UN PAIS PARA COMERSELO - EL AVIONCINO DE BADAJOZ,./ TAPAS Y BARRAS - NO TENGO TELE, PREFIERO CULTIVAR EL HUERTO,.

TITULO: UN PAIS PARA COMERSELO - EL AVIONCINO DE BADAJOZ,.

UN PAIS PARA COMERSELO - EL AVIONCINO DE BADAJOZ, fotos.

El avioncino de Badajoz

Avión que vuela a Madrid y Barcelona desde Badajoz. 

• Un solo reactor consigue que aumenten los pasajeros en Talavera,.

  El aeropuerto de Badajoz tiene un único avión pequeñito, pero él solo está consiguiendo batir marcas de pasajeros. Y eso que lo hacen trabajar a destajo. Los martes, jueves, viernes y domingo son un sinvivir para el avioncino blanco de 50 plazas. Sale de Barcelona a las siete y media de la mañana; llega a Badajoz hora y media después; al rato sale hacia Madrid; regresa inmediatamente a Badajoz; cinco minutos antes de las dos de la tarde parte hacia Barcelona y a las tres y media aterriza en El Prat y descansa de su locura viajera extremeña.
  Dicen que ese avioncino debe de ser de una marca blanca porque en su fuselaje no está grabado el nombre de ninguna compañía aérea, sino el topónimo Castilla y León, que, por ahora, es el nombre de una región, no de una low cost ni nada parecido. Así que los billetes te los vende Iberia y viajas con Air Nostrum, pero en el avión no pone nada.
  Aunque todo esto da lo mismo si a cambio el avioncino consigue que el número de viajeros en el aeropuerto extremeño aumente. Y eso que los horarios son de traca. ¿Qué sucedería si el avioncino tuviera un hermanito y nuestros horarios fueran tan razonables como los de Vigo, Almería o Jerez?
  
  Porque fíjense, con solo un avioncino y con horarios irracionales, en mayo de 2016 han pasado por la terminal extremeña 3.546 pasajeros frente a los 3.015 de mayo del año 2015. Y entre enero y mayo de este año, el tráfico de pasajeros en nuestro aeropuerto ha sido de 10.130. En el mismo periodo de 2015 fue de 10.475, pero claro, en 2016, hasta el 18 de febrero no hubo vuelos así que el avioncino de 'marca blanca' puede estar orgulloso.
  Para mí que este reactor pequeñito, que provoca hasta ternura cuando lo ves 'aparcado' en Madrid o Barcelona junto a los grandes Boeing y Airbús... Para mí que es un trasunto de Extremadura: lo apartan a una esquina de las terminales, le hacen trabajar sin parar y, sin embargo, da buenos resultados. Es como si la compañía aérea cogiera la subvención y nos mandara el avioncino por cumplir, pero a la hora de la verdad, va lleno o casi, al menos esa es mi experiencia las veces que he volado sentado en sus asientos de cuero oscuro. Así que debe quedar clarito que aquí volamos tanto como en cualquier otra región. Y eso que nos ponen horarios imposibles y solo cuatro días. La diferencia entre un extremeño y un asturiano, un andaluz o un vasco es que nosotros nos organizamos los viajes atendiendo a cómo nos los programa la compañía aérea y los demás se los organizan como les parece porque las compañías aéreas les ofrecen muchas posibilidades.
  ¿Por qué un extremeño no puede enlazar bien en Madrid con vuelos al resto del mundo? ¿Por qué no puede hacer sus gestiones en la capital durante la mañana, como el resto de españoles, para regresar a casa al atardecer? ¿Por qué no hay posibilidad de buenos enlaces en Barcelona por culpa del horario del vuelo extremeño?
  Nuestros vuelos solo dan algo de margen para gestiones rápidas viniendo de Barcelona. Pero muy rápidas. Un mayorista de Mercabarna que desee comprar fruta podrá ir y venir en el día si ha de cerrar los contratos en Guadiana o Pueblonuevo. Como tenga que acercarse a Don Benito, ya lo tiene complicado.
  Después de cualquier viaje, un extremeño vuelve a casa con la conclusión de que nuestro obstáculo fundamental para el desarrollo son las comunicaciones. Sin aviones con horarios razonables ni trenes rápidos es imposible crecer. Dicen que no hay viajeros suficientes en Extremadura. Sin embargo, en mayo, nuestro aeropuerto, con un solo avioncino y con estos horarios de chichinabo, se colocó en el puesto 36 de los aeropuertos españoles. Es más, fue uno de los 11 aeropuertos de España que más creció (17.6%). En fin, la famosa pescadilla: ¿no hay trenes rápidos ni aviones porque faltan viajeros o no hay viajeros porque carecemos de buenos trenes y buenas combinaciones aéreas?,.
  
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  No tengo tele, prefiero cultivar el huerto

  

• Pedro Casablanc, el actor que dio vida al extesorero del PP en cine y teatro, rueda la segunda temporada de 'Mar de plástico',.

  Pedro Casablanc (Casablanca, 53 años) es un actor tan creíble que la gente le llegó a insultar por la calle por su papel de Luis Bárcenas, el extesorero del PP, y eso que su vida tiene más de monástica que de lujosa: sin tele en casa, cultiva su propio huerto y disfruta con sus tres hijos. Ahora está inmerso en la segunda temporada de 'Mar de plástico' (Antena 3) en Almería.
  
  Es el actor más corrupto de la tele: primero dio vida a Luis Bárcenas y ahora a un terrateniente explotador. ¿De dónde saca tanta avaricia?
  ¿Quiere decir tanto carisma, no? Ja, ja. Llevo varios años haciendo teatro y ahí he interpretado a grandes malos. ¡Y hay que leer más! Con Shakespeare se aprende mucho y en nuestro país tenemos grandes ejemplos.
  «Bárcenas es un señor muy simpático, muy cordial»
  Hasta el hijo de Bárcenas alabó su trabajo. ¿Valora más ese reconocmiento que el de la crítica?
  Hicimos un trabajo muy honesto porque no queríamos tergiversar la realidad. Y eso fue lo que les sorprendió, a él y al propio Bárcenas, con el que tuve la oportunidad de entrevistarme. Vieron la película y se ajustaba a la realidad. ¡Nos pusimos muy contentos de que les gustase!
  ¿Qué le pareció en las distancias cortas?
  ¡Es un señor muy simpático! Muy agradable y muy cordial. El hecho de querer conocernos después de haber visto la película ya es un detalle.
  ¿Le vio arrepentido?
  Sí, sí, lo estaba.
  Jesús Castro confesó que había dejado 'Mar de plástico' porque no le gustaban las condiciones: las altas temperaturas, el paisaje desértico... ¿Cómo lo lleva usted?
  ¡Yo no tengo problema con las altas temperaturas porque soy medio andaluz! Y Jesús Castro no es que sea medio, es que es andaluz entero. Somos unos privilegiados por hacer lo que nos gusta y quejarnos me parece absurdo.
  Los agricultores de la zona les regalan lechugas, tomates... ¿Tiene alguna anécdota?
  Nos traen de todo. ¡Estamos muy bien cuidados! ¿Anécdotas? Que yo les dije a los agricultores que mi abuelo era del pueblo de al lado y gracias a eso me han hecho pregonero de las fiestas... Ja, ja, ja.
  En su vida personal, lejos de ser un derrochón , lleva una vida muy tranquila: cultiva la huerta, no ve la tele...
  No ver la tele no significa llevar una vida monástica, ¡sino tener la mente sana! Prefiero leer, ir al cine o ver películas en casa. Y estar todo el tiempo que puedo en la naturaleza. Cultivar y estar con las plantas me relaja mucho.
  ¿No le llama la atención ningún programa?
  En casa no tenemos televisión. Pero vemos algún programa por internet. Me gusta mucho 'Salvados', de Évole, o Jalís de la Serna.
  Marruecos en el corazón
  Choca ver a un actor de televisión sin televisión. ¡Es como ver a un panadero sin panadería!
  ¡No hace falta tener televisión! Todas mis series, cuando salen en DVD, las compro. Y 'Mar de plástico', como coincide la emisión con el rodaje, nos solemos juntar los miembros del equipo y la vemos en el hotel. Es una manera muy agradable de compartir.
  En 'Policías' no se hablaba de ETA. ¿Ahora también hay temas tabú?
  ¡Nos cuesta arriesgar y a las productoras les cuesta tratar temas conflictivos! La película de Bárcenas la hicimos sin ningún tipo de apoyo, con dinero recaudado por micromecenazgo y ha tenido mucho éxito: estuvo nominada a los Goya, ha salido en DVD... 'Policías' tenía ese halo de tabú, pero '¡Vaya semanita!', en ETB, ayudó mucho a romperlo. Deberíamos fijarnos más en el ejemplo de los americanos: cómo tratan su actualidad, su política y a sus gobernantes.
  ¿Qué recuerdos tiene de su infancia en Marruecos?
  Mis padres y mis abuelos emigraron allí porque era una sociedad muy cosmopolita. Era una colonia francesa y allí vivíamos muy bien. Lo recuerdo con mucho cariño y gracias a eso pude estudiar francés, lo que me ayudó a actuar en obras de teatro en Francia.