TITULO:
Maneras de educar - Los desayunos de TVE - Sabado -8- Agosto -Rusia anuncia que tiene una vacuna lista para usar en octubre, ante el escepticismo de EE. UU .
Maneras de educar - SABADO -8- Agosto ,.
Programa que descubre los proyectos educativos más
innovadores del país de la mano del profesor James Van der Lust. El
espacio recorre diferentes colegios . El sabado -8- agosto ,. a las 10:15 por La 1, etc.
Los desayunos de TVE ,.
Los desayunos de Televisión Española es un programa de televisión que se emite en La 1 de Televisión Española desde el 8 de enero de 1994, de lunes a viernes, en horario matinal.
Desde el 3 de septiembre de 2018, el programa de divide en dos partes. Primero, a las 08:25 horas, Los desayunos de TVE, siguiendo el formato clásico con noventa y cinco minutos de duración. Más tarde, alrededor de las 11:55, comienza Más desayunos, un debate político que cuenta con el mismo presentador y dura alrededor de noventa minutos., etc.
Rusia anuncia que tiene una vacuna lista para usar en octubre, ante el escepticismo de EE. UU.
El
ministro de Sanidad declara que el antiviral llegará a las regiones del
país el próximo día 10 y que los profesores y médicos serán los
primeros receptores.
El comité de urgencia de la OMS sugirió a los responsables de esta organización que apoyen "a los países en el desarrollo de tratamientos y vacunas"
tras pronosticar que la pandemia será "muy larga". Un consejo
necesario, pero que hoy cayó en lo que parece un nuevo frente de
discusión internacional: mientras Rusia anunció que ha terminado la fase
clínica de ensayo de una vacuna y podría ponerla a disposición de la
población en octubre, el epidemiólogo jefe de la Administración
estadounidense, Anthony Fauci, confesó ante el Congreso
sus dudas sobre esta terapia y dijo que prefiere esperar a que un
laboratorio occidental tenga su propio remedio.
De hecho, el Gobierno de Trump firmó el pasado 22 de julio un acuerdo con la farmacéutica estadounidense Pfizer y la alemana BioNTech para adquirir cien millones de dosis de la vacuna que ambas multinacionales fabrican. Reino Unido y México también han hecho sus compras y la UE ha firmado un compromiso con otra farmaceútica para hacer lo propio cuando se demuestre la efectividad de su medicamento.
El
caso es que la etapa final de la carrera por la vacuna está desatando
los nervios. Y más, desde que Moscú anunciara hoy que ya dispone de una.
En su investigación han participado experimentados médicos de Defensa y
desde hace meses se prometía como uno de los desarrollos más
esperanzadores y rápidos.
Las pruebas clínicas desarrollada por el Centro Nacional de Investigaciones Epidemiológicas y Microbiología Gamalei de Rusia "han concluido y comienza la etapa de registro", informó el ministro de Sanidad, Mijaíl Murashko,
quien adelantó que los médicos y los profesores serán los primeros en
recibir el antiviral en cuanto empiece su distribución. Incluso vaticinó
que el próximo día 10 ya será enviado a las regiones rusas para su
administración en las semanas siguientes, sobre todo, de cara al
reinicio del curso escolar.
"Tenemos previsto que la campaña de vacunación más
amplia, que se sumará paulatinamente al nuevo sistema de atención,
comience en octubre", subrayó Murashko. El ministro desveló que una
segunda vacuna, liderada por el centro Véctor, se encuentra ya en
proceso de pruebas clínicas y desveló que su departamento confía en
recibir otras dos solicitudes en "los próximos mes y medio o dos meses"
relativos a ensayos con otros dos antivirales.
Cuarto país en contagios
Rusia
es el cuarto país con mayor incidencia del coronavirus por detrás de
Estados Unidos, Brasil e India, y en la última semana ha registrado un
descenso de los nuevos contagios, que ya han disminuido por debajo del
listón de 5.000 diarios. Con China, es el país donde antes comenzó la
carrera por una terapia que proteja a la población mundial contra la
covid-19.
El anuncio de la
nueva vacuna, que se adelanta a otras todavía en fase de ensayo en EE.
UU. y Europa, provocó hoy sorpresa por su celeridad, pero también el
escepticismo de la comunidad científica occidental. El sistema regulador
en Rusia y China es más opaco y el otro día no cayeron muy bien las
declaraciones de Kirill Dmitriev, responsable del fondo que financia la investigacion, respecto a que éste es un "momento Sputnik", en referencia al adelanto de la Unión Soviética en la carrera espacial en 1957.
El
más tajante fue Anthony Fauci, que el viernes compareció ante el
Congreso estadounidense para responder a un largo cuestionario de
preguntas relacionado con la covid-19. El epidemiólogo que dirige la política científica estadounidense sembró dudas sobre la terapia rusa, y otras que prepara China,
y deseó que ambos países "estén realmente probándolas antes de
administrarlas a alguien". "Vamos muy rápido. No creo que debamos
depender de otros países para obtener vacunas", dijo.
TITULO:
El larguero La Ser - El Transistor Onda Cero - Se va Casillas, el máximo ‘desgoleador’ .
El larguero La Ser ,.
El larguero es un programa deportivo radiofónico español, dedicado en su mayoría al fútbol, que se emite en la Cadena SER todos los días, a partir de las 23:30 horas. Su director y presentador principal es Manu Carreño.1 El programa es presentado los viernes y sábados por Yago de Vega, y excepcionalmente lo presenta Francisco José Delgado o Álvaro Benito en ausencia de ambos., etc.
El Transistor Onda Cero ,.
El Transistor es el programa deportivo creado y dirigido por José
Ramón de la Morena. Inició su primera emisión el 4 de septiembre de
2016.
Su horario es de lunes a domingo a partir de las 23.30 horas.
José Ramón de la Morena inicia esta andadura deportiva en Onda Cero con colaboradores de su anterior etapa en el Larguero de la Ser: Carlos Bustillo, David Alonso, Eduardo Pidal, Ana María Rodríguez, Aitor Gómez , Ángel Rubiano, Jorge Valdano, el ciclista Perico Delgado, el ex subdirector de As Juanma Trueba, Sebastián Álvaro Lomba , el alpinista que creó y dirigió en TVE Al filo de lo imposible, los doctores José González y Antonio Escribano ., etc.
Se va Casillas, el máximo ‘desgoleador’,.
foto / Ya sabíamos que Casillas no iba a jugar más, pero el fin de su carrera tiene ya fecha oficial en el día de ayer,
cuando él mismo puso la firma a su nuevo contrato con la vida. Ya no es
futbolista, abandona ese privilegio y lo hace con una carta que es un
hermoso canto de amor y de agradecimiento. Fue un portero de
excepción, pero también un hombre bueno, que cuando las cosas entre su
club y el Barça se enconaron hasta un punto insoportable supo buscar a
Xavi y encontrarle para, entre ambos, reconstruir una convivencia buena para el país en general y para la Selección Nacional en particular. Eso les valió el Príncipe de Asturias de la Concordia.
Un portero por encima del tiempo que vivió. Algunas de las modernas exigencias del puesto no las dominaba, singularmente la del manejo del pie para iniciar la jugada. Tampoco excelió en las salidas por alto. Pero dominó el mano a mano como nadie y sobre todo tuvo un instinto único para resolver situaciones imposibles. Su carrera confirma que lo principal que debe hacer un portero es parar, que lo demás es complementario. Y él paró horrores. Si existiera el término ‘desgoleador’ como existe el de goleador, si se llevara esa estadística a través del tiempo, él sería sin duda el máximo ‘desgoleador’ de la historia, el Pelé bajo los palos.
Una bendición para el Madrid y para España, de cuya mejor generación fue bandera. Le cupo el honor de pertenecer al club más exclusivo: el de los capitanes que levantaron al cielo la Copa del Mundo. Esa foto, sobre el fondo rojo de las camisetas jubilosas de sus compañeros y frente a la pincelada blanca de la bufanda de Blatter, marca el momento cumbre de nuestro fútbol. Hubo espinas entre las rosas también, desde luego, pero ya no están. Mourinho mismo le rindió ayer tributo. El Madrid se apresuró a enviarle un elogio y le ha abierto las puertas. Feliz final a una feliz historia. Se merece todo lo mejor y para siempre.
Un portero por encima del tiempo que vivió. Algunas de las modernas exigencias del puesto no las dominaba, singularmente la del manejo del pie para iniciar la jugada. Tampoco excelió en las salidas por alto. Pero dominó el mano a mano como nadie y sobre todo tuvo un instinto único para resolver situaciones imposibles. Su carrera confirma que lo principal que debe hacer un portero es parar, que lo demás es complementario. Y él paró horrores. Si existiera el término ‘desgoleador’ como existe el de goleador, si se llevara esa estadística a través del tiempo, él sería sin duda el máximo ‘desgoleador’ de la historia, el Pelé bajo los palos.
Una bendición para el Madrid y para España, de cuya mejor generación fue bandera. Le cupo el honor de pertenecer al club más exclusivo: el de los capitanes que levantaron al cielo la Copa del Mundo. Esa foto, sobre el fondo rojo de las camisetas jubilosas de sus compañeros y frente a la pincelada blanca de la bufanda de Blatter, marca el momento cumbre de nuestro fútbol. Hubo espinas entre las rosas también, desde luego, pero ya no están. Mourinho mismo le rindió ayer tributo. El Madrid se apresuró a enviarle un elogio y le ha abierto las puertas. Feliz final a una feliz historia. Se merece todo lo mejor y para siempre.
TITULO: La Paisana - Ibiza, la posibilidad de una isla,.
La Paisana - Ibiza, la posibilidad de una isla,.
Viernes -31- Julio a las 22:05 horas en La 1 / foto,.
Ibiza, la posibilidad de una isla,.
Maleta en mano,.
De las dos Ibizas, del fin de la extravagancia y de la vuelta a los básicos.-
Con la llegada del turismo salvaje, Escohotado confesó que sólo pagaría por no entrar allí. Ahora, aunque quisiera, Escohotado no podría entrar ni en Amnesia ni en ninguno de los grandes templos paganos de la isla: están cerrados. Casi la única arquitectura de la que se puede disfrutar este año es de la creada por la naturaleza, que no es poca. Ibiza es la posibilidad de una isla distinta, desconocida, vacía. Tanto, que asombra: ni rastro de las extravagancias que la hicieron famosa, ni de las multitudes que nos quitaban las ganas de ir a visitarla. Ya en 1933, el filósofo Walter Benjamin se quejaba de la cantidad de turistas que había en Sant Antoni, y abominaba de la próxima apertura de un hotel. Paradójicamente, Benjamin era berlinés: nuestra capacidad para reconocer el turista en el otro, y no en nosotros mismos, viene de lejos.
Lo que el verano pasado hubiera sido impensable, como encontrar mesa en un restaurante sin reserva previa, hoy es posible: se puede hasta deambular por las calles del West End de Sant Antoni de Portmany sin poner en peligro tu integridad. Allí, en ese abrevadero y aliviadero para guiris que van a desfasarse hasta perder el control de la cabeza y de los esfínteres, los bares están cerrados. Ni un alma. A las diez y media de la noche, sólo me encuentro a una chica con su hija en la silleta. «Es la primera vez que paso por aquí en mi vida», me dice. Y sigue andando por una calle vacía.
En el paseo marítimo de Sant Antoni sí hay gente. La ronda nocturna para bajar la cena y tomar el fresco podría ser la de cualquier playa familiar: abuelas cogidas del brazo, niños en patinete, parejas arregladas como para una boda por lo civil, chicas todavía en pareo y guiris jóvenes y despistados con la cerveza en la mano. No hay tipazos sobre plataformas moviendo abanicos gigantes, ni gogós que quiten el sentido repartiendo flyers de discotecas, ni ingleses vomitando en las esquinas. No hay marcha, Ibiza, Locomía.
No hay una carrera que echarse al taxímetro y muchos hoteles siguen cerrados
Un ciclista se para a hablar con un
grupo de mujeres que pasean en dirección contraria. «Yo lo siento por
los que lo están pasando mal, pero esto debería de suceder una vez cada
diez años», dice mientras comienza a pedalear de nuevo. Las palabras se
quedan flotando en el aire, pero me da tiempo a atraparlas. El ciclista
es una Ibiza, la que está feliz por haber podido recuperar la isla del
asedio de los nuevos piratas, los que llegamos en pantalones cortos y
chanclas. La otra Ibiza, la que sólo puede sobrevivir gracias a los
turistas, está preocupada; me la encontraré en un quiosco de Santa
Eulalia del Río. Su dueña es rubia natural y tiene unos ojos azulísimos:
ha estado tantos años poniéndoles cervezas y sangrías a los extranjeros
que ha acabado pareciéndose a ellos. Pero, probablemente, este invierno
volverá a ser morena. «Aquí vienen siempre familias holandesas,
inglesas y alemanas. Y este año no han venido, que a las doce y media de
la noche, como mucho, estamos cerrando. No hay nadie. Tengo una
muchacha que me dice: 'Jefa, yo no quiero librar ni un día este verano,
ni un día, que si no no puedo pagar el alquiler'. Y no te digo nada de
los taxis. Dile, dile a ella que te cuente lo del taxi».Le digo a ella que me cuente lo del taxi, y me lo cuenta. Que están arruinados. Que no hay una carrera que echarse al taxímetro. Que no saben cómo van a sobrevivir este invierno. Que hay muchos hoteles que todavía no han abierto porque están haciendo una apertura escalonada. Y sí, es cierto, me lo corrobora Coral: «En nuestro grupo aún tenemos algunos cerrados, y vamos concentrando a los huéspedes en cinco hoteles».
¡Quedar a tomar café!
Coral es una amiga con la que he quedado para tomar un café en Ibiza. Nunca pensé que diría eso: «Quedamos a tomar un café en Ibiza». Como si fuera yo Tita Cervera. Pero, en este verano raro, todo puede suceder. Hasta que haya gente que decida ir a la isla para verla como nunca antes la han visto. Es el caso de un camarero también rubísimo, también con los ojos azules, que ha venido de Barcelona para hacer la temporada. «Todo el mundo me decía que estaba loco, que cómo me venía a trabajar precisamente este año. Pero yo quería venir para ver la isla así. ¿Tú sabes lo que mola tener las calas enteras para ti, como si fueras el último hombre vivo sobre la Tierra?», me dice mientras me sirve un arroz caldoso y yo le pego al vino blanco. La cosa tampoco es tan idílica como la cuenta, que a veces hay restricciones de aforo en algunas calas, como Cala Conta, Cala Bassa y Cala Saladeta. Pero algo sí que es cierto: si él fuera el último hombre vivo sobre la Tierra, sería el espécimen más adecuado para repoblarla. De hecho, mejor repoblarla con él que con los pocos guiris con los que me he cruzado en el hotel. A las diez de la mañana, ya están medio borrachos en la terraza. No saldrán de allí en todo el día; van de la piscina a la barra y de la barra a la piscina. Parece que quieran probar toda la carta de cócteles; deben creerse Hemingway en Cuba, aunque, posiblemente, no distingan una isla de otra. En un rato, tampoco distinguirán su habitación de la de al lado.Esa es la poca fiesta que veo en Ibiza. Un fiesta pobretona, de hooligan venido a menos, de gente que ha ido a quemar la isla y se tiene que conformar con una caja de cerillas. Porque las grandes juergas, las míticas, las del despilfarro y la opulencia, las de los láseres y las catarsis colectivas, las que te permiten compartir baño con Kate Moss y selfi con Paris Hilton, están ocultas: a pesar de la amenaza de sanción por parte de las autoridades, hay empresas que ofrecen fiestas en villas privadas. Una de ellas, a partir de cuarenta mil euros. Ni Neymar celebrando sus cumpleaños.
Mientras, la Ibiza pública, la que está al sol y al aire, a la vista de todos, es más payesa que nunca. La gente sale a media tarde buscando la sombra, paseando por las plazas, curioseando entre cestas de mimbre, parándose a charlar con un vecino al que reconoce a pesar de la mascarilla. Y todo es lento, tranquilo, de embutido y pa amb tomàquet. La nueva Ibiza es la vieja Ibiza. .
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