Belleza: ¡que no te engañen! fotos.
Repasamos doce falsos mitos sobre el gimnasio y el peso ideal que te pueden torpedear la ‘operación bikini’. Toma nota.
1. Hacer pesas te pone como Schwarzenegger.
¡Mentira! Ángel Merchán, director de Home Wellness Madrid, sonríe al desmentir este mito. «Muchas de las chicas que vienen a entrenar me dicen lo mismo: “¡No quiero que me salgan músculos…!”. ¡Ya quisieran! ¡Con lo difícil que es!». Las hormonas femeninas hacen que sea complicado ganar masa muscular. Requiere una dedicación ultraintensiva. Para el gran común de las mortales, el trabajo de fuerza sirve para tonificar, ganar definición, combatir la flacidez y (más importante) la osteoporosis y aumentar el metabolismo basal.
2. Los ejercicios de pectorales ayudan a subir el pecho. ¡Mentira!
Ya nos gustaría, pero… no. La razón es fácil de entender si pensamos en su anatomía: las mamas están constituidas por tejido glandular y adiposo y se encuentran situadas sobre el pectoral mayor, pero no están sujetas por este músculo. La cuestión es que, por mucho que lo trabajemos, no afectará a los senos, que solo tienen una piel fina y elástica para agarrarse. Todo esto no quiere decir que no sea conveniente trabajar el pectoral, ya que es positivo para la musculación del hombro, el brazo, el húmero, el bíceps y el tríceps. ¡No es cuestión de abandonarlos!Entrenar en ayunas no tiene mucho sentido: solo es idóneo para deportistas de alto rendimiento
3. Los ejercicios de abdominales son la clave para tener una tripa plana. ¡Mentira!
Ya podemos tener la musculatura más dura que el acero que, como haya grasilla por encima, no se van a marcar los músculos hagamos lo que hagamos. «Para que se marquen los abdominales hay que perder la grasa que hay por encima», explica el entrenador Ángel Merchán, y añade. «Sin embargo, hacer ejercicios en el abdomen no significa que se pierda grasa justo en esa zona. Esa reducción pasa por el trabajo cardiovascular y la alimentación». Marcos Flórez, director de la compañía de entrenadores personales Estarenforma.com, deja bien claro que, por muchos e importantes motivos, hacer ejercicios de abdominales es importantísimo. «No solo por mejorar el tono muscular, sino para toda la estabilización del tronco y para proteger la columna».
4. Para adelgazar, es imprescindible hacer ejercicio. ¡Mentira!
«La cuchara gana siempre». Así de claro es Marcos Flórez. «Incluso tras una hora de ejercicio intenso en que quememos hasta 500 calorías, basta con tomarse dos porras y un chocolate para ganar eso y más». Perder peso es una cuestión de matemáticas: si consumimos más calorías de las que gastamos, estas se almacenan en forma de grasa y el ejercicio solo tiene poco que hacer. Pero eso no quiere decir que no sea recomendable moverse: «El ejercicio hace que consumas más energía durante el tiempo en que lo realizas y después, ya que aumenta el metabolismo basal y se queman más calorías incluso en reposo».Trabajar el pectoral no hace que suba el pecho, pero sirve para muscular el hombro y el brazo
5. Hay que entrenar con el estómago vacío. ¡Mentira!
A no ser que se quiera correr un maratón, no tiene mucho sentido. Todo lo contrario, pues tendremos poca energía y el entrenamiento será menos eficaz. Entrenar en ayunas es una estrategia idónea para los deportistas de alto rendimiento, que así enseñan al cuerpo a tirar de sus reservas en pruebas de larga distancia, pero no para quienes quieren darle duro al michelín. Como recomendación general, es preferible comer algo ligero antes de entrenar para tener energía.Entrenar por la mañana no siempre es ideal: si se pierden horas de sueño, el cambio no es bueno
6. Si no sudas, no pierdes grasa. ¡Mentira!
«El sudor es solo por regulación térmica: puedes estar entrenando a lo bestia en el Polo Norte, que si estás sin ropa, no vas a sudar», explica Marcos Flórez. Y añade otro mito con el que sonríe: «Igual que decir que nadando no se suda, ¡tampoco es cierto!». Sudor no equivale a grasa: podemos estar chorreando de arriba abajo que si eso sucede porque estamos en una sauna no estaremos haciendo nada contra el michelín.7. Para recuperarse, hacen falta bebidas isotónicas. ¡Mentira!
