sábado, 14 de marzo de 2015

REVISTA MUJER HOY, PORTADA, DE CERCA, Jennifer Lopez CANTANTE,./ PROTAGONISTA, VIDAS PRIVADAS, EN DIRECTO, ANNIB B SWEET,.

TÍTULO:  REVISTA MUJER HOY, PORTADA, DE CERCA, Jennifer Lopez CANTANTE,.

Jennifer Lopez: "¿Perdonar una infidelidad? Solo si él vale la pena",.

Jennifer Lopez, la diva del espectáculo
Actriz, cantante, icono latino, empresaria... Después de 20 años triunfando en Hollywood, y de superar su tercer divorcio, vuelve al cine con un thirller erótico y ganas de reinventarse.
El anuncio cayó como una bomba en su casa. Era una idea descabellada, le dijeron sus padres. Esa no es carrera para una latina, le advirtieron. Pero Jennifer Lopez había encontrado su vocación: no solo soñaba con ser actriz, quería ser una estrella. Tenía 15 años y acababa de conseguir un pequeño papel en una película. Llevaba cantando y bailando desde los cinco. De hecho, sus padres, dos inmigrantes de origen puertorriqueño, siempre habían animado a sus hijas (Jennifer tiene dos hermanas) a montar pequeñas representaciones en casa.
La familia vivía en el Bronx y esa era la mejor manera de mantener a las hermanas Lopez alejadas de los problemas que acechaban en cada esquina del conflictivo barrio neoyorquino. Pero que su hija mediana fantaseara con convertirse en una estrella era otra cosa. A pesar de la desaprobación paterna, se mudó a Manhattan con 18 años. Empezó desde abajo: participó en producciones musicales, formó parte de un coro, consiguió un papel en una serie y, después de pasar un casting con más de 1.000 chicas, se hizo con el papel protagonista de 'Selena'. Tenía 22 años y aquel trabajo la convirtió en la primera actriz latina en ganar un millón de dólares por una película. De pronto, sus delirios de grandeza ya no parecían una idea tan descabellada...
Más que diva
Dos décadas después, y a punto de cumplir 46 años, no es solo una actriz de éxito –con títulos como 'Un romance muy peligroso' o 'El cantante'–, también ha vendido más de 55 millones de discos en todo el mundo y ha amasado una auténtica fortuna con colecciones de ropa, joyería y perfumes que llevan su nombre. "Me encanta actuar, pero no me considero únicamente actriz. Ser cantante y artista forma parte de mí. Me resulta imposible hacer solo una cosa", explica. De hecho, también tiene una productora y ejerce de jueza en el concurso televisivo 'American Idol'.
Es, en definitiva, una mujer de negocios, aunque también tiene fama de diva exigente. Ella siempre ha negado que esa leyenda que afirma que exige flores y velas blancas por decenas allí donde va sea cierta. Aunque sí ha admitido que su representante, Benny Medina, siempre se asegura de que todo sea perfecto a su alrededor. Pero también tiene reputación de trabajadora. Nunca bebe a no ser que sea para brindar en una ocasión especial y jura que jamás ha consumido drogas.
Es disciplinada con la dieta y el ejercicio, porque sabe que su anatomía es parte del secreto de su éxito. Así es como Lopez se ha convertido en una marca: JLO. Y muy rentable, por cierto. Se estima que su fortuna ronda los 400 millones de dólares. En 2012, la revista 'Forbes' llegó a decir de ella que era la artista más influyente del planeta. Ella resta importancia a ese calificativo: "Estoy muy contenta de tener la carrera que tengo. El poder reside en poder elegir y hacer lo que realmente quieres".
Eso no siempre es fácil. Por cada cinta relevante que ha protagonizado, le ha tocado rodar unas cuantas comedias mediocres. "Cualquier actriz sueña con interpretar grandes personajes, pero suelen ser escasos. Hay muchos actores maravillosos que están esperando ese momento en el que, por fin, pueden hacer un trabajo trascendente. Yo he tenido ese tipo de instantes con películas como 'Selena' o 'Un romance muy peligroso'". El año que viene, la actriz probará suerte en televisión con una serie policiaca, 'Shades of Blue', que producirá y protagonizará.
Thriller erótico
Ahora, regresa la gran pantalla con 'Obsesión' (estreno, 19 de marzo), donde interpreta a una profesora divorciada que vive una noche de pasión con su vecino adolescente. Se trata de un 'thriller' erótico para el que la actriz tuvo que rodar escenas de alto voltaje. "Por muy segura que te sientas con tu cuerpo, rodar estas secuencias siempre es incómodo. Piensas en ello constantemente desde el momento en el que firmas el contrato. Tienes que prepararte mentalmente y lanzarte", explica.
No es un personaje completamente ajeno a ella. Lopez también acaba de divorciarse (por tercera vez) y sabe lo que es tener una relación con un hombre mucho más joven. "Mi personaje está en el punto más bajo de su vida: su relación, su familia y su mundo entero se están desmoronando. Supongo que eso es algo con lo que muchas mujeres nos podemos identificar en un momento dado", explica.
Ella sabe, incluso, lo que es sufrir una infidelidad. Eso sí, ha confesado el pecado, pero no el pecador. "Depende de cada relación y de cada persona. Alguien que lleve años siendo infiel, quizá no se merece una segunda oportunidad. Pero también puede ocurrir que una persona cometa un error y sí se la merezca. Tienes que mirar en tu interior y decidir si esa persona vale la pena".
Lopez es una romántica empedernida. Los hombres siempre han marcado su vida. Después de un breve matrimonio fallido con el modelo cubano Ojani Noa, vivió una relación tormentosa con el rapero Puff Daddy, que terminó después de verse involucrada en un tiroteo. Luego, se casó y se divorció del bailarín Cris Judd en apenas cuatro meses. Entonces, entró en escena Ben Affleck. Fueron la sensación de las alfombras rojas; estrenaron nombre compuesto, Bennifer; protagonizaron un polémico videoclip; y rodaron juntos 'Gigli', considerada por muchos una de las peores películas de la historia del cine. El colofón fue la cancelación de su boda apenas unas horas antes de pasar por el altar.
Tras la ruptura, la actriz lloró en el hombro de un viejo amigo, que muy pronto se convirtió en algo más. Marc Anthony y ella se casaron en 2004. Fueron padres de los gemelos Max y Emme en 2009 y se divorciaron dos años después. Unos meses más tarde, conocía al bailarín Casper Smart, 18 años más joven que ella. Y el ritual volvía a repetirse: pasearon su amor por las alfombras rojas durante dos años y medio, hasta que en junio del año pasado pusieron fin a su relación.
Miedo a la soledad
"Nos enseñan a amar a los demás, pero también tenemos que hacer un esfuerzo por querernos a nosotros mismos. Es peligroso buscar la felicidad o la aceptación a través de otras personas. Tienes que encontrarlas en ti misma", cuenta Lopez, que tras su separación de Anthony estrenó una nueva filosofía de vida. Ha confesado que lo pasó muy mal y que le invadió una sensación de fracaso después de su tercer matrimonio fallido.
Ahora, se ha prometido a sí misma pasar una temporada sola, según ha explicado a la revista 'People'. Eso no quiere decir que haya renunciado al amor. O que ya no fantasee con un romance de cuento. Sigue creyendo en ese ideal romántico, pero ahora hay cosas más inmediatas y urgentes en su agenda. "Mi prioridad son mis hijos, pero también cuidar de mí misma. Durante mucho tiempo, cualquier cosa estaba por delante de mi propio bienestar. Pero me he dado cuenta de que para poder cuidar bien de mis hijos, yo también tengo que estar bien. Así que dedico tiempo a meditar, hago ejercicio, escribo un diario y paso tiempo sola", comenta.
Y esa es otra novedad. A la antigua Jennifer le aterraba la soledad. De hecho, ha explicado en alguna ocasión que el miedo a estar sola llegó a dominar su vida. Es obvio que ya no es la misma. Esta es una versión mejorada y aumentada de la estrella, que sin embargo todavía sueña con un matrimonio para toda la vida y con ganar un Oscar algún día. Hace tiempo que aprendió que, con ambición y trabajo duro, nada ni nadie (ni si quiera sus propios padres) puede decirle qué sueños están fuera de su alcance.

La tentación vive al lado
-Después de dos años sin estrenar película, Jennifer Lopez vuelve a la gran pantalla con un 'thriller' erótico que no solo protagoniza, sino que también produce. La actriz se pone en la piel de Claire, una profesora que acaba de descubrir que su marido le está siendo infiel con su secretaria. En mitad de su tumultuoso divorcio, tiene una aventura de una noche con el jovencito que vive en la casa de al lado. Todo se complica cuando el vecino (interpretado por el desconocido Ryan Guzmán) desarrolla una peligrosa obsesión por ella...

TÍTULO: PROTAGONISTA,  VIDAS PRIVADAS, EN DIRECTO, ANNIB B SWEET,.

La cantante Anni B Sweet-foto - Anni B Sweet Prefiero hablar de sentimientos que de política,.

Se reconoce como una gran tímida, pero no se esconde ni se calla. Vuelve la princesa 'indie' de las letras melancólicas, pero con un disco más pop y luminoso.
Hay gente dotada de un aura especial, aunque no lo sepa. Es el caso de esta cantautora malagueña, de 27 años y ya con tres discos, totalmente inconsciente de su propio magnetismo. Al natural, Anni B Sweet es una chica franca, de una sencillez luminosa y con poco margen a la vanidad: cuando llega a la entrevista, apenas lleva los ojos maquillados al modo egipcio, y parece algo así como una desenfadada vestal. '¡Mirad, es como un ángel!', cuentan que se oía entre el público cuando en su discográfica, Subterfuge, la vieron por primera vez tocar. Tardaron lo que duró su concierto en contratarla.
Ana López –su auténtico nombre– apenas había cumplido entonces los 20 años, contaba solo con una modesta maqueta grabada 'en un baño', había venido a Madrid para estudiar Arquitectura y, exclusivamente por el empuje de sus amigos, se había metido en el reducido circuito de los 'Open mics', esos pequeños conciertos en clubes donde quien quiere probar suerte se sube al escenario a tocar.
Pero Anni B Sweet es hoy, siete años después, una de las artistas con más futuro del panorama nacional. Pertenece a esa generación de chicas que componen sus temas y cantan en inglés, donde se sitúan Russian Red o Alondra Bentley. De entre todas ellas, Anni B Sweet es la más mimada por la crítica especializada, que ya desde un primer momento se rindió ante su frescura, y la calidad de su propuesta: un pop indie melódico y con toques folk, donde hay cabida para la emoción.
¿Sus influencias? Suele citar a Bob Dylan, los Beatles, Fiona Apple, Sigur Ros, Nick Drake, Joan Baez y Ceci­lia como sus referentes. En 2009 apareció su primer trabajo, 'Start, Restart, Undo', al que pertenece la versión de 'Take on me' (del grupo Aha) que se usó en el anuncio de McDonalds. A los dos años, lo había publicado en Francia y ya giraba internacionalmente: Suiza, México, Alemania, Japón.
En 2012 llegó el segundo, 'Oh, Monsters!', dedicado a sus temores íntimos y posiblemente su disco más experimental. Ahora lanza el tercero, 'Chasing Illusions' (persiguiendo ilusiones), en la línea melódica e introspectiva que es parte de su ADN artístico, pero con un aire más pop. Es su disco de madurez y la confirmación de que Anni ha hecho un viaje hacia un lado más luminoso y optimista de la vida.
Mujerhoy. Con tres discos a sus espaldas, ¿es la misma chica de los comienzos?
Anni B. Sweet. Ha habido un cambio. Lo único que permanece es la ilusión. Porque no sabes cómo va a irte, y en la vida todo es misterio. Pero ahora soy mucho más... ¿profesional? Estoy dándome cuenta de lo muchísimo que me queda por aprender. También sé hasta dónde puedo llegar, y lo que estoy haciendo. Soy más consciente. Antes, no: era todo más espontáneo y loco. Posiblemente me he convertido en una mujer mucho más autocrítica. Me meto mucha caña, pero me conozco más.
MH. ¿Cómo surge 'Chasing Illusions' y, sobre todo, por qué se llama así?
ABS. Pensé que explicaba que creo sentimos todos. Nuestro día a día es perseguir ilusiones. El ser humano es inconformista: siempre que consigues una cosa quieres más u otra diferente.
MH. El disco es menos experimental que los anteriores y más pop.
ABS. Sí, porque hemos metido sintetizadores y, efectivamente, es muy distinto al disco anterior, 'Oh Monsters!', donde había temas con más atmósfera, que jugaban con otros estilos, incluido el disco y la electrónica. Este es más de canciones cerradas en sí mismas. Pero las hice tal cual: en el momento que las componía, ya salían con esta personalidad. Fue extraño. Realmente no me planteo muchas cosas: funciono de manera muy intuitiva.
MH. En sus discos se habla no tanto del tiempo actual, sino de cada uno de los momentos que vivimos. ¿Qué le obsesiona de esos momentos que se disfrutan, pero que también se pierden?
ABS. Me parece de una importancia primordial el que seamos conscientes de cómo nos sentimos. Al minuto. Muchas veces dejamos pasar cosas hermosas y, con el paso del tiempo, las recordamos con cierta amargura. Es verdad que intento reproducir momentos muy concretos. Para mí, componer es como escribir un diario íntimo. Me gusta esta idea de atrapar el tiempo. ¿Por qué? Porque el tiempo es algo que no controlo y a mí me gusta controlarlo todo. Que se me vaya de las manos me molesta, no puedo hacer lo que quiera con él. El tiempo es además un misterio: no se mide con claridad, no funciona de una forma lineal, como parece, sino muy emocional. Y todo lo misterioso me atrae poderosamente.
MH. Ese misterio se evoca en sus canciones. Nunca sabemos qué ocurre: todo se mueve en la ambigüedad lírica...
ABS. Sí, lo dejo todo un poco en el aire. Tiene mucho que ver el hecho de que sea tan insegura. Me cuesta esgrimir una razón absoluta en los temas de los que hablo. Creo en dejar esas ventanas abiertas: la posibilidad de que estemos hablando de un millar de cosas a la vez, porque hay un sentimiento por debajo que es probable que sea común.
MH. Se define como insegura. ¿Cómo entonces puede ponerse a tocar enfrente de miles de personas?
ABS. No lo sé. Antes de salir al escenario no hago más que cuestionarme. Pienso: ¿Para qué me dedico a esto, si no lo disfruto, si va a ser terrible?. En las dos o tres primeras canciones siempre lo paso fatal. Luego se me va pasando. Pero si el público está frío, yo voy a ser gélida. Si la gente está relajada, yo también. Soy como un camaleón: mi piel refleja lo que hay. Porque la realidad es que soy muy, muy tímida, y no tengo realmente ni idea de cómo me metí en esto. Supongo que porque me empujaron.
MH. ¿La empujaron? Siempre he creído que lo suyo era vocacional.
ABS. Escribir siempre he escrito. Componer también, porque me gusta. Pero ni siquiera sabía tocar la guitarra: componía 'a capella', melodía con mi voz. Lo hacía en casa, sin ayuda. Mis hermanos me han puesto mucha música y mi padre me regaló la guitarra.
MH. Componer, tocar, actuar... ¿De qué parte de su trabajo disfruta más?
ABS. Con la composición me lo paso bien... cuando me sale bien, claro. Si me bloqueo es un auténtico agobio. Pero sí es de las partes más bonitas. Tocar... cuando ya llevo muchos conciertos, en una gira, y estoy más relajada, ese momento es incomparable. Sobre todo porque es lo opuesto a la creación, que es estar sola y en casa. Ver a esa gente que se mueve de su casa para verte a ti...
MH. ¿Se hace una idea de quién es su público?
ABS. Ves caras, ves personas, pero es todo borroso. Yo agradezco mucho al público: te guía, te dice por dónde tirar. Intento ir por donde quiere, tocar cosas que le gusten. Pero es muy difícil hacerte una idea de quién te escucha. Y esperas gustarle a mucha gente distinta. Las fronteras hoy se han desdibujado: internet permite investigar, abre mucho tus posibilidades personales. Ya no escuchamos solo lo que ponen en la radio. Yo, de todas formas, no soy una artista que suene permanentemente en las radiofórmulas, pero sí que llego a un público muy abierto a través de canales 'on line'. Que además comparte sus descubrimientos con sus amigos, su familia. Los públicos hoy se han diluido: hay gente que me escucha a mí, y también a Rhianna, que tienen poco que ver con lo que yo hago. Y yo aplaudo esto: en la variedad está el gusto.
MH. ¿Cuándo empezó era consciente de cómo funcionaba el mundo de la música?
ABS. No, qué va: ha ido poco a poco. Por eso Madrid me parece un sitio mágico: cada vez que vengo me ocurren cosas que siempre creí que vería de lejos o que no me ocurrirían a mí, como promociones, entrevistas, sesiones de fotos... No creo haber tenido una estrategia y no he visto llegar las cosas a lo lejos. Esto ha sido un día a día. Y en la música, como supongo que ocurrirá en otras profesiones artísticas, nunca sabes realmente qué es lo que te va a pasar ni cómo. Ni siquiera si va a gustar tu disco, si vas a ir profesionalmente hacia arriba o hacia abajo.
MH. ¿Se puede ser hoy cantautora sin un mensaje político evidente?
ABS. Sinceramente, prefiero hablar de sentimientos que de política. No me sale otra cosa. Puedo hacerlo en privado, enfadarme y discutir, argumentar, pero se queda ahí. Vivo en un país y sé lo que ocurre, pero francamente no entiendo por qué ocurre.
MH. ¿Y qué temas le preocupan?
ABS. Voy a parecer muy 'flower-power', pero me molesta cómo damos relevancia a unas cosas y luego las olvidamos, en función solo de que ahora son noticia y luego no: esas campañas de marketing social, tipo Je suis Charlie o Devolvednos a nuestras niñas o aquello del cubo de agua... Parece que toda la fuerza se nos va en el gesto banal. Esa sensación de que todo es pose, gesto, es algo que hablo mucho con mis amigos. Luego no parece que hagamos mucho más. Hay muchísimas cosas que solucionar y pocas que se pongan de verdad en relieve.

Muy personal
-La primera canción que compuso "hablaba de un castillo por la montaña", pero la imagen naif se acabó convirtiendo en espejismo: "Luego descubrí que era un repetidor".
-Su verdadero nombre es Ana López: Anni B Sweet quiere decir Ana, sé dulce. "Me inspiré en la canción 'Johnny B. Goode', pero tam­bién es una ironía por­que mis letras no son tan dul­ces como mi voz".

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