jueves, 15 de mayo de 2014

EL DESAYUNO DEL JUEVES, Subiendo la calle Cojona,./ LA CENA DEL JUEVES, NO SOY UNA CABRA LOCA,.

  1. De Torrejoncillo se habla con respeto. Uno menta esta localidad ante personas mayores y las caras se iluminan tanto como si a uno de 40 le ...

    Torrejoncillo, nombres sensatos y más footing que industria,.

    De Torrejoncillo se habla con respeto. Uno menta esta localidad ante personas mayores y las caras se iluminan tanto como si a uno de 40 le mencionan 'El Corte Inglés'. En Extremadura, Torrejoncillo y 'El Corte Inglés' evocan el tiempo de la felicidad, cuando uno era joven e iba a comprarse los primeros zapatos, las joyas de la boda, un equipo de alta fidelidad o unas zapatillas con airbag. Comprar siempre ha sido divertido y en ese punto, estos dos nombres trascienden lo real y significan más que un lugar, más que un comercio.<br>
    Hace 60 años, en Torrejoncillo había 500 zapateros, 30 orfebres, una legión de pañeros e infinidad de alfareros. Hoy queda un zapatero, Alejandro, tres orfebres (Marce, César y Antage), un pañero llamado Pedro y tres alfareros: los tres se llaman Antonio y los tres se apellidan Moreno. <br>
    El padre de una de esas sagas de alfareros, los Moreno León, inventó un horno llamado el Fogón de Daniel. Es conocido por doquier, se exporta con éxito y hasta Imanol Arias y Juan Echanove lo alabaron en aquel programa en el que iban por España comiendo y conociendo. Además, Cándido, Arroyo y Leandra elaboran dulces. Hay dos secaderos de jamones (Rodilla y Ángel Gil) y lo que ya no quedan son jaboneras ni fábricas de gaseosa.
    En los tiempos en que Torrejoncillo tenía 5.500 habitantes (hoy son 3.200), había en el pueblo cuatro cines. Donde hoy está muebles Galán, había un teatro de estilo neoclásico con mil butacas por el que pasaron Antonio Molina, Rafael Farina y Lola Flores. Se llamaba Lasi en honor a su dueño, Laureano Simón, uno de los terratenientes más fuertes de Extremadura. De aquellos tiempos se conserva el cine España, aunque en estado ruinoso.<br>
    Pero dejemos a un lado ese esplendor pasado que obliga a decir Torrejoncillo con respeto. Entremos en el pueblo y asombrémonos con el presente. Destacan a primera vista dos detalles: uno es el entramado urbano de judería, el otro, las cuestas suaves, pero continuas, que han formado una legión de corredores en esta localidad donde el cross urbano es afición primera. En esa trama de calles y callejas, hay muchas casas marcadas. Unas tienen las señales de la masonería, otras, la estrella de David de los judíos. Luego están los nombres sensatos de las calles. Una en cuesta se llama calle Cojona. Dos calles de tamaño pequeño reciben el nombre de Chica y Corta y otra, donde hay un caño para refrescar el gaznate, tiene el sabio nombre de calle de la Fuente de Beber.<br>
    En Torrejoncillo no se andan con zarandajas ni complicaciones a la hora de bautizar. Será por eso que dos de los tres alcaldes de la democracia tienen nombres inolvidables: don Moisés Leví Paniagua, actual alcalde del PP, y don Críspulo Manibardo, que lo fue del PSOE.<br>
    En el centro del entramado medieval y hebreo, una cruz de lata señala el punto donde nació Torrejoncillo. A partir de ahí, se expandió el pueblo y si se mira a los tejados, enseguida se repara en dos particularidades que caracterizan las casas: unas chimeneas descomunales y unos formidables depósitos de agua.<br>
    En el barrio de San Sebastián, hay un rincón rústico, tradicional y legendario. Se trata de la cruz de San Sebastián, donde, reza la leyenda, se sentaba San Pedro de Alcántara a descansar cuando caminaba desde El Palancar hasta Ávila con la intención de visitar a Santa Teresa de Jesús. Pero hay más cruces, una en cada entrada del pueblo. Dicen en Torrejoncillo que los atletas entrenan pasando por las cuatro cruces y subiendo por las barreras y cuestas. Y aseguran que hay tanto corredor como antes había industriales. A cientos.

    TÍTULO: LA CENA DEL JUEVES, NO SOY  UNA CABRA LOCA,.

    LA CENA DEL JUEVES, NO SOY  UNA CABRA LOCA,.-fotos,.

    «No soy una cabra loca» .

    - Si va por la calle y se encuentra algo raro, mire bien no haya una cámara oculta grabándole. A partir de esta noche, a las 22.30 horas, ...

    Patricia Conde regresa esta noche a la televisióncon un programa de cámara oculta en Cuatro: «En las cenas cuento chistes, pero soy una mujer muy seria».

    Si va por la calle y se encuentra algo raro, mire bien no haya una cámara oculta grabándole. A partir de esta noche, a las 22.30 horas, el equipo de 'Ciento y la madre', el nuevo programa de Cuatro, van a la caza del incauto. A los mandos, Patricia Conde (Valladolid, 1979), que regresa a televisión en la cadena que fuera su competidora durante su etapa en 'Sé lo que hicisteis' (La Sexta).
    Regresa a la televisión, pero en la competencia.
    Ahora estoy en una nueva cadena y con un tipo de humor muy diferente al que hacía antes, aunque el humor es universal. Yo nunca había trabajado con cámaras ocultas, salvo las cuatro o cinco que me habían hecho en 'Sé lo que hicisteis'. Me viene bien para desintoxicarme de lo que había hecho antes.
    ¿Tenía ganas de volver?
    Tampoco he tenido mucho tiempo libre para pensarlo. Cuando terminé el rodaje de 'Pancho' ya estaba con la promoción de 'Gru', y entre que salía o no salía el programa que estaba grabando en Antena 3, que no se llegó a empezar, ya me había marchado a la competencia y estaba leyendo guiones.
    ¿Cómo se siente al mando de cien bromistas?
    Tampoco me lo creo mucho. Debe ser muy difícil guiar a cien personas y decirles lo que tienen que hacer o a quién tienen que perseguir. Es divertido el rol que tengo en el programa, el guión que me han escrito. Siempre he trabajado con guión, no digo opiniones personales. En este programa van a ver la mano de muchos guionistas de 'Sé lo que hicisteis'.
    ¿Nunca se sale del guión?
    Me parece una falta de respeto no ceñirme a los guiones. Es mi trabajo, soy intérprete. Pero me gusta el trabajo en equipo y propongo cosas; poquitas, pero suelen salir bien.
    ¿Es más seria de lo que parece?
    Soy más seria de lo que se ve en televisión y la gente se sorprendería. Aunque eso no está reñido con tener mucho sentido del humor. Cenando con mis amigos cuento chistes, pero soy muy seria. Soy una mujer de 34 años que no es una 'cabra loca' como mi personaje de 'Sé lo que hicisteis'. Soy más como cuando interpretaba a Paula Noval en 'Buenagente'.
    «Me hundí con el barco»
    ¿Y en el papel de gamberra?
    Me siento bien. Es lo que llevo haciendo muchos años y no me es difícil porque tengo muchas armas para utilizar.
    ¿No le ha terminado de tentar el cine?
    La primera secuencia que tuve que rodar en cine fue con un tipo que había visto en 'Gladiator' o 'Pearl Harbor' y pensé: '¡Estoy compartiendo una secuencia con Thomas Arana!'. No me lo podía creer. Después me metí en series y programas y no podía compaginarlo con el cine, y eso que me han llegado guiones muy chulos.
    Y siguió en 'Se lo que hicisteis'.
    Ya que era mi barco, me hundí con él, como en el 'Titanic'. Ángel (Martín) se fue a su huerto, Pili (Pilar Rubio) a Telecinco. Yo me quedé hasta el final.
    ¿Se acuerda de vez en cuando de 'El Informal'?
    Hay veces que digo: 'Cuidado con lo que deseas que se puede hacer realidad'. Deseaba esto desde pequeña y de repente un buen día me sacan de Valladolid, de un congreso donde estaba de azafata, me dan un micrófono y ¡a correr! Desde entonces llevo 15 años sin parar de trabajar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario