domingo, 15 de marzo de 2015

NOS DIJO ADIOS LA FUEZA DEL NEGRO, STEVE JAMES ACTOR,.

TÍTULO: NOS DIJO ADIOS LA FUEZA DEL NEGRO, STEVE JAMES ACTOR,.

20 AÑOS SIN STEVE JAMES PARTE I: NEGRO, FUERTE Y BUEN ACTOR

Steve a lo afroHay una pregunta que de vez en cuando aparece en mi vida, de repente y sin preparación alguna: “¿A qué no sabes quién se ha muerto?”  “No, no lo sé, ¿cómo lo voy a saber? Podría ser cualquiera”. Y en décimas de segundo pasa por tu cabeza una lista de nombres, algunos familiares que descartas ya que la pregunta no es ni mucho menos la forma más adecuada de encarar la muerte de un ser querido. Los nombres desfilan: el Papa, Fidel Castro, Bill Cosby, Kirk Douglas, Di Stéfano, Sara Montiel (no, Sarita ya nos dejó)… y sin atreverte a decir un nombre contestas: “No, no lo sé, ¿quién ha muerto?” A partir de este funesto acertijo hemos descubierto el fin de los días de históricas personalidades; Lady Di, Juan Pablo II, El Fary, Ángel Cristo, el Rey (no, que el Rey aún no ha muerto, lo siento), así como vecinos del barrio, parientes lejanos, en fin, la vida, ellos se van y tú te quedas, y por eso entre otras muchas cosas lo puedes contar.
En estos tiempos actuales de hiperconexión y sobreinformación de la red, uno se entera de la desaparición de una persona prácticamente al instante. Te dan el nombre y haces una parábola temporal próxima a un recuerdo no del todo imaginado por Alain Resnais. En USA puedes enterarte de un fallecimiento en California, viajar en avión dos horas y plantarte en Florida antes de que haya sucedido, y si no os lo creéis recordad cómo se las arreglaba Billy Cristal para matar a la madre de Danny de Vito en Tira a mamá del tren (Throw momma from the train, 1987, Danny de Vito) y utilizar el cambio horario para demostrar su inocencia a modo de coartada. Una paradoja temporal similar a esta, pero para nada vinculada a la comedia negra, sino más próxima a la nostalgia emotiva, me sorprendió hace menos de un año al enterarme del fallecimiento de un actor.
Con la ametralladoraInvestigando y revisando clásicos sobre la productora Cannon Films, Steve James reapareció (aunque siempre ha ido apareciendo de vez en cuando) con fuerza. Un tipo negro, alto y fuerte, un cuerpo lleno de músculos de acero, elegante bigote y pelo semiafro moderado. Secundario, amigo y compañero habitual de Michael Dudikoff en el arte de la katana y de Chuck Norris en uno de sus últimos policíacos, lo podemos recordar siempre sonriendo, haciendo bromas y seduciendo a bellas mujeres, luchando con movimientos espasmódicos en una curiosa y explosiva combinación de karate, boxeo, ballet, mimo y actuación circense.
Steve James, el negro de El guerrero americano (American Ninja, 1985, Sam Firstenberg). Acudí a IMDB para ver qué había sido de su carrera, que derroteros había tomado tras la desaparición de la Cannon a principios de los noventa: ¿series de televisión? ¿subproductos de bajo presupuesto? ¿direct to video films? ¿ profesor de kárate en alguna escuela de Nueva York…? Pero me quedé en estado de shock  al descubrir que Steve James había fallecido el 18 de diciembre de 1993 víctima de un cáncer de hígado. Se fue con 41 años y llevaba muerto casi 20 años; y yo no lo sabía ¿Por qué nadie me había hecho la famosa pregunta? ¿Por qué?
La historia del cine se escribe a partir de  grandes películas, actores inolvidables, las estrellas más rutilantes, los rodajes más emblemáticos y los Oscars de la Academia, pero también se escribe a partir de las pequeñas historias, rodajes malditos, las películas olvidadas y actores modestos pero inolvidables.  La Cannon y sus películas tienen también su pequeño hueco en la historia del cine.

Steve James forma parte de la historia de la Cannon, del cine de acción de los ochenta y de la memoria de toda una generación de ávidos cinéfilos/cinégafos, que creció viendo dobles sesiones en cines de barrio y haciendo cola en el videoclub de debajo de casa. Y si no permanece en tu memoria, tranquilo, aquí está este texto para recordártelo.
CachasSteve James nació en Nueva York en 1952. Su padrino, el actor Joe Seneca, al que podemos recordar en películas como Veredicto Final (The Veredict, Sidney Lumet, 1982) o Cruce de caminos (Crossroads, Walter Hill, 1986), le llevaba a ver películas en los cines de la calle 42 de Manhattan desde muy pequeño. Su padre era un trompetista en diferentes bandas que viajaba continuamente por todo el país llevando consigo a su hijo. Estos dos estímulos despertaron en Steve la pasión por el cine, el teatro y en general una gran inquietud artística que le llevó a graduarse en cine en la CW Post College de Long Island, además de ser cinturón negro en kung fu y un especialista en otras artes marciales.

Steve guaperas
con mikeTras comenzar con pequeños papeles en series de televisión y spots de televisión comenzó a trabajar de forma regular como especialista en filmes de acción. Después de su primer papel importante junto a Robert Ginty en El exterminador (Exterminator, James Glickenhaus, 1982) inició una exitosa carrera en roles secundarios y acompañando a estrellas del cine de acción de los ochenta como Chuck Norris, David Carradine o Michael Dudikoff, muchas de ellas bajo el amparo de la CAannon. William Friedkin, que le dirigió en tres filmes le describió de la siguiente manera: “Uno de los actores más agradables, exigentes y profesionales con los que jamás he trabajado”. Cuando falleció víctima del cáncer se encontraba preparando varios proyectos como una serie para televisión escrita por él mismo.
Firmando autógrafos
Si hay algo que resalta de las películas que hizo durante su carrera, es su presencia física e interpretativa. Incluso en productos de escasa originalidad y calidad como El cazador callejero (Streethunter, 1990, John A. Gallagher)  o sencillamente bodrios como El guerrero americano 3 (American Ninja 3: Bloodhunt, 1989, Cedric  Sundstrom),  no exentos por supuesto de encanto, su trabajo siempre sobresale.
Divertido, irónico, encantador, duro, seductor y por supuesto ágil, rápido y contundente en la lucha, siempre esperando la oportunidad de poder quitarse la camiseta y lucir músculo. Es difícil encontrar en el cine de esa época un actor especialista en secuencias de acción y que a la vez resulte convincente interpretando a un senador o a un preso fugado que provoca una revolución racial, por poner un par de ejemplos de papeles que asumió.
Steve James era un buen actor.
Repasando su carrera en líneas generales podemos agrupar sus mejores papeles en tres grupos de películas: sus trabajos para la productora Cannon, sus trabajos bajo la dirección de William Friedkin y por último sus papeles como protagonista. En las dos siguientes partes de este dossier las analizaremos todas ellas.
Este próximo miércoles 18 de diciembre se cumplen veinte años de su muerte y ahora soy yo quien va preguntado a la gente: ¿A qué no sabéis quien murió hace 20 años?

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