lunes, 5 de septiembre de 2016

DESAYUNO - CENA - JUEVES - VIERNES - EXTRENUANTE PRIMER TRIUNFO,./ BICICLETA - CONTADOR ELIGE A QUINTANA,.

TITULO: DESAYUNO - CENA -  JUEVES - VIERNES - EXTRENUANTE PRIMER TRIUNFO,.

DESAYUNO - CENA -  JUEVES - VIERNES - EXTRENUANTE PRIMER TRIUNFO, fotos.

El placentino Juanito abre el marcador. :: PALMAExtenuante primer triunfo,.


El placentino Juanito abre el marcador. 

  • La UPP se impuso por la mínima al Olivenza tras jugar con uno menos durante media hora bajo un sol abrasador,.

    La UP Plasencia logró su primera victoria en liga en el partido más exigente de cuantos vaya a tener a lo largo de la presente temporada. Los 38 grados que castigaban el césped en la matinal del domingo y el hecho de jugar con uno menos durante media hora se cebaron sobre la UPP. Como recompensa, los tres puntos se quedaron en el Municipal gracias a su victoria por la mínima ante el Olivenza (2-1).
    Pastelero decidió hacer coincidir en el once a nueve de los fichajes realizados este verano. Del ascenso logrado hace tres meses solo Sergio Sánchez y Luismi sobrevivieron en el equipo titular. Y aunque la UPP trató de controlar el ritmo de partido en la primera mitad, la falta de conjunción se dejó sentir ante un conjunto sólido como el Olivenza. Su presión alta no dejó jugar con comodidad a los locales.
    El factor diferenciador lo acabó protagonizando Luismi, primero asistiendo y luego marcando, todo ello en un intervalo de doce minutos. En el 22, cedió de cabeza para que Juanito en carrera batiera a Ciga en el mano a mano (1-0). Y en el 34,remató de cabeza al larguero y recogió su propio rechace para establecer con el pie derecho el 2-0.
    Borja Romero tuvo el 2-1 al filo del descanso, pero se entretuvo con la portería a su merced y Marco se cruzó a tiempo para despejar el peligro.
    A medida que el calor se iba haciendo más asfixiante, el marcador se hacía más inamovible. Sin embargo, la expulsión de Marco por dar un manotazo a un rival dentro del área antes de un saque de esquina significó la tarjeta roja y la inferioridad numérica local durante media hora. Todo un punto de inflexión que pudo ser aún mayor si el asistente no hubiera corregido la primera decisión del colegiado de señalar penalti. El balón no estaba en juego cuando se produjo el encontronazo.
    A pesar de jugar con diez futbolistas, la UPP tuvo más de una ocasión para sentenciar a la contra. Una de ellas, tras un agarrón a Luismi que el asistente entendió como penalti al levantar el banderín, pero no así el árbitro principal. Perdonó y el Olivenza lo aprovechó para dar emoción al encuentro. En el 84, una volea de Chicote desde fuera del área a la escuadra (2-1) alteró el pulso de los aficionados durante un buen rato. Incluso, Borja Romero tuvo en sus botas el empate en el 87, pero su disparo cruzado se escapó por poco.

    TITULO: BICICLETA - CONTADOR ELIGE A QUINTANA,.

    BICICLETA - CONTADOR ELIGE A QUINTANA, fotos,.

    vuelta a españa,.

    Resultat d'imatges de Contador elige a Quintana,.Contador elige a Quintana,.


    Nairo Quintana observa atentamente a Contador, quien reventó la etapa desde el inicio e hizo que 93 corredores llegaran fuera de control.
  • Resultat d'imatges de bicicleta montañaConvierte la etapa en una locura desde el inicio, tumba al despistado Froome y pone en bandeja el triunfo final a Nairo,.

  • No es fácil dormir mal en el hotel Abba Formigal. Los Pirineos se meten por la ventana y te mecen. Aire nuevo, balsámico. Calma. Aun así, a Alberto Contador le costó conciliar el sueño tras la etapa del sábado, la del Aubisque. «Estaba disgustado», rumiaba. No había podido soportar los latigazos de Quintana y Froome. No es un ciclista domesticado. Se metió con rabia acumulada en la cama. Y así, sobre esas arrugas en el ánimo, no se duerme bien. Por la mañana, tras el desayuno, palpó desde el coche los últimos kilómetros de la etapa que iba a terminar por la tarde en Formigal. Y envió a Jacinto Vidarte, su jefe de prensa, a recorrer el inicio de la jornada, la salida desde Sabiñánigo. Mandó a un explorador. A que fuera sus ojos. Vidarte le contó lo que vio: un repecho desde el kilómetro uno al cinco. Contador asintió. Ahí iba a ser. Con eso le bastaba para reventar el día. Unas horas después, Brambilla ganó la etapa, Quintana sentenció la Vuelta, Froome pagó con su derrota el naufragio del Sky y Contador, satisfecho pese a que solo pudo ser sexto en Formigal, declaró: «Hoy voy a dormir mejor». Gane o pierda, es un ciclista imprescindible.
    Contador se tomó la etapa como una cuestión personal. No se trataba de ganar la Vuelta, sino de emocionarla. De morir matando. La bandera arriba. Era la etapa más breve, 118 kilómetros y tres puertos sin más: Petralba (3ª), Cotefablo (2ª) y Formigal (1ª). Poca historia. Parecía. «A mí me gusta cambiar el guion de las carreras», dijo el madrileño. Se fijó en la carretera que salía hacia Lárrede, justo tras el banderazo inicial. Había calentado un buen rato en el rodillo. Tenían bien ensayado el sudor. Y salió con el cuchillo entre los dientes. Correr así es su manera de perder una gran vuelta. La mejor manera posible. A culatazos. Se le adelantó el italiano Brambilla, el que más madrugó. «Ha sido una etapa loca para ciclistas locos», definió el italiano. En el repecho de Lárrede, Brambilla miró atrás y comprobó el grado de la locura: venían Contador y Moser, y a unos metros, tres del Movistar: Quintana, Castroviejo y Rubén Fernández.
    Más lejos, girándose y abriendo los brazos, Froome se desesperaba. Perdido en aquel laberinto. Solo uno de sus gregarios, David López, le servía de muleta. Froome miraba y no venía nadie más. Ni siquiera Konig, el quinto clasificado en la general. El checo narró así el desplome del hasta ahora todopoderoso Sky: «De repente, nos pudo el pánico. Hubo una indecisión. No sé. Todo iba mal y todo fue a peor». El Sky se diluía. Froome había cometido el único error que tenía prohibido: perder la rueda de Quintana. Lo pagará dentro de una semana con esta Vuelta. Mientras el Sky dudaba entre esperar para reagruparse o seguir la rueda del Orica de Chaves, el otro equipo pillado a contrapié, Contador ni miraba atrás. Determinado. Le gusta correr las etapas al contando, sin plazos ni especulaciones. Se tiró por la bajada de Lárrede. Derrapando. El sábado parecía un protagonista viejo retirado de la escena. Eso le quitó el sueño. Camino de Formigal, Contador era de nuevo Contador. Le arrancó a la etapa las señales de límite de velocidad.
    Reloj de arena
    Con él iban dos gregarios, Rovny y Trofimov. Quintana, pegado a su rueda, puso a colaborar a Castroviejo y Rubén Fernández. Les ayudaron el Cannondale y el Trek. En esa fuga iban también Elissonde y Omar Fraile, los dos que discuten por el premio de la montaña. Fraile cruzó primero el alto de Petralba. El reloj de arena empezaba a enterrar a Froome: más de dos minutos de ventaja para Contador y Quintana. Hasta tres tuvieron tras pasar Cotefablo. El británico iba con el maillot blanco. Su equipo, incomprensiblemente despistado, penaba de negro, de luto. Cuando el único de los suyos que dio la talla, David López, se ahogó en sudor, Froome se quedó solo. Culpa del indomable Contador. El madrileño sabe desde hace días que esta es la primera Vuelta que perderá -se ha impuesto en las tres ediciones que ha disputado-, pero salió a elegir al ganador. El que le siguiera: Quintana. «Ha sido una etapa grandiosa. Alberto (Contador) es un gran estratega», le agradeció el colombiano.
    «¡A tope! ¡A tope!», exigía Quintana al generoso Castroviejo ya en el inicio del ascenso a Formigal. A menos de dos minutos y medio, Froome recibía el apoyo del Astana, de Luis León Sánchez en especial. Una moto. El equipo kazajo alegó que tiraba para defender la posición en la general de Scarponi. Lícito. O fue eso o fue una cuenta pendiente. O fue un acuerdo con el Sky. Da igual. También el Cannondale tiraba sin motivo de Contador y Quintana cuando llevaba detrás a su líder, Talansky. Al final, la Vuelta se redujo a un duelo entre Quintana, que se puso al frente a ocho kilómetros de la meta, y Froome, que titubeaba. Pagaba los nervios. Nunca se había sentido huérfano. En julio ganó el Tour rodeado de ciclistas del Sky. En Formigal hasta el viento le soplaba en contra.
    «Lo ha cambiado Alberto»
    A pedaladas, Quintana le iba dando forma a un espejismo: «Todo esto no estaba planificado. Todo lo ha cambiado Alberto con esa salida», desveló. Brambilla y Contador, que ansiaban el triunfo de etapa, eran sus sombras. Los dos merecían la etapa que los dos habían descorchado desde la salida. Como Quintana merece la Vuelta tras el error de Froome y el Sky en ese comienzo. Pero Contador no tiene sus mejores piernas. El aliento se le enredó en las voces del público que le hacía la reverencia. No soportó el ritmo de Quintana. «Me había gastado mucho en la hora y media inicial de la etapa», dijo. Lo pagó. Brambilla, en cambio, pegó su alma a la rueda trasera de Quintana y le remató en la meta. «¡He ganado la etapa más loca!», gritó. A Quintana, al límite, se le cayó la cabeza al entrar a unos metros. Ni fuerzas para sonreír pese a los 2 minutos y 34 segundos que le había metido a Froome. Enseguida dijo: «Bueno. Hay que ser cauto, pero tengo confianza en mantener el liderato hasta el final». Tiene eso y más: 3 minutos y 37 segundos sobre Froome, casi cuatro sobre Chaves y 4.02 sobre Contador, que ni ganó la etapa ni ganará la Vuelta.
    Los aficionados le rodearon en Formigal. «Gracias, gracias. Mucho esfuerzo para tan poco resultado», decía Contador. Un hincha le respondió: «Sí, pero estas son las etapas que quedan en el recuerdo». Y eso le sacó una sonrisa al madrileño, que iba a dormir a pierna suelta.

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