Calvi, perteneciente a la Señoría de Génova, hacia 1574 en el seno de una familia noble aunque venida a menos. Don Tomás había conseguido labrar una sólida fortuna dedicándose al comercio con América, en cuyas tierras pasó la etapa de juventud. Una vez de regreso en Sevilla ocupó destacados cargos y se convirtió en un hombre público ocupando altas magistraturas en la ciudad. Su madre, Jerónima Anfriano Vicentelo, también de familia oriunda de Córcega, nació en Sevilla hacia 1590. Sus padres contrajeron matrimonio a finales de 1611 o principios de 1612 en la sevillana parroquia de San Bartolomé. Vivieron en las collaciones de Santa María la Blanca y Santa Cruz. En 1616 pasaron a vivir a la de San Nicolás y en 1623 compraron la casa palacio de la calle Levíes, en San Bartolomé, donde nació Miguel Mañara y que llegaría a ser la mansión de la familia una vez encumbrada económica y socialmente. Esta casa ha sido propiedad de la Hermandad de la Santa Caridad hasta hace algunos años, siendo actualmente propiedad de la Junta de Andalucía.
Infancia
La infancia de Miguel Mañara fue muy acomodada, propia de un niño que pertenece a una familia sevillana muy acaudalada, pues su padre llegó a desempeñar cargos como consiliario del consulado de Cargadores a Indias, familiar del Santo Oficio y hermano mayor de San Pedro Mártir, hermandad creada por miembros del Santo Oficio y que salía del convento dominico de San Pablo. En la procesión llevaba don Tomás el estandarte, como hermano mayor.Desde muy niño recibió una educación propia del estado de caballero, pues su progenitor había logrado para él el hábito de caballero de la Orden de Calatrava, cuando contaba ocho años, siendo investido tras cumplir los diez. Debido al fallecimiento de sus dos hermanos varones mayores se vio con trece años como heredero del importante patrimonio que llevaba aparejado el mayorazgo conseguido por su padre en 1633. Estos años transcurrieron entre la educación que se debía inculcar a un miembro de la baja nobleza y la desgracia de contemplar el cerco de la muerte en su propia familia.
Los historiadores que se han aproximado al personaje insisten en que Mañara creció en un ambiente de fe, señalando que en la casa paterna se contaba con un oratorio y con capellán y que sus padres tenían contacto con miembros del clero, especialmente de la Compañía de Jesús. Su madre, Doña Jerónima, tenía dos hermanas que habían profesado en el convento de Santa Clara.
Refiere el padre Cárdenas que no acudió a estudiar a lugar alguno, y que no aprendió latín, aunque su formación era sólida. No obstante, lo común en familias como la de Mañara era contar con preceptores o profesores en la propia casa.
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