Trata de convencernos de que es una mujer normal, pero su talento y su belleza son extraordinarios. Tras cinco años de retiro voluntario y estudios, vuelve, por sorpresa, haciéndonos reír.
Tras cinco años apartada del cine nacional por voluntad propia, ver aparecer a Pilar López de Ayala es como reencontrarte con una vieja amiga. Dotada de una intensidad interpretativa como solo poseen las grandes, es curioso que en plena juventud, con toda la fuerza de su herramienta disponible, decidiera tomarse un respiro y dejar de rodar durante un lustro."No fue una decisión que tomara yo aclara. Se dio así. A raíz de la crisis, muchos proyectos se quedaron sin financiación en España y me fui a probar suerte a otros países para poder seguir actuando". De hecho, rodó una película independiente americana, Night has settled, que por desgracia no llegó a nuestras pantallas. Y nada más, hasta ahora.
Me fui buscando una salida a una situación difícil
-fotos, Pilar López de AyalaActriz,.
Estamos en el Ritz madrileño, llueve en el exterior con persistencia primaveral, ella viste desenfadada: botines, vaqueros y un suéter a rayas rojas y blancas que le da un aire en la antítesis del tan famoso Wally, del que todos se preguntaban dónde está.
Ahora Pilar está aquí, y viene a hablarnos de la película con la que se reencuentra con el cine nacional, Rumbos: una tragicomedia coral, noctámbula y costumbrista, donde realiza una colaboración especial que es más que eso: comienza y cierra la película, y en gran medida es responsable del tono del film.
Mujerhoy: ¿Por qué escogió Rumbos tras esta ausencia?
Pilar López de Ayala Rumbos
llegó junto a El manuscrito, una película italiana de Alberto Rondalli
que he rodado inmediatamente después. Cuando leí el guión por primera
vez no estaba segura de si iba a ser capaz de hacerlo. Es cierto que la
comedia no abunda en mi trayectoria, pero después de una conversación
con Manuela Moreno, la directora, me decidí. Me dijo que había escrito
el personaje para mí, que había percibido mi vis cómica en Besos para
todos (Jaime Chávarri, 2000). Rumbos habla de historias cruzadas donde
los personajes están en un momento en que las decisiones que tomen van
de alguna forma a definir el resto de sus vidas; y eso le daba una
trascendencia. Y me interesaba abordar un personaje que no había hecho
antes: una mujer muy emocional que quiere llevar una vida convencional,
comprar una casa, crear una familia, ir a clases de pilates... Pero se
da cuenta de que su pareja no tiene los mismos planes que ella y se
convierte en víctima de una manipulación que le lleva a afrontar su vida
de una forma totalmente inesperada, y a entender que no hay mal que por
bien no venga.
Mujerhoy ¿Cómo terminó estudiando Historia del Arte en Los Ángeles?
Pilar López de Ayala: Me
fui buscando una salida a una situación muy difícil, a probar suerte a
otros países donde se habían estrenado con éxito películas en las que yo
había participado, como Argentina y Brasil. Y después de un tiempo
dando tumbos, decidí que la única salida era continuar mis estudios
universitarios, al menos, la más adecuada para mí. No sabía dónde, así
que casualmente hablé con un amigo de EE.UU. que me dijo que dejaba su
casa para irse a vivir fuera y que me podía quedar allí una temporada.
Se me despejaron las dudas de un plumazo; pedí dinero al banco y me fui
para allá. Asumiendo un riesgo como es pedir dinero para estudiar sin
saber cuándo o cómo lo iba a devolver. Quería aprovechar el tiempo, me
angustiaba mucho detenerme y estaba empeñada en que algo me saliera
bien, así que puse toda mi energía.
Mujerhoy ¿Qué piensa de una ciudad como Los Ángeles? ¿Es tan dura como la pintan?
Pilar López de Ayala: No ha sido fácil adaptarse a otro país y otro sistema. Pero tiendo a ser positiva y me he vuelto más metódica.
Mujerhoy: Sigue siendo usted un referente de las películas de época. ¿Por qué cree que encaja tan bien en estos papeles?
Pilar López de Ayala: No
sé si encajo en papeles de época, donde sí me siento cómoda es en
personajes que transgreden las normas de su tiempo. El que sean o no de
época es lo de menos. En El manuscrito [nueva versión del libro
fantástico El manuscrito encontrado en Zaragoza, del autor polaco Jan
Potocki, llevada a la pantalla en 1965], la película que acabo de rodar
en Italia, interpreto a una mujer dedicada al estudio de la cábala y las
matemáticas, algo inusual en el siglo XVIII, que está atravesando una
crisis espiritual que le hace buscar una explicación racional a la vida.
Un personaje con un fuerte deseo de libertad y de romper las cadenas
que le atan a su hermano y a su padre. Estas mujeres fuera de su tiempo,
por desgracia, no abundan entre las ofertas que recibo, así que si ha
de ser de época, bienvenido sea.
Mujerhoy: ¿Pero tiene algo que ver en esto su genética noble o le parece una absoluta tontería?
Pilar López de Ayala: El
físico nos condiciona a todos los actores. Y tendemos a asociar unos
genes heredados con un estatus económico. Tengo asumido que me van a
llamar antes para hacer de mujer con "posibles" antes que de músico
ambulante. Aunque lo que de verdad me gustaría es ver a una música
ambulante con unas características físicas que además te cuenten otra
cosa de ese personaje. Encuentro que esa apertura mental estimula
nuestro imaginario cuando vamos al cine. Yo tiendo a no fiarme mucho de
las apariencias.
Mujerhoy: ¿Le apetece que le ofrezcan personajes que la obliguen a forzar su físico?
Pilar López de Ayala: Por supuesto, eso es lo que más nos gusta a los actores: el poder transformarnos radicalmente en otra persona.Decidí seguir estudiando. pedí dinero al banco y me fui a Estados Unidos
Pilar López de AyalaActriz
Mujerhoy: Pero con una estética como la suya, ¿no es un poco osado? ¿En qué términos evalúa su propia belleza?
Pilar López de Ayala: Es
algo a lo que nunca le he dado importancia. No me preocupa, no es ni lo
que más valoro de mí ni en lo que más me fijo de los demás. Aún así me
cuido, y trato de estar bien. Desde pequeña he hecho mucho deporte,
supongo que como una manera de canalizar toda esa energía que tenía.
Mujerhoy: Siempre
recuerda usted que su vida es aburrida y que no puede ser usted una
persona más normal. Nosotros tendemos a dudarlo: es usted actriz y esa
experiencia es inaudita para la mayoría...
Pilar López de Ayala: [Risas].
Estoy de acuerdo, ser actriz es inaudito e insensato. Es verdad que mi
profesión me ha llevado a experiencias de todo tipo, pero créeme, soy
una persona muy sencilla y encuentro mil maneras de disfrutar en las
pequeñas cosas del día a día. Igual por ser actriz la gente espera más
batallitas. Quizás he usado la palabra "aburrida", pero como yo disfruto
realmente es organizando mi día y llevando a cabo todas las tareas que
he planificado. Me considero trabajadora y siempre antepongo las
responsabilidades porque es la única manera en que consigo disfrutar
después. Bueno, y porque disfruto trabajando. Me gusta y necesito la
soledad, pero también me encanta improvisar y juntarme con los míos.
Mujerhoy: Se fue usted, como otros jóvenes, por la crisis. ¿Cómo ha encontrado al país a su vuelta?
Pilar López de Ayala: He
vuelto a menudo y lo que veía es que mucha gente había dejado lo que
estaba haciendo para dedicarse a otra cosa, o había empezado a
desarrollar habilidades o intereses que de otra forma no habría quizás
descubierto. Me parece que estamos descuidando la cultura, que forma
parte de la educación y de nuestro desarrollo como seres humanos. No se
pueden dar ayudas solo al cine que pretende ser comercial. La cultura
debe ser de la máxima calidad y rentable desde el punto de vista social y
educativo. Si además lo es económicamente, mejor.El físico nos marca, pero yo tiendo a no fiarme de las apariencias.
Pilar López de AyalaActriz
Mujerhoy: ¿Se considera usted apolítica?
Pilar López de Ayala: La
política está en cada decisión que una toma. Estoy a favor de la
igualdad, de ayudar a los más desfavorecidos y de todo aquello que
represente el progreso. He tomado partido públicamente en causas que
consideraba justas y lo seguiré haciendo, pero hay muchas formas de
significarse. Lo importante es ser consecuente todos los días, en las
pequeñas decisiones.
Mujerhoy: ¿Se siente seguidora de alguna creencia?
Pilar López de Ayala: Me
gusta la filosofía. Aunque la verdad sea una, los caminos para llegar a
ella pueden ser muchos. Tengo mucha curiosidad por la vida y me gusta
integrar varias formas de entenderla.
Mujerhoy: Sabemos poco de sus gustos intelectuales. ¿Qué novelas le gustan? ¿Lee ensayo o poesía? ¿Con qué tipo de cine disfruta más?
Pilar López de Ayala: Leo
novela y ensayo. La poesía me parece una actitud. Me gusta
identificarme con un autor o personaje principal. Me ha pasado
recientemente con También esto pasará, novela de Milena Busquets que
acabo de terminar. Cuando leo tengo la misma aspiración que cuando voy
al cine. No me importa tanto el género, pero sí valoro la originalidad.
Una de las películas que más me han gustado de las últimas que he visto
es Mustang, de la directora turca Deniz Gamze Ergüven.
Mujerhoy: Me parece significativo que mencione la novela de Busquets. Se basa en el duelo y no parece algo muy vinculado a su historia...
Pilar López de Ayala: No,
no tiene nada personal que ver conmigo, afortunadamente. Pero me
interesa el universo personal de la autora. Me gusta cómo consigue
integrar la pena en su día a día, y a la vez consigue trasmitir su amor
por la vida, su apego, sus ganas de vivir. Pero eso no me define, es
solo un ejemplo de lo que capta mi atención en un libro: algo así,
complejo, con profundidad, en un universo que cuando se termina, quieres
continuar.TITULO:7 DIAS CITAS, SI TIENES MINUTOS Y DESCANSO, NIÑOS REFUGIADOS ¿ QUE PODEMOS HACER POR ELLOS ?,.
foto,.
Hay veces que una fotografía sirve verdaderamente para mirar a la cara a los problemas, para eso que se ha llamado 'agitar' conciencias y también para que hagamos click en el botón de compartir. Está pasando con las imágenes de refugiados sirios en la costa Mediterránea o en la frontera de Macedonia en las que aparecen niños. Son quizás los virales más tristes, pero son valiosos.
Probablemente ya los conoces: la imagen de Laith Majid y su familia ha dado la vuelta al mundo. Eran clase media hasta hace poco; ahora son refugiados sirios huyendo de años de guerra y de la amenaza del ISIS, intentando llegar a Alemania. Catapultada a las redes tras aparecer en The New York Times, su autor, el fotógrafo freelance Daniel Etter, se muestra satisfecho de la repercusión que se puede conseguir con una foto. De pronto mucha gente quería ayudar y preguntaban a Etter si había forma de hacerlo: "Estoy tratando de encontrarles. Pero esto va más allá de una sola familia". Y apuntaba que hay ONGs haciendo "un trabajo estupendo, no sólo en Grecia".
Ahora en redes hay una foto sin identificar la fuente que muestra a Latih Majid, de nuevo abrazando a sus hijos, aún en la isla griega Kos, aunque ya sonriente. Pero efectivamente no son los únicos: al tratarse de migraciones de familias enteras en casi todas las fotos que llegan, por ejemplo de la frontera en Macedonia, aparecen menores.
Cada una tiene su historia y no hace falta conocerla para querer compartirla. Imágenes como las siguientes están siendo muy difundidas a través de redes sociales, muchas veces a partir de perfiles de periodistas o de influencers (personajes, públicos o no, con muchos seguidores). Es la empatía hacia los más desprotegidos, el poder desgarrador de las imágenes y la indignación lo que lleva a compartirlas, en un gesto de denuncia o de solidaridad que contribuye a la viralización. Además son publicaciones que suelen ir acompañadas de mensajes que invitan a ponerse en su situación.
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