viernes, 6 de diciembre de 2013

Los alumnos españoles faltan a clase el doble que la media de la OCDE,./ LA PRIMERA VEZ QUE ME VI EN UNA REVISTA DEL CORAZÓN ME LLEVE UN DISGUSTO,

  1. Entre los déficit del sistema educativo español, además del abandono escolar, el bajo rendimiento académico y la pérdida de...

    Los alumnos españoles faltan a clase el doble que la media de la OCDE

    • El 28% reconoce ausentarse de manera injustificada al menos uno o dos días, mientras que un 34% son impuntuales
    • El absentismo es mayor en los estudiantes procedentes de un entorno socio-económico desfavorable
    Aspecto del interior de un aula del Colegio Antonio García Quintana de Valladolid.. EFE

    -foto,.Aspecto del interior de un aula del Colegio Antonio García Quintana de Valladolid.. EFE
    Entre los déficit del sistema educativo español, además del abandono escolar, el bajo rendimiento académico y la pérdida de equidad, hay que sumar el absentismo escolar. Y es que 28% de los alumnos españoles reconocieron haber faltado algún día a clase de manera injustificada, lo que supone casi el doble que la media de la OCDE (15%). Los datos están recogidos en el reciente informe PISA 2012, donde se atribuye estos resultados al "desinterés" del alumno hacia el estudio y se advierte de que también tienen consecuencias académicas. "Repercuten negativamente en sus compañeros, ya que perjudican el clima general de la clase y su ritmo de aprendizaje", asegura el prestigioso informe internacional.

    En concreto, un 24% de los alumnos españoles confesaron haber faltado a clase uno o dos días sin ninguna justificación, frente al 12% de media en la OCDE; el 3% lo hizo tres o cuatro días (2% OCDE); y un 1% más de cinco días (1%OCDE). Por contra, este problema está casi erradicado en Japón, Corea del Sur e Islandia, donde el porcentaje es inferior al 2%. Precisamente estos países ocupan los puestos cabeceros en PISA. Por contra, países como Turquía e Italia tienen una problema de mayor envergadura ya que casi la mitad de sus alumnos dijeron haberse ausentado sin motivo al menos un día de clase.

    Una de las características de este absentismo tiene que ver con la clase social. Aquellos estudiantes que proceden de un entorno más desfavorecido acuden menos a clase que los jóvenes en una situación más ventajosa. En el conjunto de la OCDE la distancia entre ambos es de seis puntos. Esta diferencia se agrava en el caso de España hasta los 18 puntos. Así, los alumnos de entorno más empobrecidos alcanzan el 37% de absentismo frente al 19% de aquellos que disfrutan de mayores recursos. De esta forma se pone de manifiesto, una vez más, el preocupante retroceso en la equidad que constató el informe PISA.

    Pero los alumnos españoles de 15 años no solo faltan bastante a clase sino que tampoco son muy puntuales. El 34% de ellos confesó haber llegado alguna vez tarde al centro en las últimas dos semanas, lo que supone casi calcar la media de la OCDE (35%). En concreto el 24% de los estudiantes reconoció haberle pasado una o dos veces, el 6% tres o cuatro y un 4% más de cinco. Estos resultados suponen una mejora de cinco puntos en comparación con PISA 2003 -el mismo centrado en las matemáticas-. En cualquier caso, España no es ni mucho menos el país más impuntual de los analizados. La mitad de los alumnos portugueses, israelíes y, sorprendentemente, los suecos reconocieron haber llegado tarde al menos una vez en los últimos 15 días.

    GEOGRAFÍA Y TRANSPORTE

    El propio estudio achaca estos problemas de impuntualidad a las condiciones geográficas de los países así como a la disponibilidad de infraestructuras de transporte. El estudio muestra que en la puntualidad también influye el nivel socio-económico del alumno. De esta forma, el 31% de los estudiantes procedentes de entornos más favorables llega tarde a clase frente al 39% de aquellos en situación menos favorecida.

