Javier
Calvo y Javier Ambrossi estrenan la tercera temporada de 'Paquita
Salas', donde lanzan una ácida reflexión sobre la industria audiovisual y
sobre empezar de nuevo,.
foto / Hay un momento en el primer capítulo de la nueva temporada de
'Paquita Salas'
que resulta desternillante. En plena crisis, Macarena García abandona
la ceremonia de los Goya tras haber cortado con su novio el rockero
-quien quiera entender, que entienda-. Paquita, tan fantasticamente
interpretada por
Brays Efe
como siempre, le pide que no abandone la celebración, que le van a dar
el Goya por 'La llamada'. Pero la actriz cree que se lo darán a Ariadna
Gil. «¿Cómo se lo van a dar a Ariadna? Ni que estuviéramos en 1998», le
contesta Paquita a voz en grito. Así de ácida y mordad regresa la
tercera temporada de una ficción que ya se ha consolidado en Netflix.
Detrás de ella se encuentran
Javier Calvo y
Javier Ambrossi,
los Javis. Pareja sentimental y tándem creativo, que en solo seis años,
no sin mucho esfuerzo detrás, han alcanzado el estatus de estrellas. La
charla de apenas nueve minutos se antoja corta.
-Han
pasado solo seis años desde que 'La llamada' llegó al teatro y cuatro
desde que comenzó 'Paquita Salas'. ¿Cuando echáis la vista atrás, no
sentís algo de vértigo?
-Javier Calvo:
Me encanta que digas «solo» porque para mí estos seis años han sido
seis vidas. Han sido unos años tan intensos que siento que he perdido
años de vida con el trabajo (ríe).
-Javier Ambrossi:
Claro es que, por ejemplo, en lo que se refiere a 'Paquita Salas' nunca
nos hemos separado del proyecto. En el lapso de la primera a la segunda
temporada estuvimos trabajando en el paso a Netflix y hemos estado tan
dentro del proyecto que es como cuando estás mucho con tu pareja. A lo
mejor alguien que no le ha visto en mucho tiempo dice: «¡Cómo estás de
cambiado!», pero tú, que le has visto todo el tiempo, lo ves igual y no
notas tanto la diferencia.
-Javier Calvo: Es que
si lo piensas, sólo hemos hecho 'La llamada' en teatro, 'La llamada' en
cine, las tres Paquitas y 'Operación triunfo'. Son solo tres proyectos,
pero que han evolucionado mucho.
-Pero vosotros, si habréis notado que vuestra vida a cambiado.
-Javier Ambrossi:
Sinceramente, no me doy cuenta. Siento que soy un privilegiado, que no
tengo que estar poniendo copas en el bar en el que trabajaba o que no me
tengo que acostar a las 3 de la mañana viniendo de presentar un
karaoke. O llego a la oficina que tenemos de nuestra productora y digo:
«Joder, qué bonita. ¿De quién será?» (ríe). Veo cosas que van mejorando
pero yo me noto exactamente igual. Veo el mismo volumen de trabajo.
-Javier Calvo:
Yo he aprendido a relativizar lo que es el éxito porque yo ya hice
'Física o química' con 15 años. Ya tuve un 'boom', luego no me conocía
nadie, después estuve unos años sin trabajar y finalmente llegó 'La
llamada'. Así que he entendido que estas cosas hay que tomárselas con la
justa seriedad. Hay que disfrutar y surfear cada ola.
-Después del 'boom' que supuso 'OT' para vuestra popularidad. ¿Fue muy difícil sentarse a escribir otra vez?
-Javier Calvo:
Es que en realidad nunca paramos. Mientras estábamos en el concurso,
escribimos la segunda temporada y la tercera ya si la hicimos después.
Acabaremos en un psiquiátrico, pero todavía no (ríe).
-Hablemos
de 'Paquita Salas'. La tercera temporada comienza con ella reabriendo
la agencia, pero esta vez en su casa. ¿De dónde surgió la idea?
