lunes, 29 de mayo de 2023

España a ras de cielo - Javier Cienfuegos ,. - PLANETA CALLEJA - Domingo-4- Junio ,./ Centenarios - Encarna ignora las barreras de la edad desde que se ennovió a los trece ,./ Tramoyista - Tres mil si muerdes ,. / Aquí la tierra - Placebo ,.

 

TITULO: España a ras de cielo - Javier Cienfuegos ,. - PLANETA CALLEJA -Domingo-4- Junio,.

 

España a ras de cielo  ,.

 

España a ras de cielo es un programa de televisión emitido por TVE y se estrenó el 17 de septiembre de 2013. Desde el primer programa, está presentado por Francis Lorenzo Martes a las 22h30,.
 El programa permite conocer lugar de España desconocidos y ya conocidos desde otro punto de vista., etc,.


PLANETA CALLEJA - DOMINGO -4- Junio,.
 

   Planeta Calleja es un programa de televisión de España que se emite cada domingo a las 21:30, en Cuatro de Mediaset España,. Jesús Calleja enfrentará a rostros conocidos a vivir experiencias únicas e irrepetibles fuera de su contexto habitual y en los lugares más remotos y fascinantes ., etc.

 

 

Javier Cienfuegos,.

foto / Javier Cienfuegos Pinilla
Hammer throw podium Ostrava 2011 (cropped).jpg
Javier Cienfuegos en el podio con la medalla de plata en el Campeonato de Europa sub 23 de 2011.
Datos personales
Nacimiento Montijo, Badajoz
15 de julio de 1990 (32 años)
Nacionalidad(es) Española
Altura 1,93 m (6 4)
Peso 134 kg (295 lb)
Carrera deportiva
Deporte Atletismo
Disciplina Lanzamiento de martillo
Club Playas de Castellón1
Entrenador Antonio Fuentes Gallego

Javier Cienfuegos Pinilla (Montijo, Badajoz, 15 de julio de 1990) es un atleta y político español especializado en lanzamiento de martillo y actual plusmarquista nacional en categoría absoluta con una marca de 79,38 metros obtenida el 6 de septiembre de 2019 en Andújar.2​ Anteriormente ya había batido otras seis veces el récord de Españaː la primera de ellas en 2012,3​ dos veces en 20134​ y tres más en el mismo 2019.567​ En 2009 batió el récord del mundo en categoría sub-20 (martillo de 6 kg) con una marca de 82,97 metros,8​ récord que continuó vigente hasta 2012 y, como récord europeo, hasta 2019.

Ha sido doce veces campeón de España entre 2009 y 2022.1​ Ha participado en casi todas las grandes competiciones internacionales desde 2009 (Juegos Olímpicos de Londres 2012,9​ y Río 2016, cuatro Campeonatos Mundiales10​ y cinco Campeonatos Europeos), alcanzando plaza de finalista en el Campeonato Mundial de Atletismo de 2019.1​ En categorías inferiores fue subcampeón de Europa promesa en 201111​ y medalla de bronce en el Campeonato de Europa júnior de 2009.12

En 2019 se presentó a las elecciones a la Asamblea de Extremadura, siendo elegido como número 3 en la lista del Partido Popular en Badajoz.13

Palmarés nacional

Actualizado el 25 de junio de 2022.1

  • Campeón de España Absoluto de martillo (2009-2010-2012-2013-2014-2015-2016-2018-2019-2020-2021-2022)
  • Campeón de España de martillo (lanzamientos largos) (2011-2012-2013-2014-2015-2016-2017-2019-2020-2021-2022)
  • Campeón de España Promesa de martillo (2011-2012)
  • Campeón de España Junior de disco y martillo (2009)
  • Campeón de España Juvenil de martillo (2007)
  • Campeón de España Universitario de martillo (2009-2012-2013-2015-2016-2018),.
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  •  TITULO:  Centenarios -  Encarna ignora las barreras de la edad desde que se ennovió a los trece,.

