jueves, 19 de agosto de 2021

Cartas Olvidadas - Bagram, la llave hacia ofensiva total ,. / Cartas en el Cajon - Un golpe en pleno centro de la capital ,. / REVISTA TENIS - Carlos Alcaraz estrena su palmarés ATP tras ganar a Gasquet en Umag ,.

 

TITULO: Cartas Olvidadas - Bagram, la llave hacia ofensiva total,.

 

Bagram, la llave hacia ofensiva total,.

EE UU dejará su cuartel general afgano en 20 días | Leonoticias

foto / De la presencia estadounidense en la histórica base de Bagram, desde la que se ha dirigido la ofensiva contra los talibanes en Afganistán durante los últimos veinte años, solo quedan hoy toneladas de basura. Kilómetros de cable, mobiliario metálico, envases vacíos de alimentos, desechos electrónicos y ropa gastada se acumulan en un vertedero improvisado donde decenas de afganos bucean a diario en busca de prendas aún en uso, tornillos o piezas de ordenador. El enorme basurero es una prueba de la inmediatez con la que Estados Unidos evacuó a sus tropas a principios de julio y de cómo su presidente, Joe Biden, quiso hacerlo con la máxima discreción de cara al mundo.

Sin otros factores como el protagonismo en el escenario internacional de las malas relaciones entre Washington, China y Rusia, la novedad que todavía supone la reciente Administración demócrata y la trágica realidad de la pandemia, es posible que la salida de Estados Unidos fuera de Afganistán hubiera sido más dura y traumática. Porque después de veinte años de invasión y 2.300 bajas militares, el Pentágono no ha conseguido desmantelar las milicias talibanes y, a la luz de la actualidad, ni siquiera ha arruinado su infraestructura operativa. Bastantes analistas comparan esta salida sorpresiva con su fracaso en Vietnam.

Los fundamentalistas solo han necesitado mes y medio para apoderarse de nuevo de los enclaves rurales y los puestos fronterizos, además de conquistar este fin de semana cinco capitales de provincia, incluida la gran ciudad de Kunduz, en el norte. La insurgencia también domina algunos barrios de Herat y Kandahar, donde los combates tienen lugar casa por casa con las fuerzas de seguridad afganas y unas unidades de élite cada vez más cansadas. Un elemento importante de cara al devenir de la guerra es si, como confía el Gobierno de Ashraf Ghani, sus tropas podrán ejercer mayor resistencia en las zonas urbanas.

Según las estimaciones más fiables, 40.000 soldados, 8.000 policías y otros tantos agentes de Inteligencia nutren la defensa afgana frente a una oposición de entre 55.000 y 80.000 talibanes. En aquel contingente se encuadran las unidades de élite, entrenadas al modo de las fuerzas especiales de EE UU, aunque su efectividad se ve lastrada por el menor apoyo de la aviación estadounidense y de los contratistas privados, que han abandonado el país. Uno de sus problemas es que la marcha de los técnicos ha empezado a influir en la falta de mantenimiento de los aviones y helicópteros. 

 

El Gobierno confía gran parte de su estrategia en estas brigadas especiales, pero a menudo carecen del respaldo necesario, según informa la agencia AFP. Una unidad compuesta por veinte hombres fue masacrada en junio en Faryab tras quedar cercada y no recibir refuerzos. El mayor Sohrab Azimi, una estrella en ascenso del Ejército afgano, murió en los combates. El hecho de que fueran abandonados causó una polémica con el Ministerio de Defensa que todavía resuena entre los altos mandos militares.

Lo sucedido con la unidad del mayor Azimi se parece cada vez más a la situación que atraviesa el propio país asiático. La ofensiva de los fundamentalistas y las noticias cada vez

más frecuentes sobre ejecuciones sumarias, represión y torturas han desatado una especie de desbandada general, muestra de que miles de ciudadanos y también la comunidad internacional ven con indisimulado pesimismo el futuro de la nación. La ONU, de hecho, cree que Kabul está en peligro.

Aviso de evacuación

Un promedio de 40.000 personas huye cada semana a la vecina Irán y la Organización Internacional para las Migraciones calcula que el número total de desplazados sobrepasa ya los 300.000. Pakistán ha tomado medidas drásticas para cerrar las puertas a este éxodo y ha construido una valla a lo largo de los 2.640 kilómetros de frontera con Afganistán. Paradójicamente, mientras miles de afganos huyen de la guerra, otros cientos regresan a su país escapando de la pandemia de coronavirus que azota Irán y Pakistán.

«La situación en Afganistán empeora cada día desde todos los puntos de vista», afirma la oficina de migración. De los 18,5 millones de habitantes, la mitad va camino de necesitar ayuda humanitaria. Unos 110.000 civiles han muerto o resultado heridos, mientras que 60.000 miembros de las fuerzas de seguridad han perdido la vida a lo largo de una guerra que sangra más cada día. Las embajadas de EE UU y Reino Unido han pedido a sus compatriotas que abandonen con urgencia el país «debido al empeoramiento de la seguridad».

Los vuelos comerciales salen llenos, mientras los gobiernos británico y estadounidense han enviado aviones militares para evacuar a los miles de locales que han colaborado con sus tropas desde 2001. Varios informes de prensa y de las ONG han dado cuenta estos días de ejecuciones sumarias por parte de los talibanes de civiles a los que señalaron por haber trabajado con las fuerzas aliadas, entre ellos comerciantes, mecánicos y asistentes.

Decenas de mujeres salen a la calle en Herat para apoyar a los líderes muyahidines que luchan contra los talibanes. / efe

Movilización para rescatar a los periodistas amenazados

La movilización de altos cargos militares y de los medios de comunicación ha sido decisiva para que Estados Unidos y Reino Unido organicen una operación de evacuación sin precedentes para rescatar a miles de afganos que han colaborado con las fuerzas aliadas en los últimos veinte años de conflicto con los talibanes. A la salida del personal que ha trabajado con el Ejército, desde traductores a conductores y comerciantes, el Gobierno de Boris Johnson contempla agregar a los periodistas afganos críticos con el fundamentalismo o que han colaborado con los medios ingleses.

El Ejecutivo británico ha anunciado su evacuación y la de sus familias si considera que sus vidas corren «peligro inminente» de sufrir represalias por la insurgencia, según 'The Independent'. El ministro de Exteriores británico, Dominic Raab, ha señalado que estos casos tendrán una consideración «excepcional» y se corresponden con una medida similar adoptada por EE UU. Los periodistas afganos llevan meses siendo objeto de una campaña de asesinatos selectivos y el viernes los talibanes acabaron con la vida del jefe de prensa del Gobierno afgano. 

 

TITULO: Cartas en el Cajon - Un golpe en pleno centro de la capital ,.

 Un golpe en pleno centro de la capital ,.

 

foto / La guerra llama a las puertas de Kabul tras una jornada que arrancó con la caída de Ghazni, a tan solo 130 kilómetros de la capital, y culminó con la entrada de los talibanes en Herat y Kandahar, dos de las ciudades más importantes del país. El avance imparable de la insurgencia, que se ha hecho con once capitales de provincia en una semana, ante un Ejército que apenas opone resistencia ha convertido Kabul en refugio improvisado para decenas de miles de civiles que escapan de los combates.

«Nunca habíamos visto algo así, vienen de todas las provincias del país, llegan con lo puesto y se instalan como pueden en los parques de la ciudad», narra desde Kabul Ahmad Quarishi, director del Afghanistan Journalist Center (AJC), que tiene un ojo en las calles de la capital y otro en las de su Herat natal, principal ciudad del oeste del país, en plena ruta a Irán, ya en manos de la insurgencia.

Ghazni supone toda una amenaza por su cercanía a Kabul y porque permite a la insurgencia cortar la ruta principal entre la capital y Kandahar, pero el gran golpe moral de la jornada fueron Herat y Kandahar por ser dos de las principales ciudades de Afganistán. La primera, donde estuvieron desplegadas tropas españolas, es el centro cultural y comercial del país, uno de los lugares menos conservadores.

El gran señor de la guerra local, Ismael Khan, no fue suficiente para repeler el ataque y los talibanes se hicieron con el control de edificios públicos y liberaron a los detenidos en la prisión. La segunda es la cuna en la que nacieron los talibanes, el gran epicentro insurgente del sur que durante veinte años los estadounidenses y las fuerzas especiales afganas han protegido con mano de hierro.

A última hora del día los insurgentes aseguraron tener también bajo su control Qala-i-Nao, la antigua capital de la «provincia española» de Badghis, al noroeste del país. Este lugar llevaba varios días cercado por los islamistas.

Organizaciones como el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR) mostraron su «preocupación» ante la intensificación de la crisis humanitaria y alertaron en un comunicado que «se calcula que desde principios de año casi 400.000 afganos se han desplazado internamente dentro del país, unos 244.000 sólo desde mayo». Antes de esta ofensiva talibán, en el país ya había cinco millones de desplazados internos. Naciones Unidas ha registrado la muerte de 783 civiles en mayo y junio, la cifra más alta de víctimas en dos meses.

Kabul se ha convertido en la última esperanza de encontrar un lugar seguro para los desplazados, aunque todos son conscientes de que cuando los talibanes lleguen a la capital, ésta se convertirá en una ratonera sin salida. Fawzia Koofi, líder del Movimiento del Cambio y primera mujer afgana en ocupar la vicepresidencia del Parlamento, visitó algunos de los campos improvisados que se han formado en los parques y calles de Kabul y pidió de manera urgente a través de las redes sociales «ayuda, yasistencia para ellos porque no hay ninguna organización que les atienda. Necesitan comida y escuelas temporales para los niños».

Sin resistencia

Los vídeos de tropas que se entregan sin combatir se suceden y los dirigentes de las provincias escapan en cuanto pueden dejando edificios públicos, vehículos y armas en manos enemigas. El gobernador de Ghazni, Duad Laghmani, y otros altos cargos fueron detenidos por las fuerzas de seguridad tras su huida bajo la acusación de haber entregado la ciudad a los talibanes sin ofrecer resistencia.

Hasta los asaltos a Herat y Kandahar, las grandes operaciones se habían centrado en las provincias del norte y es desde allí de donde han huido la mayoría de civiles. Muchos de ellos no olvidan las atrocidades sufridas durante el mandato talibán entre 1998 y 2001. En esa parte del país está uno de los proyectos de Médicos Sin Fronteras (MSF), que en provincias como Kunduz ha pasado en 24 horas de estar bajo control del Gobierno a ser zona talibán. «Nuestro trabajo prosigue, somos una organización independiente y nos dedicamos a tratar a enfermos y heridos y es lo que seguimos haciendo tras el cambio de poder. De momento nos respetan, pero hemos tenido que adaptar nuestros programas para atender cada vez casos más graves», comenta José Más, responsable de emergencias de MSF.

La organización médica tiene también un hospital en Lashkar Gah, capital de Helmand, feudo talibán al sur del país donde «las instalaciones médicas se encuentran ya en primera línea del frente», explica Laura Bourjolly, responsable de Asuntos Humanitarios de MSF en Afganistán. Bourjolly asegura que «se producen bombardeos, ataques con morteros y con misiles muy cerca del recinto médico» y denuncia que a comienzos de semana un mortero impactó a las puertas de las urgencias, aunque no hubo que lamentar daños personales. La insurgencia aspira a anunciar la «liberación» de Lashkar Gah tras el éxito de sus fuerzas en Kandahar.

Gobierno de unidad

El cada vez más débil Gobierno afgano reclamó ayer de manera desesperada a la comunidad internacional que «adopte medidas serias» para evitar los «ataques brutales» de la insurgencia que «han derivado en crímenes de guerra, flagrantes violaciones de los derechos humanos y una catástrofe humanitaria». El problema es que las tropas extranjeras, con Estados Unidos a la cabeza, no piensan modificar un plan de retirada que esperan culminar el día 31.

Abandonados por sus aliados internacionales, la cadena Al Jazeera asegura que las autoridades de Kabul habrían ofrecido a los talibanes la formación inmediata de un Ejecutivo de unidad nacional con la única condición de que detengan los combates. La respuesta insurgente llegó a través de las armas, con la captura de Ghazni, Herat y Kandahar en un solo día.

«Los precios se han disparado en las ciudades que han caído y el nivel de desplazados internos y violencia no tiene precedentes. Si no se detiene esto de manera inmediata la crisis será incontrolable. El mundo debe dar un paso al frente para frenar la ca  tástrofe que nos viene encima», responde desesperado el responsable del Afghan Peace Watch, Habib Khan, desde Kabul cuando se le pregunta por la situación. Un mensaje de petición de ayuda que nadie parece escuchar.

EE UU envía soldados para la evacuación

Estados Unidos hará regresar a Afganistán a 3.000 militares para asegurar las labores de evacuación de su personal diplomático y de aquellos compatriotas que se encuentran refugiados en la sede de la Embajada. El Pentágono anunció este jueves el envío «inmediato» de este contingente, que fundamentalmente garantizará el control del aeropuerto de Kabul y el mantenimiento de un pasillo de seguridad hasta la legación por el que será desalojado el personal.

También el Gobierno británico se prepara para una operación similar mientras otros países están atentos al avance de los talibanes por si fuera necesario adoptar la misma medida. El Ejecutivo español señaló ayer que no prevé todavía una evacuación de su legación, aunque mantiene un plan de contingencia ante esa eventualidad. El nuevo jefe de la misión, Ricardo Losa, todavía no ha asumido el cargo, aunque fuentes oficiales esperan que lo pueda hacer en las próximas semanas.

La ocupación a partir de la retirada de las tropas estadounidenses, y con ellas del contingente aliado, hace que todas las miradas se dirijan ahora hacia el presidente Joe Biden. Analistas internacionales y del propio EE UU comienzan a ver detrás de las reconquistas insurgentes un clamoroso fallo de los militares y de los servicios de Inteligencia desplegados en Afganistán que, aparentemente, no supieron calcular la fuerza real de los rebeldes.

Incluso al propio Biden le ha sorprendido, según dejó entrever el miércoles, la velocidad de ataque de los talibanes, aunque ha dejado claro que EE UU no volverá al país asiático. Los más críticos le achacan que haya abandonado a los afganos a su suerte –solo accedió a rescatar a aquéllos que colaboraron con los soldados estadounidenses tras las presiones recibidas de altos mandos del Ejército– y se preguntan para qué ha servido una invasión de 20 años que ha costado la muerte de más de 2.000 militares norteamericanos y un gasto multimillonario para retornar prácticamente al punto de partida.

Entre los que han agitado estas aguas se encuentra Donald Trump y sus numerosos seguidores republicanos. El expresidente afirmó este jueves que el violento resurgimiento de los talibanes es «inaceptable» y culpó a Biden por no haber puesto condiciones antes de la salida de Estados Unidos, como la firma de un acuerdo de paz entre Kabul y los insurgentes o un compromiso de que éstos no volverán a dar cobijo a Al-Qaida. Añadió que, si él, que fue artífice en 2020 de las conversaciones de Doha, hubiera dirigido este repliegue, habría sido «una retirada muy diferente y mucho más exitosa». 

 

TITULO: REVISTA TENIS -  Carlos Alcaraz estrena su palmarés ATP tras ganar a Gasquet en Umag ,.

  Carlos Alcaraz estrena su palmarés ATP tras ganar a Gasquet en Umag ,.

 

El tenista de 18 años derrotó con claridad al experimentado jugador galo por 6-2, 6-2 en una hora y 16 minutos de partido.

 Carlos Alcaraz, durante la final. /Efe

El español Carlos Alcaraz (73º del ranking ATP), se proclamó este domingo campeón del Torneo de Umag tras vencer en la final al francés Richard Gasquet (59º), logrando su primer título en el circuito principal ATP.

El tenista de 18 años derrotó con claridad al experimentado jugador galo por 6-2, 6-2 en una hora y 16 minutos de partido.

Bajo un calor de verano -cerca de 30ºC- en la costa del Adriático, Alcaraz fue muy superior en su primera final en el circuito ante un rival que a sus 35 años disputaba su 32ª final.

Gasquet cedió dos veces su servicio en un primer set que se llevó Alcaraz en 37 minutos. En el segundo, 'Carlitos' llegó a ponerse 5-1, antes del 6-2 definitivo.

Alcaraz, una de las grandes revelaciones del año 2021, que inició en el puesto 141º, estará el lunes entre las 60 mejores raquetas del mundo.

Entre los 60 mejores del mundo

Alcaraz, una de las grandes revelaciones del año 2021, que inició en el puesto 141º, estará el lunes entre las 60 mejores raquetas del mundo (54º).

«Es fantástico. Tengo muchas emociones. Estoy, muy, muy feliz con esta victoria, mi primer título ATP», declaró el murciano para atptour.com. «Voy a disfrutar mucho de este momento», añadió. «Creo que he crecido mucho en este torneo y me llevo mucha experiencia, que me será muy útil para el futuro», confesó.

Alcaraz se convirtió de paso en el campeón español más joven de un torneo ATP desde que Rafa Nadal conquistase en 2004 el primero de sus 88 títulos en Sopot. El mallorquín era entonces ocho días más joven que Alcaraz este domingo.

El propio Gasquet no escatimó en halagos hacia su rival. «Está jugando de forma increíble. Sólo tiene 18 años y por supuesto que tiene un gran futuro. Yo simplemente no pude jugar a su nivel y con su intensidad», afirmó el galo.

 

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