domingo, 23 de agosto de 2020

DESAYUNO CENA FIN DOMINGO - REVISTA BLANCO Y NEGRO - Candela Peña ,. / Las rutas Capone - El párroco de Sad Hill ,. / Un país mágico - Los griegos eligen los dos millares de islas del país para veranear,./ Diario de un nómada - Caminando sobre las olas ,. / Un trío en la cocina - «Nunca me supo mejor una caña que las de después del encierro»,. / Documentos TV - La guerra de las favelas,.

TITULO:  DESAYUNO CENA FIN DOMINGO -  REVISTA BLANCO Y NEGRO - Candela Peña,.

 DESAYUNO CENA FIN DOMINGO - REVISTA BLANCO Y NEGRO - Candela Peña ,. , fotos,. 


 

Candela Peña: «El cine me ha salvado la vida»,.


Candela Peña posa en las escaleras del teatro Cervantes de Málaga.

Candela Peña posa en las escaleras del teatro Cervantes de Málaga./Migue FernándezLa protagonista de 'La boda de Rosa' niega su imagen de mujer indómita: «Soy muy obediente, una herramienta para contar las historias de los demás»,.


Niega su imagen de rebelde y desobediente. Candela Peña (Gavá, 1973) se reivindica como un ser obediente. «Por eso soy actriz», asegura la protagonista de 'La boda de Rosa', la divertida y tierna comedia de Icíar Bollaín que ha inaugurado el Festival de Málaga y gracias a la cual Peña puede soñar con otro Goya. La actriz regresa tras pasar siete meses en la isla del Hierro rodando la serie homónima y escribiendo los capítulo de otra serie que quiere dirigir.
45 Café Y Magdalena Calientes Fotos - Libres de Derechos y ...–Si no te quieres y te respetas nadie te querrá y respetará. ¿Es la moraleja de 'La boda de Rosa'.
Pinchos morunos de cordero o pinchitos, la receta auténtica ...–Es lo que te dirá cualquier terapeuta. Cada cual sacará la suya. La mía es que hay que ser consciente y tomar las riendas de tu vida. Hacerte responsable. Hay veces que nos cuesta serlo y tiramos muchos balones fuera: por mi jefe, por mi pareja o por lo que sea. Tenemos más responsabilidad sobre nuestra vida de lo que creemos. Mi personaje llega a un momento en que dice que quiere ser responsable de su vida y cambiar. Pero es una película con fantasía, porque cuesta mucho trascender un carácter.
–¿Ha intentado romper con todo, como Rosa?
–En mi vida no hay rupturas. La vivo como me viene. Eso sí, cuando llegan los ríos, cruzo los puentes. He tenido muchas vidas dentro de mi vida. Dentro de mí habitan muchas mujeres, y desde luego una Rosa. Pero ¿cambios radicales?, pues los que la vida me ha traído.

–Encarna a una mujer agobiada, multiocupada y multipreocupada. ¿Ha tenido problemas para encontrar un modelo?
–No tengo mujeres como Rosa en mi entorno, la verdad. Pero por género, aunque seas una alta ejecutiva de una empresa, tu esposo también lo sea y tengáis el mismo nivel profesional, serás tu quién sepa si hay leche sin lactosa en el frigo y si hay que cambiar las camas el sábado porque las sábanas llevan ya dos semanas. Y así con todo en la casa. Las mujeres hemos asumido más cosas. Históricamente somos las que nos esperábamos en la tribu, con los niños a cuestas, a que él viniera con la pieza. En la época de Franco, hace cinco minutos, no podíamos tener una cuenta bancaria. Pero 'La boda de Rosa' no es una película de mujeres. Rosa somos todos.
–Pero sí hecha por mujeres: directora, guionistas, productoras... ¿Nuestro cine da cada vez más cancha las mujeres?
–Qué va. Nos dan muy poca cancha. Y a partir de una edad, se nos cuenta de una manera muy determinada. Ojalá eso cambie.
–¿La familia es una carga o directamente la carga el diablo?
–Depende. Cada familia es un mundo. Un infierno o un paraíso. Para Rosa su familia es su motor, pero también le quita su tiempo y su energía. Iba a decir que se aprovechan de ella, que es un verbo feo, así que diré que la reclaman y demandan de ella mucho más de lo que aportan.
–¿Una familia con mucha jeta?
–Acaso no es por jeta. Quizás sea por pura inconsciencia. En muchos casos se colocan cargas porque sí sobre personas que parecen resignadas a aceptarlo. Recoge al niño del cole, lleva esto al tinte... Es una buena mujer con problemas para decir que no.
–¿Deberíamos aprender a decir no con más naturalidad?
Paula Usero y Candela Peña en 'La boda de Rosa'.–No solo a decir no. Yo no he tenido problemas en mi vida por decir que no. Lo que hay que tener es capacidad para que no te pasen por encima, para que se respeten tus decisiones vitales y para respetarte tú. A menudo la opinión de una mujer no se valora como la de un hombre.

