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NEGOCIOS & ECONOMIA - Un juez abre vía para negar refacturación de luz por manipulación del medidor que encienden las eléctricas ,.
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Un juez abre vía para negar refacturación de luz por manipulación del medidor que encienden las eléctricas,.
Las empresas de energía no pueden emitir facturas de energía sin antes proporcionar evidencia fehaciente de manipulación de medidores, consumo irregular de electricidad o gas y luego calcularlos de manera objetiva. Eso significa que no puede demandar y cobrar fácilmente. Así opina un juzgado de Terrassa, que absolvió a una familia de pagar casi 12.500 euros de luz por una supuesta manipulación del contador. Endesa les había emitido una factura atrasada por el período (poco más de tres años) en el que supuestamente pagaron de menos porque habían manipulado el medidor. Según esta sentencia judicial del pasado mes de febrero, la empresa que demandó a los presuntos responsables no solo tendrá que dejar de pagar la cantidad con los intereses de ley, sino que también tendrá que hacerse cargo de las costas de la demanda.
La sentencia del Juzgado de Primera Instancia de Terrassa 1 (cuyo texto se puede consultar aquí) concluye que las pruebas aportadas por Endesa, en particular el informe de la prueba, son insuficientes para acreditar que el usuario manipula el contador eléctrico. El juez Jordi Álvarez rechaza el documento porque el inspector que lo firmó es un empleado de la empresa y por tanto es parcial. En su decisión, el juez acusó a Endesa de no informar a la usuaria sobre el descubrimiento de la supuesta artimaña en el mismo momento del cheque, para que pudiera «experimentar y preconstituir su estado». [antes de la apertura del proceso judicial] la prueba».
Señalan esta decisión desde la oficina abogados, que encabezó la defensa de la demandada, es de gran relevancia para todos los consumidores de energía. Como explica Mario Rodríguez, abogado de la firma, el fallo establece límites claros a la práctica de las empresas de recargar automáticamente supuestos fraudes de medidores sin notificar a los clientes y sin verificar la veracidad de las denuncias por parte de un experto independiente.
Doce mil quinientos euros más luz
El caso resuelto por el Juzgado de Terrassa se remonta a diciembre de 2020. En plena pandemia, Endesa realizó una inspección del contador de la instalación eléctrica de uno de sus clientes en la ciudad catalana, tras percatarse de la manipulación del contador, realizó un recálculo de los importes facturados a partir del 23 de noviembre de 2017 a 3 de marzo de 2021 por Importe de 12.469,87 euros.
La empresa se basó en el artículo 87 de un Real Decreto de 2000 que regula las actividades de suministro de energía eléctrica para calcular la cantidad que supuestamente le debía su cliente. Este requisito permite a las compañías eléctricas interrumpir el suministro de forma inmediata “si se manipula el dispositivo de medida o control o se impide su correcto funcionamiento”. La norma también establece que si no existe un criterio objetivo de facturación en este caso, la regla aplicable es cobrar la potencia contratada por seis horas de uso diario durante un año. Independientemente de que la empresa pueda acudir posteriormente a los tribunales.
El cliente demandado se opuso al pago de los 12.500 euros más los intereses legales y negó que se hubiera manipulado el contador de electricidad. Su abogado defensor también rechazó la veracidad del procedimiento de prueba y cuestionó los cálculos de Endesa para recalcular el consumo de energía. Además, el plazo legal de un año para transferir el nuevo importe ha vencido desde la revisión.
mala prueba
La resolución del caso se basa en el principio jurídico de que el actor debe presentar los hechos en que fundamenta sus pretensiones contenido en el artículo 217 del Código de Procedimiento Civil. Pues bien, según el magistrado de la corte catalana, Endesa no ha demostrado suficientemente la existencia de un cambio en el contador de luz que haya causado pérdidas a la empresa.
El juez argumentó que el informe elaborado por Endesa y presentado a juicio no tenía «valor probatorio» porque estaba firmado por un propio empleado de la empresa, aunque afirmó en el juicio que no era así. El juez tira de orejas a la empresa en el veredicto porque no comunicó esta petición a su cliente en el mismo momento de la revisión del auditor.
