La hora de los Fósforos - La Cope - CARLOS HERRERA - El Ayuntamiento de Don Benito y Aquanex apuestan por el agua de grifo . / RADIO - TELEVISION -El exconcejal Ángel Luis Valadés será el candidato del PP en Don Benito,./ EL TRANVÍA DEL TIEMPO - Ensaladilla nacional y filetes españoles,.

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La hora de los Fósforos - La Cope - CARLOS HERRERA - El Ayuntamiento de Don Benito y Aquanex apuestan por el agua de grifo    . , fotos,.

El Ayuntamiento de Don Benito y Aquanex apuestan por el agua de grifo,.

El Ayuntamiento de Don Benito y Aquanex presentaron el viernes el Plan Don Benito 2020, una estrategia de innovación y sostenibilidad que sirve como base de la gestión integral del agua que Aquanex realiza en Don Benito.
Con este proyecto sellan su apuesta por una gestión innovadora, digital, social y sostenible para contribuir al bienestar de todos los dombenitenses y responder a los grandes retos y desafíos medioambientales.
En la rueda de prensa de esta acción estuvieron el alcalde, José Luis Quintana, y el director general de Aquanex en Badajoz, José Luis Billón. Ambos destacaron la campaña 'El Agua, mejor del grifo', que se está desarrollando en los centros educativos de la ciudad. Se trata de un concurso de dibujo para diseñar el logo de la campaña que irá impreso en las botellas de cristal que se repartirán a pie de calle el Día Mundial del Agua. Su objetivo es sensibilizar a los más pequeños en los beneficios medioambientales y de salud que tiene el consumo del agua del grifo, a la vez que aprenden a hacer un uso responsable de los recursos hídricos de los que disponen.
El plan, que echó a andar en 2018 y tiene como horizonte 2020, contempla todas las acciones de Desarrollo Sostenible. Consta de 94 acciones y su inversión alcanza los 140.450 euros.

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El exconcejal Ángel Luis Valadés será el candidato del PP en Don Benito,.

Ángel Luis Valadés (i.) en su etapa como concejal.

El futuro próximo del Partido Popular en Don Benito empieza a despejarse tras darse a conocer, de manera oficiosa, que Ángel Luis Valadés será su candidato para los próximos comicios municipales del mes de mayo. El que fuera concejal de Deportes, Festejos y Limpieza durante varias legislaturas en el gobierno del popular Mariano Gallego será ahora cabeza de lista de los populares dombenitenses. Además, en su última etapa como edil también asumió la concejalía de Empleo y Desarrollo Local.
Su experiencia ha sido clave para su elección por parte del comité regional del Partido Popular en Extremadura tras analizar el escenario del partido a nivel local tras el anuncio de que María José Valadés no repetiría como número uno en las listas de Don Benito por motivos personales.
Será por tanto la baza del PP de Don Benito para intentar recuperar el gobierno del Ayuntamiento de Don Benito tras la victoria hace cuatro años del socialista José Luis Quintana, que también repite este año como secretario general del PSOE en Don Benito. Un 2019 en el que además se prevé que ambos partidos tengan que medirse a las nuevas fuerzas políticas emergentes de cara a las municipales.
Aunque aún no se ha hecho oficial por parte del partido, el propio candidato ha confirmado este extremo y avanza que la próxima semana se reunirá con los miembros de la junta local del PP en la localidad dombenitense para una primera toma de contacto. Si bien, Valadés no se ha desvinculado en los últimos años del partido, pero no aparecía en la primera línea de la política local.

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Ensaladilla nacional y filetes españoles,.

Antiguo colegio menor Luisa de Carvajal en San Jorge.

Hace 40 años, algunas alumnas universitarias cacereñas tenían que llevar uniforme,.

El lugar donde trabajo fue primero convento jesuita, pero a los pocos años expulsaron a los jesuitas. Fue después universidad, pero cambió el régimen y no acabó ninguna promoción. Volvió a ser universidad, pero se agotó el presupuesto y tampoco se graduó ninguna promoción. También fue hospital, cuartel, instituto, colegio menor de la Sección Femenina... Y entonces llegó mi mujer y vivió allí interna durante el año de COU.
Aquel colegio menor Luisa de Carvajal pertenecía a la Falange y las chicas debían vestir siempre una falda gris marengo, una camisa blanca y una rebeca, unos calcetines y un chaleco azul marino. Aquellas muchachas estudiaban COU, Magisterio o en el Colegio Universitario. Como iban siempre con el mismo uniforme, un compañero del colegio San Antonio le preguntó a mi mujer que si solo tenía aquella ropa. Ella respondió que no, pero no dio más explicaciones. En realidad, no le importaba llevar uniforme pues ya le costaba pensar qué ponerse y el uniforme le evitaba ese quebradero de cabeza matinal.
Pero sus compañeras estaban hartas y salían del colegio menor con unos pantalones remangados bajo la falda. En cuanto daban la vuelta a la esquina, se escondían en un rincón, bajaban los pantalones, se quitaban la falda y así iban a clase sin uniformidad.
Mi mujer enfermó, tenía pus en la garganta y le curaban las anginas con agua oxigenada hasta que, tras una semana convaleciente, la llevaron al médico, que montó en cólera por aquel extraño tratamiento y le recetó antibióticos. La directora del colegio, para compensar, le permitió ir a clase con pantalones para que no cogiera frío y esa condescendencia fue la señal para que arreciaran las presiones hasta que una singular revuelta de los uniformes acabó con un permiso general para que las universitarias pudieran ir a clase con la ropa que quisieran.
Aquello sucedía en 1972 y hoy trabajo en la sala donde mi mujer pasó una semana convaleciente curándose las anginas con gárgaras de agua oxigenada. Ese año, la dirección del colegio menor Luisa de Carvajal cedió en la cuestión de los uniformes, pero no por eso abdicó del espíritu falangista, así que cada 20 de noviembre salían al patio y asistían a una misa de campaña en memoria de José Antonio Primo de Rivera.
Cuando mi mujer contó en casa la anécdota del muchacho que le preguntó si solo tenía aquella ropa, mi suegra recordó el día que su novio y futuro marido fue a verla desde Alcuéscar a Aldea del Cano por primera vez. Mi suegra estrenó medias para la ocasión y sucedió que unos muchachos tiraron unos petardos y se las quemaron, dejando a mi suegra avergonzada, pero provocando un bando muy célebre por el que se prohibían los petardos en Aldea del Cano. Por culpa de mi suegra se prohibieron los petardos en Aldea y por influencia de mi mujer se permitieron los pantalones en el colegio menor.
Debajo de mi lugar de trabajo, está la Filmoteca de Extremadura, en cuyo pasillo había mesas de ping pong y en cuya sala de proyecciones estaba el comedor. En él, sucedió otra anécdota muy celebrada. En el Luisa de Carvajal, cada semana le tocaba servir la mesa de los mandos a una alumna interna. Nótese que entonces se decía mandos, no dirección ni equipo directivo. Una de las veces que le tocó a mi mujer servir a los mandos, le quitó la peluca a la directora con el cucharón de la ensaladilla. Ella dice que fue sin querer. La directora se recolocó el 'pelo' y no hubo más. Aquella ensaladilla era rusa, al igual que los filetes de carne picada. En ese sentido, los mandos cacereños no eran tan dogmáticos como los de mi colegio mayor salmantino, que, incluso después de morir Franco, tenían desterrado el gentilicio ruso del menú y comíamos 'ensaladilla nacional' y 'filetes españoles'.
Estas anécdotas resultan hoy muy curiosas, pero no se rían muy alto no vaya a ser que regrese la España de mandos, misas, uniformes y platos nacionales y se vaya todo a hacer gárgaras... con agua oxigenada.