Tom Wolfe (Richmond, 1931), escritor, padre del nuevo
periodismo, caballero y sarcástico cronista de EE UU, visita España por
primera vez y pinta un incierto futuro para la profesión que ama.
Comparece ante la prensa mientras el mundo despide a Nelson Mandela. «Es
un símbolo que va más allá de la libertad de Sudáfrica, un icono de los
cambios que vive el mundo», afirma. «Por primera vez la sociedad está
liderada por quienes hace años ni hubiéramos imaginado», señala. Ahí
están Barack Obama, primer presidente negro de su país, o el recién
escogido alcalde de Nueva York, que como recuerda Wolfe, es blanco,
casado con una mujer negra que reconoció ser lesbiana en el pasado y con
dos hijos de estética 'afro'. «Es perfecto; el mundo está cambiando y
también os pasará a vosotros», advierte a los europeos, a quienes
considera -sobre todo a las monarquías parlamentarias como la española o
la británica- sociedades que no han superado el sistema de clases y que
«nunca han votado a alguien que va contra el grupo dominante».
Vestido de blanco impoluto, como siempre, con su aire
aristocrático y su acerado sentido del humor, juega con la prensa, a la
que devuelve preguntas y augura un difícil futuro. Desde su experiencia
como relator en primera persona de acontecimientos clave del siglo XX
como la revolución cubana, Wolfe pone a la ciudad de Miami como ejemplo
de los cambios que vienen, y que Europa se encontrará de bruces.
Es la única urbe de América, y quizá del mundo, según
Wolfe, donde una población llegada de otro país, con otra cultura y otra
lengua, se ha adueñado del territorio en solo una generación. Y lo
demuestra en las urnas y ejerciendo el poder. Los cubanos de Miami ya no
son solo los Tony Montana que retrata Brian de Palma en 'El precio del
poder'. Ahora pisan moqueta, como el alcalde Tomás Regalado, nacido en
La Habana. Esta urbe en la que impera el poder latino es el escenario de
su última novela, 'Bloody Miami' (Anagrama). Narra la historia de Ed
Topping, periodista enviado a reconvertir el 'Miami Herald' en un
periódico digital, sin edición en papel, y lanzar 'El Nuevo Herald' para
el público latino. Se topará con John Smith, joven periodista que
persigue la exclusiva de su vida, y Néstor Camacho, joven policía nacido
en Miami, y que protagonizará la exclusiva de John.
Periodismo clásico, corrupción, mafia y escándalos
políticos arman la novela, fiel al mordaz y despiadado estilo Wolfe, que
traza su retrato de Miami y de la inmigración cubana. La primera visita
del maestro Wolfe a España dio para mucho. En casi hora y media ante
los medios exhibió un humor fino, desgranó anécdotas y habló de la salud
del periodismo, cuyo futuro será una sorpresa, que juzga más oscura que
esperanzadora. También de sus dudas sobre la Unión Europea, de su
particular visión de la vida y de Thomas Jefferson, tercer presidente de
EE UU. El escritor, que de joven fue jugador de béisbol y apoyó a
George W. Bush, divide el mundo «entre los que mandan en el patio y los
que pringan». Y los periodistas están, a su juicio, en el sector de los
pringados. Su teoría sobre las diferencias entre hombres y mujeres
también es singular. «Los hombres se preocupan de muchas cosas. Nunca
hablan, por ejemplo, con un desconocido en el baño. Las mujeres en
cambio son todo lo contrario», afirma el siempre provocador Wolfe
avanzando que su próxima novela se titulará 'El reino del habla' y
abordará la teoría de la evolución.
TÍTULO; EL OBJETO Y YO, JOSE FERNANDO YA ERA DIFICIL DE PEQUEÑO,.
EL OBJETO Y YO,-foto
- El día que -foto,-José Fernando Ortega ponga un pie en la calle irá directamente a un centro de rehabilitación. Ni siquiera pisará su casa para ...
El día que José Fernando Ortega ponga un pie en la calle
irá directamente a un centro de rehabilitación. Ni siquiera pisará su
casa para comprobar las comodidades del hogar. «La idea es que vaya a un
centro para que deje los estupefacientes, lo miren y lo puedan tratar
psicológicamente», desveló ayer José Ortega Cano, quien un mes después
de la detención de su hijo por robo y agresión en un club de alterne ya
lo ha visitado entre rejas en la cárcel sevillana.
Josefer, que cumplió 20 años el pasado junio, ya es un
viejo conocido en lo que a tratamientos psicológicos se refiere. Su
padre ha revelado ahora en televisión que de pequeño tenía cambios de
personalidad repentinos. De hecho, él y Rocío Jurado lo llevaron de niño
a la clínica López Ibor y a varios psicólogos más. «No le sacaban
ningún estado anormal pero sí lo tiene. Procuraremos que este centro
sirva para esto», ha recalcado ahora el diestro, quien ya veía venir que
su hijo se metería tarde o temprano en líos. «El camino que llevaba era
muy malo», en especial por las malas compañías de las que se ha rodeado
desde que cumpliese los 18 años.
Pero parece que José Fernando ha escarmentado. Ya le ha
pedido perdón a su padre... y él dice que ha sido sincero. «Me ha dicho
que nunca más se va a repetir esto, que ha sido todo producto de las
copas... No tengo más remedio que confiar un poco en él. Tengo que estar
con él mientras esté dispuesto a cambiar». ¿Será esta vez la
definitiva?
foto, los zapatos,.GENTE
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