viernes, 4 de marzo de 2016

UN PAIS PARA COMERSELO - Ilke, la alemana del Aldi ./ TAPAS Y BARRAS - EN INVIERNO EL TIEMPO INTERESA MUCHO MAS,.

TITULO: UN PAIS PARA COMERSELO - Ilke, la alemana del Aldi .

UN PAIS PARA COMERSELO - Ilke, la alemana del Aldi . fotos,.

Clientes salen de un supermercado Aldi, en una imagen de archivo. :: hoyIlke, la alemana del Aldi

Clientes salen de un supermercado Aldi, en una imagen de archivo. 
  • La supervisora de este súper cacereño es un paradigma comercial,.

    Resultat d'imatges de un pais para comerseloLos supermercados alemanes son silenciosos, austeros y organizados. No hay colorido hiriente, no suena música estridente ni te agobia la megafonía y las estanterías están colocadas de manera racional y lógica: son supermercados en los que ni te pierdes, ni has de dar mil vueltas para encontrar el azúcar. Al contrario, todo está dispuesto de tal manera que vas llenando el carrito casi sin necesidad de consultar tu lista de la compra.
    En España, los híper y los súper son más caóticos porque la disposición de las secciones atiende más a la lógica de la tentación que de la organización: nada más entrar te intentan seducir con ofertas y goloseos y después, un lío donde acabas como un zascandil de aquí para allá y de allá para aquí.
    Esto cambia cuando entras en el Aldi, al menos en el de Cáceres, un súper alemán presidido por la mente racional y pragmática de su encargada: una señora alemana llamada Ilke que, de ahí mi sorpresa y mi inspiración, ha protagonizado debates muy interesantes en cuatro grupos y situaciones diferentes en los últimos días.
    Ilke responde a los estereotipos que ustedes asocian con lo alemán: presencia física evidente, tez clara, ojos azules, pelo rubio, acento 'tedesco' y seriedad y rigor, lo cual, en Cáceres, se suele asociar con antipatía, pero no, se trata de algo tan de agradecer en un comerciante como la eficacia, la formalidad y la seriedad a la hora de disponer, proponer, atender y vender.
    El debate que suscita doña Ilke me ha parecido esclarecedor porque permite entender algunas claves del comercio cacereño, últimamente tan en candelero por cuestiones más políticas que profesionales. Y esas claves son extensibles a cualquier comercio de cualquier ciudad extremeña.
    El caso es que en las tertulias me he encontrado con dos posturas antagónicas: están quienes defienden a la encargada alemana y quienes no participan de su estilo comercial. Los primeros la defienden porque creen que ha convertido el Aldi en un supermercado eficaz y fiable, donde todo está a punto, aunque para ello haya que mostrarse inflexible con los errores y enérgica en la defensa de que lo primero es el cliente, sea este quien sea. Los críticos discrepan porque preferirían que doña Ilke pasara más de la organización y la eficacia y se dedicara a ser sonriente, habladora y aduladora, que hiciera monerías a los niños, llamara por su nombre, con el don delante, a los caballeros y preguntara por sus familias a las señoras. Si luego faltan existencias esa mañana por no haberse repuesto, pues no pasa nada, lo importante no es comprar calidad y que haya abundancia y variedad, sino que doña Ilke te haga sentir importante, te adule y te sonría.
    Pero no, doña Ilke pasa de sonreír, de adular y de llamarte don fulanito. Ella, a lo suyo: que no falte harina multicereales, que haya surtido de zumos bío, que podamos comprar sushi barato, legumbres ecológicas, hamburguesas vegetarianas, tofu, kéfir y leches de espelta, avena y arroz
    Si un cliente le hace una consulta, la responde con eficacia, pero con un evidente ahorro de energía. Es decir: «Segundo pasillo, tercer módulo a la derecha», nada de contarte su vida ni esperar que le cuentes la tuya. Y le da lo mismo si eres joven o viejo, elegante o desharrapado, hombre, mujer, escueto, taciturno, dicharachero, sonrisitas o cara palo. Ella indica seca, tajante, pero no falla.
    A mí me gustaría que el estilo de Ilke imperara en el comercio extremeño. Que su manera de actuar fuera la premisa básica: a todos por igual, a todos con eficacia, a todos con calidad. Y luego, si me quieren regalar una gracia o una zalamería, pues bienvenidas sean. Pero lo primero es el rigor.

