TITULO: Comando actualidad - Aquí no se puede vivir , Jueves - 27- Abril ,.
Aquí no se puede vivir ,.- Jueves -27- Abril , 23.40 - después de ‘Néboa’, en La 1 / fotos,.
Comando actualidad - Aquí no se puede vivir,.
‘Comando actualidad’ continua su análisis del sector del alquiler. Vivir de alquiler hoy es un 8% más caro que en 2022, y arrendar una habitación cuesta hoy lo mismo que hace siete años costaba alquilar una casa entera. Los españoles destinan una media del 40% de sus ingresos al pago del alquiler, seis puntos más que hace cinco años. Compartir piso a las afueras o vivir en una caravana en el extrarradio son algunas de las soluciones.
Vivir en la caravana
Juan es uno de los ocupantes de un aparcamiento de caravanas a las afueras de Palma de Mallorca. Vive en su casa rodante de 12 metros cuadrados. Antes pagaba 500 euros de alquiler, pero ahora le piden 1.000. “Es la única manera de tener un techo. Si con mi trabajo pudiera pagarme un alquiler no estaría aquí”, dice. Cristina compró la suya por 29.000 euros; está aparcada a unos pocos metros de Juan. “Me ducho en el polideportivo porque así voy a hacer gimnasia”. Francisco tiene 34 años. “Vivo aquí mejor que en una habitación en un piso compartido. En Madrid ya pagaba 350 euros sólo por habitación”, admite.
Habitaciones a precio de chalet
A sus 74 años, Daniel es un maestro jubilado que ha parcelado los 220 metros que tiene su casa para hacer habitaciones y alquilarlas. Él duerme en el sofá. Tiene diez inquilinos y asegura ingresar unos 2.000 euros al mes por el arrendamiento de la casa, situada a las afueras de Madrid. Luis es uno de sus inquilinos. Paga 367 euros por la habitación y su sueldo, dice, son unos 1.500 euros mensuales. César se ha dedicado a la hostelería y lleva once años viviendo en habitaciones. “Si me lo pudiese permitir, me iría a vivir solo, pero cuesta mucho dinero”.
Periferias cada vez más lejanas
“Las ciudades se vacían de vecinos, pero se llenan de turistas y de viviendas vacías”, dice Daniel Sorando, profesor de la Universidad de Zaragoza y experto en vivienda. Además, hay efecto dominó y también se han encarecido las periferias. Todo este proceso se llama gentrificación, un mecanismo por el que determinados barrios que estaban estigmatizados o tenían valor inmobiliario bajo, por una serie de procesos de rehabilitación urbana con fondos públicos, acaban siendo atractivos. Si esto sigue así, los vecinos tendrán que marcharse a periferias cada vez más lejanas”, asegura Sorando. Luis es agente inmobiliario en Málaga, una de las ciudades con el alquiler más caro de España. “Los pisos de alquiler cuestan desde 600 euros, con una habitación, hasta 1.100 euros de tres habitaciones”, asegura. “Las familias se están yendo fuera de la ciudad y estamos perdiendo al malagueño auténtico”, zanja.
TITULO: LAS GAFAS ROJAS - Ding resurge en el Mundial de ajedrez: vuelve a la silla y logra un empate balsámico gracias a sus amigos y a Bob Dylan ,.
LAS GAFAS ROJAS - Ding resurge en el Mundial de ajedrez: vuelve a la silla y logra un empate balsámico gracias a sus amigos y a Bob Dylan , fotos,.
Ding resurge en el Mundial de ajedrez: vuelve a la silla y logra un empate balsámico gracias a sus amigos y a Bob Dylan,.
El ruso Niepómniashi domina por 2-1, pero el chino se muestra de pronto muy seguro de sí mismo, dentro y fuera del tablero,.
Hay empates que saben a victoria. Como el de Liren Ding con las piezas negras frente a Ian Niepómniashi en la tercera partida del Mundial de ajedrez de Astaná (Kazajistán) tras perder la segunda el lunes, muy deprimido. En menos de 48 horas, el chino se ha transfigurado: ahora sonríe sin esfuerzo,.
TITULO: EN PORTADA CRONICAS MUJERES VIAJERAS - Detrás del poder de las grandes tecnológicas está el poder de siempre , Jueves -27- Abril,.
El Jueves - 27- Abril a las 23:30 en La 1,./ foto,.
Detrás del poder de las grandes tecnológicas está el poder de siempre,.
Detrás del poder de las grandes tecnológicas está el poder de siempre”, Marta Peirano y Remedios Zafra conversan sobre las redes sociales,.
