miércoles, 24 de junio de 2020

Órbita Laika - El diablo y las vacunas . / Zona indie - Cine - El chico del periódico ,. / + Cotas - Muere envenenado Kaos, el perro que salvó vidas en el terremoto de Amatrice ,. / Generaciones - Sin alarma, pero en alerta ,.

TITULO: Órbita Laika - El diablo y las vacunas   ,.

Lunes -22- Junio a las 22:00 en La 2 / foto,.

Alemania rechaza categóricamente que Donald Trump se haga con los ...  El diablo y las vacunas ,.

Yo fui jefe de mesa. Se lo contaba, no ha muchos días, a tenor de la 'fascia lata', una gruesa membrana que envuelve los potentes músculos del muslo y que, a pesar de su nombre, nada tiene que ver con el fascismo: la tenemos todos, fascistas, antifascistas y mediopensionistas. Previo examen exploratorio, el profesor de anatomía seleccionaba a un puñado de alumnos (jefes de mesa), a los que, sobre los deshilachados restos de un cadáver, nos mostraba lo que debíamos de enseñar al día siguiente a una docena de compañeros: nervios, músculos, tendones... Cada grupo, alrededor de su correspondiente cadáver, claro.
Pues mira tú por dónde, ahora me acaban de entrar remordimientos de conciencia, sí: desde que el otro día el cardenal Cañizares dijera que se están utilizando células de fetos abortados para fabricar una vacuna contra el coronavirus. «Obra del diablo» ha llamado a dicha práctica que, por lo visto, no deja de hacer de las suyas «en plena pandemia», el muy sinvergüenza, que es lo que ha sido siempre el diablo: un lindo sinvergüenza (mi madre dixit).
Pues eso, que si lo de alguna vacuna, fabricada con células muertas, es obra del diablo, me pregunto yo si aquellos benéficos, benditos y mudos cadáveres no serían también 'obra' del sinvergüenza del diablo: que permitió que los llevasen a una sala de disección, en lugar de darles cristiana sepultura. Qué diferencia hay, díganme.
Oiga, que monseñor Cañizares lo dice porque son fetos abortados. Mire usted, lo del aborto será siempre un problema de conciencia. A mí, desde luego, de haber sido mujer, no me hubiese gustado encontrarme nunca en tan dura tesitura (según confesión propia, bajo la deslumbrante imagen de la bellísima Carmen Sevilla, hubo siempre un poso de amargura: por dos hijos que no tuvo). El caso es que haberlos, haylos: los abortos. Y si haylos, qué mejor destino para una vida destruida que dar vida a otras personas. ¿Que el fin no justifica los medios? Absolutamente de acuerdo. Pero eso sería en el caso de que la mujer abortase por dinero. Pero parece que de eso no estamos hablando.
Respetado monseñor: imagine que acaba de asistir espiritualmente a un joven que ha sido 'legalmente' ejecutado, horror, y que en la cama de un hospital hay una persona cuya vida depende del corazón del joven, o de sus riñones. ¿Autorizaría su eminencia el trasplante de sus órganos? Y ya puestos, llegado el caso, ¿autorizaría que el cadáver fuese llevado a la sala de disección de una facultad de medicina, en lugar de introducirlo en el nicho de un cementerio? Me da a mí que sí. ¿Acaso no encuentra su eminencia alguna similitud entre el cadáver del joven y los fetos abortados? Yo sí, con perdón.
Y ya para acabar: ¿ha pensado su eminencia que, debido a sus palabras, algunas personas podrían negarse a ser vacunadas, con el consiguiente peligro para su salud y la de los demás?,.

TITULO:  Zona indie -Cine - El chico del periódico,.

Este lunes -22- Junio a las 23:30, en la ‘Zona indie’ de La 2 se emite la película, foto.


Reparto
 
 
A comienzos de los años setenta, el periodista Ward Jansen (McConaughey) regresa a su pueblo natal, en Florida, para investigar el caso de Hillary Van Wetter (John Cusack), un hombre que ha sido condenado a muerte por haber matado en 1969 a un corrupto sheriff local. Ward cuenta con la ayuda de su hermano Jack (Zac Efron) y de una atractiva mujer (Nicole Kidman) que se ha enamorado del condenado sin haberlo visto. 
 
 

TITULO: + Cotas  -  Muere envenenado Kaos, el perro que salvó vidas en el terremoto de Amatrice ,.

El Sabado -20- Junio a las 9:30 por La 1, foto,.
 
 

Muere envenenado Kaos, el perro que salvó vidas en el terremoto de Amatrice

Imagen de perfil de Facebook de Fabiano con su perro Kaos. /Fabiano Etorre
Imagen de perfil de Facebook de Fabiano con su perro Kaos. / Fabiano Etorre

El pastor alemán colaboró en el rescate de las personas atrapadas bajo escombros en el seísmo de Amatrice


Hace dos veranos Amatrice (Italia) sufrió uno de los temblores más devastadores de su historia, dejando 300 fallecidos. Pero la región italiana tuvo su propio héroe, Kaos, un pastor alemán que consiguió rescatar a varios supervivientes atrapados bajo los escombros. Este sábado, su dueño Fabiano Etorre se despedía del can en una denuncia en Facebook tras encontrarlo envenenado en su jardín.
«¡Ciao, amigo mío! Dejaste un vacío insuperable por acción de una persona mezquina... Sigue tu trabajo allí arriba, buscando desaparecidos, salvando vidas...», así se despedía Fabiano de su perro en sus redes sociales, advirtiendo que el culpable «pagará por lo que ha hecho». Kaos desapareció la noche del 27 y fue hallado a la mañana siguiente tras denunciar su desaparición.
«Me has quitado lo más valioso...se lo has arrebatado a una comunidad entera…sí, porque salvó vidas, y espero tú nunca lo necesites» eran algunas de las duras palabras que Fabiano adjuntaba con la imagen del can tendido en su jardín, para agregar más adelante «tú deberías morir envenenado». La noticia ha corrido como la pólvora levantando una oleada de reacciones en redes sociales y despertando la indignación de muchos.
Fabiano recordaba en su mensaje los «días y horas» trabajados a su lado sin decaer nunca, las vidas salvadas y la vida compartida «hasta el sofá», pero a pesar de la rabia e impotencia que muestran sus palabras le pide al can que continúe su trabajo allá arriba y, concretamente expresa: «no sientas odio por aquellos que te hicieron esto». 
 
    TITULO: Generaciones -Sin alarma, pero en alerta ,.

Sin alarma, pero en alerta | El Correo

Sin alarma, pero en alerta,.

El grueso de la responsabilidad para frenar el coronavirus recae ahora en la ciudadanía, a la quelas instituciones deben un diagnóstico sincero de los errores y carencias detectados en la crisis,.


foto / Después de 99 días en estado de alarma, en los que un estricto confinamiento precedió a la paulatina recuperación de la libertad de circulación y del pulso ciudadano durante el proceso de desescalada, hoy se extiende a toda España la denominada 'nueva normalidad', que Galicia estrenó el pasado lunes y País Vasco, Cantabria y Cataluña el viernes. Una normalidad que no es tal en sentido estricto al estar condicionada por la persistencia entre nosotros de la covid-19, aunque debilitada. Con la supresión de buena parte de las restricciones vigentes gracias a los sustanciales progresos en la contención de la pandemia queda restablecido el tránsito entre las comunidades autónomas, que se han visto afectadas por ella con una intensidad muy diversa y han avanzado en su control a ritmos dispares. Esta medida, que coincide en el tiempo con la apertura de las fronteras internacionales, aumenta considerablemente la circulación de personas, a la par que el riesgo de contagios. De ahí que sea más imprescindible que nunca el escrupuloso cumplimiento de las medidas preventivas.
No hay que confundir el decaimiento del estado de alarma con la desaparición del virus. Ni la recobrada vida en las calles con la falsa creencia de que el peligro se ha esfumado. Mientras no existan una vacuna ni una terapia eficaz, habremos de convivir con un patógeno letal, que se propaga con extrema facilidad y cuyo posible rebrote constituye una seria amenaza. El único escudo en este momento para compensar tales ausencias consiste en el mantenimiento de los hábitos de higiene adquiridos en los tres últimos meses, el respeto de la distancia social y el uso de mascarillas. De la conducta individual de cada uno depende el freno al coronavirus. El grueso de la responsabilidad en esa tarea recae ahora sobre los ciudadanos. Los devastadores estragos que ha originado la epidemia deberían bastar para que la población tome conciencia sobre su propia responsabilidad y actúe con la prudencia debida. El estado de alarma ha finalizado, pero la alerta social ha de continuar por el bien de todos para evitar infecciones.
Resulta descorazonador el irrespirable clima de crispación política que ha acompañado la crisis sanitaria. Una confrontación creciente conforme la pandemia empezaba a estar bajo control y la conmoción inicial que propició una engañosa imagen de unidad era sustituida por la versión más feroz del frentismo. Es prioritario establecer unos mínimos puentes de entendimiento entre el Gobierno y la oposición para aprobar reformas legales que permitan responder a rebrotes del virus, antes de que se haya descubierto un antídoto contra él, con aislamientos selectivos u otras restricciones a la movilidad con todas las garantías constitucionales y sin tener que recurrir necesariamente al estado de alarma.
Esta experiencia inédita en el último siglo debería servir para aprender de los errores cometidos por todos en sus respectivos ámbitos de actuación. El Ejecutivo habrá de rendir cuentas de su gestión de la crisis ante el Parlamento a fin de arrojar luz no solo sobre los innegables errores de diagnóstico y falta de previsión, sino especialmente sobre las carencias detectadas en el sistema para subsanarlas con la máxima urgencia. Las comunidades autónomas no pueden ser ajenas a un proceso similar. El homenaje de justicia que las víctimas recibirán el 16 de julio tendría que comenzar por algo tan básico como contarlas bien de una vez. Por respeto a su dignidad y a la verdad.

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