TITULO: Mi casa es la tuya - JUAN IGNACIO CIRAC | DIRECTOR DEL INSTITUTO MAX PLANCK DE ÓPTICA CUÁNTICA ,. , Viernes -25-Octubre,.
Mi casa es la tuya',.
Este viernes -25- Octubre a las 22.00, Telecinco emite una nueva entrega de 'Mi casa es la tuya', con Bertín Osborne charlando con JUAN IGNACIO CIRAC | DIRECTOR DEL INSTITUTO MAX PLANCK DE ÓPTICA CUÁNTICA ,.
JUAN IGNACIO CIRAC | DIRECTOR DEL INSTITUTO MAX PLANCK DE ÓPTICA CUÁNTICA,.
“Cuando el ordenador cuántico de Google mejore no habrá forma de ganarle”,.
El investigador español asegura que el hito logrado por la empresa de Silicon Valley abre nuevas puertas en la disciplina que eran difíciles de imaginar hasta ahora,.
Google anunció este miércoles un hito de la computación cuántica. Uno de sus prototipos ha logrado lo que se conoce como "supremacía cuántica":
hacer una operación en unos minutos que en un ordenador convencional
llevaría miles de años. IBM, que también desarrolla un ordenador
cuántico, ha puesto en duda el hallazgo y defiende que su mayor
supercomputador era capaz de replicar el experimento en 2,5 días. El
debate comercial ya está servido, pero hay pocas dudas en la comunidad
científica de que la computación cuántica vive días de gloria. foto - Juan
Ignacio Cirac (Manresa, 1965), director del Instituto Max Planck de
Óptica Cuántica y uno de los científicos españoles más reputados,
desgrana aquí el momento que vive su disciplina.
Pregunta. La computación cuántica ha salido de la cueva.
Respuesta. Sí, estamos viviendo unos momentos muy especiales. Los que llevamos 20 años trabajando en este campo estábamos esperando que empezasen a pasar este tipo de cosas interesantes, aunque es más bien desde hace dos o tres años cuando las empresas tecnológicas empezaron a mostrar su interés en construir ordenadores cuánticos, y luego los Gobiernos, cuando brotó mucho más interés. Dicho esto, hay entusiasmo, pero también mucha cautela. Estos resultados no indican que ya tengamos un ordenador cuántico.
P. Pero parece que no hay vuelta atrás. El ordenador de Google de 53 qubits funciona y es un hito.
R. Sí, es un hito. Puede discutirse si va muchísimo
más rápido o solo mucho más rápido que un superordenador convencional,
pero eso son detalles. Ha habido un cambio muy importante de prototipos,
que eran bastante imperfectos, a este prototipo que ya funciona
bastante mejor que los demás. Ha habido un salto que hace que se abran
nuevas puertas.
P. ¿Cuáles son los próximos pasos inmediatos, para el año que viene?
R. Tres cosas: poner algún qubit más, rebajar errores y empezar a buscar aplicaciones interesantes. Ya sabemos que si tuviéramos un ordenador cuántico muy grande y sin errores podríamos hacer muchas cosas. El problema es que estos prototipos que tenemos ahora no son grandes y todavía tienen errores. Pero eso no quiere decir que solo con algunas mejoras estos prototipos ya puedan ayudar a resolver cálculos interesantes mejor que ordenadores clásicos. Estas empresas –Microsoft, IBM, Google– ya están pensando en cómo ayudar a resolver estos problemas.
P. El investigador Scott Aaronson compara este hito no con la llegada a la Luna, que se logró y punto, sino con la erradicación del sarampión, donde los ordenadores convencionales mejoran un poco y remontan su desnivel con los cuánticos y hay una etapa de transición de dos pasos adelante y uno atrás.
R. Es algo así. Exacto. Pero hay otra analogía aún mejor, que ya habéis usado, que es la de los hermanos Wright y el primer vuelo comparado con los vuelos comerciales. Aquellos prototipos demostraron que se podía volar 100 metros, pero aquello todavía no servía para nada. Para llegar a los aviones comerciales faltaban muchísimos años. Igual ocurre con los ordenadores cuánticos. Pero ahora lo interesante es recorrer ese camino hacia los grandes ordenadores cuánticos y mientras lo hacemos mirar si estos pequeños primeros "vuelos cuánticos" ya ayudan a hacer alguna aplicación.
