Risas y lágrimas con Yolanda Ramos y Josema Yuste, en 'Chester Smile,.
La risa
es una vía de escape para superar las batallas cotidianas, un arma para
relativizar las adversidades. Pero, ¿es lícito reírse de cualquier
situación? Casos de tuiteros o humoristas que han tenido que pisar los
juzgados han puesto en el punto de mira el debate sobre los límites del
humor. La actriz Yolanda Ramos y el humorista Josema Yuste charlarán
este domingo, 10 de febrero por la Cuatro , en ‘Chester Smile’, sobre el humor y sus posibles aristas y sobre las luces y sombras de su profesión.
Conocida sobre todo por su trabajo como actriz y presentadora en televisión, Yolanda Ramos trabajaba como vedette en Barcelona cuando José Corbacho le dio su primera oportunidad en televisión. “Yo
ya lo sospechaba. Muchas veces cuando me sentía muy desgraciada,
pensaba: ‘Va, tía, tira, que de esto podrás hacer cine o algo”. De ahí, una carrera meteórica que le ha llevado a trabajar con los más grandes y a las puertas de un Goya. “Aprendí
más de Corbacho que de Almodóvar. Pedro, una persona de su estatus, me
hizo sentir muy vulnerable. Tío, que te disfrazabas de mujer en la
Movida. Si tú fuiste artista, nosotros también, y si tú fuiste
vulnerable, nosotros también”.( foto ),.
Y es que si algo está claro de los artistas es que tras el maquillaje, se esconde un mundo de inseguridades. “Hazte
a la idea de que cuando busco en internet críticas, en vez de ir así a
lo loco, pongo ‘Yolanda Ramos, la mejor actriz de España”, asegura entre risas la actriz.
Josema Yuste: “En Pedro Sánchez no encuentro sentido del humor”
Josema
se coló en las pantallas de millones de telespectadores siendo ‘la
mitad’ de Martes y 13, el dúo cómico que formaba con Millán Salcedo.
Como pasa con todo, el tiempo ha hecho mella en su humor y en su manera
de entenderlo. Tanto el propio, con el controvertido gag de la mujer
maltratada (“No volvería a hacerlo ese sketch. Era una cosa de
humor absurdo. Lo sacas de contexto, lo traes aquí hoy y, claro, es
acojonante. Ni se me ocurriría hacerlo”) como el ajeno, con su polémica con el humorista Dani Mateo:
“La reacción fue exagerada, pero creo que, en cierta medida, me ofendió
un poquito. Hay muchos millones de españoles que se han ido a emigrar a
Alemania a trabajar, a luchar, a sacar a su familia adelante; a traer
el sueldo aquí cuando podían venir a traer el sueldo, que las han pasado
putas y canutas, y para ellos esa bandera significa seguramente más que
para mí. Mucho más. Entonces yo sólo por eso no lo hubiera hecho”.
Y puestos a hablar de humor, no puede faltar una mención a los políticos.
“Yo creo que sí tienen sentido del humor. Pablo Iglesias es un tío que
tiene sentido del humor. Rajoy tenía sentido del humor. En Sánchez no se
lo encuentro, por ejemplo”.
TITULO: Ángel Expósito - En la frontera entre Venezuela y Colombia,.
Ángel Expósito - En la frontera entre Venezuela y Colombia,.
Venezuela huye del hambre,.
fotos - Ángel Expósito te cuenta las historias de miles de
personas que cruzan cada día el puente Simón Bolívar huyendo de
Venezuela a Colombia,.
Una pareja joven, veintitantos años, llega junto a su niño, casi casi
recién nacido, al mercado de Cúcuta. Se quedan pegados mirando
fijamente a la vitrina de uno de los puestos. Y rompen a llorar.Llevan meses, casi un año sin ver una pastilla de jabón. Un bote de desodorante. Un frasco de colonia. Acaban de cruzar el Puente de Simón Bolívar, que se ha convertido en uno de los lugares más transitados del mundo.
En la frontera entre Venezuela y Colombia, los gritos de un niño se mezclan con ritmos de salsa y merengue. El sol y las nubes se alternan en el cielo, pero hace calor, bastante calor, la humedad se te pega a la piel, y cuesta distinguir la ropa del sudor. Un mercado caótico domina la escena. A la venta, productos de todo tipo y color: patatas negras, zapatos usados, cortes de pelo, pañales, papel higiénico, cebollas, motocicletas…Un camino que recorren, cada día miles de venezolanos en éxodo, huyendo de la ruina que arrasa su país. La pobreza ataca a todos los grupos sociales, como explica Expósito: ”mujeres famélicas que cruzan, entremezcladas con otras absolutamente operadas. Un contraste imposible.”
“Llegan aquí, ven la vitrina y se ponen a llorar. Llevan años sin ver un jabón o un desodorante”.
Pero la mayoría de los que atraviesan el puente lo hacen para no volver. Al menos a corto plazo. La primera mujer con la que hablamos carga apenas un par de bolsas. Un poco de ropa y nada más. Viaja a Perú, al encuentro de su esposo. Las lágrimas desbordan su rostro mientras habla con Expósito. "En Venezuela no hay alimentos. No aguanté más. Todo lo que tengo lo llevo en una maleta".
Naile Marcano viaja a Chile. Allí vive parte de su familia. Reconoce que tuvo suerte. Decidió sacarse el pasaporte antes de que comenzara la crisis migratoria. Gracias a ello, podrá viajar por el continente. Angy cruza junto a su niña, Nicole, de 7 años. Busca un trabajo en Cúcuta. En Venezuela los sueldos no dan para comprar productos básicos. El dinero no vale nada.
“En Venezuela, para comprar harina hay que hacer una cola de tres horas”.
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