Paula Usero y Candela Peña en 'La boda de Rosa'.
–¿Renuncia a ser obediente, como Rosa al casarse con ella misma?
–Soy absolutamente obediente. No respondo para nada a la imagen qué se da de mí en los medios, que es una fantasía. Por ser tan obediente, soy actriz: una herramienta para contar las historias de otros. Si no fuera obediente me dedicaría a otra cosa.
–¿Supone eso dejarse jirones de vida en cada papel?
–Claro. Siempre me dejo el alma en cada historia. En todas y con el mismo empeño. En esta, en la que vino antes en la que vendrá. Es mi obligación como actriz. Cosa distinta será en la serie que he escrito, 'Puerto y camino'. Seré yo la responsable de cómo se desarrolle. Como intérprete soy un vehículo para contar las historias de Icíar, de Esteban Crespo o de quienes han escrito 'Hierro'….
–Estrena en pantalla grande y en Málaga. ¿Feliz?
–Sí. No he querido verla hasta el estreno en el festival, en sala, como tiene que ser. Es mi manera de reivindicar en esta la pandemia que yo hago cine, que hay que ir a verlo en pantalla grande, y que es un lugar seguro. Con la que cae, hay aviones llenos, trenes llenos, restaurantes a rebosar y cines, teatros y salas de concierto medio vacías. Hay gentes de la cultura cuyas vidas profesionales pueden irse al garete. A la cultura no se la ha apoyado mucho y es mi manera de aportar un poco.
–¿Y de agradecer al cine que le ha la salvado la vida?
–Sin duda. Yo soy la hija de los dueños del bar de al lado del cine de mi pueblo. Allí he visto a Berlanga, Godard y Mankiewicz. Pero también 'Yo hice a Roque III', 'Los bingueros', 'El liguero mágico' y 'Holocausto caníbal'. En mi casa no había televisión. Mi vida es el cine, y me la ha salvado. Por eso soy tan pesada con las historias. Pienso que si a uno solo de todos los espectadores de 'La boda de Rosa' le mueve algo dentro y puede cambiar, me doy con un canto en los dientes.

TITULO:   Las rutas Capone - El párroco de Sad Hill ,.

 

El párroco de Sad Hill,.


Domingo Contreras, en el cementerio de Sad Hill de la película 'El bueno, el feo y el malo'./
foto / Domingo Contreras, en el cementerio de Sad Hill de la película 'El bueno, el feo y el malo'.

El sacerdote burgalés Domingo Contreras participó en el rodaje de la escena del célebre camposanto de la película 'El bueno, el feo y el malo', en las inmediaciones de Silos,.

