Sentarse frente a “Segundo premio” , la película de Isaki Lacuesta sobre la leyenda de Los Planetas que llegó ayer al Festival de Málaga dispuesta a arrasar en el palmarés, es lo más parecido a montar a lomos de una caballada de mustangs . Al viento, conscientes del peligro y en comunión lisérgica con la adrenalina. No hay pradera, porque el director de “Entre dos aguas” nos sube lúcido a lo más escarpado de Granada; y tampoco hay vaqueros, pero sí el homoerotismo que solo se consigue abrazado a lomos de una bestia , en este caso, la de la revolución musical independiente de los noventa en nuestro país.
“Todo
el rodaje ha estado muy mediatizado por la enfermedad de mi hija, por
lo que los problemas que hayamos podido tener filmando quedan en nada”,
apunta tan sincero como su cine, el que es a todas luces el director más
atrevido y original del cine español contemporáneo. “Queríamos captar ese momento de ambición absoluta del grupo , cuando estaban deseando irse a Nueva York a grabar su nuevo disco mientras la banda se caía a pedazos .
Ese es, para mí, el paralelismo con nosotros, el de intentar atrapar un
momento concreto, sacar adelante el arte, cuando los cimientos todavía
no están asentados. Cada película tiene sus problemas, y si no los
hubiera los inventaría”, completa Lacuesta, que firma su nuevo filme a cuatro manos junto a Pol Rodríguez .
"Segundo premio", de Isaki Lacuesta, aborda el mito de Los Planetas ,. La banda de Teseo Permeada de ficción, rebosante de música en directo y consciente de que era imposible hacer una película que contentara al grupo -o a todos los miembros de ese barco de Teseo precario que es la banda más pureta entre los puretas-, “Segundo premio” nos transporta hasta el primer período de entre-discos de la banda, justo después del éxito de “Pop” (1996) y antes de “Una semana en el motor de un autobús” (1998). A puro nervio de Albaicín y arrabalero ritmo de Sacromonte ,
la película nos presenta a El Cantante (Daniel Ibáñez), El Guitarrista
(estratosférico, el artista multidisciplinar Cristalino) y May
(Stéphanie Magnin), la única que conserva su nombre real, como una
profana trinidad herida de éxito. “Yo conocí a Los Planetas cuando estábamos preparando el guion .
Y cada uno de ellos imaginaba una película distinta, así que no
podíamos hacer eso. Teníamos que salir de ahí, hacerla con libertad
absoluta, pero cuando yo tenía alguna duda llamaba a Jota para que me
aclarara. No puedes hacer la película oficial de una banda que de oficial no tiene nada , pero de ahí a publicar que es problemática hay un trecho”, apunta reivindicativo Lacuesta.
"No puedes hacer la película oficial de una banda que de oficial no tiene nada"
Si quien escribe le plantea al director que su filme respira el aire de “The Velvet Underground” (2021), el documental que le dedicó Todd Haynes a la mítica banda, el realizador sube la apuesta hasta “Get Back” (2021), en el que Peter Jackson diseccionaba sesiones de ensayo sin cortar de The Beatles .
En ese maridaje, lo onírico carcome la película como la mejor de las
pesadillas, entre adicciones, odios y amores: “Solo hay una escena de
sexo en esta película, y reproduce todos los estereotipos del cine de los ochenta y noventa .
¿Cómo lo traemos al hoy en día? Contándolo desde el personaje femenino y
pasándolo por un filtro gay”, explica Lacuesta antes de abordar su
propia interpretación de los personajes que forman la leyenda, que no la
historia de Los Planetas: “Cuando se intenta hacer personajes
auténticos, se acaba haciendo caricaturas tremendas. Me produce un coitus interruptus de la hostia que alguien cambie la voz entre lo hablado y lo cantado ”, añade el realizador, firmando aquí la medicina cinéfila a la ponzoña de títulos como “Bohemian Rhapsody” (2018).
“Quería que fueran músicos, porque no me imagino grabar un ensayo con playback. ¿Qué haces? ¿Planificas los errores? ¿Los escribes en el guion?
