domingo, 6 de abril de 2014

CONOCER MEDIOAMBIENTE, Este biobúnker salvará a la humanidad,./ ¿ CUAL ES SU MEJOR RECUERDO DE LA FIGURA DE ALDOFO SUAREZ?


  1. Ilustración del biobúnker, construido en las Islas Svalbard, en el Mar ... de un valor incalculable, tanto que podría salvar del hambre a millones ...

    Medioambiente-foto

    Este biobúnker salvará a la humanidad



    Nadie en la ciencia descarta ya la posibilidad de un apocalipsis agrícola. El cambio climático, las sequías, las plagas o los ataques nucleares amenazan la alimentación del mundo. Para evitar el desastre, más de 70 países guardan cerca del polo norte las semillas de todos los alimentos del planeta. Entre con nosotros.


    Super-man tenía razón: Si quieres conservar algo valioso, construye una fortaleza cerca del Polo Norte.
    Esa es la idea del Global Seed Vault ('bóveda global de semillas') en las islas Svalbard (Noruega). Lo que allí se conserva es de un valor incalculable, tanto que podría salvar del hambre a millones de personas en el caso de un apocalipsis agrícola que acabase con cultivos de primera necesidad, una eventualidad que los científicos se toman en serio. Svalbard es un archipiélago tan remoto como curioso. No hay cementerios para que la gente no vaya allí a morir. La razón: el permafrost, la capa de suelo congelado que actúa como la nevera más eficaz del mundo. Unos investigadores desenterraron los cadáveres de unos marineros fallecidos durante la gran epidemia de gripe de 1918 y lograron aislar el virus, en perfecto estado, para fabricar una vacuna.
    El caso es que los muertos también se conservaban en muy buen estado, y mucha gente empezó a instalarse allí con la idea de morir, ser enterrados y exhumados cuando la medicina hubiese descubierto el remedio para sus males. Las autoridades noruegas no le vieron la gracia a tan luctuosa emigración y prohibieron los enterramientos. Pero otros científicos tomaron nota y le buscaron una utilidad más inmediata al clima hostil de estas islas del Círculo Polar Ártico, a medio camino entre la Noruega continental y el Polo Norte.
    -Un tercio de las semillas del mundo están ya aquí. Muchos países tienen una copia de seguridad de sus semillas para replantarlas en caso de catástrofe agrícola. Estas copias se conservan en los llamados 'bancos de germoplasma', donde se guardan no solo semillas, también esquejes y cualquier forma reproductiva vegetal de interés. Hay unos 1500 de estos bancos en el mundo. Pero los edificios están expuestos a desastres naturales, dejadez en el mantenimiento o incluso asaltos por la inestabilidad política. Por ejemplo, los bancos de Irak y Afganistán fueron expoliados durante la guerra. En el búnker noruego se guarda una copia de cada copia. Su capacidad es de 4,5 millones de muestras, pero su ambicioso objetivo es conservar duplicados de las semillas de todos los alimentos del mundo.
    Una tarea ardua teniendo en cuenta que los expertos calculan que existen unas 150.000 variedades de trigo, 30.000 de maíz, 47.000 de sorgo y 15.000 de cacahuete. Fue inaugurado en 2008 y en la actualidad se mantienen allí 770.000 especímenes, un tercio de los que se conocen en la actualidad. El proyecto está financiado por el Gobierno de Noruega y lo gestiona el Global Crop Diversity Trust, una organización sin ánimo de lucro formada por empresas y fundaciones, entre ellas la de Bill y Melinda Gates. Costó unos seis millones de euros y su mantenimiento es relativamente barato: 215.000 euros al año. Participan unos 500 científicos de todo el mundo.
    -Se encuentra dentro de una montaña helada. Las instalaciones penetran unos 120 metros en una montaña helada de la isla de Spitsbergen y están reforzadas por paredes de hormigón de un metro de espesor. La cámara de seguridad permanece a una temperatura constante de 18 ºC. Pero incluso si se produjese un fallo en el suministro eléctrico, la temperatura no subiría por encima de 3,5 ºC gracias al permafrost, que actúa como refrigerante natural. En tales condiciones, las semillas pueden ser viables durante milenios. La vigilancia de este jardín del edén congelado corre a cargo de la Policía noruega.
    -Funciona como la caja de seguridad de un banco. Este almacén de semillas, el más grande del mundo, se conoce popularmente como la 'bóveda del fin del mundo'. Resiste erupciones volcánicas, terremotos de hasta seis grados en la escala de Richter, crecidas del nivel del mar e incluso un ataque directo con misiles nucleares.Funciona como una caja de seguridad en una entidad bancaria. Noruega es la propietaria de la instalación, y los países que envían las semillas siguen siendo los propietarios de estas. Las cajas no se abrirán a no ser que el depositante original solicite que le envíen el contenido.
    -El búnker puede resistir hasta un ataque nuclear. «Estas instalaciones proporcionan los medios para recuperar cosechas arrasadas por desastres de gran magnitud, como una guerra nuclear explica Cary Fowler, impulsor del proyecto. Pero no hace falta un cataclismo para poner en peligro la biodiversidad, también puede verse afectada por accidentes, un desastre natural, una mala política o recortes presupuestarios».Hay que tener en cuenta que muchas cosechas de uso comercial ya no pueden existir sin recurrir a múltiples cruces entre las variedades salvajes y domésticas. «La historia de la agricultura tiene 13.000 años, pero el hombre no empezó a coleccionar semillas hasta hace un siglo.
    Hoy, los cruces genéticos son tan intrincados que el pedigrí de la más humilde semilla tiene más ramas que el árbol genealógico de la monarquía más antigua. Por ejemplo, para describir los cruces genéticos de algunas variedades de trigo harían falta seis metros de papel añade Fowler. Y el trigo para fabricar pan no es el mismo que el que se usa para hacer pasta, por ejemplo. Ni son iguales las semillas de las decenas de variedades de tomate para ensalada que las que se usan para hacer salsa. Ya no estamos hablando solo de seguridad alimentaria, también de los gustos de los consumidores».
    -El objetivo: luchar contra las hambrunas. Pero el propósito principal de la bóveda es evitar hambrunas. Según un estudio del Gobierno británico, el cambio climático puede poner en peligro una decena de cultivos en zonas áridas o semiáridas del África subsahariana. Entre las joyas que se guardan en el depósito noruego hay muestras de un trigo semienano conocido como Norin 10. Es originario de Japón. Su existencia está documentada desde los años treinta y el general MacArthur lo llevó a los Estados Unidos después de la Segunda Guerra Mundial. La planta apenas alcanza los 60 centímetros de altura, pero es muy resistente y ha servido para incrementar la producción de grano de países como la India y Pakistán en un 60 por ciento.
    Otra variedad de trigo, que ni siquiera tiene nombre (se la conoce por su número de referencia: 178383) y es originaria de Turquía, fue importada a los Estados Unidos en 1948. «A simple vista tiene un aspecto bastante miserable, pero salvó las cosechas de la plaga de roya lineal, un hongo devastador, y hoy sus genes están en casi todas las semillas comerciales que usan los agricultores norteamericanos», comenta Fowler.
    Bajo el hielo polar
    Costó unos seis millones de euros y en el proyecto participan unos 500 científicos. Las instalaciones penetran 120 metras en la montaña helada
    -Seguridad y... arte. Además de ultrarresistente, la entrada es una pieza artística de Dyveke Sanne. Abajo está la puerta de acceso; en la parte superior, una luminaria que, como un faro, refleja la luz polar.
    -Dimensiones de las bóvedas. Un largo túnel de casi 95 metros que se adentra en la montaña conduce a los almacenes. Cada cámara mide 10 metros de ancho por 27 de largo y 6 de alto.
    -Centro de control. Las semillas, que se reciben de cualquier parte del mundo, son previamente inventariadas y tratadas en esta oficina. Solo entonces se inicia el proceso de almacenamiento seguro.
    -¿Cuántas semillas se guardarán? Se aspira a almacenar todas las existentes en el planeta: unos 4,5 millones de muestras. Cada muestra contiene unas 500 semillas de cada variedad.
    -¿Cómo se conservan? A 18 ºC y con un muy bajo nivel de humedad. Eso garantiza la baja actividad metabólica y la perfecta conservación por siglos de las semillas, siempre que haya electricidad.
    Las joyas más amenazadas
    -La manzana: Cercada por las plagas
    Es la fruta más cultivada del mundo y una de las más amenazadas por las plagas; algunas, resistentes a los pesticidas con antibióticos. Es vital preservar la diver-sidad genética de los manzanos, que se cultivaron por primera vez en Asia. Kazajistán y Turkme-nistán atesoran las semillas más antiguas, pero ambos países tienen problemas para mantener estas semillas cruciales.
    -El trigo: Víctima de un hongo asesino
    Su estado es crítico. Un hongo que se contagia por vía aérea apareció en Uganda en 1999, saltó a Kenia y Etiopía y se extendió por África y Asia. Se lo conoce como Ug99 y ya amenaza a Pakistán y la India, donde se cosechan 22 millones de toneladas al año. Ya se busca diseñar semillas inmunes. La colección más importante está en los bancos de Rusia.
    -La patata: Vuelve la pesadilla del siglo XIX
    La misma enfermedad que causó la hambruna en Irlanda en el siglo XIX (un millón de muertos) reapareció varias veces en la última década en Alaska o Bangla-desh: las cosechas han caído un 50 por ciento. Los bancos de América del Sur, lugar de origen de la patata, guardan las variedades claves para desarrollar patatas resistentes a esta plaga.
    -La soja: El cambio climático no ayuda
    Una nueva plaga del hongo roya se ha extendido por América en la última década. El cambio climático empeora la situa-ción. Ha aparecido a su vez en Asia. Destruye velozmen-te el 80 por ciento de una cosecha. En Svarbald no solo se guardan semillas resistentes al hongo; también variedades que podrían usarse para diseñar semillas inmunes a mutaciones de esta plaga.


     TÍTULO: ¿ CUAL ES SU MEJOR RECUERDO DE LA FIGURA DE ALDOFO SUAREZ?

    1. No recuerdo cuándo vi a-foto- Adolfo Suárez por primera vez antes de que, en 1980, me nombrara ministro para las Relaciones con las ...

      ¿Cuál es su mejor recuerdo de la figura de Adolfo Suárez?

      No recuerdo cuándo vi a Adolfo Suárez por primera vez antes de que, en 1980, me nombrara ministro para las Relaciones con las Comunidades Europeas en su último Gobierno. Me eligió pese a las protestas de alguien bien situado que alegaba mi pasado exilio en Londres como un impedimento para el cargo. Nadie dio importancia al nombramiento. Se trataba de las relaciones del Gobierno de España con la Comunidad Europea que se habían truncado con el anterior ministro y en un momento en el que este tema no interesaba a casi nadie, obcecados como estaban todos con la Transición a la democracia.
      El primer gran acierto de Adolfo Suárez fue darse cuenta de que la apertura al exterior era el tema que realmente importaba; la apertura a la democracia habría que hacerla de todos modos, mal y transigiendo, como con la separación de poderes de Montesquieu. El segundo gran mérito de Adolfo Suárez fue buscar contra viento y marea salidas no exploradas todavía en el marco democrático. Por ejemplo, tuvo el valor de mudarse de partido en un país donde nunca nadie quiso cambiar, optando por unas siglas desconocidas como el Centro Democrático y Social. Siempre admiré en él esa valentía en un país anonadado por su pasado en el que, mientras los políticos al uso de la época seguían conspirando, Suárez abría nuevos caminos.
      Hay un tercer aspecto de Suárez que merece la pena destacar: deslumbrado por la política, nunca concedió a su vida personal el valor que merecía. Recuerdo una conversación que tuve con él en la que le recordé la conveniencia de atender también el consejo de unos médicos especialistas amigos en los Estados Unidos. Su salud bien valía escuchar otras opiniones, pero él no quiso perder ni un minuto constatando si alguien sabía más sobre el futuro de su salud que sus allegados; lo que le importaba de verdad, lo que lo carcomía por dentro, era la Transición y la apertura del país al exterior.
      Cuando ya estaba todo perdido quiero decir la posibilidad de confeccionar la Transición desde dentro, se agarró a procesos diminutos y costosos como la creación de un nuevo partido, como el Centro Democrático y Social. Recuerdo la extrañeza con la que los demás constatamos que Adolfo Suárez había elegido el camino más democrático, pero también el más incierto, para su futuro: la creación de un nuevo partido cuando no había redes sociales para innovar, recurriendo a nuevos amigos que no habían formado parte de su pasado. Era un desafío casi descabellado si no fuera por su reconocida valentía.
      «No es normal lo que estoy haciendo, pero quiero que te des cuenta de lo que agradezco tu prueba de confianza y de todo lo que podemos hacer me dijo en la única e insólita visita que me hizo en mi domicilio; no he ido a casa de nadie más para agradecerle personalmente la decisión de estar a mi lado». A los pocos días aparecía en toda la prensa la fotografía que representaba el pequeño y último sueño político de Adolfo Suárez su presencia más allá de las fronteras españolas, con los cinco candidatos al Parlamento Europeo de su nuevo partido: Raúl Morodo, Federico Mayor Zaragoza, Eduardo Punset, Carmen Díez de Rivera y Rafael Calvo Ortega. Aquel diminuto sueño, sin incidencia entonces en el escenario político español, señala hoy el único ámbito del que vale la pena hablar: la apertura al exterior y el fin del aislamiento, que tanto daño físico y moral había causado.


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