LA LOTERIA DEL VIERNES - ¿Dónde está Wally? - Loteria 15 Agosto - La playa ordenada ,. fotos,.
La playa ordenada
Maleta en mano
Benidorm. De arenas parceladas, anomalías temporales y estereotiposque se derrumban
A lo mejor me gusta porque el primer Benidorm que veo en mi vida es un Benidorm que no existe, una disrupción en el tiempo. Las playas atiborradas que aparecían en los informativos ya no están, ahora son playas de escuadra y cartabón, de aparejador; playas cuadriculadas en azul; esta es mi parcela y estas son mis lindes. Solo las pelotas y los críos se escapan de los cercados. Para acceder a la playa de Levante hay que reservar cita previa por internet o en alguno de los tres puntos físicos dispuestos para ello. Es curioso entrar en la playa como quien entra en una discoteca. Y todo el mundo lo acepta. Todos, menos los abuelos. «Son los únicos que se quejan. Dicen que ellos viven enfrente de la playa y que están acostumbrados a bajar por las mañanas temprano y a plantar su sombrilla. Protestan todos los días», me dice una de las chicas que controlan el acceso.
No sé si a Iñaki Uriarte, defensor de la playa de Levante, le gustará verla parcelada. A Uriarte ya le chiflaba Benidorm cuando todos abominábamos de este lugar, en especial los que nunca habíamos estado aquí. Reivindicativo, escribía Uriarte en un artículo: «Lo diré de una vez: esta es la mejor playa urbana que hay (y lo dice uno de San Sebastián, que sabe de qué va la cosa). Ni Nizas, ni Conchas, ni Copacabanas. Al menos sí estamos de acuerdo en lo fundamental, en que lo bueno es el sol, un amplia superficie de arena fina y blanca para cada uno, y la posibilidad de darse unos frescos y largos baños. ¿La gente? ¿Por lo que se pregunta es por el 'tipo de gente'? Pues como en cualquier parte. Mayores, jóvenes y niños. De todos los lugares del mundo. La cartera no se les ve». Quién iba a decir que habría una conexión entre Belén Esteban, María Jesús y sus pajaritos y un escritor exquisito. Sentada en la arena, miro alrededor a ver si me encuentro a alguno de los tres; estoy en esa edad en la que lo mismo me vale uno que otro.
«¿Mucha gente? Qué va, cualquier otro año a estas horas no podrías ni caminarpor aquí»
A las siete vuelven a sonar las campanas.
Esta vez, son interrumpidas por los gritos de los ingleses. No sé de qué
me extraño: lo primero que vimos nada más llegar al apartahotel fue la
bandera del Leeds colgando de un balcón. Están bebiendo en la piscina
desde las nueve de la mañana. «Los tíos llegan y se piden la primera
cerveza antes de registrarse», me dice el camarero, que sigue atónito
ante el comportamiento humano a pesar de los años que lleva en el tajo.
Yo, al menos, me he pedido la cerveza tras pasar por recepción. Beber
después de registrarse es lo que nos separa de la barbarie.Será por piscinas
La capacidad vocal de los ingleses es mayor que la de Montserrat Caballé: estoy en una planta dieciséis, y los oigo perfectamente. Todo aquí es vertical, demasiado para una tipa con vértigo. A cambio, las vistas. El pueblo aparece cercado por los rascacielos que son, al mismo tiempo, su vida y su muerte. Y las piscinas: nunca he visto tantas piscinas juntas teniendo tan cerca el mar. Piscinas en los hoteles, en las casas particulares, en las urbanizaciones, en las azoteas de los edificios. Un reino de taifas; la originaria individualización del baño hasta que llegó la parcelación de la playa. Este año en régimen de alquiler; el año que viene, no se sabe.En Benidorm hacemos las cosas preceptivas, de obligado cumplimiento: dar una vuelta por el paseo y llegar hasta el balcón del Mediterráneo. Todo el mundo se quita la mascarilla para fotografiarse. Hay una señora a la que su hija le está haciendo un reportaje: mira a la cámara, pone morritos, mueve la melena rubia, se sienta junto a un cañón, se apoya, coqueta, en la fuente. Después, en la habitación de hotel, subirá las fotos a una aplicación para solteros exigentes. Al contrario que Terelu, que afirma que ya no habrá más hombres en su vida, la señora no ha perdido la fe en el amor; se nota porque mueve la cadera al ritmo de la guitarra española que un prójimo toca sobre un fondo musical de saxo seductor, un crossover entre Kenny G. y Tomatito que convierte el atardecer en un anuncio promocional de la España ochentera. Ojalá la señora ligue esta noche.
