Fue, como
no, Sergio García, la estrella de siempre, el salvador de siempre, el
jugador que logra los milagros con la camiseta blanquiazul, quien salvó
anoche, bueno, esta madrugada, al Espanyol de empezar la Liga perdiendo.
Fue Sergio García quien, cazando un globo, en el minuto 95, es decir,
en el minuto cinco del tiempo añadido, logró meter un zurdazo, lento,
flojo, pero colocadísimo, que no pudo detener Rubén. Y con ese gol, con
esa ocasión, la que se inventó Sergio García, el Espanyol empató un
partido que siempre tuvo perdido, por juego, por ocasiones y porque jugó
58 minutos con 10.
Si ya en la primera media hora, el Espanyol,
el nuevo Espanyol de Sergio González, no fue un portento de juego
ofensivo (aunque Hemed tuvo que sacar, sobre la misma línea de gol, un
remate de Colotto), una vez se quedó con diez jugadores, en el minuto 32
de partido (el lateral Arbilla fue expulsado por doble amonestación),
la cosa se complicó tremendamente ante un Almeria, que siempre tuvo, no
solo el control del balón sino también el control del partido. Máxime
después de que, recién reanudado el encuentro, consiguiese su gol, obra,
como no, del veterano Soriano, que remató, de forma contundente, raso,
duro y cruzado, una cesión de Edgar, que había galopado por su banda
izquierda dejando atrás, portentosamente, a Sánchez, David López y, ya
dentro del área, a Álvarez y Javi López, antes de ceder el balón a
Soriano para que sentenciase.
BRILLANTE ACTUACIÓN DE CASILLA
Hasta
aquel momento, Casilla había sido el gran protagonista del partido pues
el joven meta blanquiazul tuvo tres intervenciones excelente ante
remates de Dos Santos (m. 10), Jonathan (m. 19) y Verza (m. 23), 12
minutos antes de que Salva Sierra sacase, sobre la línea de gol y
pegadito al poste derecho de su portería, un remate de gol, como no, de
Soriano.
Bien es verdad que el nuevo técnico perico trató de
igualar el partido al incorporar a Stuani y Javi López, pero en ningún
momento, pese a merodear en diversos momentos el área almeriense, tuvo
claras ocasiones de gol, pues ni siquiera un testarazo de Álvaro (m. 81)
o un remate de Stuani (m. 85), pueden considerarse ocasiones claras de
gol. Eso sí, era evidente que, mientras el Almeria no sentenciase el
partido con un segundo gol, los blanquiazules tenían posibilidades de
lograr el empate en alguna contra. Y, no fue en una contra, no, sino en
el último globo lanzado sobre el portal de Rubén, cazado por Sergio
García, cuyo remate lo desvió un defensa almeriense, descolocando a
Rubén.
APAGÓN DE NUEVE MINUTOS
Hay que
destacar que el partido, entre dos de los muchos conjuntos de esta Liga
que aspiran a salvarse lo antes posible, estuvo interrumpido, durante
algo menos de diez minutos, al apagarse las torres de la luz de mitad
del estadio Juegos Mediterráneos. La otra anécdota del partido, ya que
su incidencia deportiva no fue excesiva ni notable, fue el debut del
polémico jugador exespañolista Thievy, que jugó los últimos 15 minutos.
ALMERIA:
Rubén; Michel, Dos Santos, Trujillo, Dubarbier; Verza, Thomas, Soriano
(Dangda, m. 65), Edgard (Corona, m. 91); Jonathan y Hemed (Thievy, m.
79).
ESPANYOL: Casilla; Arbilla, Colotto, Álvaro, Álvarez;
Sánchez, López, Salva Sevilla (Stuani, m. 57), Sergio García; Montañés y
Caicedo (Javi López, m. 45).
GOLES 1-0 (m. 51): Gran jugada,
gran internada de Edgard por la banda izquierda, que concluye con un
remate duro, raso y cruzado de Soriano, que Casilla no puede parar de
ninguna manera.
1-1 (m. 95) Sergio García caza un globo, el
último, sobre el área almeriense y, entre una nube de piernas (es más,
el balón tocó en un defensor local), logra un disparo raso, que entra a
cámara lenta junto al poste derecho de Rubén.
ÁRBITRO: Hernández
Hernández (Colegio Canario). Expulsó, en el minuto 32, al lateral
derecho blanquiazul Arbilla por doble amarilla. La primera se la mostró
en una pugna, antes de un corner, con Trujillo (m. 18), que también vió
la cartulina amarilla, y la segunda al sujetar por la camiseta a Edgard,
que se escapaba por su banda. Las otras dos tarjetas amarillas fueron
para Sergio García, Jonathan y Víctor Sánchez.