martes, 26 de noviembre de 2013

EL HORMIGUERO RYAN REYNOLDS,./ MARTES, CINE, LA TIA TULA,./ PENALTI EN FUENTE DE CANTOS,.

TÍTULO; EL HORMIGUERO RYAN REYNOLDS,.

INVITADO 26 DE NOVIEMBRE

Ryan Reynolds visita El Hormiguero 3.0

Ryan Reynolds en El Hormiguero 3.0El actor canadiense Ryan Reynolds visita de nuevo El Hormiguero 3.0 para hablarnos de sus futuros proyectos.

Ryan Reynolds en El Hormiguero 3.0 | Foto: 
El martes, 26 de noviembre, otra estrella de Hollywood pisa el plató de “El Hormiguero 3.0”: el actor canadiense RYAN REYNOLDS, protagonista de películas como Buried o Linterna verde, que ha sido elegido por Hugo Boss como nueva imagen de su fragancia Boss Bottled y Boss Bottled Night. Reynolds –elegido en 2010 por la revista People como “el hombre vivo más sexy del mundo”- nos hablará de su trabajo como imagen de Boss pero también de sus nuevos proyectos, y nos contará algunas de las anécdotas más divertidas que ha vivido a lo largo de su carrera.

TÍTULO; MARTES, CINE, LA TIA TULA,.
La tía TulaReparto
Aurora Bautista, Carlos Estrada, Enriqueta Carballeira, Irene Gutiérrez Caba, Laly Soldevilla, Paloma Lorena, Paul Ellis, Emilia Zambrano, Coral Pellicer, Montserrat Julió, Chir Bermejo, Esmeralda Adam, Margarita Calahorra, María Hevia, María Teresa Dressel, Mari Loli Cobos, Carlos Sánchez Jiménez, Juana Azorín, Ricardo Díaz, Lola Marquerie, Miguel Armario, José María Prada, Julia Delgado Caro, Fanny Maral, Lola Gaos,.
 
 A la muerte de su hermana Rosa, Tula se va a vivir a casa de su cuñado Ramiro para cuidarlo a él y a sus hijos. La convivencia entre Tula y su cuñado, al principio, no está exenta de roces y tensiones, sobre todo cuando Emilio, que desea casarse con Tula, pretende que Ramiro haga valer su influencia sobre ella para facilitarle sus planes de boda. Pero Ramiro se siente atraído por su cuñada, atracción que se ve favorecida por la vida en común.
 
TÍTULO;  PENALTI EN FUENTE DE CANTOS,.
 
Fe, esperanza y (poca) claridad 
FÚTBOL. TERCERA

Fe, esperanza y (poca) claridad

La UD Fuente de Cantos logra tres puntos vitales pese al mal juego y pese a las dos expulsiones y dos penaltis en contra