El caso es que Domingo Contreras iba para torero o para cura. Y como de crío vio un día el NoDo que daba cuenta del triste destino de Manolete tomó el camino de la sotana, muchos años antes de llegar al seminario. Era el pequeño de cinco chicos, hijos de un padre que compaginaba el trabajo de administrativo con los de organista, sacristán y director de la banda de música de Salas de los Infantes. De modo que siempre anduvo entre curas y partituras. Todos los hermanos tocan algún instrumento y él, que empezó con el piano, acabó sacando notas a una humilde armónica, su amiga fiel durante más de medio siglo. Y ahí está, sentado sobre su tumba en el cementerio de Sad Hill, tocando unos compases compuestos por Ennio Morricone para la película 'El Bueno, el Feo y el Malo'.
Hay miles de sepulturas en este valle, cubiertas por las hermosas flores del brezo, pero no hay muertos bajo los túmulos de toscas cruces de madera. Hace años un grupo de amigos decidió desenterrar este camposanto imaginario en el que Clint Eastwood, Eli Wallach y Lee Van Cleef protagonizaron un duelo a muerte triangular para lograr los 200.000 dólares ocultos en una de las fosas.
El momento cumbre del western más popular de la historia del cine tuvo lugar en Silos. En 1966, cuando Domingo tenía 19 años y era un estudiante despistado. Habían llegado «los del cine». Y aquello cambió la vida de toda la comarca, al menos por un tiempo. Todo comenzó así: «Mi hermano me dijo que andaban buscando músicos y habían puesto un anuncio en el bar. Como no tenía otra cosa que hacer, me apunté y me cogieron enseguida. Fui con uno que tocaba el tambor pero como estaba gordo le dijeron que no, que la escena era en un campo de concentración y se supone que tenías que tener pinta de pasar hambre».
Subimos por un altozano de Carazo, que llaman la Majada de las Merinas. Allí tuvo Domingo su momento de gloria cinematográfica, tocando la armónica en el campo de Betterville, donde Sergio Leone mandó construir fosos, empalizadas y un fuerte. El grupo de músicos toca para que no se escuche la tremenda paliza que el cabo Wallace propina a Tuco. La banda amortigua los gritos de la tortura. Todavía se pueden ver los fosos y pequeños restos de las construcciones, aunque el cura revive cada instante con expresión de crío. Se sabe diálogos enteros y cuando llega al lugar donde se rodaron las escenas los reproduce haciendo diferentes voces. Conoce cada árbol, cada señal. Y a veces dice «mecagüen».
En aquella locura (se puede ver en un magnífico documental titulado 'Desenterrando Sad Hill'), puestos en la España de aquellos años, la llegada del cine marcó la historia de una generación de vecinos de varios pueblos. A los extras les pagaban trescientas pesetas al día, que era mucho. Aunque Domingo se llevó más porque el que llevaba la voz cantante entre los músicos resultó ser un avispado negociador. «Nos pidió que le siguiéramos el juego, y se fue al que mandaba y le dijo que teníamos que cobrar más, que éramos profesionales y él tocando en una sala de fiestas se sacaba dos mil pesetas en una noche. Y el otro que decía que no, que era mucho… Nos hizo una señal e hicimos como que nos íbamos y al final nos dieron eso». Se ríe con ganas, porque obtuvieron el doble.
El primer día de rodaje de la escena Leone comenzó a discutir con el director de fotografía y el operador y se les fue la mañana con las broncas. «Aprovechamos para estar con el Clint Eastwood y como nos tocó volver… pues otras dos mil. Yo, que era un estudiante muerto de hambre, que te daban diez pesetas para que te compraras una pasta el domingo». Con el dinero se pagó la matrícula del curso y se compró una enciclopedia Espasa-Calpe.

Una voladura costosa

Lo imaginario y lo real confluyen en estos paisajes. Nos detenemos en la entrada de un tosco camino pasado Hortigüela, en el valle del río Arlanza. El sacerdote recuerda aquel paisaje despoblado que ahora se presenta cubierto por imponentes árboles bien alimentados. Aquí se hizo un puente de más de cien metros, la frontera cinematográfica, nordistas a un lado y confederados al otro. Su voladura es la escena más espectacular y hubo que repetirla tres veces. La primera porque quedó pobre y Leone quería algo grandioso, la segunda porque las 400 toneladas de TNT colocadas explotaron antes de tiempo. El director había cedido a un coronel del Ejército español (que colaboró activamente en todos los trabajos de construcción de decorados) el privilegio de dar la señal y este se precipitó. El puente saltó por los aires y las cámaras no grabaron nada. Domingo señala los lugares, ocultos por la vegetación. Sería complicado ahora reconstruir ese momento y transformar la ensoñación en algo tangible.
Seguimos el camino en silencio. El párroco se sabe cada curva sombreada por las sabinas, los riscos de los que brotan buitres. En realidad cada lugar de esta provincia, porque ya ha perdido la cuenta de los pueblos en los que ha sido cura. Lleva más de medio siglo saliendo dos minutos en el cine y también ejerciendo una vocación que nunca fue a menos. El pasado domingo dio misa en cinco pueblos. También anduvo unos años por Ecuador. «Además de la cosa religiosa, es muy importante la vida que haces en el pueblo; tienes que meterte en el ajo, en el día a día, ayudar a la gente», dice. Y que también hay que saber manejarse, «porque coger muchas amistades en los sitios pequeños puede ser peligroso, te condiciona, porque siempre hay envidias».
Conserva la mirada inocente de un crío. Se lamenta del abandono del monasterio de San Pedro de Arlanza, que en la película era la misión de San Antonio. Hay una hermosa ermita en lo alto de la loma, la de San Pelayo, que también aparece en algunos fotogramas. Se mueve por la montaña con agilidad de experto senderista. Y acaricia la armónica en su bolsillo. Hay un bar de un pueblo cercano al que nunca la lleva porque el dueño está empeñado en comprársela. Todos conocen a Domingo y saben de su buen carácter. Paramos a beber agua, no como «Lee Van Cleef y todos esos, que se tomaban el whisky por un tubo». Le pregunto si es bueno echando sermones. Cree que sí, «me los preparo porque me gusta saber a dónde quiero ir a parar».

