viernes, 26 de junio de 2015

TAPAS Y BARRAS - SEXO EN EL EXPRES,./ UN PAIS PARA COMERSELO - DONDE ESCUCHAR FADO,.

TÍTULO: TAPAS Y BARRAS - SEXO EN EL EXPRES,.

TAPAS Y BARRAS - SEXO EN EL EXPRES, fotos,.
Resultat d'imatges de TAPAS Y BARRAS -
  • Hace 120 años pasó por Cáceres el último convoy Lisboa-Londres,.

    La mayor gesta del deporte extremeño la viví a bordo del Shanghái Exprés. Cada extremeño tiene su gesta deportiva favorita. La mía tiene que ver con el Cáceres de baloncesto y la escuché por la radio viajando en el Shanghái Exprés: fue la victoria del Cáceres sobre el Barcelona (94-88) en la semifinal de la Copa del Rey de baloncesto de 1997. El Shanghái pasó por León, donde se había jugado el partido, aquella madrugada a las cinco y desde mi cabina del coche cama creí escuchar los gritos de los aficionados cacereños, que seguían celebrando la victoria hasta el amanecer.
    Un viajero del Lusitania Exprés en Cáceres. :: hoyEl Shanghái Exprés es uno de los cinco convoyes ferroviarios nocturnos que siguen cruzando España cada noche. Era y es el viaje más largo en tren que se puede hacer en la Península: 1.300 interminables kilómetros de una odisea que comienza cada día en A Coruña, a eso de las seis de la tarde, y acaba en Barcelona, a eso de las nueve de la mañana del día siguiente. Escuché la victoria del Cáceres a la altura de Tarragona, cuando llevaba una hora de viaje. Me faltaban 14 horas para llegar a mi destino.
    En la década de los 90, cada noche surcaban las vías españolas 80 trenes expreso. Hoy solo circulan el Shanghái, el Madrid-Galicia, el Madrid-Lisboa, el Lisboa-Hendaya y el Barcelona-Granada, que se mantienen porque tienen clientela: un 70% de ocupación. No sucedió lo mismo con los dos trenes nocturnos 'extremeños': el Lusitania Exprés, que cruzaba la provincia de Cáceres en plena madrugada camino de Lisboa y de Madrid, y el Guadiana Expreso, que en 1989 salía de Badajoz a las 21.25 y llegaba a Madrid a las 7.03 (en el viaje de vuelta, partía de Madrid Chamartín a las 22.15 y arribaba a Badajoz a las 7.55). Aquel Guadiana había circulado por Cáceres durante muchos años hasta que Renfe decidió llevarlo por Ciudad Real.
    El Guadiana desapareció en los 90 y el Lusitania va por Salamanca desde el año 2012. Aunque el expreso más novelesco que circuló por Extremadura fue el famoso Surexprés, un tren cosmopolita en el que uno se montaba en Lisboa y, cuando se bajaba a Londres, casi tres días después, había dado tiempo a que el mundo hubiera cambiado. Aquel Surexprés hizo por primera vez la ruta Lisboa-Cáceres-Madrid-Hendaya-París-Calais-Dover-Londres el 4 de noviembre de 1887. El viaje duraba 58 horas. Dentro de una semana, hará 120 años que el Surexprés realizó su último viaje por Extremadura. El 1 de julio de 1895 dejó la ruta de Cáceres y Madrid, más larga y de billete más caro, para ir por Salamanca y Medina del Campo, por donde sigue circulando cada noche, aunque ahora solo llega hasta Hendaya.
    En 1977 viajé en ese tren, entre Ciudad Rodrigo y Burdeos, y fue una de esas experiencias adolescentes que nunca se olvidan: primer viaje solo al extranjero, un vagón lleno de emigrantes españoles y portugueses que compartían sus sardinas, sus tortillas y sus postas de bacalao, muchos inspectores de policía camuflados pidiendo por sorpresa la documentación, una retención de 10 minutos en Irún porque mi mochila llevaba bordada una ikurriña, que me había regalado una amiga salmantina, y el descubrimiento del pelotazo: compré francos a 11 pesetas en Cáceres, durante mi estancia en Francia se devaluó la moneda y al volver me dieron 20 pesetas por cada franco sobrante. Le devolví todo el dinero a mi padre, al que mi viaje le salió gratis. ¡Qué pardillos éramos los adolescentes de los 70!
    En un tren nocturno camino de Ourense descubrí el sexo sin amor, no el mío, sino el de un recluta que viajaba en mi departamento e hizo el amor con su recién conocida vecina de asiento a la altura de A Gudiña. En el Rías Baixas Exprés, entre Zamora y Pontevedra, pasé mi noche de bodas (ahí ya era con amor) y en el Shanghái fui feliz escuchando la gesta del Cáceres y congelándome al pasar por León: era invierno y se había estropeado la calefacción. Todo un mundo el de los trenes nocturnos.

    TÍTULO: UN PAIS PARA COMERSELO - DONDE ESCUCHAR FADO,.

     UN PAIS PARA COMERSELO - DONDE ESCUCHAR FADO,. fotos,.

    En el Badasom y en la Mesa de Frades lisboeta suena lo mejor,.

    Resultat d'imatges de UN PAIS PARA COMERSELOSe acaba el festival de teatro de Cáceres. El día 1 de julio comienza el de Mérida y el jueves 9 de julio empieza uno de los festivales que más me gustan, el Badasom de Badajoz. Los festivales de verano están muy bien, pero, en general, no me entusiasman. El primero que los impulsó fue el francés Alfred Jarry (1873-1907), el creador de Ubu Rey, que imaginó grandes festivales en bosques y espacios al aire libre adonde los espectadores llegarían en sus vehículos o en ferrocarril. Fue un visionario que acertó de pleno. Pero estos festivales al aire libre me parecen una fiesta espectacular que no me permite centrarme en lo que de verdad me interesa. Es como si faltara intimidad y recogimiento y sobrara lejanía: no percibo bien el escenario, me distraigo con facilidad y pierdo matices e intensidad.
    La fadista portuguesa Mariza durante una actuciónSolo el Badasom me atrapa absolutamente. Me gusta el auditorio Ricardo Carapeto, me parece un espacio idóneo para escuchar fados y flamenco, la programación es muy buena y es el único festival al que acudo con la garantía de que voy a disfrutar y no voy a mirar el reloj a la media hora de espectáculo. Para ir al Badasom no me importa hacerme 200 kilómetros ni regresar de madrugada. Es un sacrificio que merece la pena.
    Este año, como siempre, el programa es espectacular: Sara Baras, Celia Romero y Niña Pastori en flamenco y Ana Moura, Dulce Pontes y Cuca Roseta en fado. O sea, lo mejor de lo mejor. De flamenco entiendo poco, pero los nombres impresionan. De fados no es que entienda, pero los escucho sin parar y es el único género musical que me anima a viajar para escuchar a sus figuras descollantes en los coliseos de Lisboa, Oporto o Guimarães.
    Aunque Badajoz tiene una ventaja con respecto a cualquier auditorio portugués, y es que las fadistas, aquí, cantan fados con clasicismo y sin ánimo de sorprender ni destacar. Mariza el año pasado en Badajoz dio un recital espectacular y canónico que entusiasmó a extremeños y portugueses. Escuché ese mismo concierto esta primavera en Guimarães y no había color. La gran fadista de Mozambique intentó sorprender a su público con innovadoras versiones y lo que consiguió fue enfriar el auditorio y distanciarse. Eso en Badajoz no sucede.
    Me acerqué a Lisboa a la presentación del Badasom en el Museu do Fado y me vine con dos descubrimientos importantes. Uno me lo facilitó el escritor y galardonado cineasta Javier Rioyo, director del Instituto Cervanrtes en la capital portuguesa, y fue el nombre de un fadista y cantante portugués que está causando sensación. Se llama António Zambujo y sus canciones, con resonancias de Caetano Veloso, son preciosas. Escúchenlo en Spotify o en Youtube y me cuentan. Supongo que vendrá al Badasom más pronto que tarde. En la presentación del festival estuvo Ana Moura, elegante, discreta, dulce... El 9 de julio abre el Badasom y ya verán cómo revoluciona el Ricardo Carapeto al igual que hizo bailar al Coliseu dos Recreios de Lisboa hace dos años, durante un memorable concierto que aún recuerdo emocionado.
    El segundo descubrimiento lisboeta fue que, por fin, me llevaron a una casa de fados de verdad. Es decir, no a un restaurante para turistas de autobús, donde cantan todas las noches los mismos fadistas cansados mientras te venden sus discos y cantan sin entusiasmo ni intensidad.
    Esa casa de fados se llama Mesa de Frades. Está en Alfama y es el zaguán de unos 30 metros cuadrados de una vieja casa, con bellos azulejos en las paredes. Se cena a la luz de las velas un menú cerrado de 45 euros que incluye la bebida, te atienden bien y al acabar la cena, no durante, se cierra la puerta y al lado de los comensales actúan diversos fadistas de primera fila con verdadera pasión. Se reserva en el +351 917029436.
    Si van a Lisboa y les gustan los fados, no se pierdan la cena en Mesa de Frades. Si no, pagando menos de la mitad (17-22 euros) pueden escuchar en el Badasom lo mejor de lo mejor.
,.

No hay comentarios:

Publicar un comentario