TITULO: DESAYUNO - CENA - MARTES - MIERCOLES - JUEVES - VIERNES - Trump cierra una semana de vértigo con el anuncio de prohibir la aplicación china TikTok ,.
DESAYUNO - CENA - MARTES -
MIERCOLES -JUEVES - VIERNES - Trump cierra una semana de vértigo con el anuncio de prohibir la aplicación china TikTok . , fotos,.
Trump cierra una semana de vértigo con el anuncio de prohibir la aplicación china TikTok,.
Tras sugerir el retraso de las elecciones, alimenta su guerra con Pekín y dice que podría utilizar la plataforma para espiar a los estadounidenses.
Pero el presidente es un general en su laberinto. Su solución es plantar la semilla de la duda argumentando que el voto masivo por correo, como efecto de la epidemia, podría facilitar un «fraude» en los resultados de los comicios. Su propuesta, según él, nada tiene que ver con su retroceso de popularidad, la certeza de que el voto postal favorece a los demócratas ni su acumulación de desastres: esta semana Trump admitió que la pandemia vírica es tan grave que ni un confinamiento la destruiría y el viernes el Congreso no pudo llegar a un acuerdo para inyectar nuevos fondos a la maltrecha economía nacional. Eso hará que cientos de miles de parados dejen de percibir a partir de mañana la ayuda de 600 euros para capear la crisis.
El laberinto del general es grande y trasciende fronteras. En siete días ha calificado de «tacaña» a Alemania por su aportación anual a los fondos de defensa en Europa y retirado en consecuencia 12.000 soldados estadounidenses de este país. Una estrategia que ha generado una tensión innecesaria entre los dos estados. A nivel interno, sigue alimentando la ira de miles de ciudadanos tras extender su fuerza federal destinada a combatir el «anarquismo», un despliegue salpicado de denuncias sobre infiltraciones para reventar protestas pacíficas y de manifestantes detenidos por personas sin identificar y trasladados en vehículos igualmente anónimos. Y ha soliviantado al Pentágono por no pedir explicaciones a Putin sobre las informaciones que achacan a Rusia el establecimiento de recompensas por acabar con la vida de soldados de EE UU en Afganistán.
El Pentágono no deja a sus soldados tener la app, que los estadounidenses han descargado 165 millones de veces
En toda historia de desenfreno hay tensión y
tragedia, pero también un momento de espectáculo. Entre tanto frenesí
político, ha colisionado una vez más con las redes sociales al divulgar,
junto con su hijo, Donald Trump Jr., un vídeo negacionista de la
pandemia y del uso de la mascarilla. El presidente consideró
«importante» divulgar esta grabación, protagonizada por una doctora que
desde hace años denuncia el uso de «ADN alienígena» para curar
enfermedades.
Ahora, la última iniciativa del presidente tiene también relación con su pulso con las redes digitales y otra de sus obsesiones: China. Ha decidido prohibir la aplicación TikTok, cuya empresa matriz, Byte Dance, está asentada en el gigante asiático, al sospechar que el Gobierno de Pekín podría utilizarla para espiar a los estadounidenses. Otra cuestión es que los estadounidenses que han descargado 165 millones de veces esta popular app no entiendan su apagón por motivos de seguridad nacional.
Propaganda asiática
El líder republicano quiere llevar a cabo este procedimiento de manera inminente. De hecho, anoche podría haber firmado ya la orden ejecutiva en razón de los mencionados motivos de seguridad. «Tengo esa autoridad», subrayó ante los periodistas.El caldo de cultivo ya estaba puesto al fuego desde mediados de esta semana cuando el secretario de Estado, Mike Pompeo, difundió su sospecha de que China recurriese a esta plataforma para vigilar y repartir propaganda; una teoría compartida por otras organizaciones que incluso vinculan a la compañía con el Partido Comunista. El Departamento del Tesoro anunció el miércoles que haría su propia recomendación a Trump sobre esta aplicación y el Pentágono prohíbe a sus soldados que la descarguen.
TikTok se ha defendido aludiendo al fin lúdico y visual de su aplicación, que cuenta con mil millones de seguidores, muchos de ellos famosos. «No somos políticos ni tenemos una agenda política», subrayan los responsables de esta plataforma. Su rama en Estados Unidos respondió anoche al inquilino de la Casa Blancia y aseguró que no tiene intención de «irse a ninguna parte».
TITULO: MasterChef 7 - MasterChef Celebrity 4 . Martes -4- Agosto ,.
El martes -4- Agosto las 22:35 por La 1,foto.
MasterChef' pone el foco en los niños,.
Las cocinas de 'MasterChef Celebrity' se trasladan hoy (22.10 horas) en La 1, al Colegio Público Federico García Lorca, de Alcobendas (Madrid) para concienciar sobre la importancia de enseñar a los niños a comer bien. Y de paso, desquitarse de las críticas sufridas en la pasada edición 'Junior', en la que la ganadora de 'MasterChef 6', Marta Verona, propuso alternativas más sanas que el azúcar, que tampoco lo eran realmente. Además, los aspirantes deben afrontar la prueba de eliminación con tan solo tres utensilios: una sartén, una cuchara de madera y un cuchillo cebollero, además de la inducción y el horno.
TITULO:
Donde comen dos - Unas fabes con almejas,.
Viernes-7- Agosto 23:15 por La 1, foto,.
Unas fabes con almejas,.
Cómo vigilar, asustar y cocinar este guiso asturiano sencillo y sabroso,.
Resulta que mi padre y mis tíos heredaron de mis abuelos unos prados en lo alto de los montes de Proaza (Asturias), cerca de Peña Ubiña. Están medio año nevados y no es fácil alquilarlos. El caso es que los arriendan a unos vaqueiros que pagan en especies, o sea, en kilos de fabes. Así que estoy vigilando la herencia familiar. Y no crean que es mala herencia porque estas alubias especiales para la fabada se vendían en Gijón a 13 euros el kilo.
Hago unas fabes con almejas. Miento. Ese era mi propósito: meterme en la cocina a preparar este guiso asturiano tan rico y popular desde el siglo XIX. Pensaba echar el kilo de fabes en la olla grande en compañía de una cebolla pelada, una zanahoria, tres dientes de ajo enteros, un pimiento verde y un puerro y luego sacar las verduras y triturarlas con la batidora, mezclar el puré con las fabes y así hasta que cocieran dos horas. Por otro lado, guisaría las almejas con vino blanco, perejil, ajo y cebolla, lo uniría con las fabes, lo dejaría hervir dos minutos, sazonaría y listo.
Pero no, vigilo y escribo. Con artimañas y razonamientos, mi mujer se me ha adelantado y dirige ella las operaciones. Lo ha hecho con muy buen rollo, pero dejando claro que no va a permitir que no pele los tomates y las zanahorias antes de sofreírlos, tampoco transige con que eche harina a las almejas para espesar la salsa y rechaza, en fin, otras blasfemias poco naturales y nada sanas. Yo la comprendo. Al poco de conocernos, vino a verme a mi piso a Salamanca y le preparé unas fabes con oreja, morcilla, tocino y chorizo tan brutales que le provocaron fiebre. Ella me culpa sutilmente recordando que ni tan siquiera quemé las cerdas de las orejas del cerdo.
En fin, que vigilo atentamente y sugiero lo que voy leyendo en Internet y lo que se me ocurre de mi experiencia cocinera de piso de estudiantes: asústalas con agua fría, espolvorea con perejil, echa la sal al final... Ella me hace caso o no, pero no deja de sonreír, sobre todo cuando repara en que se me ha olvidado comprar vino blanco de batalla para cocinar las almejas y voy a echarles un chorro de blanco Golosina de uva Eva Beba de Los Santos, que suena muy sofisticado, pero no deja de ser un sacrilegio. «¿Cómo echas un vino bueno a un guiso y encima con cierto toque de dulzura, son fabes, no bizcochos borrachos», me regaña mientras compongo mi gesto más inocente.
Al tiempo que vigilo las fabes con almejas y escribo, se me ocurre un buen programa de televisión que brindo a alguna productora con arrojo. ¡Eureka soy hombre y puedo vigilar, escribir y pensar a la vez! La propuesta televisiva sería un programa de cocina, que como saben siempre tienen éxito, pero ya están casi todas las fórmulas gastadas: el campechano Arguiñano, el dicharachero Granero, esos ingleses pirados que van cocinando por el mundo, los gemelos Torres que ve mi suegra, «qué muchachos más simpáticos»...
Mi propuesta es la siguiente: un matrimonio cocina, ella controla y actúa, él husmea, mete la pata, sugiere trucos insensatos que ella rechaza, se pelean sin que llegue la sangre al río, ella le pide que le coja una zanahoria, que saque la olla, que le acerque la espumadera... mi niño...
Y él obedece ilusionado con la esperanza de poder intervenir. Ella se va a hacer otras cosas y le encarga que vigile el guiso. Él, por fin solo y amo de la cocina, decide ser creativo y echa en la olla un chorro de aceite de oliva buenísimo de Alía, de la que le regaló su nuera, porque acaba de verlo en un vídeo cocinero de Hogarmanía. Ella se entera y le riñe: «Pero hombre, ¿no ves que con el aceite del sofrito ya basta? Espera que quite la grasa que flota». En resumen, la vida misma.
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