P. Hay una segunda comparación que propone Aaronson: la partida de ajedrez Kasparov contra Deep Blue. Primero ganó Kasparov, luego Deep Blue por poco, pero el mismo Kasparov admite que pocos años después ya habría perdido por paliza.
R. Esta es muy buena analogía con respecto a la supremacía cuántica. Ahora el ordenador cuántico de Google ha hecho algo que a un ordenador clásico le llevaría más tiempo, pero quizá existe aún un algoritmo más refinado para programar mejor el ordenador clásico y que ahora, en dos meses pues sí, gana al de Google. Pero cuando el ordenador cuántico empiece a añadir qubits y a eliminar errores, no habrá forma de ganarlo.
P. Los investigadores de Google destacan que su aportación es buena para la disciplina y que en el fondo es bueno que IBM responda como lo ha hecho, afinando sus procesos para obtener mejores resultados con un supercomputador.
R. Es muy buena noticia y no es la primera vez que
pasa. Ya ha habido veces en que científicos han dado con algoritmos para
resolver problemas con ordenadores cuánticos y que, al verlos, otros
científicos han comprobado que esas ideas podían usarse para algoritmos
en ordenadores clásicos. Esta carrera por tanto ya había disparado el
interés en el software. En el caso de IBM hay un detalle adicional: IBM
tiene su propio ordenador cuántico y están compitiendo, pero parece que
Google les ha sobrepasado. Y tratan de contrarrestarlo.
P. Es una batalla más comercial.
R. En la comunidad científica también se da. Cuando hay un progreso importante, hay varios grupos de científicos que lo están intentado hacer en el mundo. Cuando unos lo anuncian los otros tienen derecho a dudar de que hayan logrado realmente hacer lo que dicen. Tal vez no pasa a este nivel, que sale en todos los periódicos, pero ocurre.
P. Ha pasado con otras tecnologías, como los coches autónomos. Emergen de la cueva, la gente les presta mucha atención pero luego desaparecen hasta que están totalmente a punto para el despliegue. ¿Con la computación cuántica se dará igual este valle?
R. Eso va a ser así, porque para tener ordenadores cuánticos de verdad falta mucho tiempo de desarrollo tecnológico. Pero en esa época oscura, en ese valle de la muerte, también surgen nuevas ideas, nuevas direcciones que quizá tienen más aplicaciones que las ideas originales. Los científicos seguimos trabajando, y el hecho de que la industria esté volcada nos ayuda mucho.
P. El líder del equipo de Google, John Martinis, dijo que para destruir los sistemas de encriptación actual se necesitará un ordenador cuántico de 100 millones de qubits. Ahora tenemos uno de 53.
R. Exacto. Pero en la foto de ese ordenador, si os fijáis, hay montones de cables. Para cada qubit necesitas como mínimo un cable que además debe estar a una temperatura bajísima. Imagina si tienes que poner 100 millones de cables. No caben. Hay que buscar otras tecnologías.
P. Se habla de aplicaciones a largo plazo para mejorar la producción de fertilizante o mejora de materiales y baterías. Pero ¿veremos algo antes?
R. Estos primeros ordenadores no van a resolver esos grandes problemas. Estos pequeños ordenadores no tienen ninguna repercusión en grandes aplicaciones. Pero como ya pueden hacer algo mejor que los ordenadores clásicos, quizá pueden ayudar en problemas no estrictamente académicos. En eso se está volcando la comunidad. Pueden ser cosas como resolver problemas de optimización, como el llamado problema del viajero, que tiene que pasar por muchas ciudades y escoger el camino más corto, que es un problema muy complicado para los superordenadores y quizá estos primeros ordenadores cuánticos pueden ayudar. No es un problema tan teórico porque una empresa de transportes lo debe resolver. Luego están las cuestiones relacionadas con el procesado de datos en inteligencia artificial para que vaya más rápido. Hay también experiencias más exóticas, como un generador de números aleatorios que no se puedan falsificar y sean certificables.
Pekín Express ,.
Pregunta. La computación cuántica ha salido de la cueva.
Respuesta. Sí, estamos viviendo unos momentos muy especiales. Los que llevamos 20 años trabajando en este campo estábamos esperando que empezasen a pasar este tipo de cosas interesantes, aunque es más bien desde hace dos o tres años cuando las empresas tecnológicas empezaron a mostrar su interés en construir ordenadores cuánticos, y luego los Gobiernos, cuando brotó mucho más interés. Dicho esto, hay entusiasmo, pero también mucha cautela. Estos resultados no indican que ya tengamos un ordenador cuántico.
