Chelsea Victoria Clinton - foto,.
Chelsea Clinton | ||
---|---|---|
Chelsea Clinton en 2016. |
||
Información personal | ||
Nombre de nacimiento | Chelsea Victoria Clinton | |
Nacimiento | 27 de febrero de 1980 Little Rock, Estados Unidos |
|
Nacionalidad | Estadounidense | |
Creencias religiosas | Iglesia Metodista Unida | |
Partido político | Partido Demócrata de los Estados Unidos | |
Familia | ||
Padres | Hillary Rodham Clinton Bill Clinton |
|
Cónyuge | Marc Mezvinsky (2010-presente) | |
Hijos | Charlotte y Aidan | |
Educación | ||
Alma máter |
|
|
Información profesional | ||
Ocupación | Emprendedora, empresaria y periodista | |
Empleador | ||
Biografía
Se graduó en Historia por la Universidad de Stanford (California) en 2001 y su tesis de grado fue Belfast Agreement in Northern Ireland.1 2 Después, hizo un máster en la Universidad de Oxford (Inglaterra), en el área de Relaciones Internacionales.3 En abril de 2008 había realizado conferencias en 100 campus de estudios superiores.4Política
En diciembre de 2007 empezó su campaña por el Partido Demócrata en favor de la candidatura de su madre por todo el país.5 6 7 8Vida privada
Contrajo matrimonio con Marc Mezvinsky en 2010. En enero de 2014 anuncia su embarazo.9 y unos meses más tarde da a luz a su hija Charlotte. Su segundo hijo, Aidan, nació el 19 de junio de 2016,.TITULO: 7 DIAS CITAS, SI TIENES MINUTOS Y DESCANSO - UNA PALIZA SIN CONSECUENCIAS,.
Una paliza sin consecuencias, foto,.
-
El suizo Frank se reivindica en la tremenda cuesta de Mas de la Costa, donde Contador no se despega de Quintana,.
Matthias Frank tantea una valla, la agarra y echa allí el ancla tras ganar la etapa. Es suizo, tiene 29 años y se sienta como un viejo con artrosis. Más que las piernas, le duelen los ojos. Queman. Calcinados por la visión de la rampa final de cemento por la que ha subido a la meta de Mas de la Costa, balcón sobre Llucena. El muro, del 21% de desnivel, parecía una de esas olas como catedrales acuáticas que buscan los grandes surfistas.
Frank, alpinista, pertenece a una especie con mala suerte: la de los buenos ciclistas sin pegada. «Llevo más de dos años sin ganar nada», maldecía. Para cambiar su destino tenía que lanzarse al despiadado mar interior de Castellón. Aguas calientes. Allí estaba una de esas olas de piedra que tanto gustan a la Vuelta: cuatro kilómetros con un desnivel medio del 12,5%, con piso de hormigón. La desmesura. En Llucena viven de las fábricas de azulejos. Tienen un buen maestro: la naturaleza alicató en vertical la subida a Mas de la Costa.
La hizo tan alta que Quintana y sus rivales -Contador, Chaves y Froome- se limitaron a salir a flote; a, como dijo el líder colombiano, «salvar el día». Ya le queda uno menos para ganar la Vuelta. Frank, que iba delante en la fuga, se dedicó a salvar su carrera, a cambiarla. Pudo con Cataldo y resistió ante la remontada de Gesink, Konig, Herrada y Pello Bilbao. Al entrar en la meta se cubrió la cara con las manos. No lo creía.
Arranque descosidoNi Contador, ni Froome, ni Chaves encontraron el escenario para revolucionar la etapa. Eso selló el salvoconducto para la fuga. Es el signo de esta Vuelta, la carrera que ha hecho de las metas clavadas sobre muros su marca de fábrica. Le funciona. «Es el espectáculo que reclama la gente», defiende Javier Guillén, director de la ronda. Le avalan las audiencias televisivas, que se desploman en las jornadas llanas. Pero esa llave para el éxito arrastra un efecto colateral: los ciclistas están hartos de la tortura. «Esto es una salvajada», definían en la cima de Mas de la Costa. «Otra más». «Estamos hartos de subir estos puertos imposibles», criticó David López.
La jornada de hoy, la decimoctava, es la última de transición hasta el paseo por Madrid del día final y previa a las dos últimas jornadas decisivas: la crono de mañana Jávea-Calpe y la ascensión al Alto de Aitana del sábado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario