TITULO: EL PERRO ROSQUILLÓN,.
(foto - Pastor Aleman ) Cuéllar, un niño que llega al colegio religioso Champagnat, situado en
el exclusivo barrio limeño de Miraflores, debe integrarse en el grupo de
la sociedad miraflorina. En un principio, destaca por su aplicación
académica y deportiva con lo que se granjea la amistad, el respeto y el
reconocimiento del resto de los alumnos, entrando a formar parte de un
grupo de cuatro chicos (Lalo, Chingolo, Mañuco y Choto). Pronto, Judas,
el perro del colegio lo ataca tras un entrenamiento de fútbol, lo que
provoca la castración del muchacho. A partir de ahí, todo cambia: la
actitud de sus padres hacia él, de los profesores y de los compañeros,
que le imponen el apodo “Pichulita”. Cuéllar intenta demostrar su
virilidad a través de los deportes y de actitudes machistas.
Paulatinamente, el protagonista asume una castración irreversible,
separándose del grupo y reaccionando con manifestaciones violentas e
impropias, que termina con un desgraciado final. El resto del grupo
cumple con las normas sociales; los amigos se casan, se acomodan en una
vida burguesa y tienen hijos que iniciarán de nuevo el ciclo vital
dentro de la clase alta limeña.
Es el eje temático del es sometido el protagonista que sufre el ataque
sistemático del grupo que irá destruyéndolo. El colegio crea un ambiente
y una mentalidad que se proyecta en el mundo exterior, en la ciudad,
marcando las pautas del comportamiento.
Mordido por el perro Judas, su virilidad quedará destruida, arrastrando
hasta el final de la historia su condición de castrado. El nombre del
perro está cargado de simbolismo y se vincula a una larga tradición
literaria de diversos significados, cuyo origen se encuentra en la Biblia. Judas es el promotor de la desgracia del protagonista que es sacrificado como Jesús.
Judas es el traidor de Jesús. La figura del danés con sus rasgos
característicos (los ladridos, el encierro en la jaula) también se
parece al mítico «guardián del Hades». «La salida de Judas de la jaula y su agresión alegorizan la liberación del instinto animal que posee el hombre».1
No es un hecho casual que, después del accidente, el perro desaparezca y
su lugar lo ocupen una pareja de «conejitos blancos». El color blanco
simboliza la indeseada virginidad que el futuro aguarda a Cuéllar.
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