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TITULO: LOS TOROS - CADENA SER - MAS TOREROS QUE TOROS ANTE UN DEPRESIVO ENCIERRO DE JUAN PEDRO,.
LOS TOROS - CADENA SER,.
Lunes de 2:30 a 4:00,.
Los toros es un programa radiofónico que dirige el periodista especializado Manuel Molés en la Cadena SER. Desde abril de 2015 se emite los lunes de madrugada tras ser sustituido de su horario habitual de emisión de los domingos por el programa Contigo dentro. Contó con la colaboración de Antonio Chenel Antoñete, fallecido en Madrid el 22 de octubre de 2011, siendo uno de los espacios más antiguos del panorama radiofónico nacional ya que continúa emitiéndose de manera ininterrumpida desde 1982.,etc.
MAS TOREROS QUE TOROS ANTE UN DEPRESIVO ENCIERRO DE JUAN PEDRO,.
Más toreros que toros ante un depresivo encierro de Juan Pedro,.
Los tres antiguos alumnos de la Escuela Taurina de Badajoz salieron a hombros por su despliegue de recursos, foto,.
Cuando uno llega a la plaza de Badajoz con poco más de una hora de antelación y puede aparcar junto a la puerta de sombra, ya puede augurar que los tendidos no van a mostrar el aspecto que la empresa desearía. La víspera del puente de San Juan, el tremendo calor con el que nos están obsequiando los primeros días de verano y un cartel en el que no aparecía ninguna de las figuras mediáticas que atraen al habitual público de feria hizo que ayer el graderío del coso de Pardaleras registrara poco más de un cuarto de entrada.Quienes decidieron irse a la playa se perdieron tres ejercicios de toreo de arte y recursos del que pocas ternas están en condiciones de ofrecer. Encabezados por Miguel Ángel Perera, el más veterano de los tres, demostraron que a un encierro depresivo y deprimente de Juan Pedro Domecq sólo se le puede sacar partido a base de mucha técnica y valor, hasta el punto de transformar su falta de raza en tímidas embestidas que permitieron cuajar las escasas tandas de muletazos que se pudieron ver en la tarde-noche pacense.
Comenzó la corrida con una soberbia demostración de poder por parte de Miguel Ángel Perera ante 'Melodía', el juampedro que abría plaza y que a la postre fue el mejor de la corrida. Dos grandes pares de Curro Javier, el segundo de la cuadrilla, le obligaron a desmonterarse antes de que su maestro pusiera todo de su parte para que un toro que no transmitió en ningún momento acabara desorejado en el desolladero con una sorprendente ovación del respetable en el arrastre.
Lo poco que permitió el de Juan Pedro en la muleta lo hizo por el pitón derecho hasta el punto de conseguir alguna que otra cerrada ovación de los tendidos. Por la izquierda la faena era inviable. El toro echaba la cara arriba y deslucía cualquier embestida hasta que Garrido volvió a tomar la derecha y remató la faena exponiendo por encima de lo racional hasta que un pinchazo hondo y una estocada le valieron una oreja.
Ginés Marín recibió al tercero con un saludo por verónicas rematado con una serpentina ante de un quite de saltilleras combinadas con gaoneras.
La insultante falta de fijeza tornó en un peligro sordo del de Juan Pedro, que nunca quiso embestir y demostró que su pitón izquierdo era aún peor que su pésimo derecho. Ante esta situación Ginés Marín decidió embarcarse entre los cuernos del toro y tratar de hacer a base de valor toda la faena que le negaba su enemigo. Una gran estocada, marca de la casa, le valió una oreja.
El cuarto deparó al respetable dos de los sustos de la tarde. El primero acaeció cuando Perera perdió el equilibrio en su cara, en un quite por chicuelinas, y solo la falta de fuerzas y de fijeza del juampedro evitaron que le prendiera. El segundo se lo llevó entero su subalterno Santi Acevedo, al que 'Gritón' mandó de forma muy fea contra las tablas en dos ocasiones, aparentemente sin consecuencias.
En la muleta al toro le costó un mundo embestir y deslució todo intento de Perera de hacerle faena, hasta el punto de que el de Puebla del Prior se deshizo de la ayuda de su muleta para intentar que el vuelo que la franela generaba aumentara la ligazón de sus tandas.
Un pinchazo y una estocada algo trasera le valieron una nueva oreja.
El quinto de la tarde fue devuelto al corral por cojo, a pesar de que su absurdo galope impidiera incluso evidenciar esa cojera.
El primer sobrero, del hierro de Domingo Hernández, demostró la misma falta de raza y fuerzas que sus hermanos del miércoles, lo que no impidió que Garrido cumpliera con su ilusión de brindarle su muerte a Cipriano Píriz, tras la muerte de su hermano Bernardino a primeros de año.
Garrido obligó a su oponente a embestir por abajo hasta doblegar su voluntad y renunciar a toda intención de contribuir a lucimiento. Se rajó tanto el de Domingo Hernández que obligó al torero de Badajoz a girar casi una vuelta al ruedo para buscarle la muerte ante su pertinaz huida. Una espectacular estocada, a medio camino entre recibiendo y al encuentro, le valió una oreja.
Al sexto toro lo recibió Ginés Marín a revientacalderas con cuatro largas cambiadas y el público en pie. Un espectacular quite por chicuelinas hizo pensar por momentos que se trataba del toro de la tarde pero tras dos grandes pares de banderillas, que hicieron desmonterarse a Fini, el toro nunca volvió a ser el mismo.
El de Juan Pedro desarrolló tanto peligro que Ginés acabó jugándose la vida para arrancarle la última oreja de la tarde que dio por concluida la corrida.
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