miércoles, 26 de julio de 2017

EN LA TUYA O EN LA MIA - MIERCOLES -2- AGOSTO - Luis Fonsi - No pienso en el dinero; no estudié música para ser rico,./ MI CASA ES LA TUYA - MIERCOLES -2- AGOSTO - La nostalgia del maharajá,.

TITULO: EN LA TUYA O EN LA MIA - MIERCOLES -2- AGOSTO - Luis Fonsi - No pienso en el dinero; no estudié música para ser rico,.

EN LA TUYA O EN LA MIA - MIERCOLES -2- AGOSTO:

 'En la tuya o en la mía', presentado por Bertín Osborne, acerca a los espectadores el lado más desconocido de personajes relevantes de diversos ámbitos, el miercoles -2- agosto a las 22:30 por La 1, etc.

  Luis Fonsi - No pienso en el dinero; no estudié música para ser rico,.

- foto, No pienso en el dinero; no estudié música para ser rico,.

Dice que éste es el verano de su vida y trata de digerir con tranquilidad el colosal éxito de 'Despacito'. Justin Bieber le ha echado una mano. «Su versión nos ha abierto muchas puertas y le estoy muy agradecido»

Lisboa, Oporto, Murcia, Benidorm, Las Palmas, Tenerife... Vamos que, de 'despacito', nada. Lo suyo es un no parar.
- Sí, la verdad es que estoy tratando de ver cómo voy filtrando todos estos acontecimientos a mi mente y mi corazón para digerirlos con calma y no volverme loco, positivamente hablando; para asimilarlos con tranquilidad y, sobre todo, poder disfrutarlos. Si hay algo bueno de que esto le llegue a uno con veinte años de carrera a la espalda es que puedes enfrentarte a ello sin cambiar tu forma de hacer las cosas.
- Acaba de batir un nuevo récord: la suya es la canción más reproducida de la historia en las plataformas de 'streaming'. ¿Se pellizca a cada rato para confirmar que no está soñando?
- Jamás pensamos que romperíamos los récords que estamos superando. La realidad es que es increíble y que estamos muy agradecidos.
- Dicen que solo tardaron cuatro horas en componer 'Despacito'. ¿Qué es, que ese día estaba usted tocado por los dioses?
- ¡¡No!! Cuando uno escribe canciones nunca sabe lo que va a salir. Hay veces que salen en tres o cuatro horas, y sale un 'Despacito' o un 'No me doy por vencido', y otras, como con 'Aquí estoy yo', por el que me dieron un Grammy, tardas años en terminarlas. Vamos, que no hay un plan fijo, y uno nunca sabe cómo va a reaccionar la gente.
- Ya hay neurocientíficos que andan analizando por qué su canción funciona como una golosina para el cerebro. ¿Qué tiene el reguetón que de un tiempo a esta parte parece haber vuelto loco a medio mundo?
- Tiene ritmo, sabor, una inmensa habilidad para sacarnos a bailar, una melodía pegajosa... El mundo necesita alegría, movimiento, algo que le anime.
- ¿Cómo se le queda a uno el cuerpo sabiendo que medio planeta anda cantando y bailando su canción; que gente como Novak Djokovic, Gianluca Vacchi, Dani Álves, Jennifer Lopez o la mismísima Kim Kardashian no se la quitan de la cabeza?
- La realidad es que ha habido muchos personajes a quienes admiro que han manifestado que les gusta. De hecho, la primera semana, nada más salir, la respuesta del público y de algunos colegas de la categoría de Marc Anthony, Juan Luis Guerra o Ricky Martin fue magnífica. Incluso sacaron tiempo para escribirme y felicitarme. Ellos también creen que el hecho de que una canción en español esté triunfando en el mundo es bueno para todos.
- Dígame la verdad, ¿es Justin Bieber tan malcriado como dicen?
- (Jajaja) Pues no lo sé, no estoy con él todos los días. Lo único que puedo decir es que cuando he compartido algún rato con él lo he pasado muy bien. Además, estoy muy agradecido a su versión, porque nos abrió muchas puertas. Le da un aire anglosajón que llega a ese público americano que quizá no se habría enganchado nunca con dos artistas latinos. Incluso por haber insistido en cantar parte en español, cuando tenía la letra en inglés a su disposición.
- Otro asunto importante: ¿ha ganado ya tanto dinero como para retirarse?
- Cuando uno está en algo así, en lo que menos piensa es en eso. Hay tanta emoción, tantas cosas por hacer, tantas puertas abriéndose... Yo no estudié música para ser rico.
- Descúbrame un lugar especial en donde le han ofrecido cantar.
- Estamos cerrando conciertos en Rusia, en Moscú, también en Chipre, en Suecia, Australia... Países en los que hasta ahora no era muy habitual contratar un concierto totalmente en español.
- He leído que, entre tanto trajín, aún le queda tiempo para visitar a niños enfermos...
- Trabajar en la industria musical me ha permitido viajar alrededor del mundo y conocer a gente increíble, pero nada es comparable a los niños valientes que he conocido en el St. Jude Children's Research Hospital. Ese tema sigue teniendo en mí el mismo nivel de prioridad.
- Imagino que habrá escuchado esa versión futbolera que han hecho de su canción en la que van encadenando, uno tras otro, los nombres de decenas de futbolistas.
- Sí, acabo de escucharla y me parece impresionante. Alguien le dedicó mucho, mucho tiempo a eso.
- ¿A usted le gusta el fútbol?
- Claro, estoy casado con una española.
- ¿Y qué, Madrid o Barça?
- Aprendí muy temprano a quedarme callado cuando escucho esa pregunta. No necesito enemigos, jajajaja.

TITULO: MI CASA ES LA TUYA - MIERCOLES -2- AGOSTO - La nostalgia del maharajá,.

 MI CASA ES LA TUYA - MIERCOLES -2- AGOSTO:

  'Mi casa es la tuya ', presentado por Bertín Osborne, acerca a los espectadores el lado más desconocido de personajes relevantes de diversos ámbitos, el miercoles -2- agosto a las 22:00 por telecinco , etc.

 La nostalgia del maharajá,.
Dos hombres conducen a sus elefantes por la carretera que une Jaipur con el Fuerte Amber. Allí ofrecerán a los turistas el acceso al complejo palaciego sobre los palanquines de los paquidermos, como lo hacían los viejos soberanos del Indostán.

La nostalgia del maharajá

Dos hombres conducen a sus elefantes por la carretera que une Jaipur con el Fuerte Amber. Allí ofrecerán a los turistas el acceso al complejo palaciego sobre los palanquines de los paquidermos, como lo hacían los viejos soberanos del Indostán. / foto.

562 hombres reinaban como semidioses sobre un tercio de India a principios del siglo pasado. Hoy sus sucesores hacen caja con el turismo.-


El escritor británico Rudyard Kipling dijo que la providencia los engendró «para brindar un espectáculo a la Humanidad». El padre de la independencia de la India, Mahatma Gandhi, los despachó como a unos «playboys manirrotos que vendieron su alma al colonizador británico». Más prosaico, el refranero popular español los evoca, todavía en presente, como los señores que mejor saben vivir del mundo. Cada uno en su estilo, todos atinan. No ha habido, ni habrá, otra época más presuntuosa y decadente como la que protagonizaron los soberanos del Indostán desde las postrimerías del imperio mogol, en el siglo XVIII, hasta 1947, con el final de la administración colonial. Con sus harenes de 'Las mil y una noches', sus bacanales, su desmesura con las joyas y los palacios, sus cacerías de tigres y sus cabañas de elefantes -pedestales de marfil y medio de locomoción mientras se diseñaba el Rolls Royce-, los maharajás fueron hombres legendariamente caprichosos. Provenientes muchos de ellos de dinastías guerreras milenarias, se creían de procedencia divina, contaban con la protección del Raj británico y el pueblo les adoraba. Nada impedía que se arrellanaran en el delirio. Cultos, crueles, encantadores, egoístas, seductores, hedonistas -algunos, pocos, ascéticos-, megalómanos, mecenas, iluminados, autoindulgentes, artistas, excéntricos -eso casi todos-, la extravagancia era para ellos el sumun del refinamiento.
Casos aparte como el del maharajá Jay Singh de Alwar, que compraba los Hispano Suiza de tres en tres y a medida que se cansaba de ellos los mandaba enterrar en unas colinas próximas a palacio, o el de Bhupinder, su homólogo de Patiala, un titán de 130 kilos con un apetito voraz tanto en la cama -tuvo 350 esposas y concubinas- como en la mesa, donde podía devorar tres pollos para almorzar, también los hubo juiciosos y responsables con su estatus y condición. Sawai Ram Singh II, monarca de la capital del Rajasthán entre 1835 y 1880, destacó por vislumbrar los vientos de cambio que soplaban en su país e interiorizar la necesidad de navegar encaramado a la ola de las nuevas tendencias. Así, convirtió Jaipur en una de las ciudades más pintorescas y avanzadas del país, sin descuidar el bienestar de sus súbditos.

Rey de Jaipur a los 13 años

Sensible y considerado, se aficionó a infiltrarse de incógnito en las calles de la palpitante ciudad rosada para comprobarlo de primera mano. Estudió fotografía, acuñó sin saberlo el estilismo 'hipster' -así lo sugiere la imagen que de él muestra el Museo Albert Hall, construido bajo su reinado- y se reveló como un reformista libertador: abolió la esclavitud, el infanticidio femenino y la salvaje costumbre del Sati, por la cual las mujeres que enviudaban debían arrojarse a una pira en llamas para, al igual que sus maridos, perder la vida.
A principios del siglo pasado, 562 de estos monarcas reinaban aún sobre un tercio del territorio de la India. Algunos, en estados del tamaño de España. La independencia, a finales de la década de los cuarenta, les cogió de sorpresa. Forzados a ceder sus feudos a la nueva nación y a Paquistán, a cambio, la nueva Constitución les reconocía sus títulos hasta la eternidad y les asignaba una partida económica anual proporcional a los ingresos que sus antiguos reinos habían generado. Mantendrían ese estatus hasta 1971, cuando Indira Ghandi promulgó la Ley del Desreconocimiento de los Príncipes. La primera ministra sofocaba así los intentos de algunos de ellos de hacer carrera en la política. Desposeídos de sus títulos, sus privilegios y la asignación anual, muchas familias reales se vieron entonces abocadas a la ruina.
Antaño semidioses, hoy sus sucesores se esfuerzan por mantener las apariencias mientras hacen caja con el turismo. Unos, reconvirtiendo su glorioso patrimonio inmobiliario en una oferta hotelera exclusiva que garantiza una experiencia como la que se procuraron en vida sus antepasados; otros, abriendo al público parte de las dependencias palaciegas que aún ocupan.
Donde hace 170 años Sawai Ram Singh II atornillaba sin saberlo el armazón de la conocida como París de Asia, Padmanabh Singh le sucede hoy en un trono no reconocido por la ley, y que heredó a la muerte de su abuelo. Tenía trece años cuando, en 2011, fue coronado nuevo maharajá de Jaipur y se convirtió en el rey más joven del mundo. «Es un privilegio y una responsabilidad, porque tu comportamiento ha de ser ejemplar», ha dicho tras alcanzar la mayoría de edad.

 

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