El paseo de la playa de Levante está lleno de gente. Hablo con un abuelo que está sentando en un banco, absorto en el mar. Estupefacto, con las cejas en arco de medio punto, me mira como si acabara de haberme visto bajar de un platillo volante cuando le comento que hay más movimiento del que me esperaba.
-«¿Que hay mucha gente? Qué va, cualquier otro año a estas horas no podrías caminar por aquí. No hay nadie».
A treinta
La recepcionista del hotel me ha dicho lo mismo: están a un treinta por ciento de ocupación. Pues si este verano Benidorm está vacía, no quiero ni pensar cómo será a pleno rendimiento. Por eso creí, ingenua, que encontraríamos sitio para tapear en la calle de los vascos. O en la calle del coño: antes de salir de casa me contó Vicente, también embajador de Benidorm, que la calle se llama así porque muchos vascos se encuentra por la zona y se saludan diciéndose: «Coño, Iñaki, qué haces tú por aquí». Pues, coño, hay mucha gente, demasiada para mantener un mínimo de distancia, así que terminamos cenando de plato en un restaurante postinero y mucho menos lleno. A este ritmo, no sé cómo voy a acabar el periplo después de tantos días comiendo fuera. Para eliminar los pensamientos negativos, pido postre. Combatiendo el fuego con el fuego.Sigo escribiendo. Ahora se oye la voz de un animador de un hotel. Me asomo al balcón: no, es un profesor de salsa que está dando una clase en una plaza junto al Ayuntamiento. Salsa individual, como los sobrecitos de ketchup. ¿Ketchup? Pues ya me ha entrado hambre otra vez. Me meto en internet para buscar algún sitio donde cenar. De repente, recuerdo que no hay wifi en el hotel; dieron la línea de baja durante el confinamiento, y están tardando mucho en volver a instalarla. Tiro del 4G del móvil. Funciona. Que viva la tecnología. Y que me perdone Miguel Bosé.
TITULO: EL DIVAN DE OLGA VIZA - La Champions exprés marca un agosto con acento español,.
La Champions exprés marca un agosto con acento español,.
La máxima competición continental regresa con duelos de octavos en el alambre para el Real Madrid, obligado a remontar en el Etihad, y un Barça que desconfía de sí mismo y del Nápoles,.
A tenor del sorteo, celebrado el pasado 10 de julio, en la capital lusa podría repetirse otra histórica final madrileña tras la 'décima' conquistada en la prórroga por el Real Madrid en 2014. Sueñan los blancos con su decimocuarto título para culminar un curso de ensueño, pero para ello antes deben remontar ante el Manchester City de Pep Guardiola el 1-2 del Santiago Bernabéu. Será un duelo sin público pero en el Etihad, ya que el Reino Unido no exigirá en este caso confinarse dos semanas a todo aquél que viaje desde territorio español. Si supera el reto 'citizen', en cuartos asomaría la Juventus de Cristiano, si es que el reciente campeón de la Serie A remonta sin su afición el 1-0 adverso de la ida contra el Lyon.
El Atlético, único de los representantes españoles ya clasificado para cuartos, ambiciona ese primer gran título que se le resiste después de tres finales perdidas de forma dramática, una ante el Bayern por penaltis en 1974 y las dos recientes ante su eterno rival, en la prórroga de Lisboa y en los penaltis de Milán. A priori, tiene un recorrido relativamente accesible ya que primero le corresponde el Leipzig y después el ganador de un Atlanta-PSG devaluado porque los franceses no reanudaron la Ligue 1 y estarán bajos de forma.
Para el Barça de Quique Setién, cuyo futuro está más que en entredicho, y de Leo Messi, en horas bajas pero motivado para la ocasión, supone la gran oportunidad de desquitarse del mal trago que ha supuesto perder la Liga. En el camino hacia su sexta Champions, primero tiene que hacer bueno en un Camp Nou desierto el 1-1 de San Paolo ante el amenazante Nápoles de Gennaro Gattuso y luego superar al Bayern, con pie y medio en cuartos tras pasar por encima del Chelsea en la ida de Stamford Bridge (0-3). En semifinales podría darse ese clásico que el gran aficionado espera con ilusión.
Sin Ramos ante Guardiola
Por orden cronológico, el carrusel para los españoles se abrirá el 7 de agosto, a las 21.00 horas, con el duelo del Etihad. Pese a su importante ventaja en el primer asalto, entre los ingleses se ha instalado la cautela que pregona Guardiola, quien jamás dará por muerto a su temido Real Madrid antes de tiempo. El técnico 'citizen' asume que este tipo de duelos no se ganan desde la táctica sino desde el hambre de los propios jugadores. En la misma línea, el portugués Bernardo Silva ha insistido en que «el City no pasará a cuartos si no juega muy bien frente al Madrid».En los merengues, Zidane confía en que el descanso haya servido solo para recargar las pilas y regresar con renovados bríos, no para pensar que ya se ha cumplido con el ansiado 34 galardón liguero. «Claro que podemos ganar en Mánchester y que queremos la Champions», dijo el técnico marsellés tras conquistar el torneo de la regularidad, el que premia el esfuerzo de todo un año, la unión del grupo y la fortaleza de un vestuario.
Sancionado el capitán Sergio Ramos, la principal incógnita reside en saber si el belga Eden Hazard estará a punto frente a un adversario al que el TAS ha anulado la sanción que le impuso la UEFA sin poder competir dos años en Europa y que ha acabado segundo la Premier con 81 puntos, a 18 del Liverpool, tras 26 victorias, tres empates y nueve derrotas. Si avanza, el Madrid volvería a jugar su duelo de cuartos el 15 de agosto en el José Alvalade.
Gattuso amenaza a Setién
Una semana antes, el próximo sábado, cita cumbre para el Barça ante el Nápoles en un fantasmal Camp Nou. Será el momento de ver si la conjura de técnicos y jugadores tras caer ante Osasuna y dar por perdida la Liga ha surtido efecto o es un brindis al sol. Más allá de la clase o de la estrategia a emplear, será clave el estado físico en el que lleguen los catalanes frente a un rival que conquistó la Copa de Italia al vencer a la Juve por penaltis y desde hace tiempo solo piensa en clave Barça.«En las últimas jornadas del campeonato le pedí al equipo que subiera el nivel porque en breve podemos entrar en la historia del Nápoles, que nunca ha llegado a cuartos de la Champions», subraya el corajudo exfutbolista y actual entrenador. El valioso gol de Griezmann en la ida debe rentabilizarlo el Barça, que jugaría los cuartos el 14 de agosto en Da Luz. El horizonte de los bávaros en ese cruce es aterrador en el actual momento culé.
Soñar tras el milagro de Anfield
Más benévolo resultó el bombo para el Atlético, en franca progresión desde el milagro de Anfield en octavos, con Marcos Llorente reconvertido en fiable delantero. Primero porque Simeone conoce de antemano su rival de cuartos y puede preparar la cita hasta el día 13, y segundo porque el alegre Leipzig es novato en estas lides y no contará con su mayor estrella. Timo Werner, el goleador del conjunto alemán, ha fichado ya por el Chelsea para la próxima temporada y no jugará.El delantero titular de la selección alemana ha sido la luz del equipo para acabar en la tercera plaza de la Bundesliga, anotando 28 goles en la competición y alcanzando los 34 en total al sumar cuatro más en Champions y dos en Copa. Es un equipo muy vistoso y ofensivo, que ha hecho 105 goles esta temporada pero ha encajado 51. Destaca en sus filas el español Dani Olmo, pretendido por unos rojiblancos que desconfían de su condición de favoritos. «La eliminatoria está al 50%», sentencia el Cholo Simeone, en su tono habitual.
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