P. Pero parece que no hay vuelta atrás. El ordenador de Google de 53 qubits funciona y es un hito.
Hay entusiasmo, pero también mucha cautela. Estos resultados no indican que ya tengamos un ordenador cuántico
P. ¿Cuáles son los próximos pasos inmediatos, para el año que viene?
R. Tres cosas: poner algún qubit más, rebajar errores y empezar a buscar aplicaciones interesantes. Ya sabemos que si tuviéramos un ordenador cuántico muy grande y sin errores podríamos hacer muchas cosas. El problema es que estos prototipos que tenemos ahora no son grandes y todavía tienen errores. Pero eso no quiere decir que solo con algunas mejoras estos prototipos ya puedan ayudar a resolver cálculos interesantes mejor que ordenadores clásicos. Estas empresas –Microsoft, IBM, Google– ya están pensando en cómo ayudar a resolver estos problemas.
P. El investigador Scott Aaronson compara este hito no con la llegada a la Luna, que se logró y punto, sino con la erradicación del sarampión, donde los ordenadores convencionales mejoran un poco y remontan su desnivel con los cuánticos y hay una etapa de transición de dos pasos adelante y uno atrás.
R. Es algo así. Exacto. Pero hay otra analogía aún mejor, que ya habéis usado, que es la de los hermanos Wright y el primer vuelo comparado con los vuelos comerciales. Aquellos prototipos demostraron que se podía volar 100 metros, pero aquello todavía no servía para nada. Para llegar a los aviones comerciales faltaban muchísimos años. Igual ocurre con los ordenadores cuánticos. Pero ahora lo interesante es recorrer ese camino hacia los grandes ordenadores cuánticos y mientras lo hacemos mirar si estos pequeños primeros "vuelos cuánticos" ya ayudan a hacer alguna aplicación.
P. Hay una segunda comparación que propone Aaronson: la partida de ajedrez Kasparov contra Deep Blue. Primero ganó Kasparov, luego Deep Blue por poco, pero el mismo Kasparov admite que pocos años después ya habría perdido por paliza.
R. Esta es muy buena analogía con respecto a la supremacía cuántica. Ahora el ordenador cuántico de Google ha hecho algo que a un ordenador clásico le llevaría más tiempo, pero quizá existe aún un algoritmo más refinado para programar mejor el ordenador clásico y que ahora, en dos meses pues sí, gana al de Google. Pero cuando el ordenador cuántico empiece a añadir qubits y a eliminar errores, no habrá forma de ganarlo.
P. Los investigadores de Google destacan que su aportación es buena para la disciplina y que en el fondo es bueno que IBM responda como lo ha hecho, afinando sus procesos para obtener mejores resultados con un supercomputador.
Para tener ordenadores cuánticos de verdad falta mucho tiempo de desarrollo tecnológico
P. Es una batalla más comercial.
R. En la comunidad científica también se da. Cuando hay un progreso importante, hay varios grupos de científicos que lo están intentado hacer en el mundo. Cuando unos lo anuncian los otros tienen derecho a dudar de que hayan logrado realmente hacer lo que dicen. Tal vez no pasa a este nivel, que sale en todos los periódicos, pero ocurre.
P. Ha pasado con otras tecnologías, como los coches autónomos. Emergen de la cueva, la gente les presta mucha atención pero luego desaparecen hasta que están totalmente a punto para el despliegue. ¿Con la computación cuántica se dará igual este valle?
R. Eso va a ser así, porque para tener ordenadores cuánticos de verdad falta mucho tiempo de desarrollo tecnológico. Pero en esa época oscura, en ese valle de la muerte, también surgen nuevas ideas, nuevas direcciones que quizá tienen más aplicaciones que las ideas originales. Los científicos seguimos trabajando, y el hecho de que la industria esté volcada nos ayuda mucho.
P. El líder del equipo de Google, John Martinis, dijo que para destruir los sistemas de encriptación actual se necesitará un ordenador cuántico de 100 millones de qubits. Ahora tenemos uno de 53.
R. Exacto. Pero en la foto de ese ordenador, si os fijáis, hay montones de cables. Para cada qubit necesitas como mínimo un cable que además debe estar a una temperatura bajísima. Imagina si tienes que poner 100 millones de cables. No caben. Hay que buscar otras tecnologías.