Todo depende del nivel de recuperación que necesitemos. Si el esfuerzo ha sido ligero y no hemos sudado mucho, el agua puede ser suficiente. Como explica Marcos Flórez, «todo depende de cuánto se sude. El problema de la deshidratación no es solo el agua, sino las sales minerales que perdemos con el sudor, como el sodio, el potasio y el calcio, tan importantes para la contracción muscular y que son las que aportan las bebidas isotónicas».
8. La mejor hora para entrenar es por la mañana. ¡Mentira!
¿La verdad? El momento óptimo es ¡cuando podamos! Es cierto que si se entrena por la mañana empezaremos el día con ese extra de endorfinas y de energía que da el ejercicio, especialmente si después nos alimentamos bien. Pero, si por entrenar por la mañana perdemos horas de sueño, estaremos haciendo un mal cambio. Lo más importante es encontrar un tiempo que sea compatible con nuestra rutina diaria.
9. La celulitis está asociada al sobrepeso. ¡Mentira!
La piel de naranja es un trastorno puramente estético y muy democrático, pues afecta en mayor o menor medida a casi el noventa por ciento de la población femenina. Y sí, aunque el exceso de peso puede desempeñar un papel en su aparición, no es el único, ya que la celulitis es un trastorno multifactorial. Los estrógenos, la mala circulación, un mal drenaje linfático, el estancamiento de la grasa (aunque haya poca…) son solo algunas de las causas que contribuyen a la aparición de los ‘hoyitos’. De hecho, la celulitis dura, que suele darse por ejemplo en rodillas y cartucheras, a menudo va asociada a mujeres deportistas y delgadas y es de las más difíciles de eliminar.Para que se marquen los abdominales no sirve el gimnasio. Hay que cambiar la alimentación
10. Tomar un vaso de agua tibia con limón por la mañana alcaliniza el organismo. ¡Mentira!
Suena bien, pero… no. Eso no quiere decir que beber agua de limón a primera hora no sea positivo, en absoluto. Como explica la nutricionista Laura Parada, de Slow Life House, «esto ayuda a poner en marcha el sistema digestivo de la noche. Pero no sirve para modificar el pH de la sangre, ya que los encargados de regular la acidez sanguínea son los riñones, el hígado y los pulmones, manteniéndola siempre en un rango de 7,3 a 7,5. Cambiar el pH de nuestro organismo mediante la dieta no es posible».11. Eliminar los alimentos a los que somos intolerantes ayuda a perder peso. ¡Mentira!
El doctor David Mariscal, especialista en endocrinología y nutrición aplicada y director de la Clínica Mariscal, aclara. «La intolerancia alimentaria es una manera eficaz para descubrir aquellos alimentos que nuestro organismo no tolera bien. Es decir, si comemos alguno de estos alimentos, nuestras digestiones pueden ser más pesadas, aumentar el meteorismo, tener tendencia al estreñimiento o todo lo contrario, sufrir cefaleas alimentarias, problemas dérmicos… Pero en ningún caso un alimento cambiará su aporte calórico tengamos o no intolerancia al mismo. Si una manzana tiene 50 calorías, las tendrá para todos y no engordará más a aquellos que padezcan intolerancia. Es posible que la digieran peor, pero no por ello les engordará más».La celulitis dura va asociada a mujeres deportistas y delgadas y es muy difícil de eliminar
12. No se debe perder más de un kilo por semana. ¡Mentira!
Es cierto que en condiciones normales «una pérdida de entre dos y cinco kilos al mes es algo adecuado, pero habría que hacer salvedades por los dos extremos -explica el doctor Mariscal-. Las personas con mucho sobrepeso pueden perder hasta el doble de esos kilos si siguen una dieta adecuada, y los que no tienen tanto sobrepeso y que están cerca de su peso ideal es fácil que pierdan solo la mitad». Lo importante es no hacer locuras que conduzcan a carencias nutricionales.
LOS IMPRESCINDIBLES
Contra las curvas rebeldes
Sérum reductor corporal Aromassence, de Decléor. Con aceites esenciales de acción drenante. Afina la silueta (64 euros).