La periodista y la ensayista han debatido sobre las plataformas digitales como síntoma del momento que vivimos en el ciclo ‘Conversaciones de futuro: Pensar en español’, organizado por EL PAÍS y la Fundación Ortega-Marañón,.
James, creo que empecé a creer en las redes sociales cuando leí que más del 70% de los homicidios que se cometen en Estados Unidos son obra de personas que se conocían.
James Fowler:
Sí, bueno, en la televisión vemos justo lo contrario.Y me parece que,
por eso, nos llevamos una impresión equivocada. Lo cierto es que nos
emocionamos mucho más con aquellas personas con las que estamos
conectados socialmente. Una de las cosas que Nicholas Christakis y yo
mencionamos en nuestro trabajo es que no sólo se difunden cosas buenas
en las redes sociales sino que también puede haber cosas malas: puedes
sentir emociones muy fuertes e influir a tus amigos hasta el punto de
que lleguen a matar a alguno de sus amigos. Y en las redes sociales
existe el efecto multiplicador.
Eduard Punset:
Escucha, una pregunta: la gente se reparte en grupos diferentes en
función del trabajo que dicho grupo debe realizar. Por ejemplo, si hay
un incendio, el grupo, la red, formará una única fila, quizás con un
cubo de agua… Quiero decir, después de todos estos años investigando,
¿cuál es tu impresión ahora?, ¿cómo nos organizamos?
“Lo fascinante de las redes sociales en el mundo real es que manifiestan las mismas propiedades que las redes sociales que hemos creado con un objetivo concreto“
James Fowler:
Es realmente interesante porque, básicamente, estudiamos dos tipos
distintos de redes: estudiamos las redes que constituimos con un
objetivo concreto, que diseñamos con una intención concreta, pero
también estudiamos las redes que surgen de forma natural. Simplemente,
surgen así, como consecuencia de nuestros actos independientes. Y lo
fascinante de las redes sociales en el mundo real es que manifiestan las
mismas propiedades que las redes sociales que hemos creado con un
objetivo concreto. Una de esas propiedades es la del "mundo pequeño". En
el ejemplo de la difusión de información, estamos ante una situación
donde puede haber un gran número de personas que se enteren de algo muy
rápidamente. Resulta que si yo tengo tres o cuatro amigos y ellos, a su
vez, tienen tres o cuatro amigos, la información se difunde a través de
esas redes que se construyen de forma natural, sin que nosotros hayamos
diseñado la red con esa intención. La propiedad del "mundo pequeño"
existe de verdad.
Los seis niveles de separación
Eduard Punset:
¿Y qué ocurre con esa famosa regla de que necesitas seis conexiones para transmitir una palabra o un mensaje?
James Fowler:
Bueno, esa idea de los seis niveles de separación está muy de moda
ahora. Surgió en los años 60 con la investigación de Stanley Milgram,
que tenía mucha curiosidad por saber cuántos grados tendríamos que
superar para establecer una serie de conexiones fuertes entre el lugar
donde uno se encuentra y cualquier persona en el mundo, es decir, por
cuántos amigos de amigos de amigos tendríamos que pasar para que el
mundo entero estuviera conectado. Lo que hizo Milgram fue coger un fajo
de cartas y enviarlas a una pequeña ciudad del centro de los Estados
Unidos y le dijo a un grupo de gente: "Quiero que enviéis estas cartas a
una persona que no conocéis, en Boston, Massachusetts, pero no podéis
simplemente enviársela por correo, tenéis que entregársela a un amigo
suyo, tenéis que enviársela por correo a un amigo, a alguien que
conocéis personalmente y decirme quién es esa persona." Al final,
recogió todas las cartas y fue apuntando el número de pasos necesarios
para llegar al destinatario desde un lugar muy remoto donde nadie lo
conocía. Sumó el total, calculó la media y el resultado fue seis. Es la
media necesaria para poder comunicarse con cualquiera en nuestro
planeta, pero lo fascinante es que Duncan Watts llevó a cabo otro
estudio con el correo electrónico y obtuvo la misma cifra pero, en lugar
de hacerlo con distintos lugares en los Estados Unidos, lo hizo con
gente de todo el mundo. Y descubrió que, de verdad, sólo se necesitan
seis pasos para llegar a cualquier persona del mundo.
Eduard Punset:
Y cuando hablas de los tres grados, no seis, sino tres, ¿a qué te refieres exactamente?
James Fowler:
Bueno, lo que Nicholas Christakis y yo mismo hemos hecho es estudiar la
influencia, no simplemente la difusión de información como en los
experimentos de Milgram y en los de Watts, sino que hemos estudiado la
difusión de la influencia. Y descubrimos, por ejemplo, en nuestro primer
estudio sobre la obesidad, que cuando tus amigos engordan, también hay
más probabilidades de que tú también engordes. Pudimos demostrar que eso
era cierto no sólo para tus amigos sino también para los amigos de tus
amigos, e incluso para los amigos de tus amigos de tus amigos.
Eduard Punset:
Para los amigos de tus amigos de tus amigos.
James Fowler:
Hasta tres grados de separación. Repetimos el experimento con otras
cosas que podrían influir en nuestros amigos, por ejemplo, el tabaco. Si
dejas de fumar, tus amigos serán más propensos a dejar de fumar, y
también vale para los amigos de tus amigos y para los amigos de los
amigos de tus amigos. Lo probamos con muchas cosas distintas y vimos que
el número tres se repetía una y otra vez, que llegaba hasta una tercera
persona pero que no iba más allá.
Eduard Punset:
Estaba pensando ahora en dos palabras muy famosas de tu libro Connected,
¿no? Hablas de "contagio" y de "conexión". ¿Qué quieres decir? Porque
dices que es muy importante, que es básico en cualquier red, que exista
esa conexión y ese contagio.
“Existe un efecto de contagio: tendemos a copiar el comportamiento de aquellos con los que estamos conectados“
James Fowler:
Las redes realmente nos afectan de esas dos maneras que comentas. Por un
lado, nos afecta la estructura: a quién conocemos y a quién conocen los
que conocemos, es algo que nos afecta. Pero también nos vemos afectados
por lo que se difunde en las redes. Por eso, hemos separado esas dos
ideas diferentes, "conexión" y "contagio".
Cuando se trata de "conexión", podemos vernos afectados de dos formas
distintas: tú escoges tu red, tú escoges con quien vas a pasar tu
tiempo, puedes elegir compartirlo con amigos que son como tú o con
amigos que son distintos de ti, por ejemplo; pero la estructura de la
red también te afecta. Estamos influidos por la estructura de nuestra
red. Si, supongamos, dos amigos tuyos no son amigos entre sí, te
agobiarás, vas a tener la impresión de que deberías presentarlos para
que se hagan amigos. Incluso se han hecho investigaciones que demuestran
que causa un impacto psicológico: las chicas adolescentes cuyos amigos
no son amigos entre sí son mucho más proclives a pensar en el suicidio,
por lo tanto, realmente la estructura de nuestras redes tiene un impacto
importante.
Eduard Punset:
Lo que sugieres es que la forma de la red influye en mi forma de comportarme.
James Fowler:
Exactamente.
Eduard Punset:
Y no sólo al revés.
James Fowler:
Tú lo has dicho, pero eso sólo es una parte de la ecuación, la otra
parte es que tenemos que entender que existe un efecto de contagio:
tendemos a copiar el comportamiento de aquellos con los que estamos
conectados y nos referimos a ello de tres formas distintas: la primera
es que nos afecta la gente con la que estamos directamente conectados,
es algo intuitivo, todo el mundo lo ve. En la mayoría de las
conversaciones, si alguien te sonríe, tú también le sonríes. Es algo que
experimentamos cada día.
Eduard Punset:
Los alumnos jóvenes aplicados, que tienen entre sus amigos alumnos aplicados, se vuelven todavía más estudiosos.
James Fowler:
Eso es. Y hemos visto que son muchas las cosas que se pueden transmitir
de una persona a otra: por ejemplo, guiñar un ojo, fumar, beber, la
alegría, la soledad, la depresión, la cooperación con otras personas, la
generosidad. Creo que a este nivel la gente entiende que las redes son
poderosas, pero lo que no ven es lo que hay más allá de su horizonte
social, es decir, aquellos que son amigos de sus amigos, no ves lo que
ocurre entre ellos porque no formas parte de su interacción. No sólo son
tus amigos los que te afectan sino los amigos de tus amigos, e incluso
los amigos de los amigos de tus amigos pueden condicionar tus propios
resultados.
Eduard Punset:
¿Qué ocurre con el suicidio? Si alguien se suicida, ¿también es más probable que te acabes suicidando?
James Fowler:
Otros investigadores han estudiado el suicidio y han probado de forma
clara que puede haber "epidemias de suicidio", casos de suicidio por
imitación.
Eduard Punset:
Eso es.
