domingo, 20 de julio de 2014

COCINA DE DOMINGO, CONEJO A LA MOSTAZA CON CHAMPIÑONES,./ CONOCER BIOSEGURIDAD,. LOS LABORATORIOS DEL APOCALIPSIS,.

TÍTULO: COCINA DE DOMINGO, CONEJO A LA MOSTAZA CON CHAMPIÑONES,


  1. Ingredientes: un conejo cortado en pequeños trozos (de un kilo ... una cucharada sopera de mostaza de Dijon, 100 gramos de vino blanco, ...foto,.
     Ingredientes: un conejo cortado en pequeños trozos (de un kilo aproximadamente), una cebolla picada finamente (180 gramos), una cucharada sopera de mostaza de Dijon, 100 gramos de vino blanco, 500 gramos de caldo de ave, una cucharada sopera de harina, una rama de tomillo, 40 gramos de mantequilla, 300 gramos de nata líquida, 500 gramos de champiñones (los cortaremos en cuartos) y dos cucharadas soperas de aceite de oliva virgen extra.
    Elaboración: se calienta el aceite de oliva en una cazuela, se salpimenta el conejo y se sella a fuego vivo. Una vez sellado el conejo, se retira y reserva.Se agrega después la mantequilla a la misma cazuela y se deja sudar la cebolla en ella a fuego medio. Cuando la cebolla esté tierna y muestre ya un color translúcido, se incorporan los champiñones y la harina y se deja sudar todo durante unos siete minutos más. Se añaden entonces la mostaza y el vino blanco, y se deja reducir a seco, hasta que todo el líquido se haya evaporado. Se vuelve a poner el conejo reservado, el caldo y el tomillo en la cazuela. Se tapa esta y se cuece finalmente todo a fuego medio entre 30 y 45 minutos, dependiendo del tamaño del conejo.
    Acabado y presentación: cuando haya pasado el tiempo de cocción y el conejo esté cocido (a partir de la media hora conviene probar si ya está o no cocido), se retira y se añade la nata líquida. Se cuece el contenido de la cazuela sin el conejo durante otros diez minutos, se deja reducir la salsa, se incorpora nuevamente el conejo y se cuece todo junto otros cinco minutos. Se le da finalmente el punto adecuado de sal y se sirve caliente.
    Mis trucos
    Un buen conejo suele pesar alrededor de kilo y medio. Luego es importante que sea corto y macizo y que tenga la carne de color rosa fuerte, cubierta de una capa blanquecina y transparente. Para esta receta es preferible cocinar un conejo adulto, va mejor para los guisos y estofados.
     
    TÍTULO: CONOCER BIOSEGURIDAD,. LOS LABORATORIOS DEL APOCALIPSIS,. 


    1. Botulismo, ébola, viruela... Cepas de estos grandes asesinos descansan en 15 laboratorios de los Estados Unidos a cargo del Gobierno de ...
       
      Bioseguridad |fotos|,.

      Los Laboratorios del Apocalipsis

      Botulismo, ébola, viruela... Cepas de estos grandes asesinos descansan en 15 laboratorios de los Estados Unidos a cargo del Gobierno de Obama. Su objetivo: proteger a la humanidad de un posible ataque biológico. Sin embargo, hace unas semanas se produjo un inquietante 'escape' que provocó que 86 científicos se infectaran de ántrax. ¿Podemos sentirnos seguros?
      El CDC es lo más parecido a la caja de pandora que existe sobre la faz de la tierra Sin embargo, en junio se supo que 86 científicos habían quedado expuestos a un brote incontrolado de ántrax y estaban recibiendo tratamiento (la vacuna contra el carbunco, antibióticos y cuarentena). El incidente está siendo investigado aún por el FBI. Por lo que ha trascendido, fue un error de patio de colegio durante un experimento. Los científicos pensaban que estaban manejando gérmenes desactivados e inofensivos. Según el protocolo, tenían que haber sido neutralizados por la Unidad de Respuesta Rápida al Bioterrorismo antes de su transporte y manipulación. Pero las bacterias estaban vivas. Nadie llevaba puesto su traje NBQ, esa vestimenta de astronauta que solemos ver en las películas.
      ¿ES MÁS PELIGROSO EL BIOTERROR O UN BIOERROR?
      Si un fallo tan clamoroso ocurre en el CDC de Atlanta, que es el centro mundial de referencia en bioseguridad, no es extraño que el público estadounidense se pregunte con un escalofrío si el manejo de patógenos en los laboratorios del Gobierno es el adecuado. ¿Y qué pasa en los centros donde el nivel de seguridad no es tan elevado? ¿Y en las instalaciones de otros países? ¿Hasta qué punto es seguro el laboratorio estatal de Siberia, que es el equivalente ruso del CDC? Las conclusiones son inquietantes. Los bioterroristas dan miedo, pero también asustan los 'buenos': aquellos cuya misión es protegernos. ¿Es más peligroso el bioterror o el bioerror?
      UNA SECUELA MÁS DE LA PARANOIA DEl 11-S
      Los Estados Unidos han gastado miles de millones de dólares en un programa secreto llamado Bioshield ('bioescudo') para mantener a sus ciudadanos a salvo de un ataque biológico. Pero muchos se preguntan si quizá el programa ha puesto a la nación en un riesgo mayor por la posibilidad de un escape accidental. Bioshield fue diseñado bajo la psicosis de los atentados del 11-S. Aquel otoño, misteriosas cartas con un polvo blanco fueron enviadas a senadores y periodistas, matando a cinco personas e infectando a 17. El polvo contenía ántrax maligno. Bioshield fue la respuesta. Una ley de bioseguridad que daba autonomía a laboratorios públicos y privados para experimentar con antídotos en el caso de una emergencia nacional por bioterrorismo.
      En 2008 se supo que el autor de los ataques con ántrax fue Bruce Ivins, un investigador del propio Ejército estadounidense. Aun así, el programa sigue vigente y el año pasado el Congreso autorizó 2800 millones de dólares para financiarlo.La paradoja de un programa defensivo de estas características es que, para aprender a defenderse de un ataque, los científicos deben diseñar primero virus 'militarizados', modificándolos y probando diversas mutaciones para crear armas biológicas. Solo así pueden conocer su funcionamiento y diseñar vacunas. Y esta ley les permite, además, saltarse algunos controles que sí se aplican, por ejemplo, a la investigación de nuevos fármacos.
      UN ESCAPE DE BRUCELOSIS EN UN CENTRO DE TEXAS
      Los experimentos se realizan en laboratorios con un alto nivel de seguridad. El problema es que la agencia gubernamental encargada de controlarlos reconoce que, en este momento, ni siquiera sabe cuántos hay. En 2009 había 15 de nivel 4 (el más alto) y 1356 de nivel 3. Pero en 2013 esta agencia publicó un informe en el que señalaba que el número de laboratorios había aumentado, aunque no podía precisarlo. Y denunciaba que no existe un protocolo federal de seguridad igual para todos. Trascendió, además, que en un centro de Texas se habían realizado experimentos con la bacteria de la brucelosis (fiebre de Malta) y que un investigador resultó infectado. La Universidad pagó un millón de dolares de multa.
      Por si fuera poco, el escape en el CDC ocurrió apenas un par de semanas después de que la asamblea de la Organización Mundial de la Salud (OMS) postergase hasta nueva orden la decisión sobre destruir o conservar los últimos viales de viruela que quedan en el mundo: 451 muestras de 221 cepas distintas en el CDC y 691 de 120 en el Centro Estatal de Investigaciones en Virología y Biotecnología (Vector) en Siberia. Se calcula que, en el siglo XX, la viruela mató a entre 300 y 500 millones de personas.
      Después de una intensa campaña de vacunación, la OMS la declaró erradicada en 1979. No se ha producido ningún caso desde entonces. Oficialmente, el peligro pasó y no se vacuna a nadie contra la viruela. Sin embargo, la mayoría de la población no goza de inmunidad ante un hipotético rebrote. Y es dudoso que los que fueron vacunados en su momento tuvieran defensas para enfrentarse a una mutación del virus.Entre los científicos partidarios de la destrucción de las cepas guardadas en Atlanta y Siberia está el doctor Henderson, antiguo responsable del programa mundial de erradicación, que afirma: «Ya hemos realizado toda la investigación que se podía hacer con las cepas. Las razones para mantenerlas son muy oscuras». Según Kalyan Banerjee, exdirector del Instituto Nacional de Virología de la India: «Las superpotencias quieren mantener el virus por la misma lógica que continúan manteniendo las armas nucleares». Pura intimidación militar.
      Los defensores de la conservación, por su parte, también esgrimen argumentos de peso. Destruir el virus solo sería un acto simbólico, pues el genoma completo de unas 50 cepas ya ha sido secuenciado y, en teoría, un laboratorio controlado por terroristas podría recrearlo. Así que mejor tener el virus a mano, pues eso aceleraría la creación de un antídoto. «Si la enfermedad reemergiese, se perderían muchas vidas», resume Inger Damon, jefe del departamento del CDC, donde se guardan las muestras de viruela.
      EL CAMBIO CLIMÁTICO PUEDE SER EL DETONANTE
      La causa de ese rebrote no tiene por qué ser un ataque terrorista o un error humano, también podría provocarlo el cambio climático. ¿Qué pasa si se descongela un cadáver que ha permanecido siglos en el permafrost y que estuvo infectado? Ya sucedió con cinco momias desenterradas en el Círculo Polar Ártico en 2012, aunque allí solo se hallaron fragmentos de ADN del virus que resultaron ser inviables. Los cuerpos habían sido inhumados en el siglo XVIII. «Una contingencia así es poco probable, pero hemos de estar preparados. El virus congelado es muy estable», advierte Damon.Otra razón que esgrimen los defensores de conservar el virus es estratégica. La desconfianza mutua entre los Estados Unidos y Rusia está alcanzando, en los últimos años y con las crisis de Ucrania y Siria como telón de fondo, niveles que no se conocían desde la Guerra Fría. ¿Cómo fiarse de Putin, aducen los norteamericanos?
      Existen precedentes muy turbios. Por ejemplo, el brote de Sverdlovsk en 1979, conocido como el 'Chernóbil biológico'. Tuvieron que pasar 13 años para que las autoridades rusas reconocieran que aquellas 64 muertes no se debieron a una partida de carne contaminada, sino a un escape de ántrax de un laboratorio militar. Alguien olvidó poner el filtro en el sistema de ventilación. El responsable reconoció que, si el viento hubiese soplado en otra dirección, habrían muerto cientos de miles de personas.
      ES MÁS IMPROBABLE UNA GUERRA NUCLEAR
      Pero los rusos también pueden airear trapos sucios de los norteamericanos. Al fin y al cabo, el laboratorio militar con peor reputación del mundo es el de Fort Detrick (Maryland). Allí se han desarrollado desde los sesenta las armas biológicas más destructivas que ha concebido el hombre, entre ellas el agente de la tularemia, cuya mortalidad en pocas horas es comparable al de una detonación nuclear. Y no hay que olvidar un último y catastrófico escenario, que algún poxvirus animal de la familia de la viruela mute por causas naturales y salte a los humanos. El virólogo Nathan Wolfe, experto en ébola y sida, advierte: «¿Qué puede matar a millones de personas? ¿Una guerra nuclear o un supervirus? Si mañana fuera a Las Vegas a hacer una apuesta sobre el próximo gran asesino, iría todo o nada a una pandemia viral».
      Americanos y rusos: La guerra fría de los virusLos últimos virus de la viruela se mantienen en unos viales refrigerados a 80 grados bajo cero. Dos laboratorios, uno estadounidense y otro ruso, guardan estas cepas, muy vigiladas. Pero se sigue experimentando con ellas. Y también se envían muestras (desactivadas) a otros países. Ni los Estados Unidos ni Rusia son propietarios del virus, sino que lo guardan en calidad de custodios a petición de la Organización Mundial de la Salud. Pero las dudas sobre la seguridad arrecian desde que se produjera un escape de ántrax el mes pasado en Atlanta y también por el oscurantismo de las autoridades.
      -CDC, Atlanta (EE.UU.)
      El laboratorio más importante de los Estados Unidos es el Centro para la Prevención y Control de Enfermedades. Según las autoridades, es altamente seguro. Su personal, entre otras cosas, diseña planes de cuarentena y evacuación, de ámbito nacional, en el caso de un brote de ébola, viruela o un ataque bioterrorista. Puede enviar a los laboratorios de otros países, incluido España, muestras de viruela. Se trata de fragmentos desactivados, no muestras completas. No son infecciosos, pero la OMS prohíbe que en la misma sala coincida un fragmento de viruela con otro poxvirus, por si acaso.
      -Instituto Vector, Siberia  (Rusia)
      Las cepas de viruela estuvieron guardadas en un laboratorio de Moscú hasta 1994, pero la inestabilidad política y los recortes presupuestarios mostraron la conveniencia de su traslado al centro de virología en la remota ciudad de Koltsovo. Fueron enviadas sin el consentimiento de la Organización Mundial de la Salud. Los rusos afirman haber destruido por su cuenta unas 200 muestras, pero ningún observador independiente lo ha verificado. Se sospecha que puede haber stocks no declarados en laboratorios del Ministerio de Defensa. Rusia decidió unilateral- mente volver a experimentar con la viruela.

      Los enemigos número 1
      -Viruela. Una fotógrafa británica fue su última víctima en 1978, pero es una plaga milenaria, como prueba la momia del faraón Ramsés V, con el rostro picado de viruela. Colonos españoles la introdujeron en América y la enfermedad diezmó a aztecas e incas. Pero su uso como arma biológica está documentado desde 1763, cuando un general inglés -lord Jeffrey Amherst- ordenó enviar sábanas infectadas a las tribus rebeldes de indios iroqueses.
      -Ántrax. Los primeros síntomas de esta bacteria se asemejan a un resfriado. En una segunda fase causa fiebre y dificultad respiratoria; para entonces, la mortalidad es del 90 por ciento. En Fort Detrick (Estados Unidos) se fabricaron unas cinco mil bombas con ántrax durante la Segunda Guerra Mundial. Fue usado en el último ataque bioterrorista, en 2001, cuando un científico estadounidense envió cartas contaminadas a políticos y periodistas.
      -Ébola. Virus que causa hemorragias fatales y que, desde los setenta, ha reaparecido al menos en siete ocasiones, sobre todo en África. El último brote se detectó en marzo pasado y ha causado al menos 350 muertos en 60 localidades de Guinea, Sierra Leona y Liberia, donde está fuera de control. No existe cura, aunque científicos del laboratorio militar de Fort Detrick han desarrollado un cóctel de proteínas que frena la infección en monos.
      -Añublo del arroz. Plaga que causa la pudrición de granos y plantas de arroz. Si se extiende, acaba con el 80 por ciento de una cosecha. Ilustra una táctica terrorista que contemplan los expertos: el uso de bacterias, virus y toxinas no como una amenaza directa al ser humano, sino a los cultivos. Las conse- cuencias pueden ser devastadoras.
      -Tularemia. Es una de las bacterias más contagiosas. Salta a los humanos desde conejos y roedores. Se sospecha que fue usada en la Segunda Guerra Mundial. En los sesenta, William C. Patrick, director del laboratorio de Fort Detrick, investigó su uso como arma secreta. Se crearon estilográficas, bastones e incluso tubos de escape que envene- naban al enemigo. Patrick fue reprendido y obligado durante décadas a buscar antídotos.
      -Virus quimera. Son patógenos alterados en laboratorio, donde ya existe la tecnología genética para construir un virus desde cero, recombinarlo con otros patógenos o experimentar con mutaciones. Un terrorista podría recrear el virus de la viruela con la información sobre su genoma disponible y combinarlo con un virus aviar, cuya propagación -por vías respiratorias- suele ser más rápida.
      Para saber más: http://www.cdc.gov/spanish/ Página web oficial del Centro para la Prevención y Control de Enfermedades. Versión en español.

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