Aceite remodelador
Concentrado Esbeltez, de Caudalie. Aceite seco para el cuerpo que tonifica y alisa la piel (26,90 euros).
Anticelulítico y adelgazante
Advanced Body Creator, de Shiseido. Gel-crema que destruye y quema la grasa (81,50 euros).
Reductor de rápida absorción
Spray Use and Go, de Somatoline. Consigue reducir en cintura, muslos y caderas (36,90 euros).
Tonificante
Crema Fundente Reafirmante Nuxe Body. Su
textura suave permite el masaje específico de las zonas flácidas y deja
la piel tonificada, suave y reafirmada (41 euros).
Crema corporal antiedad
Body Excellence, de Chanel. Crema alisadora y reafirmante reforzada, ideal para vientre y glúteos (95 euros).
Exfoliación
Sparkle Skin Crema Exfoliante Corporal, de Clinique. Revitaliza la piel y deja atrás la descamación (37 euros).
TITULO: REVISTA XL SEMANAL PORTADA ENTREVISTA - EL PIONERO DE LA RESISTENCIA PACÍFICA,.
El pionero de la resistencia pacífica, fotos.
A Henry David Thoreau lo encarcelaron por oponerse a la guerra y la esclavitud. Fue un precursor del pacifismo, la desobediencia civil y el ecologismo que inspiró a Gandhi, a Luther King y a una legión de admiradores. Se cumplen 200 años de su nacimiento.
Cuando el carcelero cerró la puerta, Henry David Thoreau sonrió tranquilo. «No pude menos que pensar en la estupidez de esa institución (el Estado) que me trataba como si simplemente fuese un montón de carne, sangre y huesos. Ni por un momento me sentí encerrado», escribió en su diario. lo encarcelaron el 24 de julio de 1846 porque se negó a pagar el poll tax, el impuesto para poder votar. «Bajo un gobierno que encarcela injustamente, el verdadero lugar para el hombre justo es la cárcel», anotó sin estar afligido en absoluto por verse tras las rejas de la prisión de Concord, la ciudad cercana a Boston en la que nació hace ahora 200 años.
Pasados 170 años de su rebelión pacífica se siguen multiplicando las protestas a la ‘manera Thoreau’, como la protagonizada en EE.UU por esta mujer en 2016 que se manifestaba contra el racismo y violencia policial
Se negó a pagar el impuesto porque no estaba de acuerdo con la guerra contra México ni con la esclavitud: «Este pueblo debe dejar de tener esclavos y de luchar contra México, aunque le cueste su propia existencia como pueblo», proclamó.Tozudo, desafiante, Henry David Thoreau fue un espíritu libre. Fue pacifista y desobediente. Se inspiraron en él y lo admiraron Gandhi (devoto lector de su ensayo Desobediencia civil) y Martin Luther King, entre otros.“Bajo un gobierno que encarcela injustamente, el lugar para el hombre justo es la cárcel”, anotó tras ser apresado
Fue también naturalista y uno de los primeros impulsores de la defensa del medioambiente: «Quien tala árboles más allá de un determinado número está exterminando a las aves», pronosticó. Sus reflexiones suenan hoy muy actuales: defendía una alimentación sana, decía que sobraban estimulantes y calorías en la dieta de sus contemporáneos, lo dijo en el siglo XIX. Propugnaba la vida en la naturaleza y su protección: «Creo en el bosque, en la pradera y en la noche en la que crece el grano. […] Supongo que lo que en otros hombres es religión en mí es amor por la naturaleza», explicó.
«El hombre es rico en proporción a la cantidad de cosas de las que puede prescindir», dijo Thoreau. Vivió en el lago Walden casi como un asceta, pero visitaba la ciudad con frecuencia. Y tras dos años de retiro regresó a la vida urbana
Protestas a la ‘manera Thoreau’ Pasados 170 años de su rebelión pacífica se siguen multiplicando las protestas ‘a lo Thoreau’, como la protagonizada en Estados Unidos por esta mujer que se manifestó, en 2016, contra el racismo y la violencia policial.Sus descripciones de los bosques, ríos y paisajes, que recorrió con un afán entre místico y primitivo, son primorosas. Las dejó plasmadas en sus diarios y en libros como Cartas a un buscador de sí mismo, textos que se reeditan ahora con su libro más famoso, Walden, el ensayo en el que relata sus dos años y dos meses de retiro en una cabaña en el bosque.
Se retiró más de dos años a una cabaña junto al lago Walden, en Massachusetts. Narró su vivencia en Walden
Se asentó -de 1845 a 1847- en las 4,5 hectáreas que su amigo Ralph Waldo Emerson había comprado junto al lago Walden, cerca de Concord. Se convirtió en una especie de ermitaño (aunque iba a menudo a la ciudad) porque quería demostrarse a sí mismo que era capaz de procurarse su subsistencia, limitarse a lo que de verdad es importante y prescindir de lo todo demás.La cabaña era sencilla, lo ayudaron sus amigos a levantarla. Él mismo (que era un erudito de manos finas) aró la tierra y sembró judías, tomates, calabacines, maíz y patatas. Su vida consistió en buscar alimento, leer a Virgilio, Goethe, Jenofonte, Homero y otros clásicos, a aprender qué decían ellos del vuelo de los pájaros y la llegada de la primavera, a escribir y a caminar. Thoreau es casi el patrón de los caminantes. Pasaba cuatro horas diarias en el escritorio y otras cuatro en los caminos, habló de ello en su ensayo Caminar.
‘La vida en los bosques’, publicado en 1854 y con constantes reediciones en todo el mundo
Fue muchas cosas Thoreau, también un decidido trascendentalista defensor de la idea de que cada individuo labra su destino y debe hacer lo correcto, aunque vaya en contra de la ley y de la mayoría. La mayoría le daba lástima. Veía a la gente prisionera de sus comercios, oficinas o granjas. Los demás vivían una existencia absurda «entrando en negocios para salir de deudas, enfermando para poder ahorrar algo para el día en el que llegue la enfermedad».Claro que él era un privilegiado que se pudo permitir el lujo de vivir para pasear, pensar y escribir. No tuvo hijos ni se casó. Nació en una familia bien situada. eran dueños de una mediana empresa que fabricaba lápices y papeles y también reparaba relojes.Fue contradictorio: defendió a John Brown, un violento abolicionista condenado por asesinato
Tolstoi y Clinton
Henry David (que había nacido como David Henry, pero que en otro acto de rebeldía se cambió el orden en 1837) estudió idiomas y filosofía en Harvard. Luego fue profesor en la escuela de Concord y en una academia que fundó con su hermano John: por supuesto se negó a golpear a los alumnos con la palmeta.También trabajó un tiempo en los lápices familiares y los mejoró. Fue instructor de los hijos de su amigo Emerson y después se hizo agrimensor, una profesión que le permitía zambullirse en los campos y bosques de sus amores.
Por su defensa de la naturaleza, su fe en la desobediencia pacífica y sus escritos tiene Thoreau una legión de admiradores, entre los que figuran León Tolstoi o presidentes de Estados Unidos como Bill Clinton. Su efigie acompaña a George Washington, Benjamin Franklin y otros insignes personajes en el Panteón de los Héroes Norteamericanos de la Universidad de Nueva York.
Pero también hay sombras. Él, todo un adalid de la no violencia, defendió a John Brown, un violento abolicionista que fue acusado de asesinato y sentenciado a la horca. Sus críticos apuntan las contradicciones de un hombre que gozó de una vida desahogada, sin ataduras, que vivió la dureza de la agricultura solo dos años y luego regresó a las comodidades de la ciudad, que fue a la cárcel por sus ideas, sí, pero solo una noche. Lo liberaron la mañana del 25 de julio de 1846. «Algún entrometido pagó aquel impuesto», escribió en su diario.
Desobedientes que se inspiraron en Thoreau
Un título para nuevas ideas Mahatma Gandhi leyó el ensayo de Thoreau Desobediencia civil y de él tomó el nombre e ideas para su resistencia pacífica.Un sistema inmoral Martin Luther King confesó que, tras leer a Thoreau, se quedó «fascinado por la idea de no cooperar con un sistema inmoral».
TITULO: EL BLOC DEL CARTERO - LA CARTA DE LA SEMANA - LOS POKÉMONS Y UN AMIGO,.