Por otro lado, se niega el cómputo del recálculo dictado por incumplimiento del citado decreto. El juez duda que los datos proporcionados por la empresa (un historial de consumo sin fecha) permitan un cálculo mínimamente objetivo del gasto real del cliente. “Hubiera sido deseable que la demandante hubiera presentado historiales completos de facturación de los periodos, fechas y consumos reales de la demandada así como consumos posteriores para poder acreditar la diferencia de consumo”, argumenta. En cualquier caso, concede, debería haberse aplicado la regla de las seis horas de luz diarias prevista en la normativa de 2000.
A falta de pruebas suficientes tanto para acreditar la artimaña del contador como para calcular las nuevas facturas, el juez desestimó la demanda de Endesa y absolvió al consumidor del pago de las cantidades reclamadas. También ordenó a la empresa hacerse cargo de las costas de todo el proceso.
TITULO: REVISTA PANTALLA SEMANAL CON - Brian Hood,.
Brian Hood,.
Hood, el australiano que amenaza con llevar a juicio a ChatGPT por difamarlo,.
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TITULO : CON LA PELOTA CON
- Fútbol - Empate exprés del Celta,.
Empate exprés del Celta,.
Dos goles de Rodríguez y Paciencia igualan en los últimos 5′ un duelo que tenía casi ganado el Sevilla a pesar de jugar con 10 desde el comienzo.
Dos goles en los últimos cinco minutos rescataron para el Celta un punto en el Ramón Sánchez Pizjuán ante un Sevilla que jugaba y ganaba con 10 jugadores desde antes del 20′, que acabó con 9 ante la impotencia de verse sin un triunfo vital que parecía tener ya en el bolsillo. Miguel Rodríguez y Paciencia igualaron el marcador para los celestes, que acumulan siete partidos consecutivos sin perder y mantienen la esperanza de lograr el séptimo puesto. El Sevilla, que hubiera firmado el empate tras quedarse con uno menos tan pronto, deberá seguir luchando por la permanencia y además se le queda aquella cara de tonto de la que tanto hablaba Luis Aragonés.
Porque componía el equipo de Mendilibar una oda a otro técnico mítico, Helenio Herrera, que entre otras muchas frases históricas dejó aquella de que con 10 se juega mejor que con once. En realidad, el Sevilla no jugó mal ni bien ni todo lo contrario, lastrado por una roja rigurosa pero comprensible para Pape Gueye, futbolista cuya estrella se ha apagado en los últimos tiempos a base de eso, expulsiones (ambas por doble amarilla) bastante inocentes. La del Atlético no pareció justa pero a ésta del Celta, aunque tempranera, no hay mucho que objetar: la primera tarjeta por un claro manotazo a Tapia y la segunda (18′) por un inintencionado pisotón, pero pisotón, a Iago Aspas.
Resulta que al fútbol minimalista que predica Mendilibar, que ya había triunfado en Cádiz de una manera parecida, no le hace falta casi ni disponer de ocasiones claras. En realidad, las dos jugadas aisladas que precedieron a los goles sevillistas no tenían a priori ni marchamo de gol. Un córner servido por Suso al primer palo en el que En-Nesyri madrugó a toda la defensa, incluido un descolocado Iván Villar, al final de la primera parte. Y, ya en la recta final del partido, con el Celta viviendo en campo contrario, un zurdazo desde 30 metros con el que Acuña no sólo sorprendió al portero celeste, sino a todos y cada uno de los algo más de 30.000 espectadores que se habían acercado al Sánchez-Pizjuán a pesar de tener al Cachorro, uno de los señores de Sevilla, desfilando por las calles.
Pero no, no había ganado el Sevilla aún. Dos chispazos bastaron a los celestes, que juegan al mismo ritmo contra 10 o contra 12. El canterano Miguel Domínguez ajustó al palo el 2-1 cuando se llegaba casi al descuento y Paciencia, tras un gran centro de Hugo Mallo, ponía de cabeza el 2-2 definitivo cuando apenas quedaba tiempo para otra roja sevillista, la de Acuña, entre protestas impotentes.
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