jueves, 21 de enero de 2016

EL CAMINO - CUESTA CREER QUE LA CODICIA UNO SEA LA TRAGEDIA DE OTROS -Ryan Gosling,actor. / MUERE ETTORE SCOLA,.

TITULO: EL CAMINO - CUESTA CREER QUE LA CODICIA UNO SEA LA TRAGEDIA DE OTROS - Ryan Gosling,actor.

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Resultado de imagen de Ryan GoslingRyan Gosling, actor.

Cuesta creer que la codicia de unos sea la tragedia de otros,.

  • ‘La gran apuesta’ muestra como se gestó la burbuja inmobiliaria del 2007 que provocó la crisis económica,.
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    Resultado de imagen de EL CAMINO campoCuesta creer que una película protagonizada por Ryan Gosling, Brad Pitt, Christian Bale y Steve Carell llame más la atención por su contenido que por sus artistas. Pero así es, la cinta ‘La gran apuesta’ muestra, con mucho detalle, como se gestó la burbuja inmobiliaria del 2007 que provocó la mayor crisis económica de los últimos cincuenta años. Ryan Gosling confiesa haber vivido en el 2015 uno de los mejores años de su vida. El actor interpreta en ‘La gran apuesta’ a Jared Vennett, uno de los pocos financieros que adivinó la caída de la bolsa y sus consecuencias.
    Ocho millones de personas perdieron su trabajo y seis millones perdieron su casa durante la crisis, todavía se sienten sus consecuencias y, según apunta la película, los bancos siguen haciendo lo mismo. ¿Cual es su opinión al respecto?
    Creo que es sorprendente. Te parte el alma investigar lo que sucedió, y como sucedió. Cuesta creer que haya ocurrido, que sea cierto. Cuando ves este filme tienes una visión más clara de lo que pasó con la burbuja de las hipotecas, los amaños, el descontrol, pero aún así cuesta creer que la codicia de unos sea la tragedia de otros.

    Ver a la gente acampada sin casa, arruinados por las hipotecas, rompe el corazón
    Sí, fue devastador grabar esas escenas. Personalmente me siento muy orgulloso de formar parte de una película que brinda cierta claridad al publico, sobre todo a aquellos que se vieron afectados por la crisis. Es importante que se sientan reconocidos, reivindicados de alguna manera. Creo que los más débiles pagaron la carga de los más poderosos.

    Este filme explica lo que sucedió en la crisis de las hipotecas. Pero cuesta entenderlo
    Sí, sí. Lo sé. Creo que hay que verlo un par de veces. Por eso se han incluido varios cameos de actores, como el de Selena Gómez, para intentar simplificar el contenido de la película. Hemos hecho un filme que explica claramente cómo se desarrollaron las cosas y cómo nadie hizo nada por evitarlo.

    ¿Conocía la extensión de la crisis? Fue demoledora para muchos países
    Soy un buen ejemplo del tipo de publico de este filme. De la audiencia general, me refiero. Sabía que la crisis era una burbuja inmobiliaria y que tuvo una repercusión a nivel global, pero no tenía ni idea de los detalles de cómo se forjó, ni que hubiera habido gente que la predijo. Todos hemos tenido nuestra experiencia personal en torno a la crisis. Hemos visto a amigos perder sus ahorros o su casa. Me sentí bien informado una vez que leí el guión y mucho más después de ver el filme. Me parece que ahora tengo una idea muy clara de cómo se creó está tormenta económica perfecta.

    ¿Considera que el filme conecta con el público?
    Sí, sin ninguna duda. La historia transmite mucha información en un breve periodo de tiempo, y aunque cueste entenderla aporta claridad sobre los hechos

    Es un actor que viaja mucho, ¿Qué significa su casa en su vida?
    Mi casa es mi hogar. He viajado mucho desde niño y cuando vivía con mi madre y mi hermana pasábamos poco tiempo en un mismo sitio. Nos mudábamos constantemente de apartamento o de una ciudad a otra. Nunca supe bien donde residíamos y ahora me gusta tener estabilidad. He dejado de ser nómada y he empezado a echar raíces con mi mujer y mi hija en Los Ángeles. La verdad, reconozco que me gusta. Me sienta bien haber cambiado mi estilo de vida.

    Hay algún olor, alguna esencia que le recuerde a su casa
    Mi madre se ganaba la vida cocinando pasteles de boda para compensar cuando le faltaba dinero para llegar a fin de mes y cuando en mi casa huele a pastel regreso a mi niñez. Ahora que lo pienso es cierto, creo que identifico el aroma de dulce horneado con mi madre y mi sentimiento de hogar.

    Recuerda la primera hipoteca que tuvo que pedir para pagar una casa
    Fue algo enorme en mi vida, un gran paso que me aterrorizó y me llenó de orgullo. Tendría como 27 o 28 y lo viví como un gran logro, porque nunca nadie en mi familia había tenido una casa. Yo no podía creer que fuera dueño de la casa cuando me dieron las escrituras y las llaves. No lo creía.

    ¿Puede que volvamos a vivir una burbuja inmobiliaria?
    Quién sabe. Siento interés por ver como el publico recibe la información de esta película y como la asimila. Tal vez hemos aprendido, o tal vez no. Creo que esta cinta abrirá los ojos a mucha gente y serán más conscientes la próxima vez que acudan a un banco a pedir un préstamo.

    ¿Cuál es su objetivo para este año?
    Nunca tomo resoluciones drásticas, jamás lo he hecho. El ultimo año fue el mejor que he tenido en mi vida y me cuesta creer que pueda superarlo. Espero que el 2016 sea tan bueno como el anterior.

    Usted vive rodeado de mujeres, su madre, su hermana, su mujer Eva Méndez, su hija Esmeralda
    Sí, estoy escoltado por mujeres fuertes. Admito que el feminismo es importante en mi vida. He crecido con mujeres decididas y ahora que soy padre y tengo una hija pequeña pienso inculcar en ella los valores que he recibido.

    ¿Puede anticipar algo de su próximo filme, ‘Blade Runner 2′?
    Solo puedo confirmar que voy a interpretarla y estoy entusiasmado de hacerlo.
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  • TITULO : MUERE ETTORE SCOLA,.
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    -foto--Muere Ettore Scola, clásico del cine italiano,.

    Fiel retratista de Italia, con él se despide un cine militante, un cine que hablaba con y sobre la calle,.

    Al cine italiano se le han acabado los clásicos. Y a la gente de pie, la que sufrió a Berlusconi en Italia y a cualquier político populista en el resto de Europa, la que aún vive haciendo equilibrios por encima del vacío de la crisis económica, se les ha muerto su caballero andante. Anoche falleció en Roma a los 84 años Ettore Scola, y con él se despide un cine militante, un cine que hablaba con y sobre la calle. De la generación de creadores que catapultaron el cine italiano en la segunda mitad del siglo tan solo quedan vivos los hermanos Taviani, pero la huella de Scola es más profunda, humana y sobrecogedora. A Scola le importaba, y mucho, según confesaba, ser una buena persona, y por eso sus películas destilaban bonhomía, algo que a la generación actual de estrellas autorales de su país nunca les ha preocupado: mientras ellos alimentan su ego, Scola animó el ego del pueblo. Ha muerto el rojo Scola.
    Scola (Trevico-Avellino, 1931) amó Italia, y fue su más fiel retratista, pero su país natal no le correspondió igual en las últimas décadas. “Para hacer una película debes amar la ciudad o el país donde transcurre, y yo no siento amor por Italia. No la odio, pero sí que me invade la tristeza”, le contó a este periodista en 2009, en un viaje en coche de Madrid a Valladolid en cuyo festival iba a recoger la Espiga de Oro de Honor de la Seminci. Muchas de sus críticas se dirigían hacia Silvio Berlusconi, entonces en el poder. “Ni los políticos ni los intelectuales hemos hecho lo suficiente para encararlo, para pararlo. Lo peor es que Italia no mejorará si muere Berlusconi. Su ideología está ya enraizada”. En su lucha contra los falsos héroes, el cineasta siempre defendió el enfado como un arma muy útil para apoyar sus reivindicaciones ideológicas. “El interés privado, el egoísmo, siguen por encima del rigor y la solidaridad. Así que las reivindicaciones de los sesenta siguen tan vigentes hoy como entonces”, decía al presentar en 1997 Historia de un pobre hombre. “El pesimismo es mucho más progresista que el optimismo, encierra más fe en el futuro. El optimismo es cosa de beatos”.
    El director nunca se declaró líder de nada, y en cambio marcó a espectadores y cineastas, como, en España, Fernando León. “El cine es un arte de equipo. Militante es una palabra que nunca me ha gustado. En el trabajo que hago se transmiten mis ideas; si no, no sería una obra de autor. Cuando filmo películas específicamente políticas, incluso documentales para el Partido Comunista, están en ellas mis convicciones estéticas. Y en el cine que parece más profesional, como en Un italiano en Chicago están mis convicciones políticas".
    Sus últimos años los ha pasado leyendo a los clásicos griegos y latinos, y su último trabajo tuvo mucho que ver con ese respeto a sus mayores: en el documental Qué extraño llamarse Federico (2013), Scola repasaba la figura, desde la admiración, de quien consideraba su hermano mayor, Federico Fellini. Coincidieron trabajando a finales de los años cuarenta e inicios de los cincuenta en la publicación satírica Marc’Aurelio, y las ilustraciones de Scola, elegantes, sintéticas, parecían en las antípodas de aquel barroquismo deformado que impulsaba la imaginería de Fellini: y sin embargo allí había dos almas gemelas, amantes de Italia, unidos en su repulsa a cualquier acción que significara actividad física, como el fútbol o nadar (ninguno sabía). El trío lo completó el guionista Ruggero Maccari. “Con Fellini no podías insistir”, contaba en ese documental. “Aun así le convencí para que hiciera de sí mismo en Una mujer y tres hombres, pero me puso una condición: ‘Nunca me filmes desde atrás. Se me ve la calva”.
    Scola llegó al cine en los cincuenta, y empezó escribiendo guiones como negro de otros autores, tras haberse licenciado en Derecho. Su primer compañero de aventuras cinematográficas fue, por supuesto, Maccari. Como director debutó en 1964 con Se permette parliamo di donne, y al año siguiente ya había logrado cierta consideración con El millón de dólares y El diablo enamorado. Su gran década es la de los setenta: El demonio de los celos (rodada en Madrid con Manolo Zarzo), Un italiano en Chicago, Una mujer y tres hombres, Brutos, feos y malos, Buenas noches, señoras y señores y su película más conocida: Una jornada particular. “En el cine hay que sacar algo nuevo de cada persona, como en ‘Una jornada particular’, donde Sofia Loren encarnaba a una mujer malcasada y aburrida y Marcello Mastroianni a un periodista homosexual [ambos eran vecinos y la película transcurría durante la visita de Hitler a Roma en 1938]. Me interesan más los diferentes que los iguales. Yo nunca trabajé una vez con un actor, sino que repetía mucho. Porque cuanto más les conoces, más les sacas. Gassman era el más inteligente”. Mastroianni fue candidato al Oscar por ‘Una jornada particular’, y la película, a la estatuilla al mejor filme de habla no inglesa, premio al que aspiraron trabajos de Scola en otras cuatro ocasiones.
    En los ochenta y noventa, asentado como cineasta de prestigio, siguió con su mirada a la historia y a Italia a través de personajes muy humanos y a menudo anónimos: La terraza, Entre el amor y la muerte, La noche de Varennes, Macarroni, La familia, Splendor, ¿Qué hora es?, Mario, María y Mario, Historia de un pobre hombre, La cena, y ya en 2001 Competencia desleal. En 2003 pareció despedirse con Gente de Roma, con la que el napolitano subrayaba, agradeciendo a sus edificios y a sus habitantes, la importancia de esa ciudad en su vida y en su carrera, donde devino en habitual personaje secundario. Pero faltaba la despedida, una década después, a su amigo Federico.
    Con humor y admiración aseguraba que el recuerdo imperecedero “es una fuga que se les permite solo a los grandes: Dante, Maquiavelo, Leopardi, Fellini. Solo ellos consiguen huir de la muerte, refugiándose en la inmortalidad”. Desde anoche, junto a esa pléyade, ríe Ettore Scola.

    Filmografia seleccionada

    ‘Se permettete parliamo di donne’ (1964)
    ‘El millón de dólares’ (1965)
    ‘El diablo enamorado’ (1965)
    ‘El demonio de los celos’ (1970)
    ‘Un italiano en Chicago’ (1971)
    ‘Una mujer y tres hombres’ (1974)
    ‘Brutos, feos y malos’ (1976)
    ‘Buenas noches, señoras y señores’ (1976)
    ‘Una jornada particular’ (1977)
    'La terraza' (1980)
    ‘Entre el amor y la muerte’ (1981)
    ‘La noche de Varennes’ (1982)
    'La sala de baile' (1983)
    'L'addio a Enrico Berlinguer' (1984)
    ‘Macarroni’ (1985)
    ‘La familia’ (1987)
    ‘Splendor’ (1989)
    ‘¿Qué hora es?’ (1989)
    'El viaje del capitàn Fracassa' (1990)
    ‘Mario, María y Mario’ (1993)
    ‘Historia de un pobre hombre’ (1995)
    ‘La cena’ (1998)
    ‘Competencia desleal’ (2001)
    ‘Gente de Roma’ (2003)
    'Qué extraño llamarse Federico (2013)
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