viernes, 17 de octubre de 2014

CAFE TARDE, " Jesús Vázquez: ",./ EL BLOC CALLEJERO, DESDE EL PUNTO DE VISTA DE ELLOS, / LA COCINA VIERNES, PASTA CON RAPE Y REFRITO,.

TÍTULO: CAFE TARDE,  " Jesús Vázquez: ",.

Jesús Vázquez: "Me machaco a hacer deporte, pero ya voy notando los años" ... Nací en Ferrol, en 1965, y ya llevo 25 años en televisión. foto,.

Jesús Vázquez: "Me machaco a hacer deporte, pero ya voy notando los años"

Nací en Ferrol, en 1965, y ya llevo 25 años en televisión. Empecé trabajando con niños, que son oro puro por su magia y su autenticidad, y ahora he vuelto con ellos con el programa 'Pequeños gigantes'.
XLSemanal. Sin sus padres delante, ¿los niños se portan mejor?
Jesús Vázquez. ¡Sí! Ellos saben cómo manipular a sus padres, pero si los sabes llevar y no los tratas como si fueran tontos, en la tele son divertidos, inocentes y espontáneos. Divinos.
XL. Lo veo entregado a la causa. ¿No estará pensando ser padre?
J.V. No me atrevo. La fórmula para tener hijos con mi marido no es la convencional y, cuando veo los trámites y compromisos que conlleva, me freno.
XL. Si tuviera que hacer un reality con políticos, ¿qué les haría hacer: saltar desde el trampolín, cantar, bailar, cocinar, meterlos en Gran hermano...?
J.V. Los llevaría a Supervivientes, a que sufrieran con los mosquitos, pasasen hambre y supieran lo que es perder los privilegios y pasar fatigas.
XL. El tema de la visibilidad homosexual ha avanzado mucho, pero lo del matrimonio gay es otro cantar.
J.V. Yo soy un privilegiado porque noto mucha aceptación hacia mí. Y Roberto y yo somos un matrimonio de lo más normal; diría incluso que hasta rozando lo convencional.
XL. ¿Cree que lo aceptan porque es famoso, guapo y no tiene pluma? ¿Que si fuera más loca otro gallo le cantaría?
J.V. Con pluma o sin ella, debajo de esta pequeña capa de tolerancia social sigue habiendo mucha homofobia. A la mínima saltan brotes reaccionarios.
XL. ¿Hay algo más hortera que pedir matrimonio a su novio en televisión?
J.V. Lo hice por reivindicación y activismo, por poner un granito de arena.
XL. En su casa, ¿quién manda en el mando: Roberto o usted?
J.V. En casa, solo hay una tele y prefiero no verla antes que pelearnos por ella. No puede ser que la tele, que está para unir familias, separe a la gente.
XL. Pues se dice que ha acabado con las conversaciones en familia...
J.V. ¿Y no será que esas familias tienen sus diferencias y la tele es su refugio?
XL. Acaba de cumplir 49 años y los lleva bastante bien. ¿Cómo lo hace?
J.V. Me cuido mucho, pero voy notando los años, sobre todo si una noche me tomo una copa de más. También lo noto porque cada vez tengo que hacer más dieta y deporte para mantenerme.
XL. ¿Qué ha dejado de hacer?
J.V. ¡Uf! Ya no huelo las patatas fritas ni el chocolate ni los bollos... y me machaco porque me gusta verme bien. De momento, me compensa; aunque no sé si un día abandonaré y pensaré que algo de tripita no hace daño a nadie.

Cafe Tarde : «Tarde,  a las siete y entreno dos horas. Luego, me ducho y tomo: un café cortado, fruta, una tostada de pan de centeno con pavo y un zumo de naranja». 

TÍTULO: EL BLOC CALLEJERO, DESDE EL PUNTO DE VISTA DE ELLOS,.

 Hace unas semanas publiqué en estas Pequeñas infamias que comparto con ustedes cada quince días un artículo con el título El club de las ...foto,.

Hace unas semanas publiqué en estas Pequeñas infamias que comparto con ustedes cada quince días un artículo con el título El club de las segundas esposas. Mi intención era hablar de ciertas injusticias de las que, en ocasiones, son víctimas los hombres cuando se produce una ruptura matrimonial. Para que las feministas recalcitrantes no me despellejaran en Twitter o me achicharraran en Facebook, enfoqué el problema desde el punto de vista no de los hombres, sino de las mujeres. En concreto, del de aquellas que y he aquí un caso real al casarse con un divorciado que tiene la mala suerte de estar en paro, por ejemplo, se encuentran con la kafkiana situación de que el juez de familia, al no poder él hacer frente al pago de la pensión a su ex, sentencia que sea la segunda esposa quien la pague. U otra historia real. La de una mujer con un marido también en paro que ve cómo la herencia de su suegra va íntegra a pagar los gastos del hijo del primer matrimonio sin que los del segundo reciban un duro de su abuela.
Ha sido para mí una inesperada y a la vez maravillosa sorpresa comprobar que, lejos de quemarme en la vía pública, el artículo tuvo gran repercusión en las redes y he recibido desde entonces multitud de correos. Por eso, hoy quiero ir un paso más allá y hablar del mismo problema, pero desde el punto de vista de los hombres. Lo hago también o tal vez debería decir sobre todo porque la semana pasada tuve una experiencia que jamás pensé que podría vivir. Iba por la calle cuando un mendigo se acercó a pedirme ayuda. Su cara me sonaba y él también pareció reconocerme porque, avergonzado, ocultó su cara. «Por favor» dije y al fin alzó la vista. Fue apenas un segundo, pero suficiente para darme cuenta de quién eran esos ojos tan azules que me miraban. De un compañero del CEU con el que cursé COU hace cerca de cuarenta años y que era la envidia de todos por tener un Mini rojo. Su historia no es muy diferente de la de muchos otros sin techo. Hasta que la crisis se ocupó, tristemente, de democratizar la miseria, un porcentaje nada desdeñable de los hombres que acaban en la calle tenían una historia similar a la del dueño de aquel Mini rojo. Tras una separación, son muchos los que pierden la casa (no pocas veces con una hipoteca que deben seguir pagando, aunque ya no vivan en ella), pierden también buena parte de su sueldo y, por supuesto, el contacto diario con los hijos. Según Cáritas, se produce entonces una triste espiral que lleva a muchos primero a la descapitalización, luego a la desesperación. Y de ahí a la bebida y a la exclusión social solo hay un paso.
No todos los casos son tan dramáticos, evidentemente, pero lo cierto es que, tal como están en este momento las leyes, con frecuencia los hombres pierden más que las mujeres cuando se produce una separación matrimonial. Me parece a mí que, en aras de la discriminación positiva, y de las políticas de género, como ahora las llaman, no deberían uniformarse las sentencias para dar la razón sistemáticamente a una parte cuando se produce un divorcio, sino analizar caso por caso. Es evidente que, en muchos de ellos, la mujer necesita protección especial, puesto que puede ser víctima de desventaja económica o de malos tratos, y ahí están las terribles estadísticas de violencia y muerte para atestiguarlo. Pero hay también muchos otros en que no es así. Del mismo modo, existen situaciones en las que está plenamente justificado que la custodia la tenga la madre, pero en otras se puede encontrar una solución para que los hijos disfruten más de la presencia del padre. Cada caso es un mundo y como tal debe juzgarse. ¿Por qué es tabú decir algo tan obvio? ¿Dónde está el virtuoso punto medio para que, en una separación, hombres y mujeres pierdan (o ganen) de forma proporcionada? En mi opinión, precisamente porque, durante siglos, las mujeres, que hemos sufrido injusticias de esta y de otra índole, deberíamos ser las primeras en alzar la voz. Aunque sea políticamente incorrecto hacerlo. Aunque las feministas argumenten que necesitamos de esa ayudita extra de las leyes a nuestro favor, ya que la sociedad sigue teniendo tintes machistas muy difíciles de erradicar. Estoy absolutamente de acuerdo. Existen, en efecto, esos resabios machistas de los que hablan. Pero dudo de que la forma de combatirlos sea comportarnos igual que han hecho ellos en el pasado con nosotras. En Psiquiatría llaman a esta actitud identificación con el agresor. Freud y Sándor Ferenczi hablaban mucho de ella. Y no bien, precisamente.
 
TÍTULO: LA COCINA VIERNES, PASTA CON RAPE Y REFRITO,.

Ingredientes:-foto
-Para la pasta: 300 g de orecchiette, 50 g de mantequilla, l de caldo de ave, 50 g de cebolla, 200 g de vino blanco, 30 g de aceite de oliva virgen extra, 30 g de parmesano rallado, sal y pimienta.
-Para el rape con refrito: 200 g de lomo de rape, 25 g de aceite de oliva suave, media cayena fresca, 1 diente de ajo y 1 cucharada sopera de vinagre de sidra.
Elaboración: se pica la cebolla en cuadraditos pequeños, se rehoga en una cazuela con el aceite, se añade la pasta y se deja sudar dos minutos. Se desglasa con el vino y se incorpora el caldo de ave caliente poco a poco dándole vueltas, como a un risotto, durante 14 minutos. Cuando la pasta esté en su punto, se retira del fuego, se agrega el parmesano, se mezcla bien y se salpimenta. Del rape con refrito: se filetean el ajo y la cayena. Se sazona el rape y se marca en la sartén cinco minutos por cada lado.
Acabado y presentación: se hace un refrito con el aceite, los ajos y la guindilla. Cuando el ajo esté dorado, se vuelca todo sobre el rape. Se añade el vinagre y se recuperan los jugos. Se vuelcan otra vez sobre el pescado y se repite la operación dos veces más. Se sirve con la pasta.
Mis trucos
En contra de lo que se piensa, es una buena idea sazonar el pescado con mucha antelación para que el punto de sazón sea perfecto. Cuando llegamos a casa con él, y si no lo vamos a consumir de inmediato, conviene salarlo y guardarlo en la nevera.
Reinos de humo, por Carlos Maribona
La exquisitez de los despojos
Callos, morros, sesos, carrilleras, lenguas, orejas, mollejas, hígados, riñones, criadillas, manitas... Si usted es de esas personas a las que solo oír hablar de vísceras ya les revuelve el estómago, lo mejor es que no siga leyendo. Según cifras oficiales, los españoles comemos al año cerca de 60 millones de kilos de estos 'despojos', palabra francamente fea que no hace justicia a un producto tan exquisito. Quienes hayan superado ya la cincuentena recordarán el empeño de nuestras madres, que venían de las penurias alimenticias de la posguerra, en que comiéramos filetes de hígado para sobrealimentarnos. Algo que a los niños de entonces nos provocaba pavor. Sin embargo, con la edad todo cambia.
Ahora es difícil resistirse a la delicia del tuétano extraído de un hueso de caña, bien caliente, untado sobre una tostada de pan. O a unos callos a la madrileña, de esos que dejan pegados los labios. O a unos riñones salteados al Jerez. O a unos delicados sesos rebozados y fritos. Por fortuna, en nuestros restaurantes se encuentran con facilidad platos de casquería, productos con precios muy asequibles, algo importante en los tiempos que corren. En Madrid es un fijo De la Riva, que toca todas las teclas. En Barcelona, no dejen de visitar Ca LIsidre, con sus sesos a la manteca negra, las manitas o los callos. No les hagan ascos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario