lunes, 28 de octubre de 2019

Viva la vida - Ramoncín: «La auténtica rebeldía no es quemar contenedores» ,.SABADO -2- Noviembre ,./ VIVA LA VIDA - Eso que acabas de ver en Watchmen es un pene azul . DOMINGO -3- Noviembre . / Ese programa del que usted me habla con - «Nos encargamos de traducir las ideas»,. / Tarde Toros - Luis Espada, legendario presidente de Las Ventas: “Sin toro no hay fiesta”,.

 TITULO: Viva la vida - Ramoncín: «La auténtica rebeldía no es quemar contenedores»  ,. SABADO - 2- Noviembre,.


El sabado -2- Noviembre a las 16:00 por Telecinco , foto,.

Ramoncín: «La auténtica rebeldía no es quemar contenedores»


Sin cortarse. «En mi oficio abundan los que ponen la boca en un sitio y la cartera en otro. / LUIS MILLLÁN
Sin cortarse. «En mi oficio abundan los que ponen la boca en un sitio y la cartera en otro.

«Una sociedad donde todo el mundo tiene que estar estupendo nos ha llevado a la globalización de la gilipollez»,.


En noviembre cumple 64 años. «¿No serán 46?, porque me encuentro en un estado de forma envidiable», farda Ramoncín. Fiel a sí mismo, el cantante madrileño sigue sin cortarse un pelo. Cuando no está largando a destajo y poniendo el dedo en la llaga es porque está en un escenario con su gira '40 Años de Rock & Roll'.
-«Hay pocos rebeldes y demasiados lameculos», proclama.
-Pero hablo de una rebeldía como debe ser: consciente, con capacidad, con educación... No andar por ahí quemando contenedores. Uno se tiene que sublevar contra lo establecido, pero aportando algo. El mundo no se cambia dando opiniones, se cambia dando ejemplo. Lo de Barcelona es muy delicado. Creo que hay una generación que se ha perdido por completo para el constitucionalismo.
-¿Y qué hacemos?
-Mandar a votar a los catalanes de manera obligatoria, y cuando voten todos sabremos de verdad qué piensan. No sé si para eso habrá que tocar la sacrosanta Constitución. Este país es alucinante, ha cambiado hasta el Padre Nuestro y no se puede cambiar la Constitución... En una república confederal todo sería más sencillo.
-Creo que el lenguaje inclusivo también le enerva.
-El lenguaje es un arma de destrucción masiva. Puedo decir todos y todas, pero aunque me pongan una pistola en la cabeza jamás diré 'todes', ni lideresa.
-¿Qué fue de su lucha contra la piratería?
-Ese ha sido el gran error de mi vida. Sobre todo, cuando detrás tienes a una panda de hipócritas que ponen la boca en un sitio y la cartera en otro. En este oficio abundan. Si hasta intentaron meterme en la cárcel...
-Le acusaron de chorizo.
-Menos mal que la Audiencia me absolvió. Chorizo, el que salía en los medios diciendo que no estaba a favor del canon y luego cobraba. No puedo con los hipócritas.
-¿Se ve en una manifestación de jubilados?
-Si fuera necesario apoyarles, lo haría. Pero yo no me voy a jubilar nunca. Ni voy a tener la caradura de cobrar una pensión cuando puedo ganarme la vida de otra manera. Lo imperdonable es que esta sociedad les haya perdido el respeto a los mayores.
-Están de moda los chistes de abuelas.
-Para ridiculizarlas. Una sociedad donde todo el mundo tiene que tener 20 años y estar estupendo nos ha llevado a la globalización de la gilipollez. Imagino que al poder mundial eso le viene genial. Son carne de engaño. Vivimos bajo la tiranía del click.
-¿Es el caso de sus hijos?
-Tengo cuatro. Y están muy centrados. Como padre me pongo un sobresaliente.
-Un padre que canta 'Litros de alcohol corren por mis venas'...
-Ellos distinguen muy bien lo que es el espectáculo y lo que es la vida. Y han vivido en una casa donde los libros caían encima de sus cabezas.
-¿Qué es lo que mas le cabrea de todo?
-Que la gente viva completamente sesgada.
-¿Qué hace usted para evitarlo?
-Yo soy un curioso impertinente, lo leo todo y lo veo todo. Mi abuelo me dijo: el que sabe puede. Y a ese no le engaña nadie. Si veo un telediario al mediodía, veo otro distinto por la noche. Me alucina este intento de cambiar la historia de España y decir que la República tuvo la culpa de lo que pasó. He visto la película de Amenábar sobre Unamuno y me parece muy valiente.
-¿Se siente unamuniano?
-Me siento librepensador, que es lo que menos gusta en el mundo. Mi mayor pelea con la izquierda es que denuncian a Pinochet y a Franco, pero no a Stalin ni a Castro.
-Por cierto, ¿ha desarrollado intolerancia al pollo frito?
-Cada vez me pasa menos, pero cuando me encuentro con alguien que me dice 'Mira, el rey del pollo frito', pienso: 'Mira, un gilipollas'.



 

TITULO:  VIVA LA VIDA - Eso que acabas de ver en Watchmen es un pene azul    ,. DOMINGO - 3- Noviembre .


El domingo -3- Noviembre  a las 16:00 por Telecinco , fotos.

 


Eso que acabas de ver en Watchmen es un pene azul,.

Si el Doctor Manhattan siempre ha ido desnudo, ¿por qué no iba a hacerlo en la serie? Aunque sea en una obra de teatro. Pero detrás de ese pene hay mucha historia.

Watchmen cómic película zack snyder masacre greenwood tulsaEn el caso de la serie de HBO Watchmen un pene es mucho más que un pene. Y más aún si ese pene es azul. Porque ya sabemos que tú sabes que nosotros sabemos que tú sabes lo que es un pene, pero no sabes lo que es un pene azul. Bueno, lo que representa en el Universo de Watchmen. No es efecto de la balanitis, no es parafimosis ni ninguna condición vascular severa que pueda hacer que el pene se vuelva de color azulado. Es solo el pene de un científico que ha sido literalmente desintegrado y cuyos átomos han vuelto a ser recompuestos otra vez. Es el pene del Doctor Manhattan, Jonathan Osterman antes del accidente. Sí, lo que acabas de ver en el episodio dos de la primera temporada de Watchmen es el pene teatral del Doctor Manhattan. Y tiene todo el sentido que lo hayas (hayamos visto). Primero porque el personaje original de la novela gráfica va desnudo y no tiene sentido ahora andarnos con tapujos en prime time y tapar las partes pudendas de un hombre en una serie para adultos. No tendría sentido ver ahora al personaje con taparrabos, para entendernos. Y como la obra de teatro que ha escrito el personaje de Jeremy Irons quiere ser tan fiel al personaje original real (lo de real, es un decir, así que tú ya me entiendes) tiene que salir desnudo. Obviamente. Pero es que hay más.
La obra de teatro pretende reconstruir el origen del Doctor Manhattan y eso solo puede significar dos cosas: o el personaje de Jeremy Irons está obsesionado con el Doctor Manhattan porque es quien le ha desterrado a ese presuntamente bucólico castillo y, por tanto, se confirma que es Adrian Veidt, Ozymandia, que no está muerto y está en un exilio forzado controlado por clones-guardianes, o el personaje de Jeremy Irons es el verdadero Doctor Manhattan, que está escondido en la Tierra y se le ha ido la pinza definitivamente. Si nos preguntas a nosotros, te diremos que creemos que la respuesta correcta es la primera, pero, oye, que estamos abiertos a todo tipo de teorías fan. Pero, espera un momento:

¿Quién es el tipo de las manos azules? ¿Quién es el Doctor Manhattan?

Es el Doctor Manhattan es el superhéroe más poderoso jamás concebido en un cómic. Es más poderoso que Superman. Es, sencillamente, todopoderoso. O eso nos hacen creer. Es un ser creado a partir de energía atómica. Y es el responsable de que se haya ocultado lo que realmente pasó en la tierra: que un presunto héroe, Ozymandias, Adrian Veidt, fingió un ataque alienígena a la Tierra para que las naciones se unieran y se acabara la carrera nuclear; el plan salió bien, murieron tres millones de personas, pero se acabó la tensión nuclear. Rorschach lo descubrió, el Doctor Manhattan y Espectro de Seda trataron de frenarle, y al final se decidió ocultar todo.
Es el único superhéroe que realmente tiene poderes. La historia es larga: trabaja para el Gobierno y se convierte en su Ejército particular (es el responsable de poner fin él solito a la Guerra de Vietnam). Es él quien decide en última instancia que hay que ocultar el complot de Veidt en los cómics y quien mata a Rorschach para que no trascienda lo que ha ocurrido (lo que no sabe es que su diario llega a manos de la extrema derecha). De cara a próximos episodios de la serie, y puesto que ya has visto el primero, te interesará saber que es hijo de un relojero. Vaya, igual que la obra de teatro que está preparando Veidt.


TITULO: Ese programa del que usted me habla con - «Nos encargamos de traducir las ideas»,.


El martes -29- Octubre por La 2 a las 21:30, fotos,. 

 

«Nos encargamos de traducir las ideas»,.


Guillermo Vecchio, durante el trabajo de postproducción de 'Estoy vivo'. / R. C.
Guillermo Vecchio, durante el trabajo de postproducción de 'Estoy vivo'.

Los montadores de 'Estoy vivo' y 'La casa de papel' tratan de construir un relato coherente y lograr un acabado perfecto de cada capítulo,.


Una misma secuencia en una serie, sin necesidad de que los actores la rueden de nuevo, de que el guionista la reescriba o de que el director cambie la orientación, puede terminar tomando un cariz cómico o totalmente dramático. «Depende de qué música le pongas, del orden que le des, de cómo la dividas o de lo que elimines», explica Miguel Ángel Gómez. ¿Quién tiene tanto poder en una producción de estas características como para modificar así el tono del relato? El montador. De él depende el resultado final de una obra. En su mano está que todo el trabajo previo que ha llevado a cabo un equipo al completo tome sentido.
Este peso recayó en Gómez en la tercera temporada de 'La casa de papel' y en 'El embarcadero', por citar algunas de sus últimas colaboraciones con Vancouver Media, en las que ejerce como director de postproducción. Lo suyo va mucho más allá de unir planos.
«Nosotros nos encargamos de traducir las ideas y de que estas ganen brío, de dejar al espectador sin aliento con un acabado final perfecto», confiesa este profesional que lleva más de 15 años dedicándose a la televisión y que nos ayuda a desarmar algunos tópicos vinculados a su oficio. Por ejemplo, que la suya es una tarea muy solitaria. «Todo lo contrario, es muy colaborativa. En 'La casa de papel' hay siete editores que antes de montar un capítulo se sientan para intercambiar ideas, para diseñar cómo ayudar a la serie a que lleguen sus mensajes, para buscar las maneras de dar más fuerza a lo que van a ver los espectadores», comenta. Otro falso mito: que su labor se inicia cuando el rodaje ha acabado. «Nada que ver, estamos desde las primeras lecturas de guion. Lo aconsejable incluso es reunirse antes con el director para entender el tono y los objetivos. Y durante la grabación mantenemos contacto con cada departamento. La visión de todos ayuda para lograr un buen montaje», argumenta.

Miguel Ángel Gómez (i) junto a Migue Amoedo (diseño visual).
Miguel Ángel Gómez (i) junto a Migue Amoedo (diseño visual).
«Hay que reflexionar mucho. Conviene incluso dejar reposar lo montado y volverlo a ver después de un tiempo para comprobar si lo entiendes de la misma manera y sigue funcionando. Debemos visionar un capítulo todas las veces que haga falta con el fin de lograr la mejor construcción», añade Guillermo Vecchio, que tiene esta función en títulos como 'Estoy vivo' en TVE, o 'La valla' (que se verá próximamente en Antena 3).

Mucha acción y giros

Gracias a la destreza de estos profesionales sufrimos con el reencuentro de Tokio, Nairobi y el resto de la banda de 'La casa de papel' tras aquel atraco inicial al Banco de España. Y hemos seguido los pasos del inspector Márquez más allá de su propia muerte. Ambas series se caracterizan por las dosis de acción impregnadas en sus tramas, por los giros y sorpresas que deparan sus guiones, y por una cadencia que en ningún momento permite el descanso a sus seguidores. Y buena parte de todo esto se consigue en la sala de montaje y en el resto de áreas de postproducción.
«Una vez finaliza el rodaje hay que sonorizar el episodio, musicalizarlo, incluir los efectos, y revisar color y formato. Y sobre todo asegurarse de que esté a tiempo para que la cadena dé su visto bueno definitivo», subraya Vecchio. «Primero armamos un 'premonster' de 75 minutos que le pasamos al director para que confirme que nos hemos acercado a lo que perseguía y nos exponga sus directrices. Comienza entonces la tarea de eliminar metraje para reducir hasta los 45 minutos y así se llega a un producto mancomunado por los siete editores. Después se envía a Netflix para que lo apruebe o dicte modificaciones», señala Gómez, que reconoce que algunos capítulos complicados han requerido hasta un mes de montaje. El hecho de formar parte de una plataforma de streaming que cuelga todos los capítulos en una tanda les permite contar con plazos más amplios e incluso la posibilidad de ir montando varios episodios a la vez. En el caso de 'Estoy vivo' (de Globomedia y The Good Mood Productions) al tratarse de un proyecto de emisión semanal los montadores (son tres) han de realizar la entrega de uno en uno y en periodos más breves.
«La propia serie te va conduciendo a lugares, obligando a tomar decisiones. A veces en montaje es cuando surge la idea de incluir un flashback o un flashforward o de contar con varias líneas temporales para que la historia se comprenda mejor», confiesa Gómez. «En una sala de montaje se puede disimular una mala actuación o acentuar una buena, aumentar el suspense o generar emoción», cuenta Vecchio, que considera que lo más complicado es «pasar de una escena de terror a una más divertida, dar cadencia a una secuencia, o saber cortar con ritmo». Todo sea por rematar de una manera insuperable.

  TITULO: Tarde Toros -Luis Espada, legendario presidente de Las Ventas: “Sin toro no hay fiesta”,.


Luis Espada, legendario presidente de Las Ventas: “Sin toro no hay fiesta”


Respetado y admirado, recuerda a sus 87 años los principios que rigieron su etapa,.







Luis Espada, en su domicilio madrileño, junto a uno de sus paisajes pictóricos.
foto - Luis Espada, en su domicilio madrileño, junto a uno de sus paisajes pictóricos.
Luis Espada (Sevilla, 1932) figura ya en la historia del toreo como uno de los presidentes más emblemáticos de la plaza de Las Ventas. Estuvo en el palco desde 1986 hasta 1997, se caracterizó por la defensa de la integridad del toro y la exigencia ante los toreros, contó con el apoyo y la admiración de los aficionados, el respeto de los profesionales y el amparo de los políticos, de modo que se le considera una de las personas que más ha contribuido al prestigio del coso madrileño.
Hace años que no pisa la plaza que lo hizo famoso, pero recuerda como si fuera ayer las ideas fundamentales que rigieron su mandato y convirtieron su ‘etapa presidencial’ en un movimiento social tan extraordinario como beneficioso para la tauromaquia moderna.
“He defendido la integridad del toro por encima de todo”, afirma el expresidente con indisimulado orgullo. “El animal es la base fundamental de este espectáculo, y si carece de la dignidad requerida se resiente la fiesta al completo”, añade.
- Usted fue un presidente con fama de exigente…

“¿Presiones? Conmigo no han valido las imposiciones de nadie”
- “Es verdad. Llegué al palco convencido de que este espectáculo tan grandioso pierde su identidad si el protagonista es un inválido. Sin toro no hay fiesta”.
- Pero también fue duro con los toreros.
- “Riguroso, más bien, en la concesión de trofeos porque entendía que un triunfo en Madrid debe estar muy argumentado con el toro-toro y una faena completa. Pero reconozco que, a veces, me pasé de exigente, y eso tampoco es bueno. Recuerdo, por ejemplo, que le negué una oreja merecida a El Fundi, y así lo reconocí en una entrevista radiofónica. Después, me encontré con el torero en la calle, me dio un abrazo y me perdonó”.
Luis Espada, -un hombre de carácter y fuertes principios profesionales, éticos y religiosos-, ha cumplido ya los 87 años, disfruta su jubilación como brillante comisario de policía, y está retirado de los toros. “Está retirado de todo”, apuntilla su esposa Julia, con quien acaba de celebrar 59 años de matrimonio el pasado martes. “Luis está aprendiendo a vivir como mayor -continua-, lo que no es nada fácil cuando se ha tenido una vida tan llena”.


Luis Espada, en su época de presidente de Las Ventas.
Luis Espada, en su época de presidente de Las Ventas. 

Porque Espada fue un presidente sorprendente e innovador -puso en marcha los cursos de formación para presidentes y delegados gubernativos que hoy siguen siendo una reputada ‘facultad’ para quienes aspiran a ser árbitros en los festejos taurino-, escritor, conferenciante y prestigioso personaje reclamado por peñas, asociaciones y universidades para hablar de toros; y un hombre polifacético: pintor con once exposiciones individuales; flamencólogo y cantaor (“bueno, solo he canturreado entre amigos”, aclara él), experto en el baile por sevillanas (“es un andaluz ejerciente”, dice su esposa), poeta (“dedicado casi en exclusiva a ensalzar lo enamorado que está de mí”, comenta Julia con pícara coquetería, “y yo de él”, añade), y jugador avezado del dominó y el mus, los únicos hobbies que aún practica los fines de semana con un par de amigos.
Luis Espada nació en el barrio sevillano de La Alameda por accidente, porque sus padres, oriundos de la localidad toledana de Villacañas, vivían en la capital hispalense por el destino de su progenitor, brigada de la entonces Policía Armada.
La familia se trasladó pronto a Jerez de la Frontera, donde Espada vio su primera corrida de toros a la edad de ocho años. Y ahí, por influjo de su padre, nació su vocación policial, la afición a los toros y al cante flamenco.

“El Reglamento no es una norma rígida y debe ser orientativo en algunas ocasiones”
“Sí, mi padre era muy buen aficionado y él fue quien me inició en el amor a la fiesta de los toros; además, cantaba muy bien por malagueñas, y de su mano escuché a buenos cantaores”.
- ¿Le costó dejar el palco?
- “No. Me despedí en 1997, el año de mi jubilación, y no recuerdo que sufriera ningún disgusto. El palco es problemático, es verdad, aunque debo reconocer que me entendí muy bien con mi equipo de veterinarios, y coincidí con dos empresas muy buenas, Manuel Chopera y los hermanos Lozano”.
- ¿Se pasa mal allá arriba?
- “Hombre, a veces los tendidos plantean exigencias que crean problemas, pero yo iba siempre por derecho; mi sentido de la moral era mi base”.
- Pero recibiría presiones…
- “¿Presiones? Las de mis asesores, tal vez. A veces, tenían razón y las atendí. Pero nada más; conmigo no han valido las imposiciones de nadie”.
- ¿Ni siquiera de sus mandos policiales y políticos?
- “Ellos me conocían y jamás interfirieron mi labor”.
Luis Espada vivía en Murcia cuando alcanzó el título de inspector del Cuerpo Nacional de Policía, allí se licenció en Derecho y se casó con Julia. Trasladado a Toledo, se convirtió con 43 años en el Comisario más joven de España.
La localidad menorquina de Ciudadela fue su primer destino como jefe policial, y allí presidió su primer festejo; después, subió al palco en el Corpus de Toledo; destinado a Madrid, asumió la jefatura de espectáculos taurinos y, en 1986, fue nombrado presidente de la plaza de Las Ventas.

“Había visto toros en Jerez, Murcia, Toledo, Sevilla y en alguna otra plaza, pero no muchos festejos; tenía, eso sí, una idea clara de lo que era la fiesta. Era aficionado, pero no puedo decir que un gran aficionado”.
- Pero tardó poco en establecer su línea de trabajo en la plaza…
- “Creí que había que defender, en primer lugar, los derechos de los aficionados. Pero también los de los toreros, ganaderos y los del empresario, porque todos forman parte del festejo y tienen sus legítimos intereses”.
- ¿Y fue usted un presidente feliz?
- “Sí; me agradaba estar allí. Me sentía arropado por los aficionados, y aprendí mucho; por ejemplo, que el Reglamento no es una norma rígida y debe ser orientativo en algunas ocasiones. Ante un toro manso y peligroso que se acula en tablas y pone en serio riesgo la vida de los toreros en el tercio de banderillas, debe primar la seguridad de los hombres frente al mandato de clavar un determinado número de palos”.
Afirma Luis Espada que su torero preferido ha sido Paco Camino, “muy completo y poderoso”, y recuerda con admiración a Ordóñez, Paula, Julio Robles, “y algún sudamericano cuyo nombre no recuerdo ahora”. Y de los toreros actuales, el expresidente señala dos nombres: Curro Díaz y Diego Urdiales
- ¿Y los ganaderos?
- “¿Cómo se llama el de Galapagar? Victorino, eso es. Victorino Martín ha sido y es un ganadero importante; y mantuve una buena relación personal con Juan Pedro Domecq, un conocedor profundo del toro, y con una gran vocación como criador”.
-¿Recuerda alguna tarde difícil en Las Ventas?
- “No. Si había toro, no me preocupaba nada. La gente era muy simpática conmigo”.
- ¿Le hubiera gustado ser torero?
- “No me hubiera importado, pero no tengo el valor suficiente”.
“Creo que quiso ser torero y lo fue”, tercia su esposa.
Lo que está claro es que Luis Espada fue y seguirá siendo una figura de la tauromaquia.

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