lunes, 18 de enero de 2021

Domingo -24- Enero - LIARLA PARDO - La actriz Lola Herrara ,./ ESPAÑOLES POR EL MUNDO - Cuba desembarca en Valencia ,. / Donde viajan dos - La playa, eterna atracción de los valencianos ,. / Escala humana - ¿Cómo nos afecta no tener la especialidad de Genética regulada en España?,.- . ,. Miercoles -20- Enero. / LA MAQUINA DE ESCRIBIR - Esta noche, 'En primera línea - El mito de dormir del tirón ,.

 

 TITULO: Domingo -24- Enero   LIARLA PARDO  - La actriz Lola Herrara  ,.

El domingo -24- Enero  a las 18:00 por La Sexta, foto,.

 La actriz Lola Herrara,.

 Lola Herrera, sobre la vejez en 'Liarla Pardo': "Dice mucho de una sociedad  que la gente mayor sobre"

 

El mensaje feminista de Lola Herrera: "Tenemos que estar con los ojos muy abiertos porque hay voces que quieren retroceder",.

Cristina Pardo entrevista en Liarla Pardo a la actriz Lola Herrara, quien habla sobre cómo afrontó no poder divorciarse cuando quiso y sobre las mujeres que han batallado para conseguir derechos. "No podemos dar ni un paso atrás", defiende la artista.

La actriz Lola Herrera, de 85 años, no pudo divorciarse cuando quiso porque en aquella época no estaba permitido, Desde entonces, dice, hemos dado pasos de gigante en cuestión de derechos de las mujeres: "A mi me ha tocado vivir lo de no poder divorciarte y no poder separarte, no tener derecho a nada, ni firmar las notas de mis hijos, ni abrir una cuenta, ni firmar el contrato de una casa", recuerda. Y añade que "ser nadie y ser nada es muy desagradable".

Por eso, su mensaje es claro: "Tenemos que estar con los ojos muy abiertos porque suenan voces y aires de querer cambiarnos las cosas y retroceder en algo que ha costado tantísimo". "Ha habido tantas mujeres a lo largo de los siglos batallando que no podemos dar ni un paso atrás", añade en la entrevista.

TITULO:  ESPAÑOLES POR EL MUNDO - Cuba desembarca en Valencia,.

 

Cuba desembarca en Valencia,.

El espectáculo 'Hotel Habana Show' se instala en la antigua estación del Grao, con Manu Badenes como maestro de ceremonias EN EL,.

En la escenografía del espectáculo convergen la antigua y la actual capital cubana. / lp
 
foto / En la escenografía del espectáculo convergen la antigua y la actual capital cubana.

El cabaré cubano en su mayor esplendor desembarcó ayer en Valencia con 'Hotel Habana Show', un espectáculo musical que transporta a los espectadores al ambiente del cabaré más famoso de Cuba en los años 50. El show se desarrolla en una carpa instalada en la antigua estación del Grao de Valencia, frente al Puerto, con alegres e impresionantes números donde se combina la danza, la música y el circo. El espectáculo, que sube al escenario a 35 artistas cubanos, cuenta entre su elenco con un único español, el actor y guionista valenciano Manu Badenes, que interpreta el papel de El Extranjero. En una conversación con LAS PROVINCIAS, Badenes comentó que haber participado en la elaboración del guión junto a Yeandro Tamayo y haber viajado a la Habana con el equipo creativo para darle forma a la historia ha supuesto «disfrutar» el doble de este show.

- Ya actuó en 'The Hole Zero' como maestro de ceremonias. ¿Teniendo en cuenta que ambos espectáculos pertenecen a la misma productora, Letsgo, en qué se diferencian?

- Pienso que 'Hotel Habana' es una obra más coral porque hablamos de 36 artistas encima del escenario. Además, hay más trama y más personajes con peso. Cuenta la historia del que fuera antaño el cabaré más importante de Cuba donde actuaba la vedette Rita, rodeada de variopintos personajes. Pero además, se entremezclan otras interesantes intrahistorias.

- ¿Pero habrá algún protagonista indiscutible?

- Sí, claro. La protagonista es la cubana Sihara Dolores Balart, que interpreta el papel de Rita, una cantante que durante 20 años fue la voz principal del famoso cabaré cubano Tropicana. Pero a su vez hay otros personajes muy interesantes en el desarrollo del guión.

- ¿Qué supuso viajar a La Habana para preparar el espectáculo?

- Me pareció muy interesante estar en contacto y en el día a día con el equipo artístico, que ya llevaba tiempo dando forma a los diferentes números. Aunque yo ya conocía Cuba, volver a ver sus calles, edificios y sus variados y coloridos personajes han sido de gran utilidad para trasladarlo al público y también para elaborar el personaje del extranjero, no como turista, sino como persona que se ha quedado a vivir allí.

- Un maestro de ceremonias e hilo conductor de la historia se supone que no puede perder ripio. ¿Mucha responsabilidad?

- Sí, es una responsabilidad porque son más de dos horas y media de espectáculo durante los que no se puede bajar la guardia, porque, además, cada día es distinto. Son 35 personas entrando y saliendo del escenario que me obligan a estar con los cinco sentidos, pero para mi es casi como una terapia.

Producido por Letsgo, la dirección artística del show corre a cargo de Chevi Muraday (Premio Nacional de Danza) y la dirección de actores de Silvia Montesinos. El diseño de escenografía y vestuario es obra de Felype de Lima (Premio Max 2015 al Mejor Diseño de Vestuario) y la dirección de coreografía de Roclán González (coreógrafo del Ballet de la Televisión Cubana y director de la compañía Ballet Revolution).

La carpa instalada en la antigua estación del Grao de Valencia tiene una altura de 16 metros para poder albergar las acrobacias y el espectáculo en el aire y cuenta con una capacidad de 700 personas entre las gradas y las mesas, que permite además tomar una copa y picar algo mientras se disfruta del espectáculo.

 TITULO:   Donde viajan dos -  La playa, eterna atracción de los valencianos ,. 


La playa, eterna atracción de los valencianos,.

El disfrute burgués del veraneo cobra vigor en Valencia en el siglo XVIII y en el último tercio del XIX. Los que iban al mar buscaban la cinta de arena del Cabañal, foto,.

La playa, eterna atracción de los valencianos

La vinculación de los valencianos con su playa no tiene partida de nacimiento. Está descrita una y otra vez en libros y crónicas y se anima en torno al puerto y la colonia de pescadores que vive del trabajo en el mar. La playa del disfrute burgués, del veraneo, cobró vigor en el siglo XVIII, cuando una hilera de tartanas hacía el camino del mar a partir de la fiesta de San Juan. Los agobios de la ciudad -también, desde luego, las epidemias de la urbe amurallada- reclamaban el respiro de la brisa marina, el descanso de la mirada en el horizonte. Con condiciones malas o mejores, con instalaciones provisionales o fijas, los valencianos de todo tiempo y pelaje social han buscado la inevitable atracción de la orilla del mar.

«Allí acuden los de la capital a bañarse», escribió el «inventor» del turismo valenciano, Antonio José Cavanilles, en 1793. Los médicos recetaban tandas de baños de ola para combatir problemas en la piel y dolores en las articulaciones. Se citan mucho los que tomó doña Josefa Bayeu, la esposa del pintor Francisco de Goya; pero mucho antes fue una prescripción facultativa que se convirtió pronto en elegante moda social. «Muchos, convidados de la frescura y amenidad del sitio, suelen permanecer algunos días alojados en las chozas de los pescadores», dice el naturalista viajero.

Con todo « varios sujetos acaudalados» construyeron «edificios espaciosos». El lujo de la ciudad se trasladó a la playa de la mano de la primera revolución industrial: «Júntanse allí en estío personas brillantes de los dos sexos, viven en libertad, sin etiquetas y en una diversión continua; se suceden los convites, los bayles y la alegría», dice Cavanilles en una estampa que parece anunciar el Grand Tour y el dandismo de lord Byron. El viajero, que parece hablar del botellón, no deja de avisar que «a la juventud se le presentan ejemplos muy nocivos».

El primer ferrocarril llevó bañistas al Grao desde 1852: los tartaneros quemaron el puente del Turia

Los reyes de España llevaron la Corte de verano a Santander y San Sebastián a mediados del siglo XIX, y la nobleza fue arrastrada a regañadientes a La Concha y El Sardinero. ¿No iba la zarina a San Remo? ¿No iba la emperatriz Sissi de Mallorca a Valencia a bordo de su yate 'Miramar'? Biarritz se hizo famoso de la mano de Eugenia de Montijo y Napoleón III; se pusieron de moda las playas de Niza y Ostende, los paisajes marinos de Kiel, las regatas de grandes veleros en torno a la isla de Wight, mientras el 'Harper's Bazar' dictaba la moda y abría la competición de grandes sombreros femeninos.

Lo valenciano, sin embargo, era mucho más modesto. El valenciano huía del calor en agosto al terminar la Feria de Julio y buscaba refugio en la casa familiar de Bétera o Estivella, de Godella y Rocafort; los 'muy respetables' iban a los balnearios de aguas medicinales, el elegante Vichy o la doméstica Fuente Podrida. Para los que buscaban el mar, el modelo local aceptaba e imponía la democrática convivencia. Se podía ir en landó o en tartana de alquiler; pero todos, en el último tercio del XIX, buscaban la misma cinta de arena del Cabañal para alquilar barracas de pescadores. Instalada la familia, jaula del canario incluida, el padre emprendía el trasiego diario entre la playa y su negocio en el centro.

El ferrocarril y el tranvía

El marqués de Campo puso en servicio el primer ferrocarril, en marzo de 1852, entre Valencia y el Grao. Y aunque buscaba el movimiento de mercancías del puerto no desdeñó la clientela que llenó sus vagones en busca del alivio de la orilla del mar. Ahí tenemos, olvidada, la primera estación, la del Grao, la más antigua que queda en pie en España. Los primeros contrincantes de Campo fueron los tartaneros, que muy pronto intentaron quemar el puente de madera que cruzaba el Turia por donde ahora duerme Gulliver.

Después vendrían los tranvías de caballos; y basta ver la fecha de inauguración del servicio, el 23 de junio de 1876, para ver que la víspera de San Juan era el inicio oficioso de la temporada de baños valenciana. En 1892, el tren de vapor que se llamó 'El Ravatxol' hizo esa misma línea al tiempo que los ferrocarriles de vía estrecha abrían la primera estación con vistas al mar.

Los balnearios flotantes

En 1863, Pedro Diestro, empresario del teatro Principal, encargó al arquitecto de la plaza de toros, Sebastián Monleón, un proyecto colosal: un balneario de madera que flotara anclado cerca de la orilla. Así nació 'La Florida', que fue botado al mar entre músicas y brindis en medio de una multitud: por un real se permitía el baño, desde las cinco de la mañana a las nueve de la noche, tanto en su piscina común como en bañeras individuales de agua de mar, fría o caliente. Los sexos, no hay que insistir en ello, se remojaban por separado. Pero había honestas cabinas familiares para seis personas y alquiler de trajes - «túnica o tonelete y pantalón de lana»- adecuados para las damas elegantes que acudían desde la ciudad.

Dos años antes del derribo de las murallas, Valencia enloqueció con aquel salón de treinta metros de anchura comunicado con una galería con vistas al mar; al anochecer, luces de aceite en tulipas de cristal veneciano hacían soñar que Valencia empezaba a ser una gran ciudad.

Pronto llegaron otros balnearios para hacer posible el sueño de todos los públicos. 'La Rosa del Turia' se ubicó dentro de la dársena del puerto, cerca de la escalera real. Contaba con dos piscinas y tenía, desde la taquilla, un aire más popular.

Las Arenas, el Biarritz de casa

Se ha escrito mucho y los descendientes de la promotores se lo confirmaron a María Ángeles Arazo: 'Las Arenas' nació por una porfía, por uno de esos desafíos entre amigos compañeros de negocios, bañado en ese prurito que en Valencia resumimos con la pregunta: «Será per diners?». El caso es que se planteó el reto de dotar a Valencia de un balneario 'al estilo de' los de Biarritz y San Sebastián y en pocos meses, en 1888, el empresario Antonio Zarranz logró la concesión municipal y abrió una instalación de ocio, sencilla al principio, elegante pero sin excesos, que supo adaptarse a los modelos de convivencia social de los valencianos, poco o nada elitistas, muy llanos a la hora de disfrutar de los bienes de la brisa, la playa y la ola.

«En realidad, mi padre se inspiró en el ambiente de las playas francesas de moda. Él, que las frecuentaba mucho porque le encantaba viajar y prolongó su soltería hasta los cincuenta años, quiso dejar constancia de una estampa de la 'belle epoque'». En 1975, Antonio Zarranz Lavernia lo contó para el periódico aunque antes ya lo había descrito Teodoro Llorente, el Setentón. Por 'Las Arenas' pasaron las mil verbenas, alegrías, desgracias y milagros de esta ciudad. Valencia estaba con el paipai en 'Las Arenas' cuando se supo que se había perdido la isla de Cuba y cuando las chicas del charlestón se pusieron de moda en las páginas de 'La Semana Gráfica'. Como Biarritz, a imitación de Biarritz, pero con clóchinas y paella.

Lo que ocurre es que un día fatídico, el 29 de julio del años 1869, debió fallar uno de los barriles flotantes y la estructura colapsó en su parte central. Cundió el pánico, la gente de agolpó para acceder a la pasarela que conectaba con el muelle y todo derivó en tragedia cuando ese mismo estrecho paso cedió. El puerto vivió heroicas escenas de salvamento, pero no pudo evitar diez ahogados, casi todos mujeres y niños.

Se reforzaron las medidas de seguridad en 'La Florida' y los mejores calafates de la playa construyeron cajones estancos de refuerzo. No muchos años después, el drama se había olvidado y en el lugar que ocupó el balneario zozobrado flotaron después 'La Estrella' y 'La Perla'. Porque Valencia seguía pidiendo playa y baños de ola. Y porque en el Cabañal, desde el verano de 1888, había un balneario entero y verdadero: 'Las Arenas'.


TITULO : Escala humana -  ¿Cómo nos afecta no tener la especialidad de Genética regulada en España?  , Miercoles  -20- Enero,.
 

El Miercoles  -20- Enero  a las 21:00 por La 2, foto,.


¿Cómo nos afecta no tener la especialidad de Genética regulada en España?,.

«Retrasa diagnósticos, entorpece la prevención de nuevos casos y no garantiza que todos los profesionales que proporcionan estos servicios estén adecuadamente cualificados»,.

¿Cómo nos afecta no tener la especialidad de Genética regulada en España?
 

La Genética Clínica se practica en Europa desde hace más de 40 años. Es una herramienta básica en la medicina del siglo XXI porque permite realizar diagnósticos más precoces y precisos, prevenir nuevos casos y diseñar tratamientos más efectivos y seguros pero, a pesar de sus grandes ventajas y de que la mayoría de los países desarrollados ya apuestan por ella, España es el único miembro de la Unión Europea que todavía no tiene reconocida oficialmente esta especialidad. ¿Cómo nos perjudica eso?

«La falta de regulación de la especialidad provoca una gran heterogeneidad en el tipo de servicios de genética prestados en las distintas comunidades autónomas, lo que ocasiona a los ciudadanos una grave inequidad de acceso en el sistema nacional de salud. Esta situación retrasa diagnósticos y sus correspondientes tratamientos en los pacientes, entorpece la prevención de nuevos casos en las familias, disminuye la eficiencia del sistema sanitario (al solicitar pruebas innecesarias o no pertinentes) y no garantiza que todos los profesionales que proporcionan servicios genéticos estén adecuadamente formados para esa actividad, lo que va en detrimento de la salud de los ciudadanos y la calidad de vida de los pacientes», expresa Encarna Guillén, presidenta de la Asociación Española de Genética Humana (AEGH).

Se trata de una ciencia relativamente moderna, pues hasta hace unas décadas no disponíamos de las herramientas necesarias para estudiar el ADN a tan baja escala pero, en los últimos años, ha experimentado un crecimiento exponencial enorme, con la incorporación de técnicas de secuenciación masiva que permiten rastrear nuestro genoma.

Un porcentaje mínimo de los hospitales públicos españoles dispone de servicios de genética

Paralelamente, se está avanzado en la investigación de técnicas de modificación del genoma para evitar enfermedades hereditarias o crear nuevas terapias, como la técnica CRISPR/Cas9, descubierta por el investigador español Francis Juan Martínez Mojica. Un avance que puede revolucionar el futuro de la medicina.

«Cuando identificamos que un individuo tiene una enfermedad de base genética, como el cáncer hereditario, las enfermedades raras o determinados tipos de malformaciones congénitas o discapacidad intelectual, entre otras, no afecta solo a esa persona, sino que impacta a toda su familia al ser patologías que se transmiten con los genes y puede que alguno de sus parientes también sea un afectado presintomático o portador, sin saberlo, y que pueda seguir transmitiendo la enfermedad a su descendencia, lo que puede evitarse con opciones reproductivas como el diagnóstico genético prenatal», expresa Guillén.

Ya fue aprobada una vez

Aplicada a la farmacología (farmacogenética), además, abre la posibilidad de practicar la medicina personalizada, recomendando tratamientos más específicos según las características genéticas de cada paciente, lo que servirá para ser más efectivos y disminuir los efectos secundarios de los mismos, avanzando así en la seguridad de los pacientes.

Si los beneficios son tan numerosos, ¿por qué no regular esta especialidad cuanto antes? Resulta que ya lo estuvo. El Real Decreto 639/2014 para la regulación de la troncalidad de especialidades incluyó la Genética Clínica como nueva especialidad; pero este fue anulado por el Tribunal Supremo en 2016 por la ausencia del análisis económico-presupuestario.

Lo que se persigue desde entonces es la recuperación de esta especialidad con un decreto específico –como el que reguló la Medicina Forense el pasado mes de julio–, no integrado en uno general como anteriormente. «No tiene sentido volver a la casilla de salida con otras tantas especialidades que hoy reclaman su aprobación. La Genética Clínica ya superó los trámites correspondientes para ser regulada y se eliminó por una cuestión que no tuvo nada que ver con la especialidad en sí misma», sostiene Guillén.

Las conversaciones continúan pero, mientras tanto, en septiembre se convocó la concesión de subvenciones dirigida a la financiación de tres programas vinculados a la Infraestructura de Medicina de Precisión asociada a la Ciencia y Tecnología (IMPaCT), entre los que figura uno de Medicina Genómica. Menos es nada.

¿Cómo se forman los especialistas?

En la actualidad, un porcentaje mínimo de los hospitales públicos españoles dispone de servicios de genética, pero el acceso a ellos es muy desigual para los ciudadanos, pues la mayoría se concentran en las grandes ciudades, como Madrid o Barcelona.

Eso no quiere decir que, ahora mismo, no haya profesionales en España trabajando en genética con un desempeño excelente, pero sí que los que hay tienen dificultades para especializarse. De hecho, muchos emigran al extranjero para formarse. Encarna Guillén, por ejemplo, lo hizo a Estados Unidos. Otros destinos populares son Reino Unido e Italia. «Si más tarde vuelven a España, la mayoría pueden trabajar en este área, pero sin reconocimiento oficial, lo que conlleva una enorme precariedad», expresa la presidenta de la AEGH.

De lograr el decreto que se busca, se procedería a convocar una Comisión Nacional de la Especialidad, que estaría encargada de confeccionar los programas formativos de Genética Clínica, acreditar los centros que pueden formar a los futuros especialistas y reconocer oficialmente a los profesionales que ya están trabajando en este ámbito.

«Si, como país, se está apostando por impulsar la medicina de precisión y personalizada, con el fin de alinearnos con el resto de Europa, no podemos prescindir de tener los profesionales básicos para desempeñarla en el Sistema Nacional de Salud. La aprobación de esta especialidad, por tanto, es urgente y debería suceder muy pronto», opina.

 

TÍTULO: LA MAQUINA DE ESCRIBIR - Esta noche, 'En primera línea  - El mito de dormir del tirón ,.

LA MAQUINA DE ESCRIBIR - Esta noche, 'En primera línea - El mito de dormir del tirón ,.      . , fotos,.

 Este miércoles -20- Enero  a las 22.45, Antena 3,.

 

El mito de dormir del tirón,.

Si acaso, pueden hacerlo los niños y los adolescentes. A partir de los 40 es inusual,.

El mito de dormir del tirón

Pocas cosas quitan tanto el sueño como el insomnio. Quienes lo sufren miran a esas personas que dicen dormir «del tirón» y les parecen seres extraordinarios. Lo serían si, efectivamente, durmieran seguido como dicen. ¿Mienten entonces? «No, se despiertan pero son despertares tan breves que por la mañana no se acuerdan y la sensación que tienen es que han dormido 'del tirón'. Es habitual en niños y adolescentes y es menos frecuente a partir de los 40 años», advierte Javier Puertas, profesor de la Facultad de Medicina de la Universidad Católica de Valencia y vicepresidente de la Sociedad Española de Sueño (SES). Y explica qué ocurre cuando dormimos: «Uno piensa: 'Me duermo, me desconecto y me vuelvo a conectar dentro de ocho horas'. Pero el cerebro no se apaga, sigue habiendo actividad mental y se producen oscilaciones de la profundidad del sueño, así como activaciones cardiovasculares; en general, tenemos entre siete y ocho de estos 'microdespertares' por cada hora de sueño».

 

 Resultat d'imatges de la maquina escribir

 

– Si dormimos siete horas cada noche, eso suma más de cincuenta microdespertares.

– Sí, pero son tan cortos, menos de diez o quince segundos, que la mayor parte de las veces no nos enteramos. La mayoría no los recuerda casi nunca al despertar.

Suceden durante toda la noche, aunque son más frecuentes y de mayor duración hacia la madrugada. «El sueño del adulto se divide en dos mitades: en la primera mitad de la noche las ondas cerebrales son más profundas y más lentas. Si no tenemos preocupaciones es probable que esas activaciones no nos despierten. En la segunda mitad de la noche, sin embargo, las oscilaciones son más superficiales y tenemos más ensoñaciones». Es en este segundo periodo, cuando nos vamos acercando al amanecer, donde las probabilidades de despejarnos aumentan. «Si vamos al baño pueden suceder dos cosas. Que nos relajemos porque nos quedamos a gusto y que nos volvamos a dormir enseguida o que, por el contrario, nos despejemos y nos cueste conciliar el sueño de nuevo».

– Hay quien se despierta a las cuatro de la madrugada y tarda dos horas en dormirse.

– Sí. A esa hora más próxima al final de la noche es más fácil que seamos conscientes de los despertares. Si, además, hacemos fuerza para dormir lo que hacemos es favorecer el estrés y eso impedirá volver a coger el sueño. Entonces pasan dos horas o tres y piensas: 'Bueno, ya total para lo que me queda para levantarme...', ya te relajas, no vuelves a pensar en dormirte y es cuando a veces te duermes, cuando te queda una hora para que suene el despertador. Has dejado de 'intentar' dormirte, te has distraído y te has dormido.

Esas dos o tres horas en blanco en la cama –les sucede a un tercio de la población– suelen ser estresantes, de ahí que la recomendación sea «levantarse pasados quince minutos». ¿Qué hacemos? «Es conveniente tener un rincón en otra estancia de la casa donde ponemos a leer, o que nos permita relajarnos. Se trata de que el cerebro se distraiga para que no esté pensando en dormirse».

Estos episodios de despertares se incrementan con la edad. «En los niños es sueño es más profundo y continuo y suelen dormir de un tirón. Pero con la edad el sueño dura menos y tiende a hacerse menos profundo. Por eso, las oscilaciones de la actividad cerebral durante el sueño hacen que sea más fácil despertarse completamente».

El insomnio de los 40

El umbral de este 'salto' del sueño 'plácido' de los primeros años al más fragmentado sueño adulto lo sitúa el doctor Puertas en torno a los 40 años. «El insomnio se suele agravarse en el tramo de los 40 a los 50 años, cuando uno tiene más responsabilidades y preocupaciones: los problemas de los hijos, la salud de los padres, el trabajo... Es más fácil llevarse los problemas a la cama».

No solo las preocupaciones, el proceso natural de envejecimiento también afecta al sueño, haciéndolo menos duradero y más superficial. «Hay personas mayores que duermen dos o tres horas al principio de la noche y después ya solo descansan a intervalos pequeños».

Y, a todas las edades, los estímulos externos son otra de las causas que pueden afectar a nuestro descanso. «El cerebro es capaz de discernir los sonidos que son importantes. Eso explica que una madre que acaba de tener un bebé y viva al lado de un aeropuerto no se despierte con el sonido de los aviones al pasar pero sí lo haga ante el mínimo gemido del bebé. Lo hace porque ese estímulo tiene un significado importante para su cerebro». De la misma manera que determinados ruidos nos despiertan porque es importante que así suceda –el caso del bebé que gime–, hay otros que nos 'duermen': «Siguiendo con el ejemplo, cuando la madre susurra o lo mece, el bebé se duerme porque es un estímulo que identifica como reconfortante». Y otras veces el estímulo no es un ruido, sino una tarea pendiente con la que nos acostamos. «Cuando tienes que coger un vuelo o madrugar para un examen... te despiertas antes de que suene el despertador».

El primer y el segundo sueño, desde nuestros ancestros cazadores hasta los monjes

Desvelarse a media noche, lejos de ser un mal moderno, creen los especialistas que tiene un componente evolutivo. «Si nuestros ancestros cazadores hubiesen dormido ocho horas seguidas con completa desconexión hubieran sido más fácilmente presa de los depredadores. El cerebro procesa los estímulos del entorno para poder discriminar los importantes o amenazantes». No descansa, vaya. Javier Puertas explica que es frecuente encontrar en libros de medicina antiguos e incluso en la literatura –«en 'El Quijote, por ejemplo»– referencias «al primer sueño y al segundo sueño». «La gente se acostaba cuando anochecía, se levantaba al cabo de unas horas a realizar actividades sociales, o las parejas mantener relaciones intimas, y se volvían a dormir. En la vida monacal el rezo de maitines después de la medianoche que se hacía en los cenobios medievales, o actualmente en algunos monasterios de clausura, refleja también el sueño en dos periodos».

 

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