El sabado -20- mayo por La Sexta a las 21:30 , foto,.
Susana Díaz: "Me sentaré con Pedro Sánchez y Patxi López para ver de qué manera pueden aportar al partido"
"Voy a contar con todos al margen de quién hayan apoyado", afirma la candidata a la secretaría general del PSOE, Susana Díaz, que no considera que sus compañeros de partido sean sus rivales. "No voy a mirar que el talento del partido haya mirado a una candidatura o a otra", explica en caso de ganar las primarias del PSOE.TITULO: LA NOCHE TEMATICA - La conexión intestino, SABADO -20- MAYO,.
La noche temática - La conexión intestino,.
Llevamos décadas luchando contra un mundo invisible y microscópico que nos rodea.
Nos vacunamos, ingerimos antibióticos, desinfectamos, esterilizamos.
En nuestra sociedad, la guerra contra los microbios se agrava, y nuestra vida se vuelve cada vez más antiséptica.
¿deberíamos combatir contra todos los microbios sin distinción? ¿Representan todos una amenaza para la humanidad?,.
| sabado a las 23:30 por La 2, foto
Esta Noche Temática nos acerca a los beneficios de nuestro universo microscópico
Esta Noche Temática incluye los siguientes títulos: “Hacer de tripas corazón” y “Un mundo sin microbios”.
Dietas insufribles, ejercicio diario, en ocasiones nuestro esfuerzo por perder peso, se convierte en una auténtica carrera de fondo difícil de ganar. ¿Por qué es tan difícil perder esos kilos de más? ¿Qué es lo que determina nuestro peso? La clave puede estar en los microbios que habitan en nuestro intestino. Ellos pueden ser cruciales para determinar quién es obeso y quién esbelto.
Los investigadores están buscando pistas sobre lo que determina nuestro peso. Según la doctora Arya Sharma de la Universidad de Alberta: “Está comprobado que, de cada veinte personas que empiezan a seguir una dieta y a hacer ejercicio, diecinueve no consiguen perder peso”. Por su parte, el genetista Tim Spector encuentra la solución en nuestro interior: “Hay personas que tienen una propensión genética a la obesidad, pero también sabemos que, además de eso, hay otra cosa que hasta ahora no nos habíamos planteado seriamente. La pieza faltante del puzzle es algo que tenemos dentro. Y ese algo no sólo influye en nuestra forma de comer, en lo que comemos, sino en nuestra forma de usar la energía de la comida. Y ese algo son los microbios”.
Estos increíbles organismos, y el entorno en el que viven,
conforman nuestro mundo interior, conocido como “microbioma” que
desempeña un papel principal en nuestro sistema inmune.
Nuestra vida y nuestra salud, nuestro cuerpo, son paraísos para las bacterias. Las tenemos en la piel, en la boca, y, sobre todo, en las tripas. El vínculo entre nuestra dieta, nuestros microbios y nuestro peso quedó demostrado por primera vez hace menos de una década. Las bacterias intestinales no son sólo una señal de la obesidad: podrían ser una de sus causas. Nuestro microbioma intestinal es como un huerto. Los científicos están descubriendo que es crucial tener un amplio abanico de especies. Las personas obesas tienen, en general, un microbioma menos rico y diverso que las personas delgadas.
El genetista Tim Spector utiliza a su hijo Tom, como conejillo
de indias. Y durante diez días comerá sólo hamburguesas con patatas
fritas, y Coca Cola. ¿Sobrevivirá el microbioma de Tom? La comida rápida
puede ser un festín para su intestino delgado, donde es digerida, pero
provoca una hambruna más abajo, donde sus microbios intestinales esperan
a ser alimentados, donde viven la mayoría de nuestro microbios
beneficiosos.
La comida procesada está repleta de hidratos de carbono y azúcares, que son de absorción fácil, van directos a nuestro flujo sanguíneo, mientras que los microbios presentes en nuestro intestino grueso acaban castigados sin comer.
El alimento favorito de los microbios que viven en nuestro colon, son las cosas que se quedan entre los dientes cuando masticamos. Las bacterias se nutren de alimentos con fibras indigestas, desde las alcachofas hasta los calabacines. Son los llamados “prebióticos”. Según el genetista Tim Spector, cuantas más especies diferentes de microbios hay en nuestro intestino, más sano será nuestro sistema inmune y menos probabilidades tendremos de ser obesos.
No podría existir el mundo, o incluso la vida, sin bacterias, sin hongos, sin virus. Muchos microbiólogos están convencidos de que la obsesión actual por la esterilidad, no es solamente un esfuerzo en vano, sino que es perjudical. Las bacterias intestinales pueden influir en enfermedades neurológicas graves como el autismo, el parkinson e incluso el alzheimer. Mantener una microbiota sana y variada es una forma de protegernos contra muchas enfermedades, de la mente y también del cuerpo. Y tenerlo en cuenta podría cambiar por completo el enfoque en lo que concierne a enfermedades psiquiátricas y las terapias que se utilizan para estas enfermedades.
Obesidad, diabetes, alergias, enfermedades del hígado y del sistema cardiovascular. En los países industrializados, estas patologías se están propagando a un ritmo acelerado, y parece ser una consecuencia directa de ciertos cambios en la flora intestinal de la población. Los motivos son el uso de antibióticos a gran escala, medidas higiénicas cada vez más drásticas y, por encima de todo, una dieta en la que la concentración de azúcar y grasa es cada vez mayor. Para restablecer un equilibrio adecuado ya están siendo explotadas varias vías, entre ellas los denominados “trasplantes fecales”. Curar cáncer, diabetes, infecciones, pueden ser los milagros del trasplante fecal.
Nuestros hogares son refugios de microbios, desde el suelo, el
techo, el baño hasta la cocina. Por fortuna el 99% no representa ningún
peligro. Pero no es un mundo sin bacterias lo que necesitan nuestros
hogares, sino un mundo enriquecido con ellas.
Incluso fuera de nuestros hogares, nuestro entorno es cada vez más aséptico. Nuestras ciudades crecen, el asfalto se extiende, haciendo prácticamente imposible cualquier contacto con la tierra.
El microbiólogo Jack Gilbert apuesta por
ampliar el número de especies con los que estamos en contacto:“Si un
niño crece en una casa cerca de un parque, o cerca de un ambiente donde
hay muchos animales…¿ Es menos probable que desarrolle asma, alergias, o
intolerancias a los alimentos? Es posible que rediseñando nuestras
ciudades y aumentando la microbiodiversidad a la que están expuestos
nuestros hijos en un entorno urbano, podamos aliviar estas condiciones y
mejorar su calidad de vida”.
Las megalópolis se han convertido en mundos virtualmente sin microbios, y las personas que viven en ellas son cada vez más frágiles.
Esta Noche Temática incluye los siguientes títulos: “Hacer de tripas corazón” y “Un mundo sin microbios”.
“Hacer de tripas corazón” TP
La Noche Temática inicia su emisión con el documental “Hacer de tripas corazón”, una producción canadiense de 2015 dirigida por Leora Eisen, de 52 minutos de duración y producida por 90th Parallel.Dietas insufribles, ejercicio diario, en ocasiones nuestro esfuerzo por perder peso, se convierte en una auténtica carrera de fondo difícil de ganar. ¿Por qué es tan difícil perder esos kilos de más? ¿Qué es lo que determina nuestro peso? La clave puede estar en los microbios que habitan en nuestro intestino. Ellos pueden ser cruciales para determinar quién es obeso y quién esbelto.
Los investigadores están buscando pistas sobre lo que determina nuestro peso. Según la doctora Arya Sharma de la Universidad de Alberta: “Está comprobado que, de cada veinte personas que empiezan a seguir una dieta y a hacer ejercicio, diecinueve no consiguen perder peso”. Por su parte, el genetista Tim Spector encuentra la solución en nuestro interior: “Hay personas que tienen una propensión genética a la obesidad, pero también sabemos que, además de eso, hay otra cosa que hasta ahora no nos habíamos planteado seriamente. La pieza faltante del puzzle es algo que tenemos dentro. Y ese algo no sólo influye en nuestra forma de comer, en lo que comemos, sino en nuestra forma de usar la energía de la comida. Y ese algo son los microbios”.
Nuestra vida y nuestra salud, nuestro cuerpo, son paraísos para las bacterias. Las tenemos en la piel, en la boca, y, sobre todo, en las tripas. El vínculo entre nuestra dieta, nuestros microbios y nuestro peso quedó demostrado por primera vez hace menos de una década. Las bacterias intestinales no son sólo una señal de la obesidad: podrían ser una de sus causas. Nuestro microbioma intestinal es como un huerto. Los científicos están descubriendo que es crucial tener un amplio abanico de especies. Las personas obesas tienen, en general, un microbioma menos rico y diverso que las personas delgadas.
La comida procesada está repleta de hidratos de carbono y azúcares, que son de absorción fácil, van directos a nuestro flujo sanguíneo, mientras que los microbios presentes en nuestro intestino grueso acaban castigados sin comer.
El alimento favorito de los microbios que viven en nuestro colon, son las cosas que se quedan entre los dientes cuando masticamos. Las bacterias se nutren de alimentos con fibras indigestas, desde las alcachofas hasta los calabacines. Son los llamados “prebióticos”. Según el genetista Tim Spector, cuantas más especies diferentes de microbios hay en nuestro intestino, más sano será nuestro sistema inmune y menos probabilidades tendremos de ser obesos.
“Un mundo sin microbios” TP
La Noche Temática continúa su emisión con el documental “Un mundo sin microbios”, una producción alemana de 2016 dirigida por Marianne Cramer, de 52 minutos de duración y producida por AB Productions y Docland Yard.No podría existir el mundo, o incluso la vida, sin bacterias, sin hongos, sin virus. Muchos microbiólogos están convencidos de que la obsesión actual por la esterilidad, no es solamente un esfuerzo en vano, sino que es perjudical. Las bacterias intestinales pueden influir en enfermedades neurológicas graves como el autismo, el parkinson e incluso el alzheimer. Mantener una microbiota sana y variada es una forma de protegernos contra muchas enfermedades, de la mente y también del cuerpo. Y tenerlo en cuenta podría cambiar por completo el enfoque en lo que concierne a enfermedades psiquiátricas y las terapias que se utilizan para estas enfermedades.
Obesidad, diabetes, alergias, enfermedades del hígado y del sistema cardiovascular. En los países industrializados, estas patologías se están propagando a un ritmo acelerado, y parece ser una consecuencia directa de ciertos cambios en la flora intestinal de la población. Los motivos son el uso de antibióticos a gran escala, medidas higiénicas cada vez más drásticas y, por encima de todo, una dieta en la que la concentración de azúcar y grasa es cada vez mayor. Para restablecer un equilibrio adecuado ya están siendo explotadas varias vías, entre ellas los denominados “trasplantes fecales”. Curar cáncer, diabetes, infecciones, pueden ser los milagros del trasplante fecal.
Incluso fuera de nuestros hogares, nuestro entorno es cada vez más aséptico. Nuestras ciudades crecen, el asfalto se extiende, haciendo prácticamente imposible cualquier contacto con la tierra.
Las megalópolis se han convertido en mundos virtualmente sin microbios, y las personas que viven en ellas son cada vez más frágiles.
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