LOS POKÉMONS Y UN AMIGO,.
foto. Reloj.
Tengo un buen amigo, muy cercano a mí, ejecutivo aseado, frisando los sesenta años, de buena planta y mejor labia, con economía saneada y generoso compás para compartir los mejores vinos y mostrarte las mejores mesas… que está enganchado al juego de Pokémon Go. Tal invento, que reconozco entretiene en los viajes en taxi en los que no hay que hablar por teléfono y al que dediqué algunas semanas hasta que me harté, es un juego en el que hay que capturar unos muñecos de diverso tipo repartidos por las calles mediante el lanzamiento con un dedo de una suerte de bola que los envuelve y almacena. Luego esos pokémons pueden evolucionar a animales más fuertes y ser nuestros combatientes en ‘gimnasios’ en los que enfrentarse a otro de un jugador rival. El GPS que sale en pantalla nos indica dónde se encuentran esos gimnasios, que aparecen en el mapa por el que vamos circulando como si fuera el pirulí del RTVE de la M-30 de Madrid. Uno va acumulando puntos a medida que captura bichos y va subiendo de nivel, dándose el caso de que cada salto supone un aumento exponencial de los requisitos: de uno a dos pasas con mil px y de 26 a 27, con doscientos mil. Hay que coger mucho Pokémon para llegar ahí. No digamos para llegar al nivel 40, que parece ser el máximo: para llegar ahí desde el 39 hay que conseguir ¡cinco millones de puntos!
Total, mi buen amigo, persona de orden y entregada a su trabajo como nadie, ha hecho cosas para capturar pokémons que no las hacía para capturar ligues cuando salíamos de jovencitos -y no tan jovencitos- en aquellas noches en las que las muchachas aún nos miraban. La última, por ejemplo, pretender bajar de un AVE en Ciudad Real porque en el andén le salía un muñeco de los que parecen ser difíciles de encontrar. Intentó cazarlo desde dentro, pero no sé qué problema tenía. Ha ralentizado taxis para aprovechar diversas Pokeparadas, que es donde se consiguen las bolas de munición con las que llevarse los bichos. Ha mantenido reuniones de trabajo tedioso con el teléfono bajo la mesa por si aparecía algo. Vive cerca de su trabajo y prefiere salir un poco antes para ir caminando y aprovechar el trayecto. conoce perfectamente en qué rincón le espera cada cosa. Al parecer, si capturas pokémons y obtienes pokeballs en las paradas siete días seguidos, consigues premios sustanciosos tanto en material de captura como en puntos totales. no es la primera vez que, según cuenta, ha tenido que bajar a la calle un domingo a la búsqueda de caza antes de acabar el día para completar la semana y llevarse no sé cuántos px. Y lo bueno es que te llama para contártelo. Y no digamos cuando consigue alguno de los más pretendidos, ¡parece un niño chico con un regalo de Reyes!
En fin, que tras no poca dedicación ha superado el nivel 30, al que llegar parece complicadísimo, pero la espera para alcanzar el soñado 40 se le hace eterna, con lo que ha conseguido un BOT que le ayuda en las capturas cuando él no puede. Un BOT es un robot, una suerte de aplicación: lo instalas y hace el trabajo por ti, pero, ojo, puedes ser banneado por la empresa, que lógicamente no quiere juego sucio. Banneado es ‘expulsado del juego’, y te comes todo lo que habías conseguido. ¡Menudo drama se produciría si eso le ocurriese! Ha consultado algunos foros y en ellos advierten que tal cosa te puede pasar según qué ayuda uses. Él, un hombre formal y razonablemente serio al machadiano entender, recibiría este golpe con mucho más disgusto que si lo expulsaran del círculo de labradores del que es socio o de la hermandad con la que procesiona y en la que es capaz de salir de nazareno con el iPhone debajo del antifaz.
Escribo esto porque noto la angustia en su rostro y no atiende debidamente las llamadas de los amigos. Sus hijos le han dado por imposible, y nosotros, los compañeros de correrías, tratamos de animarle diciendo que de todo se sale si se tiene voluntad y valor. Pero por ahora está sirviendo de poco. Esperemos que no haya que llamar a Proyecto Hombre, pero la cosa no pinta bien.
Coño, mira, un Picachu.
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