sábado, 28 de septiembre de 2013

UN PRINCIPE MATADOR,./ CINCO GRADOS MAS EN UN SIGLO,.

TÍTULO; UN PRINCIPE MATADOR,

polémica

El príncipe matador

Eduardo de Inglaterra despierta la ira de los antitaurinos al lucir en un acto oficial una corbata llena de toreros


Que un príncipe se anude una corbata todas las mañanas entra dentro de lo normal. Y, claro, lo suyo es que la colección de que disponga sea importante, al menos en número. Que lo del gusto es otra cosa. Yde eso, de un episodio de mal gusto, va esta historia. El protagonista es el hijo pequeño de la reina de Inglaterra. El príncipeEduardo, a quien hemos visto ataviado hasta con mallas de ballet, es centro de la polémica por la elección de una corbata. Yno por horrorosa, sino porque la Liga contra los deportes crueles -que sí, existe- ha puesto el grito en el cielo al percatarse de que quien ocupa el octavo lugar en la línea de sucesión al trono tuvo el valor de presentarse a un acto oficial con una corbata repleta de toreros.
La escena se produjo en junio. Pero los dardos envenenados se lanzan ahora, después de que el 'Daily Mail' haya recogido las palabras, poco amables dígase de paso, de esta asociación que, entre sus objetivos está el de un mundo con toros, pero sin matadores.
Si dejamos de lado la polémica desatada por la Liga contra los deportes crueles, que no es tarea fácil, dado que es el hilo argumental de esta crónica, la primera pregunta que a uno le viene a la cabeza es... Sí, ¿qué hace este príncipe inglés con una corbata repleta de toreros con traje de luces amarillos y capotes azules? ¿Alguien se imagina al príncipe de Asturias luciendo una prenda de seda con motivos de la caza del zorro? Yotra duda. ¿Cómo ha llegado dicha corbata a su ropero?
Bien es cierto que no es difícil dar con lazos de motivos taurinos. Aparte de en las tiendas de recuerdos 'made in Spain', en todo aeropuerto español se encuentran. Corbatas hay para todos los gustos y bolsillos, dado que firmas como Lester o Loewe también han estampado en sus telas toros y toreros. La autoría de la corbata del príncipeEduardo se desconoce, pero parece improbable que sea un sastre inglés el que se haya lanzado al ruedo.
Regalo o adquisición propia, el caso es que el conde de Wessex, como ya sucediera en ocasiones anteriores, es el centro de las críticas de los defensores de los animales. Primero por ensañarse con un pato herido hasta darle muerte y años más tarde por golpear a un perro en una cacería. Claro, que poco o nada tiene que ver emplear la fuerza contra un animal que levantarse de buena mañana, anudarse una corbata llena de toreros al cuello e irse a la reinauguración de la Biblioteca Central de Liverpool. Pero la Liga contra los deportes crueles tiene entre ceja y ceja a nuestra fiesta nacional. Y en su empeño critica con dureza en el 'Daily Mail' los encierros de San Fermín y el Toro de la Vega. La asociación en cuestión también es firme detractora de las cacerías que nos han regalado no pocas imágenes de Isabel II y buena parte de su familia en plena campiña. Y de qué guisa. Bueno, la del príncipe con corbata torera -y olé- lo supera. 

 TÍTULO; CINCO GRADOS MAS EN UN SIGLO,.


Sociedad

Cinco grados más en un siglo

El informe del cambio climático acusa al ser humano en un 95% de ser el causante de los cambios que se están produciendo en la Tierra. La ONU advierte de que las olas de calor serán más frecuentes y durarán más tiempo

En el mejor de los casos, dejaremos el planeta casi como lo recibimos; en el peor de los casos, la Tierra tendrá casi 5 grados más dentro de cien años. Son los dos escenarios más extremos que ha determinado el Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC) de la ONU en un informe de 30 folios, donde recopilan los datos de más de 9.000 estudios científicos publicados, y en el que levanta el dedo acusador sobre el máximo culpable de este fenómeno: el hombre. Hace seis años, el anterior informe acusaba al ser humano de ser culpable en un 90%. Ahora, la culpabilidad sube un poco más: cinco puntos hasta el 95%. En el siguiente informe, ya no quedará ninguna duda.
El estudio del IPCC establece cuatro escenarios posibles hasta 2100, aunque no ofrece cuál de éstos es más probable de cara al futuro. En el caso más optimista, la temperatura subirá 0,3 grados y en el más pesimista 4,8 grados en relación con el periodo entre 1986 y 2005. Solo el escenario más optimista permitiría contener la subida de las temperaturas en 2 grados. Pero esto «solo llegará si se lleva a cabo una acción rápida», previno el secretario general de la Organización Meteorológica Mundial, Michel Jarraud.
La elección del más benigno, el peor o los del medio dependerá de la emisión de gases invernadero a la atmósfera durante las próximas décadas. El estudio recuerda que la temperatura media terrestre ya ha subido casi un grado -0,8- desde la era preindustrial. «La verdad incómoda se confirma: el cambio climático es real, se produce a un ritmo alarmante y las actividades humanas, principalmente la combustión, lo provocan», afirmaron en un comunicado Amigos de la Tierra, Greenpeace, WWF y Oxfam. «Si hay un tema que reclama más cooperación y compromiso diplomático, es éste», apuntó por su parte John Kerry, secretario de Estado de uno de los países que más contamina en el mundo y que, en numerosas ocasiones, se ha negado a endurecer las medidas medioambientales. «Solo una acción de los humanos puede salvar al mundo de los peores impactos que pesan sobre el planeta», añadió el representante de Barack Obama en el exterior.
Sube más el nivel del mar
Otro de los aspectos que trata el IPCC en su escueto estudio es el nivel del mar. El IPCC determina que subirá entre 26 y 82 centímetros durante el siglo XXI, frente a los entre 18 y 59 cm que preveía en 2007. Esta previsión al alza se debe a que los climatólogos evalúan ahora mejor el fenómeno del deshielo de los glaciares de Groenlandia y del Antártico, que hace subir el nivel del mar.
Pero además de estas dos consecuencias del maltrato ambiental, los expertos de la ONU alertaron de que se van a producir fenómenos extremos de los que se desconoce su magnitud. «Las olas de calor se producirán con más frecuencia y durarán más tiempo. Con el calentamiento de la Tierra creemos que habrá más precipitaciones en las regiones húmedas y menos en las regiones secas, aunque habrá excepciones», dijo Thomas Stocker, copresidente del IPCC en la presentación de estos datos en Estocolmo.
Ahora, queda en manos de los gobiernos hacer caso de este organismo creado hace 25 años para establecer un diagnóstico para orientar, aunque no propone medidas de acción concretas. «Este nuevo diagnóstico servirá de base a las negociaciones internacionales sobre el clima con vistas a alcanzar un acuerdo en 2015. Los 195 países participantes quieren limitar a 2 grados el aumento de la temperatura con respecto a la de la era preindustrial», indicó Ban Ki-moon, secretario general de Naciones Unidas. «Sabemos que los esfuerzos para limitar el cambio climático no son suficientes para invertir la tendencia del aumento de las emisiones» de gas de efecto invernadero, dijo Christiana Figueres, responsable en la ONU sobre el clima.
Las voces que promulgaban un acuerdo se sucedieron. Desde Bruselas, la comisaria de Acción por el Clima, Connie Hedegaard, aseguró que «la cuestión no es si creer en el cambio climático o no; la cuestión es si hacer caso a la ciencia o no». Hedegaard indicó que no se puede esperar a que haya una actitud unánime sobre este tema porque lo que está claro es que es necesario actuar. «Si su médico estuviera seguro en un 95% de que tiene una enfermedad grave, buscaría un tratamiento inmediatamente», apuntó la comisaria danesa. «Europa pedirá más acción de todos los emisores», agregó.

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