James Fowler:
De hecho, hay investigaciones tan sólidas en ese campo que han acabado
afectando la práctica. Por ejemplo, existen reglas dictadas por
instituciones sanitarias como el Centro para el Control y Prevención de
Enfermedades, en Estados Unidos, sobre cómo tienes que informar de un
suicidio a fin de minimizar las probabilidades de que otras personas que
quizás conocían a la víctima acaben suicidándose. Los investigadores
estudian esas epidemias de suicidios y una de las primeras preguntas que
se plantean es: ¿cuál era el vínculo entre esa persona que se suicidó y
esa otra persona que también se suicidó? Y, normalmente, descubren que
se conocían directamente o que tenían amigos comunes, que esas redes en
las que se producen las epidemias de suicidio son redes muy densas y con
fuertes conexiones.
Los fumadores y las redes sociales
Eduard Punset:
¿Y qué pasa con el tabaco? Quiero decir, tú fumas y alguien más también
fuma. ¿Cómo es posible que se haya producido este cambio casi fantástico
donde los fumadores por antonomasia antes eran las personas de una edad
determinada y de una posición social concreta y, sin embargo, hoy en
día los fumadores son muy distintos entre sí, tienen distintas edades y
pertenecen a diferentes clases sociales?
James Fowler:
El tabaco es un ejemplo realmente fascinante porque ocurre prácticamente
lo contrario de lo que decíamos en relación con la epidemia de
obesidad. A principios de los setenta, en los Estados Unidos, pasamos de
una incidencia de obesidad del 10% al actual 40% y estas cifras se
invierten en el caso de la epidemia de fumadores. Una de las razones del
éxito en la reducción del número de fumadores son las campañas de
presión social de los años 80. De hecho, en nuestras investigaciones,
pudimos comprobar cómo cambiaron los fumadores en la red y cómo fumar
cambió la red. Pudimos comprobar que esas campañas no sólo alentaron a
la gente a dejar de fumar sino que las personas que no pudieron dejar de
fumar, de hecho, perdieron amistades. Empezaron a ser expulsados de las
redes sociales.
Eduard Punset:
¿Ah sí?
James Fowler:
Si lo piensas desde el punto de vista de la sanidad pública, se
convierte en un tema más espinoso que cuestiona la vigencia de este tipo
de campañas de salud pública porque, mientras ayudamos a las personas a
dejar de fumar, menoscabamos socialmente a las personas que no pueden
abandonar el consumo de tabaco, de modo que resulta mucho más difícil
llegar hasta ellos, resulta más difícil ejercer una influencia sobre
ellos si están rodeados de otros fumadores.
Eduard Punset:
Así que, realmente, tendemos a infravalorar la importancia de conocer a
otras personas, ¿no? Una estadística que vi no hace mucho y que me
conmocionó es que sólo el 30% de la gente está casada con personas que
nadie les presentó.
James Fowler:
Bueno, estamos otra vez ante las ideas recibidas del cine y de la
ficción. La ficción siempre gira en torno a acontecimientos
extraordinarios y no en torno a lo común pero, cuando hacemos encuestas,
descubrimos que lo más común es que te presenten a quien al final va a
ser tu futuro marido o mujer, pues esa persona ya forma parte de tu red
social y ni siquiera lo sabías.
Eduard Punset:
Desde que investigamos las redes sociales, ¿hemos aprendido algo útil de
cara a evitar accidentes, incendios en un espacio cerrado, por ejemplo?
De tus afirmaciones se desprende que la gente tiende a comportarse de
una manera preestablecida, que correrán en esa o aquella dirección, así
que deberíamos saber dónde colocar las salidas de emergencia en caso de
incendio, ¿o es que todavía no estamos en ese punto?
James Fowler:
Hay investigadores que hacen simulacros y dichos simulacros dan lugar a
algunos resultados contrarios a lo que podríamos intuir. Basándose en el
hecho de que las personas que te rodean van a ejercer una poderosa
influencia sobre ti, tiene sentido colocar una columna, justo delante de
una salida de emergencia… En lugar de dejarla vacía. La razón es que si
todo el mundo está intentando salir, lo harán todos al mismo tiempo
pero, si colocas la columna en medio, reduces el número de personas a
las que estás copiando y puedes crear un flujo más ordenado. Por eso
pienso que algunas de estas ideas sobre cómo estamos conectados y cómo
copiamos el comportamiento de otras personas, de forma casi gregaria,
está empezando a influir en aspectos como el diseño y esperamos que, al
final, tengan un impacto en la reducción de accidentes para que así
todos vivamos en un mundo mejor.
Eduard Punset:
Un fenómeno al que te refieres a menudo es lo que llamas la
"emergencia". Si lo he entendido bien, te refieres a que un colectivo o
grupo desarrolla determinadas características o virtudes, lo que sea, no
manifiestas en los individuos que constituyen ese colectivo, ese grupo.
James Fowler:
Esta idea de "emergencia" está muy extendida en todas las ciencias
naturales y el ejemplo que siempre utilizamos para describir las redes
sociales procede de la química. Los átomos de carbono pueden organizarse
para formar grafito o para formar un diamante. El grafito tiene muchas
más propiedades diferentes que el diamante. Hemos descubierto que sucede
lo mismo con las redes sociales. La manera de estructurar la red tiene
un impacto en lo que ésta es capaz de hacer. Hemos descubierto que hay
ciertas redes que han sido estructuradas para ayudarnos a conseguir los
resultados deseados. Brian Uzzi ha investigado los equipos de los
musicales de Broadway, por ejemplo, y ha descubierto que las redes que
son demasiado densas, donde todo el mundo conoce a todo el mundo, no son
demasiado creativas ni rentables económicamente, y que aquellos grupos
donde nadie conoce a nadie tampoco funcionan. Son los grupos donde la
gente tiene conexiones con otras personas que ya conocían, pero también
conexiones con personas nuevas los que dan lugar a esos musicales que
todo el mundo conoce y que gustan a todos.
El nuevo mundo del saber
Eduard Punset:
Es fantástico, ¿no?, porque las implicaciones de todo esto en la vida
diaria, en la investigación incluso, en el saber, son tremendas, ¿no?
Tenemos que pasar al nuevo mundo del saber, donde el aprendizaje de
idiomas, el contacto con otros universos, con otras personas, es muy
bueno para la creatividad, para la innovación.
James Fowler:
Totalmente. Y creo que también proponemos una nueva forma de pensar el
mundo. En el pasado se enfrentaron aquellos que veían a las personas
como individuos, es decir, personas que no se dejaban influir por los
demás, dueñas de sus propias decisiones, esto es, el modelo Robinson
Crusoe de las ciencias sociales, un modelo que ha perdurado mucho
tiempo, de ahí que los economistas cuando piensan en los seres humanos,
piensen en seres egoístas, que sólo actúan para sí mismos; frente a los
sociólogos, cuya visión es diferente, y que en el pasado pensaron que el
grupo también importa. Lo que intentamos hacer y decir es que el
individuo todavía importa y que el grupo no es mágico, pero que lo que
ocurre es que tenemos individuos conectados a otros individuos en esas
redes y sólo si entendemos cómo se conectan esos individuos, seremos
capaces de entender totalmente la relación entre el comportamiento
individual y el comportamiento grupal.
“Proponemos una nueva forma de pensar el mundo“
Eduard Punset:
¿Y esto va a tener algún impacto en la relación entre marido y mujer y
en su relación con sus hijos, o sólo va a afectar el mundo educativo o
empresarial, o acaso estos conocimientos van a afectar las tres cosas?
James Fowler:
Creo que todo se va a ver afectado.
Eduard Punset:
Todo.
James Fowler:
Ha cambiado totalmente el modo en que pienso en mi propia vida. Por
ejemplo, el hecho de saber que mi actitud no sólo afecta a mi mujer o a
mis hijos, o a los amigos de mi mujer sino que quizás afecte a la gente
que los rodea y a los que rodean a estos últimos, cambia totalmente las
reglas del juego. Ahora ya no sólo influyo a diez amigos cercanos, pero
potencialmente estoy influyendo a centenares incluso miles de personas
con mis acciones diarias. Pienso que ser conscientes de que vivimos en
esas redes va a tener un efecto muy profundo en el comportamiento humano
individual, en todos los ámbitos.
Eduard Punset:
Bueno, después de esta conversación con James Fowler, yo me pregunto si
esta gente sabe realmente de dónde viene y adónde va, y que forma parte
de una red social que está influenciando sus vidas. ¿Qué hace esta
gente? O sea, fíjense, o sea, no dan la impresión de saber que forman
parte de un grupo más grande, ¿o sí? ¿Lo saben?
James Fowler:
Lo están aprendiendo. Y creo que son las redes online como facebook las
que nos sitúan en el centro del debate. La razón por la que a la gente
le interesan tanto estas cosas es porque por primera vez lo ven. En
facebook, no sólo estás conectado con tus amigos más cercanos sino con
los amigos de tus amigos y la gente está empezando a darse cuenta de que
lo que hace da sus frutos en toda la red social humana.
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