    La falta de puntualidad no es una cuestión baladí y tiene sus consecuencias en el rendimiento académico. Según el informe PISA cuanto mayor es el número de retrasos, menor puntuación obtienen en promedio los alumnos. Esta tendencia se observa tanto en España como en la OCDE. Así, los estudiantes españoles que no llegaron tarde nunca lograron una puntuación de 495 puntos, frente a los 472 de aquellos que se retrasaron una o dos veces, los 466 que lo hicieron tres o cuatro y los 448 puntos de quienes fueron impuntuales cinco o más veces.

     
     TÍTULO; LA PRIMERA VEZ QUE ME VI EN UNA REVISTA DEL CORAZÓN ME LLEVE UN DISGUSTO,.



    La comedia española del año tiene en casi todos sus planos a una payasa, que hasta ahora no había tenido la oportunidad de hacer reír.
    La comedia española del año tiene en casi todos sus planos a una 'payasa', que hasta ahora no había tenido la oportunidad de hacer reír. '3 bodas de más' planta a Inma Cuesta unas gafas de empollona y la somete a la dura prueba de acudir a las bodas de tres exnovios a cada cual más delirante. Quizás el 'remake' en Estados Unidos acabe protagonizándolo Sandra Bullock, pero el original español consagra a la popular Margarita de 'Águila roja', enfrentada a una legión de secundarios con gracia -de Paco León a Berto Romero- en una cinta que enlaza el cine de Berlanga con el nuevo humor americano de los hermanos Farrelly o Judd Apatow. La tercera película de Javier Ruiz Caldera tras 'Spanish Movie' y 'Promoción Fantasma' llega hoy a los cines.
    -¿Siente esa presión que se supone experimentan las treinteañeras por casarse?
    -Yo no. Y eso que soy de un pueblo pequeñito. Quizás esa presión es algo que se crea uno mismo. Ya hemos evolucionado un poco. En mi grupo de amigos no todos están casados ni mucho menos. En todo caso la presión sería por tener niños, y eso ya es peligroso. Sin casarse, eso sí.
    -¿Qué es lo más extraño que le ha pasado en una boda?
    -Se casó una amiga cuando yo ya salía en 'Águila Roja'. La mujer que oficiaba la ceremonia me reconoció: 'Tú eres Inma Cuesta, ¿no? A mi madre le encantas -siempre gusto a las madres, no sé por qué-. Te veo en la tele, tan guapa, y ahora... Es que no tienes ni tetas'. Yo le respondí que si quería tocármelas. Me vio sin corsé y debió perderse. Acabamos en el baño con mis amigas tirándole jaboncitos.
    -Usted se considera una payasa que hasta ahora no había tenido la oportunidad de demostrarlo.
    -Siempre he sido la graciosa del grupo, la que hacía más tonterías. Me río de mí misma y de todo. Mi hermano y yo somos bastantes guasones en casa. Pero enfrentarte a un personaje cómico con una carrera como la mía, con personajes tan diferentes, y en una comedia tan salvaje era un riesgo. Estaba deseosa de afrontarlo y feliz del resultado.
    -¿Existe un temor a no hacer gracia?
    -Evidentemente. Sobre todo cuando estás rodeada de Rossy de Palma, Paco León, Berto Romero... Expertos en el humor. Yo he intentado hacer mi personaje con veracidad y honestidad, como si fuera un drama. Para Ruth no es una comedia lo que le ocurre precisamente... No he intentado hacerme la graciosa. Si actúas de verdad, es cuando resulta divertido.
    -¿Qué ha aprendido de esos cómicos?
    -Más que aprendido he disfrutado de su capacidad de hacer reír. Berto Romero ha sido una sorpresa, estoy enamorada de él. Tiene un talento brutal, rápido, ágil. Me encanta el humor inteligente. No intenta hacerse el gracioso, lo es. Y Rossy de Palma, Paco León... He librado un pulso con ellos.
    -'3 bodas de más' tiene gags con atropellos, fluidos varios, discapacitados... ¿Es otro tópico que a las chicas no les gusta el humor bestia?
    -Yo es que soy un poco especialita. Un amigo siempre se ríe de mis brutalidades: 'Te veo tan mona y sin embargo no te importa hacer tonterías'. Quizá las chicas en general tienden a mantener el tipo, pero yo no soy de esas. A algunas mujeres no les harán mucha gracia los gags bestias de la película. En la vida estamos constreñidos por lo políticamente correcto. '3 bodas de más' lo pone a prueba, aunque algunos se queden consternados. Hace falta reírnos y no tomarnos tanto en serio.
    -¿Y cómo ven en Arquillos (Jaén) a la hija del tapicero?
    -Con mucho orgullo. Cada vez que voy me enseñan las revistas donde salgo y han visto todo lo mío en la tele. Es un pueblo muy pequeño, una gran familia donde nos conocemos todos. Mis padres son una familia muy normal, no van por la vida de padres de la artista. Cuando empezó 'Águila roja' me daba muchísimo pudor, cuando volvía no quería ni salir por la calle. Ahora se ha normalizado y vienen niños a casa a llevarme una flor o algún regalito. 'El hijo de no sé quién, que te quiere conocer...'. Es bonito.
    -¿Fue dura la llegada a Madrid, cuando estuvo trabajando en una tienda de Cortefiel antes de protagonizar el musical 'Hoy no me puedo levantar'?
    -Confieso que no he tenido ninguna etapa dura. Llegué a Madrid con una beca. Seguí formándome, cuando se acabó la beca me puse a trabajar y al año ya estaba en la Gran Vía haciendo 'No me puedo levantar', de protagonista y con Nacho Cano. Un lleno diario de 1.200 personas. El único momento delicado fue dejar el musical, porque consideré que esa etapa había acabado. Desde entonces solo he parado un mes. Ha sido una carrera constante y de progresión continua. Madrid me ha acogido muy bien, he formado una familia de cada película y cada obra. Me siento muy arropada.
    -¿Es verdad que no ha vuelto a pisar la tienda donde trabajó?
    -Sí, pero porque no voy por esa zona. Cada vez que paso por un Cortefiel digo, mira, aquí trabajaba yo. No es algo de lo que me avergüence en absoluto. Me encantaba doblar pantalones de pinzas y camisas, me relajaba. Me encanta ordenar la ropa.
    -¿Se puede pasear por la calle saliendo en 'Águila roja'?
    -Depende del día que te pille. La gente en general es muy cariñosa, aunque a veces me incomoda que saquen el móvil para hacerte una foto sin ni siquiera pedirte permiso. O te gritan '¡Margaritaaa!'. La mala educación. Una vez iba en el tren medio dormida y la chica de enfrente tuiteó mi foto. Me siento invadida.
    -¿Qué tiene que pasar para que un actor abandone una serie de éxito?
    -Imagino que notar que has dejado de aprender, sentirte encerrado. Considerar que a largo plazo te perjudica porque te pueden encasillar. Cuando ves a un actor por televisión durante mucho tiempo haciendo lo mismo, sale en una película y sigues asociándolo al personaje anterior. Yo tengo mucha suerte en 'Águila Roja', a pesar de ser una serie de tanto éxito es muy coral y hago un personaje de época. No es una serie que perjudique a los actores, más bien lo contrario.
    -¿Le gusta verse en las revistas del corazón?
    -Gracias a Dios no me pasa a menudo, sobre todo porque yo no doy pie a ello. A pesar de la popularidad que me pueda dar la serie no soy un personaje que les interese. No voy a estrenos, no voy a fiestas de moda... La primera vez que me vi en una revista de esas me llevé un disgusto. Después he intentado quitarle importancia. Me respetan bastante. Si ocurre de manera más asidua intentaré protegerme, porque soy muy guardiana de mi intimidad. Por desgracia, forma parte del juego,.

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