martes, 26 de mayo de 2020

El paisano - Viernes -29 - Mayo - Cáceres, entre la ilusión y el miedo,. / VACACIONES - EUROPA DE PELICULA - Teatro ,. / Lazos de sangre - Reunión tumultuosa ,. / VUELTA AL COLE - Gustavo Adolfo Bécquer - El lado nada romántico de Bécquer ,. / EN PRIMER PLANO - A FONDO - REVISTA XL SEMANAL PORTADA ENTREVISTA - En la tuya o en la mía - Miercoles -3- Junio - Diario de un embarazo durante la pandemia: esperando a Iria,. / EL BLOC DEL CARTERO - LA CARTA DE LA SEMANA - MI CASA ES LA TUYA - viernes - 5- Junio - Los pijos y la poloborroka,.

TITULO: El paisano - Viernes -29- Mayo-  Cáceres, entre la ilusión y el miedo ,.   

El Paisano -  Cáceres, entre la ilusión y el miedo ,.

Viernes  -29- Mayo a las 22:10 horas en La 1 , foto,.

Cáceres, entre la ilusión y el miedo,.

Estos días se mezcla la esperanza por ir saliendo del pozo con el temor a un rebrote que nos devuelva a la casilla de salida,.


Una terraza en la avenida Virgen de la Montaña. / JORGE REY
Una terraza en la avenida Virgen de la Montaña.




Cáceres, la ciudad extremeña más castigada por el coronavirus, va saliendo poco a poco del pozo y tiene motivos para la esperanza y para dejarse llevar por un optimismo moderado. Al empezar esta semana ya no quedaban pacientes con covid-19 en la UCI y el número de ingresos en el Hospital Provincial –ese 'Ifema cacereño' que hubo que improvisar en dos días– se había reducido drásticamente. La situación sigue siendo delicada en las residencias de mayores y en especial en la Asistida, pero parece mas o menos controlada, y desde luego no tiene nada que ver con la de hace unas semanas, cuando las cifras de contagios y muertos estaban disparadas sin que nadie fuera capaz de ponerles freno. En todo caso, la Fiscalía tiene abierta una investigación sobre la pesadilla que se ha vivido en ese centro, donde la pandemia ha segado la vida de más de 80 personas. Será la justicia la que, llegado el caso, depurará responsabilidades si es cierto, como han denunciado públicamente tanto familiares como trabajadores, que faltaron medidas de protección básicas y que los ancianos no fueron debidamente aislados hasta que ya fue demasiado tarde, ni trasladados a un hospital cuando su estado se agravaba.
Los cacereños, igual que el resto de los españoles, viven estos días de regreso hacia la normalidad con una mezcla de sentimientos. Por un lado está la ilusión de reencontrarse por fin con los amigos y familiares y de ver cómo la vida va regresando a las calles de la ciudad. Sin embargo resulta difícil sacudirse el miedo a los peligros que siguen acechando detrás de la esquina, sobre todo a que un rebrote pueda tirar por tierra todo lo conseguido en estos más de dos meses de sacrificios y devolvernos a la casilla de salida. Por no hablar de la incertidumbre de mirar al futuro sin saber cómo ni cuándo nos vamos a recuperar de la debacle económica en la que nos ha dejado sumidos el virus, cuyas consecuencias apenas hemos empezado a vislumbrar y sufriremos durante mucho tiempo.
Ya que estas amenazas son inevitables, lo que desde luego sí podrían ahorrarnos es el espectáculo de la crispación generada tanto por algunos de los que nos gobiernan como de los que aspiran a hacerlo, auxiliados de forma muy eficaz por sus hordas de palafreneros en los medios de comunicación y las redes sociales, que si algo están dejando claro es que una vez más anteponen sus intereses políticos al bienestar del país. Ya lo hicieron con ETA y con el 11-M, así que cómo no iban a aprovechar la mayor crisis sanitaria en un siglo. Es un caramelo demasiado tentador para quienes viven de embarrar el espacio público. Lo malo es que al final eso se acaba trasladando a la calle, como ha ocurrido esta semana en una ciudad tan políticamente tranquila como Cáceres, con la injustificable agresión sufrida por un hombre cuando se dirigía a manifestarse contra el Gobierno. Un hecho aislado, sí, pero también una luz de alarma que se enciende y conviene vigilar para que no vaya a más.

TITULO:  VACACIONES - EUROPA DE PELICULA - Teatro.

 

Teatro,.

Teatro clásico de Almagro. foto,.

Teatro clásico de Almagro./Europa PressEl otro día coincidí con mi amigo Alberto en el teatro. No tendría mayor trascendencia la cosa si no fuera porque, en lugar de encontrarnos en la puerta de la sala echando un cigarrillo antes de entrar, nos vimos en una plataforma digital. Cada uno en su casa, y Zoom en la de todos. Acabáramos. La vida moderna era esto.
Servidora, que es de natural curiosa y metomentodo, quería disfrutar de la obra (una pieza estupenda de Onírica Mecánica programada por el Teatro La Abadía) y saber cómo se vive la experiencia teatral en unos tiempos en los que las señoras bien han pasado de encalarse para ir a ver la última de Lola Herrera a pelearse con el ordenador para poner la visualización correcta en la pantalla. Porque conectarse es el metateatro del teatro confinado, la performance dentro de la performance. De la performance confinada, claro, que para performance de exteriores ya hemos tenido bastante con la del fin de semana. Y qué producción, con coches y todo. Y qué sobreactuaciones. Y qué teatro tan acartonado, tan rancio. Lo sorprendente es ver cómo ese teatro apolillado sale a la calle mientras que el otro, el teatro de la belleza y el arte, permanece encerrado, con los aplausos convertidos en emoticonos y los «¡bravo!» escritos en un chat. Mira tú qué cosas.
Se nos está quedando una España de sainete. O de teatro del absurdo. «Tú no existes, mi querido, porque no piensas. Piensa y existirás», escribía Ionesco en 'El rinoceronte'. Pues eso, que no sé si entre los que organizan los saraos callejeros y los que firman disparates («dinamitar el pudor», llamó ayer Rosa Belmonte en esta página al acuerdo con Bildu) habrá alguien que piense. Y los espectadores, patidifusos. Como siempre.

 

TITULO:  Lazos de sangre - Reunión tumultuosa ,.


El miercoles -27- Mayo   a las 21:30 por La 1, foto,.

 

Imagen de la Feria de Abril de años anteriores que no se pudo ver este año.

Imagen de la Feria de Abril de años anteriores que no se pudo ver este año./AFPRecuerdo los tiempos en que palabras como multitudinario, tumultuoso o masivo significaban otra cosa. Antes de la pandemia, las reuniones tumultuosas tenían lugar, qué sé yo, con motivo de un botellón universitario, en una caseta de la Feria de Abril a las tres de la madrugada, en un concierto de La Polla Records, en un referéndum de independencia, en la grada sur del Bernabéu o, tirando por lo bajo, en alguna novela de Tom Sharpe. Hasta hace pocos meses, todo lo que no excediese de varios cientos de personas sudorosas, etílicas o cabreadas se consideraba poco más que una tarde animada en el centro.
Debe de ser verdad aquello que decía Whitman de que contenemos multitudes, o a lo mejor es sólo que hemos engordado tanto durante el confinamiento que ya valemos por tres o por cuatro: hace unas semanas te ponías a planificar una boda sencilla, sólo para los más íntimos, y a los quince minutos tenías una lista de ciento cincuenta familiares, cien amigos, cincuenta invitados de compromiso, veinte compañeros de curro, diez exnovios y dos docenas de desconocidos; pero ahora te escandaliza ver a más de tres personas compartiendo mesa en una terraza.
Los tuiteros metidos a policías —camuflados entre eso que llaman, con desprecio, 'gente', como si no ellos no formasen parte de la marabunta a la que critican— capturan con las cámaras de sus móviles escenas propias de nuestra vida de antes: la música demasiado alta, los gritos, el cachondeo, la alegría frívola del sol en la cara sin mascarilla de por medio. Estas conductas son irresponsables, qué duda cabe, pero más que comprensibles, sobre todo después de tantos días sin disfrutar del jolgorio bobalicón que sólo permite la inmunidad de grupo.

  TITULO: VUELTA AL COLE - Gustavo Adolfo Bécquer - El lado nada romántico de Bécquer  ,.

Gustavo Adolfo Bécquer - El lado nada romántico de Bécquer  ,.

 

Gustavo Adolfo Bécquer

Gustavo Adolfo Bécquer - fotos,.
Portrait of Gustavo Adolfo Bécquer, by his brother Valeriano (1862).jpg
Gustavo Adolfo Bécquer, por Valeriano Bécquer, 1862 (Museo de Bellas Artes de Sevilla).
Información personal
Nombre de nacimiento Gustavo Adolfo Claudio Domínguez Bastida
Nacimiento 17 de febrero de 1836
Sevilla, España
Fallecimiento 22 de diciembre de 1870
(34 años)
Madrid, España
Causa de la muerte Tuberculosis
Sepultura Sacramental de San Lorenzo (1870-1913)
Panteón de Sevillanos Ilustres (actualidad)
Nacionalidad Española
Familia
Padre José Domínguez Bécquer Ver y modificar los datos en Wikidata
Información profesional
Ocupación Poeta, escritor y novelista
Movimientos Romanticismo, Simbolismo
Género Lírica y narración.
Firma Firma de Gustavo Adolfo Bécquer.svg
Gustavo Adolfo Claudio Domínguez Bastida (Sevilla, 17 de febrero de 1836-Madrid, 22 de diciembre de 1870),1​ más conocido como Gustavo Adolfo Bécquer, fue un poeta y narrador español, perteneciente al movimiento del Romanticismo. Por ser un romántico tardío, ha sido asociado igualmente con el movimiento posromántico. Aunque en vida ya alcanzó cierta fama, solo después de su muerte y tras la publicación del conjunto de sus escritos obtuvo el prestigio que hoy se le reconoce.
Su obra más célebre es Rimas y Leyendas, un conjunto de poemas dispersos y relatos, reunidos en uno de los libros más populares de la literatura hispana.2

Biografía

Casa natal de Gustavo Adolfo Bécquer en la calle del Conde de Barajas de Sevilla.
Nació en Sevilla el 17 de febrero de 1836, hijo del pintor José Domínguez Insausti, que firmaba sus cuadros con el apellido de sus antepasados como José Domínguez Bécquer. Su madre fue Joaquina Bastida Vargas. Por el lado paterno descendía de una noble familia de comerciantes de origen flamenco, los Becker o Bécquer, establecida en la capital andaluza en el siglo XVI; de su prestigio da testimonio el hecho de que poseyeran capilla y sepultura en la catedral misma desde 1622. Tanto Gustavo Adolfo como su hermano, el pintor Valeriano Bécquer, adoptaron Bécquer como primer apellido en la firma de sus obras.
Fue bautizado en la parroquia de San Lorenzo Mártir. Sus antepasados directos, empezando por su mismo padre, José Domínguez Bécquer, fueron pintores de costumbres andaluzas, y tanto Gustavo Adolfo como su hermano Valeriano estuvieron muy dotados para el dibujo. Valeriano, de hecho, se inclinó por la pintura. Sin embargo el padre murió el 26 de enero de 1841, cuando contaba el poeta cuatro años y esa vocación pictórica perdió el principal de sus apoyos. En 1846, con diez años, Gustavo Adolfo ingresó en el Real Colegio de Humanidades de San Telmo de Sevilla,34​ donde recibe clases de un discípulo del gran poeta Alberto Lista, Francisco Rodríguez Zapata, y conoce a su gran amigo y compañero de desvelos literarios Narciso Campillo, huérfano de padre también. Campillo le enseñó a nadar en el Guadalquivir y a manejar la espada. Incluso a edad tan temprana ambos empiezan a escribir juntos, por primera vez, el "espantable y disparatado drama" Los conjurados y la novela jocosa El bujarrón en el desierto. Una tarde, además, quemaron miles de versos que habían compuesto.5​ Al año siguiente, el 27 de febrero de 1847, los hermanos Bécquer quedaron huérfanos también de madre, y fueron adoptados entonces por su tía materna, María Bastida, y Juan de Vargas, que se hizo cargo de sus siete sobrinos, aunque Valeriano y Gustavo se adoptaron desde entonces cada uno al otro, y de hecho más tarde emprendieron muchos trabajos y viajes juntos.6
Suprimido por Isabel II en 1847 el Colegio de San Telmo (que en 1849 pasaría a ser palacio de los duques de Montpensier), Gustavo Adolfo quedó desorientado. Fue entonces a vivir con su madrina, Manuela Monnehay Moreno, joven de origen francés y acomodada comerciante, cuyos medios y sensibilidad literaria le permitían disponer de una mediana pero selecta biblioteca poética. En esta biblioteca empezó Gustavo Adolfo a aficionarse a la lectura. Inició entonces estudios de pintura en los talleres de Antonio Cabral Bejarano, y más tarde en el de su muy perfeccionista tío paterno Joaquín Domínguez Bécquer, que le pronosticó «Tú no serás nunca un buen pintor, sino un mal literato», aunque le estimuló a los estudios y le pagó los de latín. Por otra parte, como afirmó Julio Nombela, con quien el poeta entonces entabló amistad, Bécquer era un absoluto aficionado a la ópera italiana y se sabía de memoria numerosas arias de Gaetano Donizetti y Vincenzo Bellini.7​ Tras ciertos escarceos literarios (escribe en El Trono y la Nobleza de Madrid y en las revistas sevillanas La Aurora y El Porvenir), en 1854 marchó a Madrid con el deseo de triunfar en la literatura. Sufrió una gran decepción y sobrevivió en la bohemia de esos años. Para ganar algún dinero el poeta escribe, en colaboración con sus amigos (Julio Nombela y Luis García Luna, y en 1856 se une a él también su amigo Ramón Rodríguez Correa, Campillo había enfermado y vuelto a Sevilla), y bajo el seudónimo de Gustavo García, comedias y libretos de zarzuela como La novia y el pantalón (1856), en la que satiriza el ambiente burgués y antiartístico que le rodea, o La venta encantada, basada en Don Quijote de la Mancha. Subsiste además con traducciones del francés y trabajillos de ayudante de redactor, escribiente y dibujante. Ese año fue con su hermano a Toledo, un lugar de amor y de peregrinación para él, a fin de inspirarse para su futuro libro Historia de los templos de España. Le interesan por entonces el Byron de las Hebrew Melodies o el Heine del Intermezzo a través de la traducción que Eulogio Florentino Sanz realiza en 1857 en la revista El Museo Universal.
Billete de 100 pesetas (1965) con la efigie de G. A. Bécquer.
Fue precisamente en ese año, 1857, cuando apareció la tuberculosis que le habría de enviar a la tumba. Tuvo un modesto empleo dentro de la Dirección de Bienes Nacionales y perdió el puesto. Su pesimismo va creciendo día a día y sólo los cuidados de su patrona en Madrid, de algunos amigos y de Valeriano le ayudaron a superar la crisis. Ese año empieza un ambicioso proyecto inspirado por El genio del Cristianismo de Chateaubriand: estudiar el arte cristiano español uniendo el pensamiento religioso, la arquitectura y la historia: «La tradición religiosa es el eje de diamante sobre el que gira nuestro pasado. Estudiar el templo, manifestación visible de la primera, para hacer en un solo libro la síntesis del segundo: he aquí nuestro propósito». Pero sólo saldrá el primer tomo de su Historia de los templos de España, con ilustraciones de Valeriano.
Hacia 1858 conoció a Josefina Espín, una bella señorita de ojos azules, y empezó a cortejarla; pronto, sin embargo, se fijó en la que sería su musa irremediable, la hermana de Josefina y hermosa cantante de ópera Julia Espín,8​ en la tertulia que se desarrollaba en casa de su padre, el músico Joaquín Espín y Guillén, maestro director de la Universidad Central, profesor de solfeo en el Conservatorio y organista de la Capilla Real, protegido de Narváez. Gustavo se enamoró (decía que el amor era su única felicidad) y empezó a escribir las primeras Rimas, como Tu pupila es azul, pero la relación no llegó a consolidarse porque ella tenía más altas miras y le disgustaba la vida bohemia del escritor, que aún no era famoso; Julia dio nombre a una de las hijas de Valeriano. Durante esta época empezó a escuchar a su admirado Chopin.
Daguerrotipo de Gustavo Adolfo Bécquer, por Jean Laurent (hacia 1865).
Después, entre 1859 y 1860, amó con pasión a una «dama de rumbo y manejo» de Valladolid, que durante muchos años se identificó con Elisa Guillén, un personaje que hoy se sabe inexistente.9​ Pero la amante, fuera quien fuera, se cansó de él y su abandono lo sumió en la desesperación. Los expertos no se ponen de acuerdo en cuál de ellas pudo ser su musa más constante, o si ninguna de ellas, concibiendo algún tipo ideal de mujer.10​ Durante un breve periodo de tiempo, hacia 1859, ejerció como crítico en el diario conservador La Época.11
En 1860 publica Cartas literarias a una mujer en donde explica la esencia de sus Rimas que aluden a lo inefable. En la casa del médico que lo trataba de una enfermedad venérea, Francisco Esteban, conocería a la que sería su esposa, Casta Esteban y Navarro. Contrajeron matrimonio en la iglesia de San Sebastián de Madrid, el 19 de mayo de 1861, y con ella tuvo 3 hijos.12​ De 1858 a 1863, la Unión Liberal de O'Donnell gobernaba España y en 1860, González Bravo, con el apoyo del marqués de Salamanca, funda El Contemporáneo, dirigido por José Luis Albareda, en el que participaban redactores de la talla de Juan Valera. El gran amigo de Bécquer, Rodríguez Correa, ya redactor del nuevo diario, consiguió un puesto de redactor para el poeta sevillano. En este periódico, y hasta que desapareciera en 1865, haría crónica de salones, política y literatura; gracias a esta remuneración vivieron los recién casados. En 1862 nació su primer hijo, Gregorio Gustavo Adolfo, en Noviercas (Soria) donde poseía bienes la familia de Casta y donde Bécquer tuvo una casita para su descanso y recreo. Empezó a escribir más para alimentar a su pequeña familia y, fruto de este intenso trabajo, nacieron varias de sus obras., etc,.

TITULO:  EN PRIMER PLANO - A FONDO - REVISTA XL SEMANAL PORTADA ENTREVISTA - En la tuya o en la mía - Miercoles -3- Junio - Diario de un embarazo durante la pandemia: esperando a Iria,.

En la tuya o en la mía  - Miercoles -3- Junio,.









 En la tuya o en la mía', presentado por Bertín Osborne, acerca a los espectadores el lado más desconocido de personajes relevantes de diversos ámbitos. Durante aproximadamente una hora, los telespectadores tienen la oportunidad de conocer mejor al invitado y también al propio Bertín Osborne, en La 1 a las 22:30, el miercoles -3- Junio,etc.










EN PRIMER PLANO - A FONDO - REVISTA XL SEMANAL PORTADA ENTREVISTA -Diario de un embarazo durante la pandemia: esperando a Iria ,.

 

Hola!
¿Que tal estas? Espero que muy bien.
Hoy quiero compartir contigo una sesión de embarazo muy especial. L&D querían conservar un recuerdo de la etapa de embarazo mientras esperaban a la pequeña Iria.
Para su sesión querían una zona con vistas al mar y vegetación en las que poder jugar con su perrita.
Te dejo con el resultado esperando que te guste mucho, etc,.


   TITULO:   EL BLOC DEL CARTERO - LA CARTA DE LA SEMANA - MI CASA ES LA TUYA - viernes -5 - Junio -  Los pijos y la poloborroka ,.

MI CASA ES LA TUYA - VIERNES -5- Junio,.
 
 MI CASA ES LA TUYA -', presentado por Bertín Osborne, 

acerca a los espectadores el lado más desconocido de personajes relevantes de diversos ámbitos. Durante aproximadamente una hora, los telespectadores tienen la oportunidad de conocer mejor al invitado y también al propio Bertín Osborne, en Telecinco  a las 22:00, el viernes -5- Junio  ,etc.







EL BLOC DEL CARTERO - LA CARTA DE LA SEMANA - MI CASA ES LA TUYA - viernes - 5- JUNIO -Los pijos y la poloborroka,.

 

Los pijos y la poloborroka,.

Cacerolada en la avenida de España de Cáceres. / LORENZO CORDERO
foto / Cacerolada en la avenida de España de Cáceres.

La esencia del pijerío. Existe mucha confusión en torno al pijismo español,.


Soy pijo por parte de madre. Sobre la esencia de lo pijo hay mucha confusión. Ahora ha vuelto a ponerse de moda el pijismo porque algunos columnistas madrileños han denominado a las caceroladas del barrio de Salamanca la Revuelta de los Pijos o la Poloborroka. Este último término, Poloborroka, encierra una de las mayores confusiones sobre el pijerío. Se cree que por llevar un polo ya eres pijo, pero ni el hábito hace al monje ni el Lacoste hace al pijo. Es más, el atuendo y la pinta pija son tan volátiles como cualquier moda y chicos que hoy pasan por pijos en el Cáceres finisecular habrían sido acusados de llevar patillas a lo Curro Jiménez y los habrían condenado a Catetolandia, que era algo así como el infierno de los pijos cacereños. El paraíso era Cursi o Cursilandia, o sea, 200 metros de acera mal medidos por donde paseábamos, arriba y abajo, ostentando nuestra condición de pijos conseguida tras muchos años de educación en unos valores y sentimientos singulares. Porque ser pijo no es llevar patillas de cortijano ni polo de tenista británico. Lo pijo es una filosofía, un modo de vida, un resorte mental que te inoculan de niño.
Ya he dicho que soy pijo por parte de madre. Por parte de padre, no, pues mi progenitor es un señor de un pueblo asturiano, hijo de maestra y encargado de empresa maderera, al que no le preocupaba la condición social, le dejaban frío las comparaciones y no tenía necesidad ni ganas de demostrar nada. ¿Y mi madre, entonces? La mejor definición de la condición familiar de mi madre la dio una señora desconocida en un marco singular: la manifestación en la plaza de España por un tren digno para Extremadura. Yo tenía que llegar a un plató de televisión y debía abrirme paso entre miles de personas. Al llegar a esa señora, me dijo que por allí yo no pasaba. Otros manifestantes le explicaron que no la engañaba, que era del HOY y la señora cayó en la cuenta y me franqueó el paso diciendo: «¡Ah!, es verdad, conozco a este señor, desciende de Ceclavín, la familia de su madre era de los medianos». ¿Los medianos? Me quedé con el calificativo y al volver del plató le pedí a la señora que me explicara qué era eso de los medianos. «Los que ni eran ricos para vivir sin trabajar, ni eran pobres para tener que trabajar», me aclaró.
Qué definición más precisa: desciendo de los medianos, que no podían trabajar porque parecerían pobres, pero tampoco podían dejar de hacerlo porque no eran ricos. En esa contradicción anida la esencia de lo pijo. Un rico no necesita demostrar nada y un pobre no tiene nada que demostrar, pero un mediano solo se puede redimir de la medianía demostrando que es distinto, especial, único. O sea, pijo.
Ese ansia de demostración se aprende desde la cuna, se inculca en la familia y acaba creando unos monstruo-pijos con capacidad innata para distinguir todo aquello que diferencia, singulariza y selecciona. Esa madre que dice tener tres hijos: Borja, que es médico cirujano, Belén, que es arquitecta, y Pepe, de quien no dice nada porque es viajante de comercio, no es consciente de su maldad porque hace esa diferenciación de manera automática, es producto casi de una marca genética.
Un pijo, en fin, asume desde niño que es superior, selecto, «otra clase de gente». Con los años, puede ser que reaccione y abandone el pijerío, pero deberá hacer grandes esfuerzos para reprimir un resorte reflejo que lo empuja a presumir, a demostrar, a despreciar. El pijo piensa que si su universo desaparece, el mundo se hunde, al igual que Isabel Díaz Ayuso, cree que si Madrid se arruina, se arruina España.





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