domingo, 26 de octubre de 2014

DESAYUNO- CENA- DOMINGO- LUNES, JOSÉ A. VAZQUEZ TAÍN,./ LA PALMERA, MODA,.

TÍTULO: DESAYUNO- CENA- DOMINGO- LUNES,  JOSÉ A. VAZQUEZ TAÍN,.



Desayuno Domingo-Lunes, 

José A. Vázquez Taín: "Una buena defensa puede lograr que Pujol se vaya de rositas"



He sido el juez de los casos del AVE de Angrois, del asesinato de Asunta Basterra, del Códice Calixtino, entre otros... Publico ahora mi segunda novela: 'Al infierno se llega deprisa'.



XLSemanal. En su novela habla de jueces vagos y deplorables, abogados repugnantes... ¿un ajuste de cuentas?
José Antonio Vázquez Taín. Trato de reflejar nuestra realidad, que es bastante negativa: faltan medios, no somos ágiles y nuestro servicio no está al nivel que deberíamos dar.
XL. ¿No es exagerado que lo llamen el Robin Hood de Villagarcía?
J.A.V.T. Totalmente. Y si te ponen un apodo, buscan desprestigiarte.
XL. Le dicen a su vez el Garzón gallego.
J.A.V.T. Quizá quieren que acabe como él.
XL. ¡Mal asunto!
J.A.V.T. Muy malo, sí [sonríe]. Prefiero que me llamen por mi nombre: Toño.
XL. Hay jueces estrella, estrellados y con estrella. ¿Cuál de todos es usted?
J.A.V.T. Con estrella. Estuve cinco años en Villagarcía y desaparecí otros cinco para que se olvidaran de mí. Volví a Galicia, solucioné los asuntos que me tocaron y, ahora, volveré a desaparecer. Así, el público puede saber que no soy imprescindible y dejo que otros compañeros trabajen con tranquilidad y demuestren que son mejores que yo.
XL. ¿Eh? No creo nada de lo que dice.
J.A.V.T. ¡Que sí! Que me retiro un tiempo.
XL. Entre otros, instruyó el caso del mayor alijo de cocaína incautado en Galicia en este siglo... ¿Ha recibido muchas amenazas y presiones?
J.A.V.T. Sí, claro. Un vez quisieron quemar a mi hijo, de cinco años, con ácido y quemaron a otros niños de su clase. De lo más duro de mi vida.
XL. ¿Qué le hizo el ministro Caamaño para que le haya puesto su apellido al peor delincuente de la novela?
J.A.V.T. ¡Casualidad! [Ríe]. No miento.
XL. Dígame, ¿el polígrafo funciona?
J.A.V.T. No, se le puede engañar.
XL. ¿Más que al juez?
J.A.V.T. El juez tiene una intuición femenina, más de sensaciones que de matemáticas. Lees en los ojos.
XL. ¿Mienten más ellas o ellos?
J.A.V.T. Los hombres. Una mujer se suele mentir a sí misma, no a los demás. El hombre es más retorcido y miente más conscientemente.
XL. ¿Qué hizo Gallardón para tener al Poder Judicial con las espadas en alto?
J.A.V.T. No escuchar. Fue la primera vez que todos los interlocutores judiciales jueces, fiscales, abogados... teníamos un mensaje unánime. No quiso escuchar.
XL. ¿La familia Pujol se irá de rositas?
J.A.V.T. Una buena defensa puede prolongar la instrucción lo suficiente para que el juicio quizá no llegue a celebrarse.

Su desayuno: «Zumo de naranja; café con leche, al que le pongo miel gallega de esa que es muy espesa y de pueblo (me la traen de casa); y una tostada con aceite de oliva».

La cena una tortilla de jamón, beber agua, pan, postre una manzana,.

TÍTULO: LA PALMERA, MODA,.

Carmen Posadas: "El ‘look’ de severa gobernanta me queda fatal"


Carmen PosadasAfirma que tiene varios yoes y que viste según el que toque en cada momento. Huye de la seriedad estricta con grandes complementos.

Buenos recuerdos: «Una cazadora de cuero que compré en Austria y que llevaba puesta cuando me dijeron que me publicaban mi novela Cinco moscas azules».
Fotos:
La mezcla de escritora de éxito y socialité solo es concebible en alguien como Carmen Posadas, capaz de brillar al mismo tiempo en una fiesta y en las listas de libros más vendidos. Hija de un embajador, creció en media docena de países. Ahora retrata el ambiente de la vida diplomática en Hoy caviar, mañana sardinas, publicado por Planeta y escrito junto a su hermano Gervasio.
Ha escrito un libro a cuatro manos con su hermano. ¿Alguna vez le ha pedido prestado algo de su armario?
Seguro que sí, pero ahora mismo no recuerdo. Lo que sí puedo decirte es que yo le presté a Gervasio un kilt para disfrazarse de escocés.
En su libro habla de los entresijos de la vida diplomática, de su infancia y su juventud entre embajadas de varios países. ¿Eso le da a uno un plus a la hora de saber vestirse?
Se aprende a elegir bien los básicos. A tener una especie de uniforme: un pantalón negro, un vestido negro, una camisa blanca… Son prendas que puedes combinar fácilmente con un pañuelo, un chal, un cinturón o un colgante.
¿Cuál fue la primera pieza de ropa que se compró con su dinero?
Unos zapatos de tacón en los que gasté todos mis ahorros. Tenía 12 años, y no permitieron que me los pusiese. Los guardé en el armario y los miraba media docena de veces al día.
¿Cree que inspeccionando un armario se puede definir a una persona?
Con el mío desde luego que no. Tengo varios yoes, y la ropa adecuada para cada uno de ellos.
Hábleme de esos yoes.
Pues tengo el look de escritora, una mezcla de George Sand y William Faulkner, con vaqueros, chaleco de cuero y chaqueta de tweed. Está también el total black, a medio camino entre el existencialismo y el underground, y el de señorita madrileña, de camisa blanca y blazer. Este último es el que peor me sienta, por cierto.
Y ¿cómo se decide por uno u otro?
Pues en función de las personas con las que voy a salir. He aprendido a adaptar mi vestuario al lugar donde voy y a la gente con la que he quedado.
La he visto muchas veces con vaqueros.
Es que son los únicos pantalones que tengo. Eso sí, de todos los materiales y colores. Pero en mi armario no hay otro pantalón. Soy de extremos: con vaqueros o vestida para matar.
Y ¿por la noche?
Me encantan los trajes largos y tengo habilidad para customizarlos, como se dice ahora. Con una pluma o un broche puedes cambiar un vestido por completo. Me van los complementos muy exagerados.
Algo que no se pone nunca.
Los trajes de chaqueta. El look «severa gobernanta», con falda tubo y camisa con lazo, me queda fatal.
Una prenda que haya heredado.
Un traje de noche que mi madre se había hecho en una famosa casa de modas madrileña llamada Grippa. Tiene un corte muy moderno, con un hombro al aire. Me lo he puesto varias veces.
Dígame la verdad: ¿se gasta mucho en ropa?
Soy más de Zara y de rebajas. Me siento culpable si gasto mucho en ropa. Además, me he convertido en la mujer del «casi».
Explíquese.
Debe de ser la edad, pero de un tiempo a esta parte todo lo que me pongo me queda casi bien, casi sexy, casi elegante. Así que no siempre merece la pena invertir mucho si el resultado va a ser «casi».

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