 

TITULO: Un país mágico -  Los griegos eligen los dos millares de islas del país para veranear,.


El sabado -22- Agosto  a las 18:30 por La 2, foto,.

 

Los griegos eligen los dos millares de islas del país para veranear,.


Las poblaciones de Oia y Thyra, en Santorini, a vista de pájaro./AFP
Las poblaciones de Oia y Thyra, en Santorini, a vista de pájaro.

La amenaza del coronavirus hace que los ciudadanos desistan de viajar al extranjero,.


Si el turismo es el pilar de tu economía y se basa en un 90% en los visitantes extranjeros, como país te preocupa mucho más que lleguen viajeros de otras naciones que dónde van a veranear tus ciudadanos. Especialmente, si tienen en casa una miríada de 2.000 islas, muchas de ellas paradisíacas y con playas y paisajes para todos los gustos y bolsillos, repartidas entre el mar Egeo y el Jónico. Esta es, a grandes rasgos, la situación que afronta este verano Grecia, uno de los estados europeos menos golpeados por la pandemia.
Consciente de la debilidad del sistema sanitario heleno después de años de recortes presupuestarios debido a la crisis financiera de 2008, el primer ministro, el conservador Kyriakos Mitsotakis, se dio prisa en decretar el confinamiento al ver cómo el coronavirus comenzaba a hacer estragos en la vecina Italia. La decisión de no esperar a que la enfermedad prendiera entre los griegos para imponer restricciones salvó muchas vidas. A finales de julio, la Covid-19 sumaba poco más de 4.000 contagiados y dos centenares de muertos.
Grecia recibió en 2019 casi 34 millones de visitantes, que se dejaron unos 19.000 millone s de euros. Una cifra récord que se esperaba superar este año, haciendo así del turismo la palanca con la que intentar sacar a la economía helena de la década horrible de recortes, austeridad, planes de salvamento y riesgo de bancarrota. Las halagüeñas perspectivas que planteaba Mitsotakis, elegido hace un año, han quedado deshechas por la pandemia. La caída del turismo, que supone entre el 25 y el 30% del PIB nacional, será demoledora. «Que nadie espere, incluso en el escenario más optimista, que se facture este año más de 4.000 ó 5.000 millones de euros», apunta Yiannis Retsos, presidente de la Asociación de Empresas Turísticas Griegas. Si se cumplieran las previsiones más positivas, el sector ingresaría entre un 20 y un 25% de la cantidad del año pasado. La caída del turismo pone en peligro alrededor de 120.000 empleos temporales que genera el sector en los meses estivales, en los que se concentra la llegada masiva de extranjeros.

Veranear es un lujo

La hostelería griega sabe que no puede esperar que sean sus compatriotas los que salven la campaña, pues la crisis de la última década ha convertido el veraneo, incluso dentro del propio país, en un lujo al alcance de pocos bolsillos. Ya antes del estallido epidemiológico, el 51% de los griegos no podían permitirse pasar una semana de vacaciones fuera de casa durante el año. Solo los rumanos y croatas estaban en una situación peor dentro de la Unión Europea, según los datos de Eurostat. «Como otras muchas personas de mi entorno, yo tampoco puedo irme a un hotel de veraneo, pero siempre puedo coger un tren de cercanías o un ferry y escaparme a pasar el día en una playa cerca de Atenas. No nos faltan sitios bonitos en nuestro país», cuenta Lambros, que trabajó durante un tiempo en el sector de la hostelería pero lleva los últimos años desempleado. Sobrevive, básicamente, gracias a las ayudas sociales.
Los griegos no suelen frecuentar en su tiempo libre los destinos más habituales para los extranjeros, como Santorini y Mykonos, y optan por otras islas menos masificadas, como la verde y pintoresca Spetses, situada en el archipiélago de las Sarónicas, y donde están prohibidos los coches. Otra isla poco concurrida y muy apreciada por los locales, especialmente por los amantes de la naturaleza, es Alónnisos, al norte del Egeo, cuyo parque nacional marino ofrece un santuario para una de las especies más amenazadas del Mediterráneo, la foca monje.

