PLANETA CALLEJA - DOMINGO -13- AGOSTO ,.
Planeta Calleja es un programa de televisión de España que se emite cada domingo a las 21:30, en Cuatro de Mediaset España.
Jesús Calleja enfrentará a rostros conocidos a vivir experiencias únicas e irrepetibles fuera de su contexto habitual y en los lugares más remotos y fascinantes ., etc.
LA CHICA LUNES -14- DOMINGO -20- AGOSTO - Daniela Blume Presentadora,.
Daniela Blume, foto.
| Daniela Blume | ||
|---|---|---|
 Daniela Blume en 2010. |
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| Nombre real | Alexandra García Mezcua | |
| Nacimiento | 9 de febrero de 1985 (32 años) Mataró, Barcelona, España  |
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| Nacionalidad | Española | |
| Ocupación | Sexóloga, locutora de radio. | |
| Años activos | 2003–presente | |
| Pareja | Oriol Sàbat (2008-2012) | |
| Ficha en IMDb | ||
Biografía
Estudió la carrera de Sexología en Canadá y en su regreso a España trabajó como stripper en la Sala Bagdad de Barcelona. Más tarde, trabajaría en el programa de Telecinco Crónicas marcianas hasta su fin, en julio de 2005.Tras ello, continúa en Telecinco como reportera en el programa TNT, dirigido por Jordi González. Además, trabaja como stripper y sexóloga en el programa Condició femenina de Canal Català TV. En junio de 2007, posa para la revista Interviú.2
En 2009, participa en Supervivientes: Perdidos en Honduras en Telecinco.3 Fue la clara favorita del público que, tras salvarla de tres nominaciones, le concedió su ansiado deseo de salir del concurso y terminó convirtiéndose en la octava expulsada tras 56 días en la isla. Ese mismo año trabaja, ocasionalmente, como colaborada en el programa Sálvame diario.4
En el verano de 2011, presenta el programa de Antena 3 Comer, beber y amar.5
En 2013, participa en el programa de Antena 3, Splash! Famosos al agua, donde llegó hasta la final.6 El jurado puntuó con 9,5 su último salto en el programa, la puntuación más alta hasta aquel entonces, pero el público decidió que el ganador fuese el exgimnasta Gervasio Deferr (ganador de tres medallas Olímpicas). Finalmente, Daniela acabaría en tercera posición.
Desde septiembre de 2007 hasta julio de 2013, fue locutora en el programa radiofónico Ponte a prueba, en Europa FM. En 2009, escribió junto al director del programa, Uri Sabat, un libro titulado El Manual de Ponte a Prueba.7
Desde el 26 de agosto de 2013 y hasta julio de 2016 colaboro con Uri Sabat en el show radiofónico No te cortes, de Los 40 Principales.8 En octubre de aquel mismo año, fue elegida la 13.ª mujer más sexy del mundo, según la revista FHM.
En 2015 aparece en el primer debate de Supervivientes 2015 como colaboradora.
A principios de septiembre de 2016, aparece como invitada especial en el programa de Antena 3 1,2,3... hipnotízame, junto a otros famosos como Mario Vaquerizo, Patricia Montero o Santi Rodriguez. Además, durante los meses de septiembre y octubre, participa como comentarista en GH 17: Límite 48 Horas, hasta la cancelación del mismo programa especial del reality por sus discretos datos de audiencia. El 28 de diciembre se confirma mediante una promoción publicitaria de GH VIP 5 la participación de Blume para la nueva edición de famosos, que se estrenó el 8 de enero de 2017. El 13 de abril de 2017 se proclama como segunda finalista de la quinta edición de Gran Hermano VIP., etc.
TITULO: CALLEJEROS - AL RINCON DE PENSAR - MARTES -15- AGOSTO - 'La Orestíada' no defrauda en su estreno,.
AL RINCON DE PENSAR - MARTES -15- AGOSTO ,.
Al rincón, anteriormente conocido como Al rincón de pensar, fue un programa de televisión español en el que cada semana dos personajes de plena actualidad (Cantantes, políticos, actores, deportistas) se someterán a las preguntas Risto Mejide en su particular rincón. Se emitió los martes a las 00:00 horas en Antena 3., etc.
CALLEJEROS -'La Orestíada' no defrauda en su estreno,.
'La Orestíada' no defrauda en su estreno, foto.
La Orestíada' no defrauda en su estreno,.
El público no dudó en levantarse de sus asientos y dedicar minutos de aplausos al equipo de la obra firmada por Luis García Montero Los más de dos mil asistentes disfrutaron de la gran interpretación de Ana Wagener como Clitemnestra
El Teatro Romano lucía vestido para la ocasión, con su concurrido graderío a modo de manto en el que se unen todo tipo de energías, palpitaciones y expectativas. Energías que centraban su atención en un mismo punto. El centro del escenario, en el que se levantaba una imponente escalera que más allá de su simple utilidad, subir y bajar por ellas, alardeaba de una metáfora repetitiva y ya manida por el paso del tiempo. Los que se sitúan arriba, y los que, inevitablemente, se encuentran abajo. Los que juegan con el devenir de todos, porque pueden, y los que pagan las consecuencias, porque deben. Los que manejan el poder y los que asumen su papel de pueblo.Lucía vestido para la ocasión, con un manto nuevo. Cada día de representación lo es. Siempre lo es. Y sin embargo la imagen resultaba de lo más familiar. El simbólico telón del escenario romano, que reposaba sobre la arena desde hace poco menos de un año, parecía aguardar el momento que tuvo lugar el pasado miércoles. Como si no hubiera pasado el tiempo y las agujas del reloj se detuvieran siempre en la época estival, 'La Orestíada', rompía con su sueño profundo, el silencio de sus columnas, devolvía a la vida su frente escénico e iniciaba el particular embrujo de Mérida en verano. Ese que se vale de una magia inmortal, atemporal y que en la capital autonómica acrecienta aun más su encanto, recupera su sentido y rescata su identidad. La de las noches de teatro clásico.
Como no podía ser de otro modo, mientras unos iban ocupando los asientos, otros aprovechaban los minutos previos para inmortalizar el momento. No cambian los previos, como tampoco el silencio sepulcral que se alcanza cuando las luces indican que ha llegado el comienzo. Los más de dos mil asistentes quedaron enmudecidos. Magia.
Uso del mapping
Para protagonizar este arranque de motores, Jesús Cimarro, director de la cita cultural, apostó por una tragedia que hacía diez años que no se representaba sobre la arena del Teatro Romano. Mismo director (José Carlos Plaza), eso sí, aunque distinta dramaturgia (de Luis García Montero) y por lo tanto, distintas directrices con las que dar forma al montaje.Un montaje que empezó valiéndose de la técnica del mapping para sazonar desde el inicio con pinceladas de dramatismo. Una técnica, que está visto y comprobado, que proyecte lo que proyecte siempre provoca el estupor de los presentes. Suma. A lo lejos y bajo la diosa Ceres hacía su entrada Ana Wagener cediendo voz, cuerpo y alma a Clitemnestra mujer de Agamenón. Ella lo espera, mientras él se encuentra lejos del hogar y combatiendo en la guerra de Troya.
Ella lo espera, sí. Con los brazos abiertos, también. Aunque con los mismos con los que planea su venganza. En pocos minutos el sentimiento de rencor y odio, propia de la que siente la traición en su vientre y remueve entrañas invade el espacio. Clitemnestra se confiesa ante los espectadores. Desgrana su plan, que parte del resentimiento y de algo que una madre jamás podría perdonar. El sacrificio de un hijo, de sangre de su sangre. Al abandono profundo que siente como mujer se une el desconsuelo de una madre que llora la muerte de una de sus hijas, que para más horror, fue ofrecida a los dioses, por parte de Agamenón para conseguir su favor y ganar la guerra. Se enciende la llama. La victoria se vislumbra en el horizonte. Cae Troya y el hombre regresa a su casa donde le espera una sentencia de muerte. Se masca la tragedia, comienza el espectáculo.
Dividida en dos
Sí, el rey, interpretado por Felipe García Vélez, muere. Muere a manos de su esposa y con la ayuda de su amante Egisto, de Alberto Berzal, que también tenía cuentas pendientes con su estirpe. Muere aunque minutos antes una esclava troyana, Cassandra por María Isasi, regalo del rey por su triunfo, relata y revela al pueblo y a Colifeo, interpretado por Juan Fernández, la profecía de los dioses. Describe cómo será la muerte de Agamenón, la suya propia y lo que desencadenará el derramamiento de sangre. Más muerte. Más oscuridad a esa tierra.Con la miel en los labios finaliza el primer acto. La organización programó un pequeño descanso de 15 minutos que creó algo de confusión entre los que pensaron que la obra había terminado. Pero no. Tras un 'tomar el aire' y algún que otro refrigerio, la atmósfera que lleva intrínseca una tragedia se apoderó de nuevo del entorno.
Ocho años después. Orestes, o lo que es lo mismo, Ricardo Gómez, entra en escena desde los vomitorios del graderío con la mirada clavada en la tumba de su padre. Como ofrenda, decide cortarse un mechón de pelo. El mismo que le vale para convencer a una Electra de ojos azules, los de Amaia Salamanca, con la mirada desquiciada y consumida por el odio, de que se trata de su propio hermano.
La profecía de los dioses sigue su camino al margen de los mortales que actúan como marionetas. La sangre llama a la sangre. Y aunque las dudas nublan el juicio de Orestes, ante los restos de su padre, jura acabar con la vida de sus asesinos. Jura matar a su madre.
Sí, Orestes mata a su madre no sin tormento y no sin antes haber hecho lo mismo con Egisto. Y las dudas enfundadas en furias regresan. Furias que se desvanecen y ceden su lugar al fantasma de Clitenmestra.
Mientras, el pueblo, testigo paciente de los designios de sus reyes, harto de tanta venganza y muerte pide justicia. Es en este momento en el que entra en juego el poder del Magistrado, al que da vida Roberto Álvarez. Como decía Esquilo, «la verdad es la principal víctima de la guerra». Y con el final de esta obra se cumple. La maquilla y la manipula. Los convence y todos felices. Todos menos uno. Orestes.
Las luces se apagaron. El público se levantó y sentenció. La ovación duró por minutos. Y no es para menos. Las dos horas y cuarto que dura el montaje, aunque con altibajos bruscos, esconden sin duda un duro trabajo. Sobre todo en el coro, defendido por Carmelo Crespo, Pepa García, Emilio Gómez, Ana Goya, Montse Peidro, Sergio Ramos, Jorge Torres y Charo Zapardiel. El juego de voces que realizaban no gustó a todos por igual, bien porque la falta de engranaje dificultaba en ocasiones su comprensión o porque dilataba en demasía las escenas.
La calidad del texto dejó patente que cuando se trata de pluma poética accesible y sin desmerecer en belleza, Luis García Montero es todo un experto. También que cuando se trata de dirigir en Mérida, Plaza resulta un valor seguro.
Y si la versión es buena, la dirección no defrauda, el elenco lo tiene fácil para brillar. Y así fue. Más que correctos estuvieron Berzal con un Egisto convincente; Álvarez con un Magistrado más actual y García Vélez con un potente Agamenón. Mención aparte merecen las interpretaciones de María Isasi, como esclava y Cassandra, y Juan Fernández como Colifeo, que aunque secundarios, suponían un chufle de dinamismo y energía extra, que en ciertos momentos se agradecía.
Entre los principales, sobresaliente resultó Gómez defendiendo a un Orestes de lo más humano. También lo fue Salamanca, que sorprendió con una oscura y desequilibrada Electra. Ambos todo un acierto. Pero sin duda, la que brilló por encima de todos, fue Wagener. Su experiencia sobre las tablas habló por si sola y regaló al público todas las caras de su personaje de forma magistral.
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