  •  Encarna ignora las barreras de la edad desde que se ennovió a los trece,.
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  •  Encarna ignora las barreras de la edad desde que se ennovió a los trece

  • foto / El marido de esta granadina de Olivares ya comenzó a pretenderla cuando iban juntos al colegio. A ella le encantaba y le tuvo esperando hasta los 26 años. Hoy continúa desafiando la edad de otras formas, como montando a caballo,.
  •  Encarnación Sierra tiene 93 años y muchas historias que contar. Recuerda muchos detalles de la infancia, cuando no tuvo tiempo de estudiar, porque tenía que ayudar al sostenimiento de la familia con la recogida de la aceituna. Toda su vida ha estado dedicada al campo, hasta que perdió a su marido hace algo más de 20 años.

    La visitamos en la residencia de mayores en la que vive, en Churriana de la Vega. Está encantada con las amigas que ha hecho y las actividades que realiza. Cultiva una huerta y se permite el lujo de dar paseos a caballo.

     

    TITULO: Tramoyista - Tres mil si muerdes,.

    Tres mil si muerdes,.

    Jesús Fernández Úbeda y Arturo Pérez-Reverte en la presentación de 'Nido de piratas'

    foto / Periodistas y piratas. Leyendo la historia de Pueblo, se echa de menos el reporterismo canalla,.

    Jesús Fernández Úbeda recrea la ajetreada historia del legendario rotativo, un «nido de víboras» como Raúl de Pozo, Arturo Pérez-Reverte, José María García o Carmen Rigalt,.

    Jesús Fernández Úbeda y Arturo Pérez-Reverte en la presentación de 'Nido de piratas,.

    «El espinazo del diario Pueblo fueron tipos de cien mil raleas. Hablamos de un mundo perdido, del contrapunto de las redacciones de hoy, donde ni se bebe ni se fuma, no se juega al póquer y no se llevan brasileñas a bailar macumbas, como ocurrían en aquel diario con whiskería y salón de actos. Un vespertino que leía casi todo Dios». Así se refiere al legendario diario Pueblo Jesús Fernández Úbeda (Ciudad Real, 1989) autor de 'Nido de piratas. La fascinante historia del diario Pueblo' (Debate), donde recrea su leyenda entre 1965 y 1984.

    Un libro más que entretenido que repasa a través de cientos de testimonios y otras tantas anécdotas qué fue y qué supuso aquel diario de corta vida y larga influencia, que se cerró con la Transición y en el que convivieron con naturalidad los fachas y los rojos. Un libro que presentaron este jueves junto a su autor tres de los protagonistas de aquellos años de periodismo filibustero, apasionado y libérrimo, como Arturo Pérez-Reverte, reportero bélico en ciernes entonces, Raúl Cancio, curtido fotoperiodista, y Raúl del Pozo, una de los grandes del columnismo actual que afiló su pluma en aquel atípico y legendario periódico del movimiento a las órdenes de Emilio Romero.

    «Jamás hubo tanto talento en una redacción. Éramos una pandilla de bucaneros para quien tocar el cielo era salir en primera página. Se mataba por ello. En el pan como hermanos; en la información como gitanos», rememora Raúl del Pozo. «Todo fue un milagro en aquella época en la que un diario vespertino como Pueblo, el órgano franquista de los sindicatos verticales, llegó a tener tiradas de 300.000 ejemplares», recuerda. «Tenía un poco de garito, pero fue una escuela de periodismo vital y libre, llena de aventureros sobrados de pasión y con el veneno de la profesión en sus venas. Allí había que creerse el número uno para ser uno de tantos», asegura Del Pozo.

    Raúl Cancio, Raúl del Pozo, Jesús Fernández Úbeda y Arturo Pérez-Reverte en la presentación del libro E.P.

    Para Arturo Pérez-Reverte los doce años que pasó en el periódico y aprendió el oficio fueron «de felicidad absoluta». «Entre los bucaneros que poblaban aquella redacción había puteros, traficantes de lo que fuera y fachas sin cuento como Vasco Cardoso, capaces de trabajar bajo lemas como 'menos curas y más crematorios'». «Yo llegué como un joven educado y avispado, con mucha vocación, pero Manuel Marlasca padre me bajó los humos al instante», cuenta Reverte orgulloso de forma parte de «aquella tribu de canallas sin dios» y de una diario «brillante y eficiente con elementos surrealistas».

    Malas personas

    «Aquello era la Legión Extranjera; en la plantilla había al menos dos asesinos reconocidos, también chaperos, putas y franquistas armados; no se respetaba ni lo político ni lo humano, pero dábamos grandes exclusivas», dice el hoy novelista, académico y creador del capitán Alatriste.

    Raúl del Pozo va más allá y describe aquella atrabiliaria y eficiente redacción como «un nido de víboras». No en vano, Del Pozo piensa que el premio Príncipe de Asturias Ryszard Kapuściński «ha dicho la mayor mentira que se puede decir en el periodismo, aquello de que para ser un buen periodista hay que ser buena persona». El cree todo lo contrario.

    Grandes figuras del diario como Tico Medina daban exclusivas formidables no siempre apegadas a verdad. «Tico no hablaba una palabra de inglés y pidió una entrevista con Indira Gandhi. No le hicieron ni caso, y se puso a la cola de los mendigos que la primera ministra india recibía. Llegó, le dio la mano, se hizo la foto con ella y publicó una entrevista de dos páginas», rememora Pérez-Reverte. «Felipe Mellizo mandaba su fabulosas crónica londinenses desde el Escorial», añade.

     Portada de nido de Piratas.

    foto / Portada de nido de Piratas. 

    «Vivíamos bordeando el Código Penal», recuerda de un diario «que no se parecía a ningún otro» en el que trabajó la primera fotoperiodista española con carné, Juana Biarnés, y por el que pasaron firmas cruciales para el periodismo español, como Juan Luis Cebrián, Felipe Navarro 'Yale', su hija Julia Navarro, Carmen Rigalt, Jesús Hermida, Miguel Ors o José María García, a quien en aquellos años y antes de dar el salto a la radio comenzaba a ser conocido como 'el butanito'.

    El alma de aquel circo humano fue Emilio Romero «que recibía en su despacho a amantes como Sara Lezana, a pelotas y a bufones». Cuando el entonces presidente del Gobierno, Luis Carrero Blanco, se dirigió a Romero con una lista de 22 periodistas «a los que había que despedir por comunistas», Romero le respondió que pusiera 23, «porque debe incluierme a mi».

    Su último director fue José Antonio Gurriarán. Adolfo Suárez cerró Pueblo en 1984. Acababa con una contradictoria criatura del franquismo que moría con la democracia. «Marcó una época, debía morir y lo hizo con orgullo el diecisiete de mayo de 1984», concluye Jesús Fernández Úbeda.

     

    TITULO: Aquí la tierra - Placebo ,.

     

     Placebo ,.

     

     

    El apagón musical deja en la cuneta a cerca de 300.000 técnicos, montadores y músicos. Son la legión de trabajadores, muchos de ellos fantasma y sin derecho a ayudas, que encendía la mecha de 850 festivales al año,.

    Después de la música, trabajadores del festival de Glastonbury, en Somerset, Inglaterra, limpian el recinto.

    foto / Si el Covid-19 no hubiera irrumpido en escena para poner el mundo patas arriba, legiones enteras de técnicos de sonido, iluminadores, operarios de carga y descarga, instaladores, electricistas, 'backliners' (músicos encargados de afinar los instrumentos), camareros, carpinteros, transportistas, empleados de seguridad, conductores, y así hasta una treintena de gremios diferentes, estarían en ruta por España echando humo. Para estas fechas, ya habrían levantado y desmontado el Viña Rock, en Albacete, o el Tomavistas, en León, y el monstruoso Primavera Sound, con sus diecisiete escenarios y sus 220.000 parroquianos, rugiría estos días a todo voltaje en la Ciudad Condal. Pero lo único que suena allí y en el resto de localizaciones, salas, pabellones multiusos y plazas públicas es el silencio doliente que azota los páramos.

    Los festivales al aire libre, barridos ahora del mapa por la pandemia, se habían convertido en los últimos años en un lucrativo negocio para promotores y ciudades de acogida que dejaba tras de sí cifras apabullantes, en las que, en buena medida, se sujetaba el sector. Una vez recuperada del varapalo de 2012, con la subida del IVA cultural, la música en vivo alojada en este tipo de certámenes experimentó un auge desconocido. España se catapultó como el primer destino de viajes hasta alguno de los 850 festivales, según el cómputo del Ministerio de Cultura, que desplegaban su parafernalia de hierro y vatios. El grueso concentrados entre mayo y octubre.

    Tras seis ediciones consecutivas de crecimiento de la facturación -en 2019 superaron los 382 millones de euros sólo en concepto de venta de entradas, sin contar la venta de artículos promocionales, las ayudas públicas y los ingresos por patrocinios-, este verano se presentaba como otro hito a batir. De esas expectativas hoy no quedan ni las migas. Un agente microscópico se ha ocupado de tumbar a todo un sector de un golpe certero y brutal, que podría mantenerlo fuera de juego hasta 2021.

    El coronavirus se ha bastado para paralizar esta industria que reportaba ya el 0,5 al PIB y, a la vez, para dejar al descubierto la jungla de precariedad, abusos y desprotección en la que se mueven muchos de sus 300.000 trabajadores. Ese es el número de técnicos, el equivalente a toda la ciudad de Valladolid, que los organizadores de los festivales reclutan cada año para ponerlos en marcha. A veces, por jornadas que siempre acaban en maratones; las que más, por horas. En ocasiones, con la remuneración en mano.

    «El desamparo en este mundo es absoluto para los empleados. No hay contratos de por medio entre autónomos y empresarios. Todo es verbal, de manera que a diez días de comenzar a trabajar pueden decirte que ya no te requieren y no solo no tienes nada que reclamar, sino que te quedas sin ninguna posibilidad de engancharte a otra producción. En doce años de trayectoria, solo un festival me ha firmado un contrato».

    «Los técnicos de sonido estamos en el convenio del metal. Nosotros no somos ni cultura ni música»

    Santi Donoso | Empresario de luz, sonido e instalaciones

    «El sector va a necesitar ayudas para evitar que la gente se tenga que echar a la recogida de la fresa»

    Isabel del Moral | Jefa de iluminación de Rosalía

    «El desamparo en este mundo es absoluto. Todo es verbal. En doce años he firmado un contrato»

    Yolanda Terlera | Producción artística y técnica

    «La economía sumergida es gigantesca. La mayoría de los músicos ni cotiza ni percibe prestaciones»

    Pablo Lesuit | Cantante y músico

    Sin sindicatos

    La gallega Yolanda Terlera, 49 años, lleva cuarenta certámenes a sus espaldas. Ha trabajado en la producción artística y técnica para el BBK Live, Azkena Rock, Sonisphere, Mad Cool, Primavera Sound o Bay of Biscay. Se ocupa de organizar los conciertos para el promotor, contratando para ello todos los servicios necesarios, y de asegurarse al mismo tiempo que los integrantes de Metallica, Cold Play o Placebo encuentran todo tal y como quedó estipulado sobre el papel. «A veces las bandas internacionales te preguntan a qué sindicato pertenecen los montadores y los técnicos. Les dices que a ninguno y alucinan».

    Pese a la que cae, esta 'freelance' del negocio -«aquí todos los somos» - se sabe afortunada. El brote del virus, allá por marzo, le pilló dada de alta como autónoma, lo que le permite cobrar un subsidio mientras dura el estado de alarma. «Pero por entonces la mayoría de la gente aún estaba de baja, con lo que ahora no está percibiendo nada. Conozco verdaderos dramas entre los compañeros», asegura. «Hasta hace tres o cuatro años era habitual que no se diera de alta a los técnicos y montadores. Ahora lo hacen por un día de trabajo. Cotizan los días de bolo, que pueden ser ocho al mes y con eso tienen que hacer frente a la cuota mensual. Es difícil que así salgan las cuentas. Por eso aquí nadie se pone enfermo. Lo lógico sería pagar en función de lo que facturas, como ocurre en Inglaterra y Francia», reclama.

      Imagen - Operarios montan las instalaciones del BBK Live en Bilbao, en una edición anterior. | Borja Agudo
     
    Operarios montan las instalaciones del BBK Live en Bilbao, en una edición anterior. 

    Hasta el pasado diciembre, la granadina Isabel del Moral, 31 años, andaba por los escenarios de Sudamérica y los Estados Unidos poniendo literalmente el foco sobre Rosalía en su gira mundial con 'El mal querer'. Hoy está en su casa de Bilbao tratando de llevar algo de luz a tanta incertidumbre y a «tantos compañeros asustados, que no han cobrado un ERTE y que están ya al límite con la perspectiva terrible de que esto no se reanude hasta dentro de un año». «La salud pública va por delante», enfatiza, «pero en cuanto se pueda este sector va a necesitar apoyo para que pueda resurgir y para evitar que la gente se tenga que echar a la recogida de la fresa».

    El cantante, compositor y músico vigués Pablo Lesuit, 31 años, protagonizó el último concierto en una sala Sol de Madrid a reventar antes del confinamiento. Era la presentación oficial de su segundo disco, 'Belorizonte', un delicado esenciero que guarda todas los aromas de un viaje de dos años por Latinoamérica recomendado por su amigo Jorge Drexler. «No sé qué supone este parón en mi carrera. Trato de no personalizarlo y de no dejarme llevar por la frustración. Se ha parado todo para todos», racionaliza mientras busca el modo de mantener vivo su disco nonato.

    Lesuit se mantiene con sus ahorros y con una ayuda por cese de actividad. «Soy autónomo, pero tendré que volver a dar clases de música en septiembre y quizá intentar dar algún concierto en acústico». No se queja. Sus músicos están mucho peor. «Muchos viven de compaginar muchos proyectos y tocar en bares. Normalmente no son autónomos, no se les da de alta en la Seguridad Social y se les paga en B. Es como si no trabajaran. No cotizan ni tienen derecho a ninguna prestación. La economía sumergida en este mundo es gigantesca».

    El bilbaíno Santi Donoso, 40 años, sortea el apagón musical remangándose y aliándose con los novios y los hosteleros mientras sus trabajadores están en ERTE. Hace unos años, cuando se empezó a «inflar la burbuja de los festivales y las empresas de sonido empezaron a prostituirse tirando los precios», intensificó sus energías en la otra división de la sociedad limitada que comparte con un santanderino, las bodas y celebraciones, mientras ecualizaba algunos escenarios del BBK Live o el Azkena Rock.

    «No me voy a quedar en casa lamentándome», se conjura. Pero sabe que otros no tienen forma de maniobrar. «Entre los trabajadores de los festivales hay muchos en la estacada. Solo trabajan seis meses y no han acumulado paro. La desprotección es enorme. Hasta el punto de que los técnicos de sonidos estamos en el convenio del metal. Las ayudas a la cultura son para directores de cine y tramoyistas, y las de la música, para los artistas. No existe un convenio audiovisual que nos acoja».

    Sin lo más básico,.

     Técnicos trasladan un foco durante el montaje de un festival.

    Técnicos trasladan un foco durante el montaje de un festival. Borja Agudo

    En las altas instancias, el presidente de la Federación de la Música de España, ESmusica, el paraguas que aglutina a nueve asociaciones del sector y a 111.000 autores, editoriales, sellos, promotores, managers, artistas y salas de conciertos, no esconde el bulto. «Desde el punto de vista normativo y de estatus institucional estábamos en precario. Carecíamos hasta de lo más básico, que es una legislación que permitiera el acogimiento en caso de crisis. Por eso, el 37% de los artistas y prácticamente la totalidad del resto de actividades gremiales, que se encuentran en un limbo profesional, se han quedado sin más ayudas que la del Ingreso Mínimo Vital», admite Joaquín Martínez Silva.

    Nacida en diciembre con el objetivo de convertir la música en un sector industrial regulado, reglado y profesional a través de un plan estratégico de tres años, el virus ha hecho trizas la hoja de ruta que se había marcado la federación. Ahora lo inaplazable es rescatar al sector del silencio y de la ruina de su plantilla fantasma.

    Thank you for watching

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