lunes, 7 de abril de 2014

EL DIVAN DE OLGA VIZA, Colorín colorado en el Príncipe Felipe,./ HOY LE TOCA A, EL BADAJOZ, SALVADO EN EL MINUTO 98,.

  1. Colorín colorado en el Príncipe Felipe
    Echando números, por supuesto que el Cacereño no está descartado para alcanzar plazas de Copa del Rey. Por favor. Pero si uno se para, ...

    SEGUNDA b

    Colorín colorado en el Príncipe Felipe--( foto )

    La plantilla del Cacereño constató ante el Sevilla Atlético, sobre todo en la segunda parte, que sabe que no se está jugando absolutamente nada

    Echando números, por supuesto que el Cacereño no está descartado para alcanzar plazas de Copa del Rey. Por favor. Pero si uno se para, se sienta y lo escudriña detenidamente, sabrá que es imposible. Utópico. Porque el equipo está roto y se ha caído, ya no existe, ha tirado la toalla. Y ojo porque faltan aún cinco jornadas, en las que si el grupo no cambia de comportamiento puede incluso llegar repetir la historia del curso pasado: no ganar ni uno de los últimos siete partidos. Y eso el vestuario lo sabe.
    El equipo de Marcos constató ayer, sobre todo en la segunda mitad, que sabe que no se está jugando absolutamente nada (al menos grupalmente). Y así se lo hizo saber una semana más a su acólitos del Príncipe Felipe (que cada vez, por cierto, son menos). Una victoria y cinco derrotas en las últimas seis jornadas le hacen silbar a cualquiera, incluida a la grada verdiblanca.
    Y eso que, una jornada más, el equipo salió bien. Pero siempre va de más a menos. Será por el físico, por las molestias que arrastran piezas importantes, porque no aciertan con el gol, por una conjunción astral rara de esas... El caso es que se va de los partidos. Se diluye. Desaparece. Y si fuera ganando cómodamente, pues a lo mejor se le aplaudiría. Pero le cuesta tanto fabricar goles que, irse de los partidos, es un lujo que no puede ni soñar. Y si a esto se le añade que enfrente estaba un rival que llevaba desde el 10 de diciembre sin marcar a domicilio... pues eso: bostezo tras bostezo.
     
     
    Pero al menos en los primeros 45 minutos el equipo de Marcos exhibía cositas: un tiro lejano por allí, un acercamiento peligroso por acá, una triangulación en condiciones, una contra bien pensada, Jairo y Gaspar que se juntan y uno piensa lo que pudo ser y finalmente no ha sido... Sí, también es verdad que con el paso de los minutos el Sevilla empezó a pisar el área de Vargas, pero con el mismo peligro y la misma claridad que el Cacereño la suya. Las mejores ocasiones llegaron en un minuto, poco antes del descanso: primero David Soria le sacó una manopla a una falta espléndidamente dirigida por Toni Sánchez a la escuadra y después Cotán le pegó mal casi desde el punto de penalti con todo a su favor.
    Pero luego llegó la segunda parte, es decir, la nada. Al menos en lo que respecta al Cacereño. Aún se está investigando en Cuarto Milenio si el equipo de Marcos llegó a salir del vestuario. Es un caso paranormal, porque camisetas verdes se vieron pulular por el césped. Aparte de no llegar ni una sola vez con peligro al área rival (no digamos ya tirar a puerta con intenciones), le faltó juego en el centro del campo y contundencia atrás.
    Y el Sevilla Atlético, el más infantil arriba que se recuerda por el Príncipe Felipe en años, se lo fue creyendo y empezó a molestar cada vez más. Y granito a granito, llegada sin peligro tras llegada sin peligro, pues empezó a preguntarse por qué no. Preguntarse, decimos, porque este equipo tan sólo había hecho cuatro goles a domicilio en todo lo que se llevaba de campeonato: uno en Arroyo en septiembre y tres en Algeciras el 10 de diciembre. Desde entonces, siete partidos a domicilio seguidos y cero goles celebrados.
    Y entonces la cogió Juanje a la altura del banquillo de Marcos y empezó a avanzar y a sortear rivales. Rivales por decir algo, porque parecían esos amigos pelotas que siempre te están dando palmaditas en la espalda. El extremo sevillista se fue de uno, de otro, de otro más y del cuarto, y se plantó en el balcón del área. Ni se lo creía que hubiera sido tan fácil. Así es que no lo estropeó y metió en profundidad a Juan Muñoz, que cruzo en un mano a mano escorado ante la salida de Vargas. Quinto gol a domicilio de la temporada del Sevilla Atlético. Eso lo dice todo.
    Eso y que el Cacereño apenas tuvo capacidad de reacción, ni con Raúl Medina sobre el césped. Salía de una lesión y fue más al choque y al suelo que algunos de sus compañeros juntos. Es cierto que falta gol y últimamente también juego y solidez, ¿pero hambre? Pues desde fuera lo parece. Y sin hambre alguna, colorín colorado...
     
    TÍTULO: HOY LE TOCA A, EL BADAJOZ, SALVADO EN EL MINUTO 98,.

    El Badajoz, salvado en el minuto 98El Badajoz, salvado en el minuto 98.- (foto)

    - En una calurosa tarde y con una entrada más que aceptable debido a la amplia presencia de aficionados pacenses, el CD Badajoz 1905 ...

    REGIONAL PREFERENTE

    El Badajoz, salvado en el minuto 98

    Ocho minutos de añadido necesitaron los pacenses para conseguir la victoria en Puebla de la Calzada

    En una calurosa tarde y con una entrada más que aceptable debido a la amplia presencia de aficionados pacenses, el CD Badajoz 1905 consiguió una apurada victoria en Puebla de la Calzada, en una más que larga prolongación del tiempo reglamentario.
    El partido comenzó muy bien para los blanquinegros, con posesiones muy largas y juego de toque combinativo que los locales apenas podían contrarrestar. En el minuto 10, Cholo estuvo a punto de marcar a la salida de un córner. Fue un aviso que se concretó un minuto después. Jugada por banda de Golo, que puso un centro medido desde la banda izquierda que Carmona, adelantándose a la defensa poblanchina, introdujo el balón en las mallas.
    Este gol serenó a los pacenses, que tuvieron una primera parte muy cómoda, con gran superioridad técnica y posicional en el centro del campo, que hizo que los locales apenas llegaran a las inmediaciones de la meta de Kouba. En el minuto 21, los pacenses reclamaron insistentemente un penalti por una posible mano de Alpiste, que el colegiado no apreció como tal. En las postrimerías de este tiempo, se le anuló un gol al Badajoz por fuera de juego de Chino.
    La segunda parte fue mucho más igualada, los pacenses ya no manejaron el balón con tanta comodidad y el Puebla consiguió nivelar la contienda, periodo mucho más físico que técnico. Los cambios que efectuaron los poblanchinos, con la entrada de dos jugadores juveniles, Julio y Antonio, dio más presencia a los locales en el centro del campo.
    Rooney
    El Badajoz tuvo una buena ocasión para marcar en el minuto 58 en los pies de Rooney que desde fuera del área lanzó un potente disparo que despejó a córner Parra. En el minuto 73 los pacenses tuvieron una clamorosa ocasión para afianzar la victoria. Un contraataque puso a cuatro jugadores pacenses contra un solo defensa local, Chuchi, que consiguió desbaratar la jugada de los atacantes blanquinegros.
    Los poblanchinos le empezaron a perder el respeto a los pacenses y empezaron a aproximarse a la meta de Kouba. Los visitantes ya no controlaban el juego con precisión y aunque mantenían la pelota, eran más imprecisos en el pase e inoperantes en ataque.
    Cristóbal marró una gran oportunidad en el minuto 83, pero un minuto después sí que acertó con las redes pacenses en una contra que le plantó delante de Kouba y puso el empate en el marcador. Pudo ser peor para el Badajoz, ya que apenas se sacó de centro, un fallo en la defensa pacense volvió a quedar a Cristóbal delante de Kouba, al que lanzó una vaselina que lamió el larguero visitante. Pudo ser el 2-1, pero perdonaron los poblanchinos.
    Desde aquí al final, los pacenses apretaron para desnivelar el marcador, pero apenas inquietaron la meta de Parra. En el minuto 88, el portero local se lesionó en una mano y tuvo que ser atendido en el terreno de juego y finalmente ser sustituido. El árbitro prolongó en exceso el partido debido a este incidente. Los locales pedían la hora de forma elocuente.
    Pasados ya ocho minutos de la prolongación, se produjo una falta en la banda izquierda del ataque blanquinegro. Balón al área, algunos rebotes y el balón le llega a Golo, que empuja en la misma boca de gol poniendo el definitivo 1-2. Alegría desbordada de los jugadores pacenses y desilusión y enfado en los poblanchinos, que no entendían el porqué de tanto descuento injustificado.
     

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