Eso no tiene ningún sentido”, añade el director de “Segundo premio”
sobre enraizar su elenco en la generación de músicos granadinos que
siguió a la de los Jotas y los Erics. Y sigue: “La clave fue Marichu Sanz , la directora de casting. Y es importante decirlo, porque las películas no son solo de los directores. Ella se empeñó en hacer un casting con músicos de Granada ,
buscando un aura parecida a la de Los Planetas y que pudieran hablar en
ese andaluz oriental del grupo y la zona. También fue clave Jaime
Beltrán, que aquí ha sido productor musical y fue ingeniero de sonido
del grupo. Él se sabía de memoria el sonido de todos”, completa.
La tradición artística nazarí ¿Es “Segundo premio” una película iconoclasta? “Si lo es, no la había pensado así. Yo quería hacer una película sobre el imaginario, como hacía Jean Rouch . En sus películas, es tan importante el imaginario como los hechos. El imaginario colectivo alrededor de Los Planetas nos importa tanto como lo que ocurrió en realidad ,
porque cuando tu vas a Granada todo el mundo te cuenta historias
distintas de la misma anécdota”, explica elocuente. Inequívocamente
arraigada al folclore contemporáneo nazarí, ese que para Lacuesta va de Lorca a Los Planetas, pasando por Val del Omar y Morente ,
la película se vuelve inapelable cuando funde lo material con lo
sensorial: “Todas las películas son de cine fantástico, por el hecho de
rodar cosas que ya no van a existir en la vida real. Pero es verdad que
en mis últimas películas esto se ha hecho más visible. He abandonado lo más materialista y lo más presente ,
pero son líneas de trabajo complementarias. Ahora, quizá, cuento las
cosas desde el interior de las cabezas. Nunca será, para mí, lo mismo
rodar desde la altura de los ojos que desde la consciencia plena de la
puesta en escena”, reflexiona el director, que ya había optado a la Biznaga de Oro en 2016, con “La próxima piel” y en 2011, con “La noche que no acaba” .
Los
nuevos trabajos de Isaki Lacuesta ("Segundo premio", en la imagen),
David Trueba y Celia Rico se verán en el Festival de Málaga LA TERRAZA,. Volátil, a veces lírica y a veces brutalista, “Segundo premio” confirma a Isaki Lacuesta
como nuestro director más seguro de su instinto artístico, resistiendo
la comparación con cualquiera de los maestros históricos gracias a una obra totémica sobre la ambición (y su ausencia) como causa y solución de todos nuestros problemas .
Eso pasa, por ejemplo, gracias a detalles tan aparentemente superados
como el tratamiento de la heroína, el caballo textual que casi se lleva
por delante a uno de los miembros de la banda: “Si algo se ha convertido
en un cliché, hay que intentar salirse del molde. Las películas tienen
que rozar, sorprender con equilibrio”, explica el realizador antes de
abordar el montaje, de manera incontestable, el gran triunfo del filme:
“Ese era el gran reto de la película, y no era consciente de ello al
aceptarla. Había que encontrar un equilibrio entre lo narrativo y lo musical, no parar la película para incorporar la música.
Ese trabajo, que empezó en guion, tiene mucho que ver con el trabajo de
letras de Los Planetas, que aparenta ser autobiográfico. La música, como sus canciones, tenía que brotar de lo que está ocurriendo en la película ”, sentencia, listo para vestirse de ramillete de jazmín el próximo sábado en Málaga.
TITULO : Locos por las motos - Arranca MotoGP 2024: el más difícil todavía de Marc Márquez,. Arranca MotoGP 2024: el más difícil todavía de Marc Márquez,. Empieza
el Mundial en Qatar con Pecco Bagnaia como rival a batir y Marc Márquez
en busca de la resurrección. Su reto es complicado, pero todos
coinciden: si alguien puede hacerlo es el «93»,. Hay un nombre que recorre todos los rincones del «paddock»: Marc Márquez; y una incógnita que va a empezar a despejarse a partir de este fin de semana: ¿Qué será capaz de hacer en este 2024
en el que busca el más difícil todavía? Si se tratara de cualquier otro
piloto las respuesta sería muy fácil, pero tratándose de un ocho veces campeón del mundo nadie,
o casi nadie, se atreve a apostar abiertamente en su contra, por si
acaba perdiendo su dinero o tragándose sus palabras. «Continúa siendo
uno de los mejores, por no decir el mejor, ha hecho una apuesta muy
fuerte, pero dentro de Ducati está en un tercer equipo, para la
fábrica no es el elegido y su material va a ser de segunda fila, no va
tener el mejor material de Ducati. Y ahora la tecnología es determinante
y si no tienes lo más top, pues debes trabajar mucho más. Y no sé si
Marc va a poder hacer la diferencia con su pilotaje», explica Carlos Checa para empezar a poner las cartas sobre la mesa.
Marc
Márquez viene de cuatro años sin ganar y está en un proceso de
reconstrucción largo y complejo. Para empezar, este invierno tuvo que
tomar la difícil decisión de dejar Honda, su casa de siempre, para
unirse al Gresini Racing, un equipo satélite y privado donde va a disponer de la Ducati del año pasado. «Una moto que te permite ir rápido desde el principio, aunque
lo malo es que los italianos parece que han acertado con la versión de
2024», apunta Carlos Checa sobre la primera de las claves. Marc va a
tener una desventaja técnica con los primeros pilotos de la marca, que
además llevan varias temporadas subidos a esa moto y la conocen a la
perfección. Por eso él ha optado por un perfil bajo en pretemporada, dar
vueltas y más vueltas y tratar de contener su instinto, que en cuanto
se despista le lleva a conducir como hacía con la Honda.
«Está haciendo lo inteligente, buscar los límites sin pasarse,
hacer ritmo de carrera, encontrar la posición y la fórmula de pilotar
la Ducati de manera eficiente. Esto es un proceso que lleva su tiempo y
seguramente veremos un Marc de menos a más», dice Checa, que coincide
con algún otro clásico del Mundial, convencido de que el camino adecuado
del de Cervera es estar tranquilo, no precipitarse y seguir la progresión natural.
La otra clave es Ducati y cómo va a tratar a Marc en el aspecto técnico. Queda por ver si le dará mejor material según avancen los meses o no para meterse en la pelea. Enfrente tiene un gigante llamado Bagnaia, que ha ganado los dos últimos títulos y acaba de renovar como piloto estrella
de la marca dominadora hasta diciembre de 2026. Es el hombre más en
forma y en pretemporada, literalmente, ha asustado con unos tiempos
estratosféricos. Reconoce que la Ducati 2024 une las virtudes de las
versiones 2022 y 2023, así que el resultado es una bestia aerodinámica difícil de batir.
Y ahí está el reto de Marc, que tiene a su favor el peso que supone ser
uno de los mejores de la historia. «Marc es un piloto muy influyente y
todos saben de lo capaz que es en condiciones técnicas parecidas. Todos
saben que va a ser un hueso duro en carrera. Es el rival más incómodo de todos.
Pecco tiene un plus técnico que le va a dar confianza. Y Marc, en
cambio, no tiene presión porque no es el campeón», detalla Carlos Checa
sobre esas posible guerra psicológica que puede ser una carta que juegue
el mayor de los Márquez.
«Veremos
si ha comenzado mi declive, pronto lo sabremos», decía este jueves en
Qatar respecto a si todavía está para luchar por las victorias y los
títulos después de cuatro años complicados y con una moto que no es la
mejor de las mejores. Y ahí es donde la mayoría no se atreve a ser
categórico, por tratarse de un animal competitivo, al que el
físico le está respetando por fin y que es capaz de poner un extra de su
parte sobre la moto por mucho que en los últimos tiempos los ingenieros
y las aletas le hayan ganado protagonismo al talento.
Bagnaia es un tipo fuerte mentalmente,
que no se pone nervioso con facilidad, pero ahora tiene un rival más y
no es cualquiera. Por el momento no quiere diferenciarlo del resto y se
limita a decir que habrá varios pilotos y marcas peleando por el título
cuando le preguntan por el «93». No hay duda de que el italiano es el
hombre a batir en las 21 citas (42 carreras con los Sprints) que hay por delante desde este fin de semana en Qatar y hasta el 17 de noviembre en Valencia.
El
Mundial de MotoGP amanece muy abierto y con muchos alicientes: el
ingrediente de Marc, que siempre añade picante, y la llegada de Pedro
Acosta, el único rookie de 2024 y que tiene hasta Sachsenring para
intentar batir a Marc como el piloto más joven en ganar en MotoGP. «Si no existieran las Ducati, yo lo pondría como un claro candidato al título», dice Checa de Aleix Espargaró, en plena madurez y con una Aprilia que quiere mirarle a la cara a Ducati en cuanto a potencial. Jorge Martín es el subcampeón y quiere más, Bastianini busca demostrar por qué es piloto oficial... la competencia es brutal así que lo mejor es que todo empiece.
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