TITULO:  TAPAS Y BARRAS - EN INVIERNO EL TIEMPO INTERESA MUCHO MAS,.

TAPAS Y BARRAS - EN INVIERNO EL TIEMPO INTERESA MUCHO MAS, fotos.

Jacob Petrus, en Guisando (Ávila), con el premio Gredos 2015.En invierno el tiempo interesa mucho más,.

Jacob Petrus, en Guisando (Ávila), con el premio Gredos 2015. / TVE
  • Jacob Petrus es el presentador de 'Aquí la tierra', el espacio sobre el clima de TVE. Acaban de cumplir 400 programas y lo hacen con récord de audiencia,.

    Resultat d'imatges de foto tapas y barrasEn casa del meteorólogo… la cuchara de palo es un paraguas olvidado en el paragüero. Esta confesión la hace Jacob Petrus (Manresa, Barcelona, 1976), que anda estos días resfriado por sus despistes. El presentador de ‘Aquí la tierra’ (TVE-1, de lunes a viernes, 20.30 horas) explica la influencia de la climatología en nuestras vidas. Su programa acaba de alcanzar las 400 emisiones y la audiencia brilla como el sol: la semana pasada batió el récord con 1,8 millones de espectadores.
    ¿También se resfrían los hombres del tiempo?
    Y tanto. ¿Conoces ese dicho que dice 'en casa del herrero cuchara de palo'? ¡Anda que no he salido veces de casa sin paraguas sabiendo que iba a llover! Luego se te queda cara de tonto (risas).
    Cumplen 400 programas con récord de espectadores...
    Cuando uno empieza un proyecto como este siempre lo hace con mucha ilusión, pero hemos llegado dónde no pensábamos que íbamos a llegar, había que ser muy optimista. Intuimos, por los datos, que nuestros espectadores son muy fieles. Es un orgullo.
    Son una mezcla entre Paco Montesdeoca y Félix Rodríguez de la Fuente.
    Reconozco que 'Aquí la tierra' es un formato muy novedoso, pero nadie da con la tecla a la hora de clasificarnos. Ya me gustaría a mí llegarle a la suela a Félix y quizá tengamos el estilo más socarrón de Montesdeoca, pero ni yo mismo sé cómo definir a 'Aquí la tierra'. Quizá sea 'buenrollismo'.
    ¿Crece el interés por el programa en invierno?
    En esta época del año hay más gente viendo la tele y eso nos beneficia, porque nos ven muchas familias. Además en estos meses del año ocurren fenómenos climáticos que generan interés y también imágenes espectaculares.
    ¿No hace demasiado calor para estos meses?
    Hemos tenido un invierno muy raro, pero parece que ahora empezamos a tener una dinámica más normal, con nevadas y frío. Acabamos de conocer que Cataluña ha vivido el invierno más cálido desde que se tienen registros. Estamos viviendo cosas raras y la conclusión que saco es fácil: el cambio climático se hace evidente.
    Y todavía hay personas que lo niegan…
    Quien niegue el cambio climático está mintiendo, porque ya es una evidencia. Otra cosa son los escenarios futuros a los que nos vamos a enfrentar, ahí si hay confusión. Lamentablemente en los medios se han trabajado con los escenarios más extremos porque son los que venden.
    ¿Por ejemplo?
    Que en el año 2080 no habrá árboles frutales en la Comunidad Valenciana, pero eso no es la realidad, es solo un posible escenario.
    'El hombre del clima'
    Y a corto plazo, ¿cómo será este verano?
    Las estaciones van por libre, el verano no va a depender de lo caluroso que haya sido el invierno. Lo que sí es cierto es que, a nivel planetario, estamos batiendo récords de temperatura.
    La meteorología 'tira' mucho para Madrid... es centralista ¿no?
    Cuando nieva en Madrid parece que ha nevado en España entera, pero claro, las consecuencias de una nevada en la capital son incomparables. Es como cuando hay una tormenta de nieve en Nueva York, se convierte en la imagen del día en todos los informativos.
    ¿De qué habla un meteorólogo en el ascensor?
    (Risas) ¡Pues de qué voy a hablar! Ahora porque ya me empiezan a conocer, pero antes cuando me subía a un ascensor decía ¡bah, si estos hombres del tiempo nunca aciertan', y ahí acababa la conversación.
    ¿Le gusta el término 'hombre del tiempo'?
    Es un orgullo serlo. Aunque igual debería autodenominarme 'el hombre del clima', porque tratamos más cosas que el tiempo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario