domingo, 18 de mayo de 2014

ELLA & ÉL MODA,.DE PUNTA EN BLANCO,./ CONOCER, BIOLOGÍA, LOS ESPIAS SUBMARINOS,.

TÍTULO: ELLA & ÉL MODA,.DE PUNTA EN BLANCO,.

"Ir de punta en blanco"

"Ir de punta en blanco" significa ir vestido con la máxima corrección, elegancia y limpieza, luciendo las mejores galas.
La frase original era "ir armado de punta en blanco", y poco tenía que ver con la elegancia en el vestir, sino con la disposición a la lucha y a la batalla. En efecto, "de punta en blanco" significaba ir con la espada desnuda, fuera de la vaina, esto es, dispuesta para atacar. Cuando un caballero se disponía a entrar en combate o en un torneo, iba "armado de punta en blanco", lo que quería decir armado de pies a cabeza con todas las partes de su armadura y con la espada fuera de su funda y preparada para acometer y defenderse.
En aquellas épocas, la imagen del caballero totalmente equipado con sus arreos guerreros y listo para la pelea debía ser un espectáculo impresionante que quedó en la imaginación popular y que ha llegado hasta nuestros días. Con el paso del tiempo y la desaparición de esos soldados acorazados, la frase original fue perdiendo su significado primitivo para convertirse en sinónimo de elegancia y galanura en el vestir.
Aunque esta expresión se puede aplicar tanto a hombres como a mujeres, normalmente se utiliza para referirse a una persona del sexo masculino, recuerdo todavía probablemente del sentido originario que tenía en los tiempos antiguos "ir de punta en blanco",etc,.

TÍTULO:  CONOCER, BIOLOGÍA,  LOS ESPIAS SUBMARINOS,.

  1. David Doubilet, el más célebre de los fotógrafos submarinos, buceaba con su cámara en un arrecife cercano a la isla Sipadán, en el nordeste ...
     
    Biología

    Los espías submarinos

    La mitad de todos los corales del mundo han desaparecido. Para detener el desastre, un grupo de investigadores se ha propuesto mapear todos los arrecifes coralinos. Una especie de Google Maps submarino que ayudará a los científicos. Y al resto de los mortales nos permitirá disfrutar de un impresionante chapuzón virtual desde nuestro ordenador.
    David Doubilet, el más célebre de los fotógrafos submarinos, buceaba con su cámara en un arrecife cercano a la isla Sipadán, en el nordeste de Borneo. Concentrado en un grupo de peces loro jorobados, inspeccionaba uno de los arrecifes más ricos en biodiversidad. Un inusual clic lo sacó de su abstracción. A los oídos expertos de Doubilet, aquel chasquido llegó como una alerta temprana. Entonces, una brutal detonación sacudió el arrecife. Luego volvió el silencio. La explosión había sido lo suficientemente lejana como para no afectar al buceador, que, asustado y confuso, comprendió lo que había pasado. Unos pescadores estaban utilizando explosivos para pescar. Un método efectivo y devastador que, aunque ilegal, está muy extendido en todo el suroeste del Pacífico.

    Doubilet recorrió el arrecife durante las siguientes semanas y encontró las cicatrices en los corales de aquella y otras destructivas artes de pesca. Sus fotografías alertaban de una situación que empezaba a ser alarmante: la destrucción de los arrecifes coralinos, unas estructuras tan colosales que hasta entonces parecían invulnerables. Corría entonces el año 1998. Los avisos se convirtieron en profecías. Dieciséis años más tarde, todos los arrecifes coralinos del mundo están en peligro. Hoy, un grupo de investigadores, científicos y hombres de empresa financiados por la aseguradora Catlin han decidido ayudar a la conservación de los arrecifes en un ambicioso e innovador proyecto que, bajo el nombre de Catlin Seaview Survey, mapeará los arrecifes coralinos del mundo. Para ello se está realizando un registro en imágenes panorámicas de 360 grados y a alta resolución a modo de un Google Maps submarino.
    Con la información de estas imágenes, que llevan su correspondiente localización geoposicional, científicos, políticos y público en general podrán tener una visión actualizada de los cambios que estos arrecifes van sufriendo mientras realizan un buceo virtual. Una forma eficiente para que se puedan tomar medidas preventivas o de choque para su conservación. La contaminación de los mares, la masificación de las poblaciones costeras, la pesca destructiva y el calentamiento del agua han puesto en jaque a los arrecifes coralinos. Este grave problema ecológico debería preocuparnos a todos, incluso a los que les preocupa poco o nada la naturaleza, porque los corales afectan a la economía mundial y a la vida de más de 500 millones de personas que, de forma directa o indirecta, dependen de ellos. 

    Se calcula en más de 271.000 millones de euros el aporte de los arrecifes a la economía mundial, principalmente a través de la pesca y el turismo. Además, estas barreras frenan el embate del mar protegiendo la costa. Más de 3000 millones de personas viven en regiones costeras. Este número se duplicará en 2050 y de forma especial en los trópicos, donde se encuentran la mitad de las costas de la Tierra. De ellas, la tercera parte están asociadas a los arrecifes de coral y necesitan su protección para no ser arrasadas por el mar.todos los arrecifes de coral del mundo apenas cubren una superficie de 930.000 kilómetros cuadrados, algo menos que el doble de la superficie de España. Y, sin embargo, son el hábitat de una de cada cuatro especies marinas conocidas.
    Como la selva tropical en la superficie, los arrecifes son el ecosistema con mayor biodiversidad, el que más especies tiene. La pesca con explosivos o cianuro, la polución y el cambio climático han parado el crecimiento de algunos arrecifes; un crecimiento que, en algunos casos, empezó hace 50 millones de años. En 2012, cuando arrancó el proyecto, el profesor Ove Hoegh-Guldberg director del proyecto Catlin empezó con 32 arrecifes de la Gran Barrera de Australia. El año siguiente, viendo el éxito de los registros australianos, se centraron en el Caribe y Bermudas.
    En 2014, las cámaras están registrando los arrecifes del sudeste asiático. Hoy, más de 342.000 fotos panorámicas, 612 kilómetros de arrecifes estudiados, 19 países implicados y 3,7 millones de seguidores han hecho realidad un proyecto que parecía imposible. Con suerte, si vemos la belleza de los paraísos que estamos destruyendo, aunque sea a través de la pantalla de nuestro teléfono, tableta u ordenador, nos pondremos manos a la obra en la tarea de protegerlos.

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