A Corfú de la mano de 'Los Durrell'
ngancharse a una serie televisiva con una localización atractiva es un poderoso incentivo para acabar visitando ese lugar. Lo saben bien los vecinos de Corfú, la segunda isla más grande del archipiélago de las Jónicas, que han visto cómo aumentaba la llegada de turistas británicos tras la emisión de 'Los Durrell', una serie basada en la estancia de esta familia en los años treinta e inspirada en la 'Trilogía de Corfú', escrita por el hijo menor, el naturalista Gerald Durrell. Disponible en Filmin, 'Los Durrell' habría contribuido a que aumenten entre un 15 y un 20% el precio de las casas de campo en la isla por la mayor demanda extranjera.


TITULO: Diario de un nómada  - Caminando sobre las olas ,.


El domingo-23- Agosto a las 19:00 por La 2 , foto,.

Los surfistas del círculo polar,.

Los surfistas del círculo polar | La Verdad 

En el archipiélago noruego de las Lofoten, unos osados pioneros se lanzaron a coger olas en los 60. La tradición perdura: «No hay muchos más sitios donde surfear bajo el sol de medianoche»


La iconografía tradicional del surf suele estar vinculada al sol, a un verano cálido, interminable y repleto de promesas, como en una ensoñación adolescente: es pensar en este deporte y la cabeza se nos escapa de inmediato a las playas de California, Australia o Hawái, mientras de una furgoneta -completemos sin miedo el tópico- brotan las armonías invitadoras de los Beach Boys. Pero, en realidad, también se practica el surf en el norte del norte, más arriba del círculo polar ártico, donde los esfuerzos del sol poco pueden hacer para caldear el ambiente: en el archipiélago noruego de las Lofoten, durante buena parte del año, las cabalgadas sobre las olas transcurren sobre un fondo insólito de playas y montañas nevadas, como si alguien se hubiese entretenido en combinar un álbum de surf con otro de snowboard. Y, aun así, algo tuvieron que ver los Beach Boys en esta tradición que parece tan fuera de lugar.
La historia del surf en las islas arrancó con un deslumbramiento y una cabezonería. Dos jóvenes amigos, Thor Frantzen y Hans Egil Krane, enrolados en un barco como tantos chavales del archipiélago, llegaron en una de sus travesías hasta Sídney. Allí descubrieron el surf, con una fascinación que pronto dejó paso a un sencillo razonamiento: no había ninguna razón para no hacer lo mismo en casa, allá en las Lofoten, donde las olas eran uno de los pocos bienes que abundaban. De vuelta en el archipiélago, en 1963, se aplicaron a la tarea de fabricarse sus propias tablas: a falta de mejor modelo, las copiaron de la cubierta del 'Surfin' Safari' de Beach Boys, editado el año anterior, y utilizaron como material el poliestireno de la puerta de un frigorífico. «En aquel momento no había muchos surfistas en Noruega, ni tampoco en Europa. Creo que los vecinos los miraban como a unos jovencitos muy estúpidos, por la ocurrencia de que se podía surfear al norte del círculo polar», relata a este periódico Marion Frantzen, la hija del pionero Thor.
Su padre fundó a principios de este siglo un campamento para surfistas junto a la playa de Unstad, en una bahía que se orienta hacia el noroeste y mira a mar abierto. Eran solo unas cuantas cabañas con las que aspiraba a afianzar el deporte de la tabla en las islas: a lo largo de los 90, algunos surfistas profesionales se habían aventurado hasta este remoto rincón de Noruega, pero la falta de infraestructuras condicionaba su difícil despegue como destino deportivo. Hoy, regentado ya por Marion, aquel alojamiento básico se ha transformado en Unstad Arctic Surf, la escuela de surf más septentrional del planeta, y las Lofoten parecen haberse asentado en las rutas de los aficionados menos conservadores. El entorno es sobrecogedor: el archipiélago suele compararse con una cordillera alpina arrojada bruscamente al mar, con picos afilados y acantilados vertiginosos que se reflejan en el Atlántico, y los paisajes se benefician de esa rara calidad de la luz escandinava, que parece limpiar la mirada. Cuando comparecen en escena las orcas y las águilas, parece una conspiración para crear la belleza definitiva.
Catálogo de maravillas
«En el invierno ártico, lo mejor de surfear aquí es la combinación de buenas olas, auroras boreales y montañas cubiertas de nieve. Puedes practicar el snowboard y el surf en una misma tarde. ¡Es una aventura completa! En verano es completamente diferente, con olas más pequeñas, pero el sol de medianoche permite surfear todo el día y toda la noche. No hay muchos sitios del mundo donde puedas hacer eso», explica Marion. Ciertamente, la latitud extrema convierte las Lofoten en un catálogo de maravillas: de finales de mayo a mediados de julio, el sol no acaba de ponerse; la contrapartida llega en invierno, cuando lo más parecido a la luz diurna son dos horas de «crepúsculo gris», pero la pureza de la oscuridad convierte las auroras en un espectáculo inolvidable. Y en enero, cuando el sol vuelve a asomar con timidez, el océano estalla en azules y la nieve parece rosa.
Los nativos de las Lofoten siempre presumen, además, de que en sus islas no hace frío, aunque evidentemente se trata de una afirmación subjetiva y muy discutible. Sí es cierto que las temperaturas son bastante más altas que en la parte más cercana de la Noruega continental: esta semana, por ejemplo, las mínimas han rondado los cuatro grados bajo cero. El agua se beneficia de la corriente cálida del Golfo -la misma que atrae cada invierno al 'skrei', el bacalao nómada que es la riqueza tradicional de las islas- y no baja de los siete grados de temperatura, pero aun así hay que surfear siempre con neoprenos gruesos. «Cuando mi padre empezó a hacer surf -plantea Marion-, no había trajes de este tipo, así que tuvo que ser una experiencia heladora».


TITULO: Un trío en la cocina - «Nunca me supo mejor una caña que las de después del encierro» ,.

  fotos,. Un trío en la cocina -«Nunca me supo mejor una caña que las de después del encierro»  ,.

 

«Nunca me supo mejor una caña que las de después del encierro»


Roberto Álvarez.

Roberto Álvarez./C. Santos
Un trío en la cocina con Nicola, Julius y Gonzalo | Gastronomía & Cía
El actor gijonés Roberto Álvarez se queda sin vacaciones para continuar con el rodaje de la serie de televisión 'Servir y proteger'.

El actor Roberto Álvarez, gijonés de pura cepa, se ha quedado gustosamente sin verano. Mejor dicho, sin vacaciones de verano, porque en Madrid, donde vive y trabaja, la temperatura recuerda bien en qué época del año estamos. Habla desde una terraza de Chamberí. Es su día de descanso en la serie 'Servir y proteger', en la que participa haciendo de médico cada día en TVE. Y mientras disfruta de su caña, confiesa: «Nunca me han sabido mejor que las que me estoy tomando al aire libre después del encierro que supuso el confinamiento».
Entre espuma y espuma aprovecha para aplaudir el apoyo al pequeño comercio y a la hostelería. Lo hace, además, invocando su infancia: «Me crié entre sidra y pellejos de vino, mi abuelo tenía la bodega San Asensio en la calle Caveda y mi padre, que trabajaba en el Banco Vizcaya, los fines de semana distribuía Sidra Escanciador». Revive también a su bisabuela Virginia, «que tuvo un localín muy famoso cerca de la estación. Aún conservo sus servilletas de lino».
Ahora, entre recuerdos, y al sol del mediodía madrileño, reconoce haber recuperado «la auténtica dimensión de los bares como espacios donde compartir la vida». Una vida que a él este verano se le ha quedado un poco en suspenso. Al menos en lo que a teatro se refiere. Pero eso le permitirá «subir a Asturias más de un viernes» y disfrutar del mantel o de «escapadas a esos lugares mágicos que tiene».

 

TITULO: Documentos TV - La guerra de las favelas ,.

 


  Martes 18 de Agosto a las 00:00 horas en La 2, foto,.

Documentos TV - La guerra de las favelas - RTVE.esDocumentos TV - La guerra de las favelas,.

Los más de 63.000 asesinatos al año convierten a Brasil en uno de los países más peligrosos del mundo. La mayoría de las víctimas de las operaciones policiales son hombres negros pobres de las favelas y, por término medio, cada dos días muere un policía.

La desigualdad, el racismo y las políticas de seguridad de las últimas décadas han generado una violencia permanente en los barrios marginales, donde los dos bandos acumulan cadáveres, mientras se cuestionan quién y qué se esconde detrás de esta guerra de las favelas.

Muchos barrios marginales viven en un permanente estado de guerra. Una violencia que encuentra su base, además de en las desigualdades, en las políticas de seguridad implantadas en las últimas décadas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario