jueves, 18 de junio de 2020

Cartas Olvidadas - Educación en tiempos de pandemia ,. / Cartas en el Cajon - Las dos caras de la política ,. / REVISTA TENIS - Feliciano López: "Si no jugamos, la ATP no sobrevivirá",.

TITULO: Cartas Olvidadas -  Educación en tiempos de pandemia  ,.

 

Educación en tiempos de pandemia,.

Educación en tiempos de pandemia

foto / NOS acercamos al final de un curso escolar que nadie olvidará por las circunstancias tan excepcionales que nos ha tocado vivir. Retrocedamos por un momento al lunes 9 de marzo y tratemos de imaginar el ambiente que se respiraba en los centros educativos durante la semana que finalizaría con la declaración del estado de alarma. En esos días vimos cómo se paralizaba la actividad educativa del país como nunca habíamos conocido.
En Extremadura los responsables educativos y sanitarios anduvieron algo desorientados y, lo que es peor en estas circunstancias, rezagados. El anuncio del cierre de centros llegó el jueves 12 de marzo por la tarde. Por la mañana este mismo periódico había publicado unas declaraciones de José María Vergeles en las que afirmaba de manera tajante que aquí no se iban a cerrar ni colegios, ni institutos ni universidades. Se alegaba que suspender las tareas educativas «conculcaba un derecho recogido en la Constitución». Lástima que el virus no conozca nuestra Carta Magna. Declaraciones como estas dan cuenta del aturdimiento de esos días. Lo mismo sucede si nos acercamos a los acuerdos tomados el 12 de marzo. Se instaba a profesores y equipos directivos a seguir acudiendo a los centros, pese a estar sin alumnos, corriendo de esta manera riesgos innecesarios, dado que los beneficios iban a ser escasos o inexistentes. Se trata, digámoslo claro, de un modo de proceder producto de oscuros prejuicios que no merece la pena comentar. Ese criterio de escasa rentabilidad ha acompañado otras decisiones tomadas durante la desescalada.
Pese a lo que algunos gestores educativos han expresado –ay, las palabras, cómo nos traicionan–, quedarse en casa no ha supuesto no trabajar. El curso acaba, en la inmensa mayoría de los casos, con el deber cumplido, gracias a un profesorado, un alumnado y unas familias que han puesto todo su empeño en remar para llevar la nave a buen puerto.
Decir educación en tiempos de pandemia ha sido decir avanzar en medio de incertidumbres, tratando de ofrecer certezas a unos alumnos que nos esperaban también con sus dudas y sus inquietudes. El lema «todo va a salir bien» ha marcado el rumbo de muchos docentes en esta situación insólita. La directriz ha sido clara y común desde la primera semana: si trabajamos y nos esforzamos, todo saldrá bien.
La frase no es nueva en absoluto. La repetimos constantemente en los centros educativos y en muchos hogares, y ha demostrado no haber perdido validez durante la pandemia. Más bien al contrario, podemos afirmar sin miedo a equivocarnos que los pilares que sustentan el edificio de la educación han sido estos meses más necesarios que nunca. Entre las pocas certezas que han quedado en pie se encuentran los valores que la escuela viene inculcando desde siempre: responsabilidad, esfuerzo, constancia, empatía, compañerismo, respeto, organización, capacidad de adaptación y disposición para estar aprendiendo siempre. Aunque el coronavirus nos haya privado de los espacios que compartíamos y de muchas actividades, hemos podido continuar con nuestra tarea precisamente porque esos valores residen en nosotros y nos acompañan allá donde vayamos, sean cuales sean las circunstancias. Sembrar esos valores en el espíritu de un niño o de un adolescente y dotarle de esos principios imprescindibles para la vida es el verdadero milagro de la educación.
Pese a lo que las voces catastrofistas quieran decir, la respuesta del profesorado y del alumnado y sus familias durante la pandemia ha sido muy positiva, lo cual no es ni debe ser noticia. El balance positivo tampoco debe anular la autocrítica y el análisis de necesidades con vistas al futuro. Parece haber quedado claro que el conocimiento y el uso de herramientas digitales es una necesidad prioritaria, por lo que el acceso a dichas herramientas debe considerarse de primera necesidad. La tecnología ha posibilitado el trabajo en un momento en el que la elección no era enseñanza presencial o virtual, sino enseñanza virtual o nada.
A veces las excepciones hacen más ruido, pero la norma ha sido que alumnos y profesores han estado en sus puestos y se han ido abriendo camino, apoyados por familias que tienen depositadas muchas esperanzas en la formación de sus hijos. Seguramente en algún momento se darán a conocer las cifras de los 'desconectados', y se comprobará que se trata de porcentajes muy bajos. El hecho de que la inmensa mayoría de alumnos de todas las edades haya respondido con responsabilidad en estas circunstancias demuestra que algo estarán haciendo bien la escuela y las familias.
En el estudio 'Desarrollar la práctica reflexiva en el oficio de enseñar' Philippe Perrenoud establece la diferencia entre quienes se conforman con trabajar como si estuvieran cumpliendo servicios mínimos y quienes intentan ser profesionales de aquello a lo que se dedican. El profesional, si de verdad aspira a serlo, tiene iniciativa, detecta los problemas y se esfuerza en resolverlos. Sin conocer la solución de antemano, trata de elaborarla sobre la marcha, a veces bajo presión y en medio de la incertidumbre. Con esta actitud han trabajado muchos docentes en los centros de nuestro país durante la pandemia.
Con toda seguridad el próximo curso planteará nuevos retos que habrá que abordar con la misma actitud profesional. Ojalá nuestro Gobierno regional se oriente en medio de la niebla y rectifique su política de recortes en educación, para que entre esos retos no esté comenzar con menos recursos y menos profesores.

TITULO:  Cartas en el Cajon - Las dos caras de la política  ,.

 

Las dos caras de la política,.


Las dos caras de la políticafoto / En el mismo día, el pasado miércoles, y en el mismo escenario, el Congreso, vimos las dos caras de la política: la destructiva y la constructiva. Primero asistimos al enésimo asalto entre Pedro Sánchez y Pablo Casado. Fue, de nuevo, un enfrentamiento bronco, un duelo a garrotazos en el que los dos próceres y sus corifeos perdieron su alta dignidad y se embarraron acusándose de la crispación reinante y echándose a la cara los muertos por el coronavirus. Con todo, horas después hubo un apoyo casi unánime a la medida social estrella del Gobierno, el ingreso mínimo vital. Ni Vox votó en contra, como había anunciado inicialmente, de lo que había tachado de «paguita»; al final se abstuvo. ¿Qué fue teatro: la gresca parlamentaria previa o el posterior consenso? Quiero creer que lo primero, pero es más un acto de fe que de convicción, aunque hay indicios que me llevan a pensarlo.
Los políticos acostumbran a hacer mucho más política, en minúsculas, que POLÍTICA, en mayúsculas. Por ello, cuando hacen esta última los ciudadanos solemos dudar si hay gato encerrado. Lo dejó escrito Plutarco en sus 'Consejos políticos': «Pero, como todo pueblo alberga en su seno una tendencia a pensar mal y a murmurar de los que hacen política, y muchas de las cosas útiles que estos proponen, si no suscitan conflicto ni oposición, sospecha que se hacen como fruto de una conjura –y es esta la peor calumnia que suele lanzarse contra los tratos amistosos y las alianzas–, es imprescindible que entre los políticos no subsista ningún odio ni fractura de verdad (...)».
Para el autor de 'Vidas paralelas', la función principal del político debe ser «introducir siempre concordia y amistad en la convivencia cívica y suprimir toda discordia, división o enemistad». Eso no significa eludir toda crítica u oposición al adversario, que no enemigo, pero sí que esta sea constructiva y propositiva para no polarizar a la sociedad e inflamar conflictos civiles. Los ciudadanos deben ver entre sus políticos un debate de ideas, no una guerra perpetua, para no contagiarse del virus del odio.
El historiador y filósofo griego aconseja que en los asuntos menores es preferible dejar que los políticos disientan para que en torno a los asuntos cruciales se muestren unánimes en busca de lo mejor para el Estado. El inesperado apoyo casi unánime de nuestros políticos al ingreso mínimo debería ser el primer paso en esa búsqueda. Una búsqueda que hasta ahora ha sido infructuosa en la pomposa Comisión para la Reconstrucción Social y Económica creada en el Congreso con el fin de consensuar medidas para sacar al país de la crisis precipitada por la pandemia.
Y puede que no sea el último paso que Sánchez y Casado den juntos de la mano. Tras la aprobación del ingreso mínimo, socialistas y populares han iniciado un tímido deshielo y han entablado conversaciones sobre el decreto que regulará los usos sanitarios en la «nueva normalidad». El Ejecutivo ya ha alcanzado un acuerdo con Cs y el PNV para que respalden la norma en el Parlamento. El PP, por ahora, no ha fijado su posición definitiva pero se ha mostrado abierto a sumar su apoyo.
Plutarco también decía que «en la vida política el que comparte los asuntos de Estado con otros realiza su tarea con mayor eficacia gracias a esa comunión de intereses». Quizás nuestros políticos hayan aprendido la lección. Llámenme optimista, si quieren.

TITULO:  REVISTA TENIS -  Feliciano López: "Si no jugamos, la ATP no sobrevivirá",.

Feliciano López: "Si no jugamos, la ATP no sobrevivirá",.

En una entrevista a The Guardian el tenista toledano analizó la situación actual del circuito, las dudas sobre el US Open y el regreso a la competición de Andy Murray.


Feliciano López devuelve una bola ante Richard Gasquet durante su partido en el Open Sud de France de Montpellier.foto / Feliciano López ha sido uno de los últimos tenistas en pronunciarse sobre la situación actual del tenis antes de que la ATP decida este lunes sobre el actual calendario y sobre la celebración del US Open. En una entrevista a The Guardian 'Feli' apuesta por el regreso del circuito para que la ATP sobreviva y pide unidad a los jugadores para afrontar esta situación. "Hablo como jugador pero también como director de un torneo y puedo ver la realidad y lo duro que es sobrevivir en esta crisis. Está golpeando a todos y es difícil alcanzar el equilibrio. Eso es lo que los jugadores deben entender. Es urgente que los jugadores vuelvan a jugar. Pero si no tenemos torneos, es posible que la ATP no sobreviva. Necesitamos estar unidos. Es la única forma para sobrevivir".
López también analizó los posibles escenarios para el regreso del tenis y cree que el hecho de jugar sin público influirá de forma notable en la cuantía de premios a los jugadores. "Hay varios escenarios. Uno de ellos es jugar sin público, por lo que la reducción de premios para los jugadores será importante. El otro es poder jugar con un 30 o 40% de público, y entonces la reducción será menor", manifestó, a la vez que opina que el Madrid Open podría alcanzar ese equilibrio y jugarse con un 40% del aforo. 'Feli' también espera que el levantamiento de fronteras también agilice la vuelta del tenis, aunque dijo que esto depende también de cada país. "Creo que en dos semanas las fronteras y los aeropuertos volverán a abrir y podremos viajar libremente, o eso espero. Tenemos que considerar que hay varias restricciones en Europa. Por ejemplo no es lo mismo ir a Austria que a Alemania. Estamos trabajando en ello".
Feliciano López también analizó las dudas que han surgido sobre la celebración del US Open a raíz de las declaraciones de Novak Djokovic, que dejó caer su ausencia en el torneo si solo podía acudir a la pista con un miembro de su equipo. "¿Es un sacrificio? Sí. Pero tendrás fisios en el torneo y posiblemente tu equipo te puesa esperar en el hotel. Es un pequeño sacrificio".
'Feli' también analizó el regreso a la competición de su amigo Andy Murray, con quien ganó el torneo de Queen's en la modalidad de dobles el año pasado (Feli también ganó el título en el cuadro individual en Queen's el año pasado). "Solemos hablar cada dos semanas. Nos solemos escribir. Hace dos días estuve hablando con él y estaba ilusionado por jugar el US Open. Ha empezado a entrenar de nuevo. Le pregunté por la cadera, cómo se sentía, y me dijo que es optimista. Podría competir de nuevo y cruzo los dedos para que Andy juegue de nuevo, por supuesto. Sería fantástico para todos y especialmente para él".



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