P. Se habla de aplicaciones a largo plazo para mejorar la producción de fertilizante o mejora de materiales y baterías. Pero ¿veremos algo antes?
R. Estos primeros ordenadores no van a resolver esos grandes problemas. Estos pequeños ordenadores no tienen ninguna repercusión en grandes aplicaciones. Pero como ya pueden hacer algo mejor que los ordenadores clásicos, quizá pueden ayudar en problemas no estrictamente académicos. En eso se está volcando la comunidad. Pueden ser cosas como resolver problemas de optimización, como el llamado problema del viajero, que tiene que pasar por muchas ciudades y escoger el camino más corto, que es un problema muy complicado para los superordenadores y quizá estos primeros ordenadores cuánticos pueden ayudar. No es un problema tan teórico porque una empresa de transportes lo debe resolver. Luego están las cuestiones relacionadas con el procesado de datos en inteligencia artificial para que vaya más rápido. Hay también experiencias más exóticas, como un generador de números aleatorios que no se puedan falsificar y sean certificables.
TITULO: Pekín Express - Poema "Hasta que tu muerte nos separe" ,.
Pekín Express ,.
Cristina Pedroche conduce 'Pekín Express: La ruta de los elefantes', una aventura en mitad del Índico, en la que 10 parejas con perfiles muy diferentes, etc.
Poema "Hasta que tu muerte nos separe" ,.
foto / Tan solo quiero que al escuchar mi voz, sientas la migraña mas fuerte,
en un mundo sin aspirina, tan solo deseo que el dolor sea tu estilo de
vida, que te hundas en el mar de la ansiedad y te ahogues en el fondo de
la desesperación. Tan solo deseo verte sufrir y suplicar por un poco de
compasión, deseo que tus ojos lloren sangre y sientas como el mundo te
consume lentamente al dolor real, tan solo quiero que llores por las
noches, que delires mi voz y que lentamente, poco a poco,
La amargura se convierta en tu forma de vida.
Mi amor, yo espero el dia en el que te mires al espejo y notes la mierda
insignificante que eres, quiero que el sufrimiento sea tu amor, quiero
que alguien te deztroze por dentro, quiero estar presente cuando la
desesperación inunde tu mirada, cuando el alcohol sea tu único remedio,
cuando no quieras vivir más, amor. Yo quiero presenciar tus fracasos,
pues tus fracasos son éxitos para mi. Yo quiero que mi odio sea lo único
que tengas en tu vida, anhelo, mi vida. Poder maldecirte y engendrar un
árbol de rupturas y desconfianza contigo. Me encantaría poder ver
cuando te partan el corazón y ya no tengas mas razones para seguir en
este mundo, en ese dia, celebrare por tu dolor, y brindare por tu
fracaso. Yo, "mi vida" deseo que navegues por el agua de mi desprecio y
te ahogues en el mar de mi odio. Necesito verte llorar y suplicar, mas
sin embargo, necesito poder dejarte ahí, y poder alejarme de ti con una
sonrisa sarcástica, quiero ver tu fin. Pues tu fin, es el inicio de mi
felicidad. Deseo que estes sola, que no seas feliz, que tus peores
pesadillas se hagan realidad y que pagues por todo lo que haz hecho.
Quiero que te des cuenta, eres un lago podrido infestado con virus de
asco. Te odio, honestamente, te deseo lo peor, que nunca sanes, y que
sufras eternamente. Espero saber que los recuerdos te atormenten y no te
dejen vivir, te desearía lo mejor... Pero ya lo tuviste.
Y recuerda " mi amor" la mano con la que te acariciaba, era con la que me masturbaba.
Te veré en el infierno.
TITULO: UN BUEN PLAN ES IR AL CINE -Los reyes del verano,.
- Reparto
- Nick Robinson, Gabriel Basso, Moises Arias, Nick Offerman, Megan Mullally, Alison Brie, Mary Lynn Rajskub, Thomas Middleditch, Erin Moriarty, Lili Reinhart,.
- Tres jóvenes amigos, Joe (Nick Robinson), Patrick (Gabriel Basso) y el excéntrico Biaggio (Moises Arias), hartos de la sobreprotección de sus padres, deciden independizarse y empezar una vida salvaje sin adultos al margen de la sociedad. Deciden vivir en una cabaña perdida en el bosque, según sus normas, acorde con sus principios y en plena libertad,.
No hay comentarios:
Publicar un comentario