Cuestión de genes / fotos.
Durante casi un siglo, una rama de la biología defendió que la inteligencia, la pobreza o la dominación masculina venían determinadas en los genes
La teoría del determinismo genético defendía que las diferencias sociales estaban escritas en nuestro ADN, por lo que era inevitable conseguir una sociedad igualitaria
La genética se convirtió en un arma social que justificaba las discriminaciones hasta que los últimos avances científicos han desmontado las peligrosas ideas concebidas en nombre del gen
¿Es el cerebro femenino inferior por naturaleza?, ¿los negros
y los latinos están condenados al fracaso por el gen de la pobreza?,
¿existe el gen de la agresividad y del crimen? Durante casi un siglo,
una corriente biológica abogó por este tipo de premisas, defendiendo que
los genes aportaban características como la inteligencia, la dominación
masculina, el crimen o la superioridad de la raza blanca sobre las
demás.
La conclusión al silogismo del determinismo genético derivaba en la
creencia, de que las desigualdades sociales existían y eran inevitables,
porque estaban escritas en nuestro ADN y que resultaría ingenuo
imaginar, que pudiera conseguirse una sociedad verdaderamente
igualitaria. “Eso no es biología, eso no está en tu ADN”, asegura el
antropólogo Agustín Fuentes en la órbita, diametralmente opuesta a estas
teorías deterministas. “Todo esto nos lleva por direcciones muy, muy
peligrosas, a políticas decididas por la biología”, se reafirma otro de
los expertos en “Cuestión de genes”.
La creencia de que los genes y la evolución determinan nuestro lugar
en la sociedad, va más allá del género, de la raza o de la clase social.
La genética se utilizó durante décadas para justificar las
discriminaciones. Estados Unidos, impulsado por este determinismo
evolutivo, adoptó medidas como la eugenesia, en contra de los grupos
considerados biológicamente inferiores. “Cualquier persona a la que un
trabajador social hubiera considerado torpe, retrasada o con cualquier
problema, el trabajador social entraba y decía ‘quiero que se esterilice
a esta persona’”, cuenta una víctima de eugenesia.
“Cuestión de genes”, analiza las viejas teorías del poder de los
genes y sus comprometidas consecuencias y las corrientes más críticas
contra esa herencia genética. Los últimos avances científicos, como el
proyecto genoma han desmontado las peligrosas ideas, concebidas en el
nombre del gen. “Es algo extraordinario, porque nos dice que no existen
barreras psicológicas para tener una sociedad más justa, más
igualitaria, más humana, lo que nos determina está en nuestra historia,
en nuestra política y en nuestras relaciones sociales y, no en ninguna
parte de nuestra anatomía”, afirman los bioéticos en el documental.
“CUESTIÓN DE GENES” se emite en DOCUMENTOS TV el martes, 9 de mayo de 2017 a la 01:00 h. por La 2 de TVE,.
TITULO: EN PORTADA CRONICAS MUJERES VIAJERAS - LA PAZ EMPIEZA MAÑANA,.
TITULO: EN PORTADA CRONICAS MUJERES VIAJERAS - LA PAZ EMPIEZA MAÑANA,.
La paz empieza mañana, fotos.
En Portada muestra la desmovilización de las FARC..Entre los desafíos, la sustitución del los cultivos ilícitos; evitar que el narcotráfico se haga fuerte en el país e implementar políticas que cohesionen a una sociedad dividida. Lunes 8 de mayo, en La 2, a las 23.30,.
¿Se puede superar un conflicto que a lo largo de 52 años ha causado 220.000 muertos; 5 millones de desplazados; más de 40.000 secuestros; 60.000 desaparecidos que yacen en fosas comunes repartidas por todo el país? ¿Se puede poner a cero el contador de la historia?
¿Por qué el gobierno de Juan Manuel Santos ha conseguido lo que intentaron, sin éxito, Presidentes como Julio César Turbay, Belisario Betancur, Virgilio Barco, César Gaviria, Andrés Pastrana o Álvaro Uribe? .
Nadie sabría responder con certeza, pero los analistas y expertos en el conflicto más antiguo de la región latinoamericana, coinciden en que sólo ahora se han dado circunstancias que antes no existieron: discreción en las negociaciones que han durado seis años y de las que sólo se tuvo noticia en el último tercio; una férrea voluntad por parte del gobierno y de las FARC para llegar a un acuerdo y la externalización del diálogo que transcurrió fuera de Colombia y con la mediación de gobiernos extranjeros y de Naciones Unidas.
Quizás habría que añadir algo más: la incorporación de las víctimas a las conversaciones, un colectivo que ha remado en la misma dirección del gobierno, pese a que el precio del proceso de paz pasará, inevitablemente, por la elusión de la cárcel de quienes, en estricta justicia, -responsables insurgentes, paramilitares, miembros del ejército corruptos y algún político de altura-, han hecho méritos para pudrirse entre rejas.
Pero el plazo ha tenido que ampliarse, porque las caletas y contenedores donde las FARC están depositando sus arsenales, todavía no estaban listos. Tampoco se finalizaron en la fecha prevista, las instalaciones donde la guerrilla tiene previsto vivir, al menos provisionalmente. Los insurgentes, que en muchos casos se han reunido con sus familias, han vivido los últimos meses entre plásticos y barro. El equipo de En Portada fue testigo de las condiciones diarias de los guerrilleros del Frente Jacobo Arenas, cuya columna móvil causaba terror en departamentos como Valle y Cauca.
Su indignación era tal que llegaron a amenazar con no entregar el armamento, mientras el gobierno no cumpliera los acuerdos. Naciones Unidas, -cuya misión en Colombia está resultando un éxito-, advirtió que el diablo está en los detalles y que todas las partes deberían cumplir lo pactado, para evitar diferencias y sobre todo, desconfianza. Antonio Ospina, el responsable logístico del Frente Jacobo Arenas, lamentaba que después de haber conseguido lo que parecía más difícil, el Acuerdo de Paz, fuera un asunto de menor rango, la falta de infraestructuras , lo que enturbiara el trabajo de los negociadores. “Mataron el tigre, nos decía, y ahora se asustan del cuero”.
Y lo más importante: convencer a una nación dividida de la bondad de los Acuerdos. Paradójicamente, los departamentos que más han sufrido, son los que apoyan con más entusiasmo la nueva etapa. Los cálculos más conservadores estiman que desde que comenzó el alto el fuego, se han ahorrado más de 2.000 vidas humanas. Una cifra que debería ser suficiente para vencer resistencias.
¿Por qué el gobierno de Juan Manuel Santos ha conseguido lo que intentaron, sin éxito, Presidentes como Julio César Turbay, Belisario Betancur, Virgilio Barco, César Gaviria, Andrés Pastrana o Álvaro Uribe? .
Nadie sabría responder con certeza, pero los analistas y expertos en el conflicto más antiguo de la región latinoamericana, coinciden en que sólo ahora se han dado circunstancias que antes no existieron: discreción en las negociaciones que han durado seis años y de las que sólo se tuvo noticia en el último tercio; una férrea voluntad por parte del gobierno y de las FARC para llegar a un acuerdo y la externalización del diálogo que transcurrió fuera de Colombia y con la mediación de gobiernos extranjeros y de Naciones Unidas.
Quizás habría que añadir algo más: la incorporación de las víctimas a las conversaciones, un colectivo que ha remado en la misma dirección del gobierno, pese a que el precio del proceso de paz pasará, inevitablemente, por la elusión de la cárcel de quienes, en estricta justicia, -responsables insurgentes, paramilitares, miembros del ejército corruptos y algún político de altura-, han hecho méritos para pudrirse entre rejas.
Mataron el tigre y se asustan del cuero
El proceso está en una de las fases más delicadas: la de la desmovilización de las FARC, la guerrilla que en los 90 estuvo a punto de ganar la guerra al Estado; la entrega de las armas y la puesta en marcha del calendario de incorporación de los guerrilleros a la vida civil. El llamado Mecanismo de Monitoreo y Verificación –del que forman parte el gobierno, la guerrilla y Naciones Unidas-, tenía una hoja de ruta para la entrega de las armas que debería finalizar el 1 de junio.Pero el plazo ha tenido que ampliarse, porque las caletas y contenedores donde las FARC están depositando sus arsenales, todavía no estaban listos. Tampoco se finalizaron en la fecha prevista, las instalaciones donde la guerrilla tiene previsto vivir, al menos provisionalmente. Los insurgentes, que en muchos casos se han reunido con sus familias, han vivido los últimos meses entre plásticos y barro. El equipo de En Portada fue testigo de las condiciones diarias de los guerrilleros del Frente Jacobo Arenas, cuya columna móvil causaba terror en departamentos como Valle y Cauca.
Su indignación era tal que llegaron a amenazar con no entregar el armamento, mientras el gobierno no cumpliera los acuerdos. Naciones Unidas, -cuya misión en Colombia está resultando un éxito-, advirtió que el diablo está en los detalles y que todas las partes deberían cumplir lo pactado, para evitar diferencias y sobre todo, desconfianza. Antonio Ospina, el responsable logístico del Frente Jacobo Arenas, lamentaba que después de haber conseguido lo que parecía más difícil, el Acuerdo de Paz, fuera un asunto de menor rango, la falta de infraestructuras , lo que enturbiara el trabajo de los negociadores. “Mataron el tigre, nos decía, y ahora se asustan del cuero”.
Motivos para la esperanza
Nadie duda de que las FARC son historia. Las dificultades del llamado post conflicto no están en el tejado de la guerrilla. El riesgo de que el narcotráfico se extienda en Colombia es real y terminar con los cultivos ilícitos, una fuente de ingresos para muchos campesinos, implica inversión y desarrollo en un país donde hay tierra para todos, pero está mal repartida. Otro punto, es trabajar para que la delincuencia a gran escala no se instale en el país.Y lo más importante: convencer a una nación dividida de la bondad de los Acuerdos. Paradójicamente, los departamentos que más han sufrido, son los que apoyan con más entusiasmo la nueva etapa. Los cálculos más conservadores estiman que desde que comenzó el alto el fuego, se han ahorrado más de 2.000 vidas humanas. Una cifra que debería ser suficiente para vencer resistencias.
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