-Javier Ambrossi:
Pues mira a mí me impactó mucho un mensaje que recibí de un actor en
Instagram que me planteaba que era igual que Paquita Salas. Tenía como
50 años y llevaba 20 o 30 intentando salir adelante. No había hecho
absolutamente nada y no conseguía tener ni un casting ni una
oportunidad. Al ver la segunda temporada se había dado cuenta de que
quizá la culpa la tenía él y que a lo mejor tenía que replantearse
ciertas cosas: aprender, ser más flexible o incluso darse cuenta de que
aquel no era su destino. Eso era exactamente de lo que queríamos hablar
en la serie. ¿Dónde está el límite entre querer algo e hipotecar tu
felicidad para obtenerlo? Me rompió el corazón y pensé: «¿Y sí Paquita
esta equivocada o necesita encontrar algo y abrir un poco más la mente y
decir a lo mejor la culpa es mía y me tengo que poner más las pilas?».
-Es una situación dura.
-Javier Calvo:
Una queja de los actores suele ser: «Es que siempre cogen a los mismos y
por eso yo no trabajo». A lo mejor tienes que plantearte que tienes que
coger un camino nuevo, como nosotros, que éramos actores, o tomarte un
tiempo o ir a clase...
-Javier Ambrossi: Autoproducirte, buscar otras maneras...
-Javier Calvo: El valor que tiene la reinvención y la valentía está en que para reinvertarte tienes que aceptar tus errores.
-Javier Ambrossi:
Y eso es súper difícil porque eso supone que igual te has tirado 20 o
30 años haciendo lo mismo y reconocer que llevas tantos años haciendo
algo que hacías mal es muy fuerte. Y eso nos dio la chispa para decir:
«Paquita tiene que darse cuenta de que lo hace mal».
-Javier Calvo:
Y por eso Paquita es tan admirada porque es una mujer muy valiente y
que asume sus errores constantemente. Además, nos parecía que un gran
lugar para empezar de cero era su casa. Nos inspiramos un poco en Alicia
Florrick de 'The Good Wife'.
-Javier Ambrossi:
Esto ya se veía en la segunda temporada cuando ella dice: «Soy
exactamente igual que el Ecce Homo, una mujer a la que el tiempo ha
pintado por encima y ya no tiene sentido». Era una caricatura de sí
misma así que decide cerrar, asumir sus errores y empezar. Y de eso va
la temporada, de empezar.
-La serie mantiene el tono de
reflexión y crítica humorística a los vicios y maneras de la industria
audiovisual. ¿Habéis recibido algún tirón de orejas de otros colegas?
-Javier Calvo: De momento, no.
-Javier Ambrossi: Tampoco es que hayamos dicho nada que la gente no sepa.
-Javier Calvo:
Toda la reflexión es desde el cariño y la hacemos desde dentro, desde
nosotros mismos y desde lo que hemos vivido. También es verdad que en la
primera temporada ya dejamos claro que podíamos hacer chistes con
cualquier cosa porque hacíamos un chiste conmigo mismo. Sacábamos un DVD
con mi cara y Paquita decía: «Este chico jovencito nunca más, es el
problema de hacer de gay» (ríe). Si me he reído de mi mismo me puedo
reír de quien sea. Yo creo que la gente entiende que es desde el amor y
desde la admiración y la fascinación por la industria.
-En
el segundo capítulo de la nueva temporada tratáis de dar visibilidad a
un colectivo que apenas tiene presencia en la industria, los
transexuales. ¿Creéis que por fin los duros de mollera entenderán el
argumento?
-Javier Calvo: Yo creo que se
explica muy bien porque la reflexión no es que un personaje transexual
tenga que hacer de transexual. Se trata más bien de que hasta que los
actores y actrices transexuales no tengan acceso al resto de papeles,
por lo menos antes de llamar a una actriz como Lidia San José y ponerle
un bigote para hacer de transexual masculino, el colectivo dice
«existimos y queremos tener presencia».
-Javier Ambrossi:
Hasta que una mujer transexual no sea la protagonista del 'Medico de
familia' de nuestra era o de un 'Madre de familia' y referente para
todos, tienen todo el derecho del mundo a exigir que al menos los
papeles de transexual los hagan ellos.
-Supongo que podemos esperar lo mismo de la serie que estáis preparando de La Veneno.
-Javier Calvo:
El capítulo es una clara declaración de intenciones. Tiene que haber
una presencia transexual clara en la serie y entonces, a partir de ahí,
cuando haya cierta igualdad, podremos empezar a jugar con los papeles.
-Javier Ambrossi:
Nuestra idea es que la ficción sea un homenaje a la gente que ha estado
en la última fila y que se ha roto la cara para que los demás podamos
tener los derechos que tenemos hoy.
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