 
David Cruz remata al larguero en la jugada del segundo gol.-foto
Los verdes tuvieron siempre fe en un triunfo que les da nuevas esperanzas de eludir el descenso, aunque en muchas fases del encuentro faltó claridad y ritmo de juego
El grajo volaba bajo y el balón demasiado alto en el arranque al medio día del partido entre la UD Fuente de Cantos y el Ciudad de Plasencia. La mañana, fría y con un viento muy desapacible norte-noreste, y el juego, pues igual, regular rolando a malo.
El balón parecía ser más un estorbo que otra cosa en los primeros minutos, y nadie lo quería: al que le tocaba, como en el baile de la escoba, pues a facturarlo cuanto antes, preferiblemente por vía aérea, donde Eolo lo desviaba a su capricho, dando lugar a un espectáculo en el que se fiaba todo más a un fallo del rival que a un acierto propio.
A los diez minutos de este insulso ir y venir que hacía barruntar al respetable un nuevo 'miajadazo', Abel y Richar parece que van por fin convenciendo a los suyos de que los envíos de este jaez no hacían más que desgastar a Isidro, David Cruz y Rafa Cano, en carreras a ninguna parte.
Por el lado placentino, Mamadu intentaba lo propio, girando sobre sí mismo buscando una cara amiga, pero al no encontrarla, balón atrás para que los centrales probasen la solvencia aérea de Alonso (novedad en el once inicial) e Ibra.
Y como el fútbol premia (algunas veces) a quien lo mima, una internada de Rafa Cano por la banda izquierda culmina en un centro raso que llega al segundo palo, donde David Cruz, siempre con la caña preparada, exhibe de nuevo sus dotes de killer y manda con frialdad a la red.
El gol descoloca aún más al colista, que empieza a emplearse con cierta dureza.
Cinco minutos después era Abel el que culminaba un ataque y a punto estaba de lograr el segundo.
Entonces comenzó a emerger la figura de un invitado no deseado en esta fiesta, el colegiado Gómez Navarrete, a ratos estricto, a ratos consentidor, y siempre con ademanes autoritarios, que comenzó su exhibición de tarjetero: cuatro a los verdes (Alonso, Murillo e Isidro, y de propina a Tini en el banquillo) en diez minutos. Entre parones, tarjetas y "¡aquí mando yo!" fue decayendo el ritmo de los locales y con él el primer acto.
En el segundo, los fuentecanteños parecían querer ir a más pero sin terminar de encontrar el feeling, ante una parroquia deseosa de aplaudir cualquier gesto que oliese a fútbol.
Estábamos en esas cuando en el 9 de esta parte un rechace tras un corner botado por los verdes deriva en un patadón arriba; el bote del balón engaña a Abel, que ejercía de cierre en la jugada, y el cuero llega al visitante Jorge, que se interna en el área y es derribado por el propio Abel.
Raudo Gómez Navarrete acude al lugar de los hechos con un dedo señalando el punto de penalti, mientras con la otra mano desenfunda la roja. Fue una de las pocas manchas de acierto en una actuación que no gustó a nadie.
Lanza Sergio y empata. Cunde el desánimo en la grada. Empatados, jugando mal y con uno menos, todos los ingredientes para cocinar otra derrota inesperada.
Pero, cosas del fútbol, son los locales, enrabietados, los que empiezan a empujar más, mientras el Ciudad pasa por minutos de indecisión, sin saber si conservar el punto o aprovechar la superioridad numérica para una victoria-bálsamo.
Reacciona el mister local y mete a Manu Gato para reforzar el centro, en sustitución de un Richar fundido por el esfuerzo y los problemas que había acarreado durante la semana. También se retira el batallador Isidro y entra Ruano, aún falto de ritmo de juego. Cabezas ordena a Rafa Cano retrasar su posición para dar cobertura al mermado medio campo. Pitu se multiplica en su banda, Murillo y Borja siguen firmes, Alonso e Ibra se adueñan del espacio aéreo y también del terrestre, Manu maniobra tapando brechas y dando criterio a la posesión, y arriba David Cruz y Ruano entablan una lucha desigual contra cinco defensores.
También reacciona el mister visitante, que mete más artillería en el ataque, y ahora es un ir y venir con más emoción que peligro real.
En este intercambio de golpes, cuando el crono se acerca a la media hora del segundo tiempo se produce 'la jugada'. Corner a la izquierda del ataque local. Saca magistralmente Manu con un lanzamiento potente y con mucho efecto, en la chica surge el espigado David para cabecear impecablemente, pero su remate se estrella en el larguero y balón cae a los pies de Alonso que remacha a la red. Euforia del respetable, 2-1 y otro dato para la estadística: tercer debutante que marca en su primer partido con los verdes, y también un gol decisivo.
Pero no es David delantero que se conforme con una diana (hasta ahora las había hecho a pares) y cinco minutos después tiene un uno contra uno contra el meta local, aunque presionado por un defensa se escora demasiado y su tiro lo rechaza el portero; recoge Rafa pero tampoco acierta con el gol.
Fuese que estaba inspirado, fuese porque había colocado una X en la quiniela, el colegiado parece empeñado en que aquello termine en empate: en el minuto 32 decide pitar otro penalti contra el Fuente de Cantos, esta vez por un forcejeo en el área en el lanzamiento de un corner. Vamos, de esos que se ven dos docenas por partido.
Pero si Gómez Navarrete jugaba a la X, Burgui había puesto un 1 fijo, y de nuevo se erige en salvador de puntos y detiene el lanzamiento.
Ya en la recta final, con ambos equipos agotados por la batalla, Cruz deja su puesto a Aranda, quien nada más salir sufre un penalti de libro que el colegiado no quiere ver: al tratar de controlar un balón aéreo pisando la raya de la grande, el defensor se lanza contra él y le propina un codazo en la nuca derribándole. "Un lance del juego", le diría el colegiado ante su protesta, igual que poco después Alonso es sujetado cuando intenta rematar un corner y al quejarse, Navarrete le dice que se trata "de un forcejeo", "sí -replica el aludidoigual que ese por el que hace diez minutos pitaste penalti contra nosotros". Razona el árbitro según su estilo, echándose mano al bolsillo de las tarjetas, y Alonso, para evitar males mayores ya que tenía una amarilla, se retira fulminándole con la mirada.
No había terminado el show. En el 89 expulsa a Murillo por una dura entrada, quizá merecedora de la segunda amarilla, pero muy similar a las que prodigó el visitante Juanals, sin ir más lejos, durante todo el choque y que solo merecieron una amonestación.
Con nueve sobre el campo y cuatro minutos de añadido, los verdes montan una doble línea de cuatro sobre la línea del área y tres por delante, con Aranda un poco más allá corriendo sin descanso para estorbar la salida de balón.
El Ciudad intenta apurar sus opciones con un bombardeo intensivo pero sin demasiado criterio.
Va muriendo el partido y desde la grada caen dos balones al terreno de juego, acción tan reprobable como inútil, ya que solo sirve para que el árbitro añada dos minutos más y expulse al delegado de campo.
Ya con el tiempo cumplido, Burgui sale a por un balón, es empujado en la chica y se golpea contra el palo. Queda aturdido ante la insensibilidad de Navarrete que le insta a sacar la falta. La lanza directamente fuera y se sienta en el césped pidiendo asistencia, pero el colegiado, inexplicablemente, la deniega. Saca el balón el Ciudad que lo devuelve a fuera de puerta. Burgui sigue pidiendo atención y el colegiado, que debía permitir que le asistiesen y descontar lo que hubiera lugar, dice que nones. ¿Estaba fingiendo? Pues si es así, el meta se pasó con el maquillaje, porque al final del encuentro tenía el ojo derecho color nazareno.
Pitido final y suspiro de alivio, por la victoria y por poder al fin recogerse en el brasero después de tan inclemente partido.
Solo uno se quedó: el delegado José Lozano que pedía al árbitro que le explicase el por qué de su expulsión. Le dice Navarrete que es porque habían caído balones al terreno de juego, y Lozano le explica que él se ha desgañitado pidiendo a los jugadores placentinos que no devolviesen los balones a la grada, que se los echasen a él para que los custodiara, pero no le han hecho ni caso.
Ni caso hizo de su alegación tampoco el árbitro, así que será cuestión de dotar al delegado de una pistola láser para desintegrar los balones en pleno vuelo.
En fin, lo mejor los tres puntos, que colocan a los verdes 15º, aunque siguen a dos puntos del descenso, pero integrados en un pelotón de seis equipos separados también por dos puntos.
La semana que viene toca visitar al líder Villanovense. ¿Derrota segura? Con este equipo (el Fuente de Cantos) nunca se sabe, pues parece tener carácter de camaleón: su nivel de juego es el que tenga el rival, malo con los de abajo y bueno con los de arriba. Ya veremos.

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